LAS CRITICAS A LA MODERNIDAD EN LA FILOSOFIA LATINOAMERICANA

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Tesis presentada para optar al grado de Doctor en Filosofia
Mención: Filosofía Política

Alumna: Lic. Maria Cristina Liendo
UNIVERSIDAD DE CHILE

FACULTAD DE FILOSOFIA Y HUMANIDADES

DEPARTAMENTO DE FILOSOFIA
ESCUELA DE POSGRADO

Profesor Guía:
Dr. Carlos Ruiz  Schneider

Santiago, 2003 

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INTRODUCCION

CAPITULO I.  LA FILOSOFIA LATINOAMERICANA

CAPITULO II.  LA POSCOLONIALIDAD

CAPITULO III. LA FILOSOFIA DE LA LIBERACIÓN

CAPÍTULO IV.  EL PROYECTO Y METODO PARA UNA FILOSOFÍA DE LA LIBERACIÓN

CAPITULO V.  EL PROYECTO DE UNA ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA AMERICANA

CAPÍTULO VI.  LA FILOSOFÍA AMERICANA COMO FILOSOFIA DE LA HISTORIA

CONCLUSIONES

BIBLIOGRAFÍA

 

RESUMEN

La tesis Las críticas a la modernidad en la Filosofía Latinoamericana privilegia el análisis del momento de la irrupción de la Filosofía de la Liberación y se ocupa de demostrar que, algunos aportes que ésta ha realizado al campo disciplinar, pueden quedar caracterizados como teoría poscolonial / posoccidental, esto es, como discursos elaborados desde la diferencia colonial crítica de la modernidad occidental.

La totalidad del trabajo tiene el objetivo central de mostrar que la Filosofía Latinoamericana es un ámbito de producción teórica con una fuerte especificidad al interior del discurso filosófico en general, la cual queda radicada en el establecimiento de las condiciones de posibilidad de un espacio de producción diferenciada para el ejercicio de la filosofía.

En el interior de dicho espacio, la crítica contramoderna poscolonial / posoccidental es presentada como una clave de lectura operativamente fértil para resituar las contribuciones filosóficas que realizó la Filosofía de la Liberación, haciendo visible el aspecto de la colonialidad que el proceso de la modernidad occidental impuso también en el ámbito del conocimiento.

En esta investigación se trabaja con un análisis del discurso que toma como punto de partida la generación de significados relacionales, capaces de estructurar diversos aspectos de la vida social, donde texto y contexto quedan imbricados. En consecuencia, ella queda centrada en una producción histórica y geoculturalmente determinada, entra en la consideración de políticas discursivas e implica, además, una significación amplia de lo que se entiende por discurso político.

INTRODUCCION

Dentro del corpus de la filosofía contemporánea es posible reconocer un ámbito de producción teórica que a lo largo de su historia ha recibido el nombre de filosofia latinoamericana o también filosofia de lo americano. Este ámbito de trabajo ha quedado recortado con una cierta diferenciación al interior del discurso filosófico en general, a partir de la decisión de tomar como punto de partida de la reflexión su propia experiencia histórico-cultural, decisión que, a su vez, marca las relaciones que este espacio teórico va estableciendo con el corpus tradicional de la filosofía occidental.

En la presente investigación procuro mantener la reflexión en el interior de dicho espacio con el objeto de seleccionar algunas de sus producciones más significativas e inscribirlas en el campo de la teorización posoccidental, siendo éste último sesgo lo que delimita la especificidad del enfoque temático. Entre las razones que me llevan a enfrentar esta tarea, destaco la consideración acerca de que la filosofía latinoamericana puede contribuir de una manera muy fértil a la comprensión de la problemática regional. Sin embargo, si bien se ha convertido en una disciplina presente en la currícula académica de muchas universidades de nuestro subcontinente, ella permanece aún insuficientemente difundida, y sigue siendo, en algunos casos, también mal comprendida. En consecuencia, aparece igualmente como una razón, hacer algunos aportes que puedan contribuir tanto a la difusión como a la comprensión de la misma.

La totalidad del trabajo gira alrededor de una hipótesis central, la cual sostiene que, dentro del programa particular de la filosofía latinoamericana, especialmente desde la perspectiva de la filosofía de la liberación, se han producido contribuciones significativas para el ámbito de la filosofía en general. Dichas contribuciones pueden ser estimadas como aportes importantes a la teorización llamada poscolonial o posoccidental, al ser consideradas como discursos elaborados desde la diferencia colonial crítica de la modernidad occidental. A partir de esta hipótesis, los objetivos generales que guían la investigaciónson:

En relación al aspecto metodológico, esta investigación se sitúa dentro de un marco general de análisis de tipo crítico-ideólogico, puesto que ella queda centrada en una producción textual histórica, política y geoculturalmente determinada. Como consecuencia de esta localización, entra en la consideración de posicionamientos políticos en el campo de la discursividad, implicando una concepción amplia de lo que se entiende por discurso político. En ese sentido se trabajará con un análisis del discurso que toma como punto de partida la generación de significados relacionales capaces de estructurar diversos aspectos de la vida social.

