ASTENIA Y SEXUALIDAD

archivo del portal de recursos para estudiantes
robertexto.com

enlace de origen
Dr. Enrique De Rosa:
Psiquiatra-Psicoterapeuta-Sexólogo
Director de
PsyGnos - Centro de Estudios y Terapias Cognitivas y ConsultaPsi.com.

IMPRIMIR

 

La historia de la sexualidad es larga, y llena de mitos. También lo son las dificultades ligadas al cansancio, a la astenia, que es el término médico apropiado para esto.
Las personas parecen haberse enfrentado a los males del cansancio de la fatiga desde los orígenes de su historia. Ya los historiadores romanos para explicar el "cansancio" de sus tropas en la gris Britannia, utilizaban un término que luego sería común a la psiquiatría pero también a las emociones humanas en el lenguaje coloquial: la "melancolía". Este término sin embargo no era nuevo sino que era parte de las emociones básicas en las medicinas griega, egipcia, china entre otras de las tradicionales.
En todas estas descripciones uno de los elementos fundamentales ha sido siempre el desgano, la falta de motivación para hacer las cosas y la astenia, el cansancio tanto psíquico como físico. Esto ocasiona un círculo vicioso, el cansancio que imposibilita la acción o la dificulta, también lleva a la pérdida de deseo para realizar esta acción.
Volveremos sobre esto después pero será fundamental recordar que este ciclo de realimentación es central, a todo este espectro, depresión, ansiedad, astenia.
Lo interesante de esta descripción sintomática, la astenia, es que aborda prácticamente todas las áreas de la medicina y muchas de la vida misma.
Para comprender el impacto de la misma quizás valga recorrer los números de los estudios de gasto en salud, a veces desprovistos de vuelo romántico, pero cruelmente ligados a la realidad concreta, de los comportamientos colectivos. Entre las áreas de mayor consumo y gasto en salud en la actualidad están las áreas del control del estrés y los ligados a las disfunciones sexuales. Poco importan los números específicos, de los cuales una búsqueda por Internet puede aportar muchísimos datos, pero siempre se expresan en miles de millones de dólares. Esto está indicando más allá de la preocupación médica o la importancia concedida a los síntomas, la demanda del consumidor o menos comercialmente, lo que nuestros pacientes nos piden.
En varios artículos hemos hablado de la relación entre estrés y astenia, ahora deberíamos entender otra de las relaciones de la misma y es el impacto de la misma en la vida sexual.
En el ámbito de la sexualidad humana hay causas que podríamos llamar propias como por ejemplo las de los ciclos sexuales en la vida (andropausia, menopausia), algunas ligadas a causas médicas (hormonales, físicas, neurológicas etc.), y finalmente aquellas derivadas de causas psicológico-existenciales.
Es de suyo que en muchos casos esta es una división artificial en la práctica y útil a los fines técnico-profesionales, pero que se da en conjunto, y habitualmente la queja, el pedido, la demanda es una: la falta de energía que repercute en la esfera sexual.
Hemos transitado bastante ya en otras secciones sobre los efectos indeseables que puede tener el adoptar un enfoque limitado y unilateral al problema, siendo el ejemplo habitual y lamentablemente corriente, el uso de ansiolíticos en el individuo que trae su demanda de estrés, y disfunción eréctil, se asocian en muchos casos compuestos para solucionar la vascularización disminuida que ocasiona la impotencia. Por supuesto esto es parcial, y el individuo si bien obtiene una erección (no cuando el ansiolítico produce inconvenientes), pero su pérdida de deseo, o astenia sexual es importante. Esta dificultad es mayor en la mujer donde a veces se utiliza alguno de los compuestos diversos previos a la introducción del sidenafil, que cambió tan dramáticamente el tratamiento de la disfunción eréctil.
Una de las causas más frecuentes relacionada con esta astenia ha sido siempre la pérdida de energía relativa a los ciclos vitales. Esto se trata siempre de los temas relacionados con la menopausia en la mujer y la andropausia en el hombre. Existe en los últimos tiempos un fenómeno quizás ligado a lo que agregáramos en otra parte respecto al
incremento del estrés en relación a situaciones de crisis, y es la aparición de signos importantes de astenia, particularmente en lo relativo a la sexualidad en individuos jóvenes inclusive de edades 25/30. Estos pacientes llegan en muchos casos con una variada automedicación que incluyen el sidenafilo, vitaminas y estimulantes de diversos tipos. No es ajena a esta la idea del uso de estimulantes o drogas pasa a ser de uso corriente. Podemos encontrar en nuestra sección de consultas habitualmente quienes están a la búsqueda de alguna sustancia “nueva” en realidad no probada, y como sabemos esto lleva a las adicciones.
La permanente es la búsqueda de soluciones mágicas, y acompañando a esta y casi consecuencia del fracaso, una gran dosis de molestia, frustración e intolerancia. Decíamos antes que esta falta de deseo estaba relacionada con la falta de energía y a su vez condicionaba la falta del deseo. A esto se le suman más elementos emocionales y el individuo puede estar muy irritado, y agresivo aumentando sus incapacidades. Ya hace muchos años el magistral Quino, hacía a su personaje Mafalda jugar con las palabras, impotente, prepotente.
Es decir en muchos casos aparece como difícil entender que en el fondo de estas situaciones hay una pérdida de energía, lisa, y llana, perdiéndose el paciente y el clínico en la búsqueda de elementos complejos. Los psiquiatras, en particular en nuestro medio tenemos en más la dificultad que las teorías de Pierre Janet, quien habló de la psicastenia, tuvieron poca prédica, en gran parte debido a la primacía de su condiscípulo Freud. El psicoasténico, el neurótico, puede aparecer como con gran energía debido a su irritabilidad en algunos casos, pero el fondo sigue siendo la incapacidad, la falta de energía.
La sexualidad actúa como un modelo por excelencia de “carga” de placer, de energía, que hoy sabemos que aparte esto tiene fundamentos químicos en base a la producción de endorfinas. A veces sin embargo pasa a ser un reto más y en lugar de factor de goce se convierte en estresante. Un visitador médico publicitando hace un tiempo su vasodilatador, y ante nuestra reticencia, exponía su “testimonio” para convencernos, el producto era como una píldora le ayudaba a superar el estrés de llegar a su casa y tener que “cumplir” con tareas maritales (y lo que esto podría implicar). Es decir carga, estrés, más estrés más exigencia, la solución parecía ser el síntoma. No existía allí la pregunta casi evidente porque volver al hogar en lugar de descanso, era carga, y porque el sexo era un reto?
Este recuerdo de la clínica cotidiana, esconde el otro mensaje. Esta sexualidad de prueba de exigencia está íntimamente ligada a la erección, (con deseo, sin deseo, con amor, sin, poco parece importar) la continuidad de la historia es que logrando la tan ansiada penetración y al lugar de superarse ciertos problemas se hacen evidentes otros. Muy frecuentemente “lo no dicho, lo no contado” resurge y agrava lo que hasta ese momento aparece como síntoma.
El tratamiento de la astenia sin embargo no modifica esto y creemos que es una buena elección conjuntamente con un abordaje médico. Psicoterapéutico, individual, vincular, y el sexológico.
El abordaje médico-clínico, tantas veces olvidado, es decir primero descartar las múltiples causas de las disfunciones sexuales y de la astenia de causa orgánica.
Una interconsulta que nos es traída para supervisión, se nos anuncia previamente como un síndrome de fatiga crónica, el mismo habiendo sido tratado en un centro especializado. El tratamiento había sido con diversos estimulantes y vitaminas. En la consulta en el centro cuyas profesionales lo traían a supervisión, era considerado un cuadro psicosomático y tratado con una psicoterapia en las cuales se trataba de abordar el aspecto neurótico, enfrentándolo con la “búsqueda de ganancia secundaria”. La realidad del cuadro es que una falta de diagnóstico clínico psiquiátrico había obviado una… esquizofrenia, incipiente es cierto, pero que explica una mayor sensibilidad, así se expresaba en los primeros tiempos la ideación paranoide. Por supuesto aquí el uso de psico o neurotónicos antiasténicos estaba desaconsejado.
Otro aspecto es el psicoterapéutico, en el que el diálogo se pueden abrir aspectos insospechados, historias no contadas, y la relación de cada persona respecto a que es y de que se trata esto de la”sexualidad”. Las concepciones, las cogniciones, las creencias pueden ser la base de una vida sexual poco motivadora y también ser parte y origen en esta pérdida de gusto o placer, y de goce por aspectos vitales y quizás todo esto se exterioriza solo por la astenia, o una demanda de performance sexual.