De esta manera el contexto queda imbricado en el texto, pero no en el modo de una reproducción mecánica de lo externo social en lo interno textual, sino en el de una relación entre ambos espacios, donde el segundo delimita y organiza al primero en función de la localización de la enunciación, la cual, a su vez, va a estructurar toda la consistencia discursiva de los textos analizados. Así queda establecida la relación triádica entre el contenido del texto como lo enunciado, el sujeto enunciador y su enunciación, es decir, la localización geocultural, política y epistemológica de la voz.

El núcleo problemático de la investigación consiste en mostrar la forma de posicionamiento del discurso de la filosofía latinoamericana - al interior de la perpectiva de la filosofía de la liberación - como epistemológicamente resistente y diverso de la tradición, frente al de la modernidad-colonialidad, considerados ambos como un colectivo discursivo, es decir, sin tener en cuenta las diferencias sectoriales ni epocales en que ellos pudieran distinguirse.

Formalmente el texto se estructura en dos partes, cada una dividida, a su vez, en tres capítulos. En la Primera Parte realizo una explicitación de las matrices teóricas que luego van a ser aplicadas en la segunda. En el Primer Capítulo, inscripto en el campo epistemológico, me hago cargo de demostrar la especificidad que sostengo para la filosofía latinoamericana en tres aspectos fundamentales que la constituyen. Ellos son: las problemáticas del objeto y del sujeto, dentro de las cuales analizaré, desde el juego de los pares categoriales universalidad - particularidad y necesidad - contingencia, la cuestiónde la posibilidad tanto del objeto como del sujeto, la cual aparece totalmente ligada al problema de la originalidad de tal filosofía. El tercer aspecto es el metodológico, donde a partir de la consideración de las relaciones entre la filosofía y la cultura latinoamericanas, abordaré principalmente dos cuestiones: el papel instrumental que juega la historia de las ideas en la conformación de esta filosofía y el problema de su periodización, donde se visualiza mejor cómo el aspecto teórico queda imbricado con el metodológico. El conjunto de los tres aspectos me llevará a la consideración de la filosofía latinoamericana como un programa de trabajo, el cual toma una distancia crítica respecto de los límites de la problemática tradicionamente considerada como filosofía, que reclama para sí el derecho de la reinterpretación del sentido y la función de la praxis filosófica, y que pone en cuestión tanto el contenido de las tradiciones heredadas, como la forma de la trasmisión. Finalmente procuro dar respuestas a las principales críticas de que ha sido objeto, como la carencia de originalidad, el provincialismo cultural y la particularización de la razón.

En el Segundo Capítulo analizo la posición teórica de la poscolonialidad para señalar cómo impactan algunos de sus elementos y aspectos más difundidos en otras áreas disciplinares como la sociología y los estudios culturales, con el objeto de mostrar los alcances de su discurso crítico. Considero que dicho discurso ha contribuído a pensar la modernidad como una actitud vital de imposición y universalización de patrones antropológicos, éticos y epistemólogicos. En este sentido tomo los aportes del teórico argentino (establecido en Estados Unidos) Walter Mignolo, quien participa del proyecto de repensar las relaciones que América ha ido estableciendo con lo que genéricamente se menciona como el Occidente, a partir del concepto de posoccidentalidad. Su propuesta consiste en lo esencial en hacer visible y enunciable la diferencia colonial entendida como una mediación discursiva que manifiesta la conciencia de subalternación del enunciador. Sostengo que dicha propuesta es radicalmente productiva para el campo de la filosofía latinoamericana, puesto que el concepto de diferencia colonial colabora fértilmente con el objetivo de emprender una tarea de descolonización intelectualque involucra todos los ámbitos, incluído el de la filosofía. Dentro de esta tarea aparece la necesidad de poner en cuestión la totalidad de las herencias coloniales en vistas a una reorganización de los saberes, que favorezca tanto el establecimiento de nuevas formas de legitimación de los mismos, como la elaboración de una también nueva “política de enunciación” teórica. Considero que esta línea de trabajo aparece como un encuadre adecuado para los aportes que en ese sentido ya se han hecho desde la filosofía latinoamericana, y que son los analizados en la segunda parte de la presente investigación.

En el Tercer Capítulo me detengo en el examen de una perspectiva particular al interior de la filosofía latinoamericana la cual recibió el nombre de filosofía de la liberación. Por sobre su gran heterogeneidad interna privilegio trabajar sobre los dos aspectos que considero operan como unificantes. En primer lugar, el desafío fuerte al canon establecido con respecto a la función del filósofo y de la praxis filosófica, al pensarlos como un saber de compromiso con la situación real de los países latinoamericanos. En segundo lugar, la propuesta de desmontaje y la denuncia de las justificaciones filosóficas elaboradas solamente desde la tradición occidental de la modernidad.

Ambas apreciaciones me permiten posicionar a la filosofía de la liberación como las primeras elaboraciones de un discurso situado en la diferencia colonial, y en ese sentido analizo la disputa que mantienen a fines de la década del sesenta, el filósofo mejicano Leopoldo Zea y el peruano Augusto Salazar Bondy respecto de las condiciones de posibilidad y los límites de una filosofía latinoamericana. Mas allá de las posiciones encontradas, ambos filósofos se ubican en el mismo espacio discursivo, poniendo en el centro de la cuestión la existencia de un sujeto americano y la relación de su praxis filosófica con el legado de la filosofía occidental. La importancia de la disputa radica en esta localización, pues ella hace visible a la filosofía latinoamericana como un deslizamiento crítico de aquélla tradición.

La Segunda Parte de este trabajo consiste en su totalidad en mostrar cómo se produce aquélla operación de intersección de matrices teóricas mencionadas en la Primera Parte, con el propósito de demostrar la localización epistémica concreta de determinados textos producidos dentro del marco conceptual de la Filosofía de la Liberación, en la primera mitad de la década del setenta del siglo veinte. La tesis fuerte que pretendo demostrar es que el espacio teórico elaborado por el discurso posoccidental-poscolonial, abierto desde y por una racionalidad de la misma índole, permite alojar aquéllos textos en este espacio, usando una nueva clave de lectura de los mismos que posibilite, a su vez, una resignificación del período filosófico estudiado.

Mi consideración respecto de dichos textos parte de dos cuestiones fundamentales:en primer lugar, en ellos se puede encontrar una re-flexión sobre el propio discurso - en este caso el de la filosofía latinoamericana en general - que lleva la intención de desplazarse desde el discurso descriptivo de denuncia anticolonial hacia una elaboración teórica que asuma el riesgo de la creación, asentándose en un discurso de futuro y sin negar la dimensión de una prospectiva utópica. En segundo lugar, dicha teorización está fundamentalmente centrada en una crítica al carácter de imposición que ostenta la modernidad de cuño europeo-occidental.

Dentro de este marco general, en el Cuarto Capítulo ubico la propuesta del texto Método para una filosofía de la liberación escrito en 1974por el filósofo argentino Enrique Dussel, entendido como una superación de la dialéctica filosófica en general y hegeliana en particular. El proyecto de ampliación de la racionalidad impuesta para la filosofía mediante la apelación a otra tradición, en este caso la hebrea, le posibilita un avance desde la modernidad occidental hacia lo que llama una transmodernidad, en idéntico sentido de posoccidentalidad, y como apertura para una liberación de las diversas formas de opresión que implicó aquélla. También en este capítulo sintetizaré los elementos con los que el sujeto del discurso construye un nuevo lugar de enunciación (que fueron analizados en el Segundo Capítulo), de manera de señalar su presencia en el texto analizado. De idéntica forma procederé con los textos de los próximos dos capítulos.

En el Quinto Capítulo considero El pensamiento indígena y popular en América Latina editado en Méjico en el año 1970, con dos ediciones posteriores en 1973 y 1977, como uno de los textosdonde el filósofo también argentino Rodolfo Kusch elabora la categoría antropológica del estar- con todas sus implicancias y dimensiones - para caracterizar el ser del americano. Piensa a éste como un sujeto culturalmente escindido entre el estar y el ser, que debe superar esa situación en la conciliación de esta polaridad mediante la operación de fagocitación, para centrarse en su propio modo de determinación cultural, elevado a categoria existencial, no solamente americana sino también humana.

Finalmente en el Sexto Capítulo mostraré la propuesta de una Filosofía de la historia americana, que en el año 1978 realiza el filósofo mejicano Leopoldo Zea, texto en donde se impone una tarea doble: por un lado, la denuncia de la falsa universalidad que se manifiesta en las filosofías de la historia elaboradas desde la modernidad eurocéntrica y de la consiguiente alienación de la conciencia histórica americana, y por el otro, la reconstrucciónde la memoria de los pueblos sometidos a los procesos de colonización territorial, política y mental para conseguir su ingreso en una universalidad real. Considero que la importancia del aporte que realiza Zea radica en haber tomado como punto de partida la crítica a la conciencia de universalidad que porta el Occidente, para instalarse desde allí en la diferencia colonial americana, y poder desandar el camino hegeliano que lleva desde la autoconciencia hasta la libertad, y mostrar que desde América se puede construir “otra” historia.

Más allá de las críticas internas y externas que estas elaboraciones han recibido, mi intención última es rescatarlas como contribuciones originales a la reflexión filosófica forjadas desde el programa de la filosofía latinoamericana. Es por esto que su peculiaridad no radica tanto en la materialidad de su contenido cuanto en la estructuración formal del mismo, es decir, en el punto de inserción del discurso, y en ello radica también la importancia que suponen para el estado actual de la cuestión.

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