 

Algunos elemento de abordaje

En el tratamiento de la astenia intervienen varios aspectos que hemos tratado en otros artículos. La farmacopea es pródiga en productos y esto en lugar de hablarnos de varias soluciones nos habla de la falta de ellas.
Brevemente un abordaje mediante protocolos terapéuticos específicos que tomen elementos comportamentales y cognitivos, con actividad física es el que ha demostrado mayor aplicación y éxito terapéutico. En casos que la ansiedad sea un motivo central pero asociada con astenia, y aún si esta reviste aspectos ligados a la sexualidad, el tratamiento con ansiolíticos, o aún más con antidepresivos con perfiles sedativos es desaconsejado, aunque pueda provocar un alivio momentáneo. Como dijimos antes los inconvenientes son de diversa índole entre ellos el más simple es la agravación del cuadro.
En algunos casos muy acotados y si este da lugar a una intervención, muy específica y centrada en la resolución mediante la terapia, breve, puede tener alguna utilidad pero en manos de personas muy capacitadas y que tengan capacidad de mantener esa medicación por espacios muy breves de tiempo.
Algunos productos naturales han demostrado una muy buena indicación, una descripción más en profundidad podrá ser encontrada aquí, de los productos de la farmacopea de productos de síntesis algunos productos nuevos entre los que se distingue la sulbutiamina, han demostrado un interés en su uso.
El mismo actúa como un estimulante, en alguna medida con parámetros similares a los de ginseng (encontrado solo o en parte en productos de venta por laboratorios), pero con diferente perfil.
El uso del mismo es conveniente por otra parte asociado a planes como los que proponemos en los que luego de un abordaje integrado se provea un tratamiento, un programa y no una terapia interminable. En este marco series de
sulbutiamina, u otros productos de algunas semanas con períodos de descanso ha demostrado ser una buena asociación.

 

Conclusiones:

• La astenia es un síntoma presente en una diversa cantidad de situaciones.
• El mismo debe ser entendido como una señal y no un elemento aislado
• La asociación astenia, estrés, disfunción sexual, es muy frecuente.
• Hay que evitar responder en forma unilateral a esta demanda
• Abordaje múltiple que contemple la comprensión de todos los elementos e integrarlos
• Programa de abordaje psicoterapéutico-estratégico, físico, y medicamento coadyuvante
• Tener extremo cuidado en los medicamentos y los reflejos farmacológicos habituales (ansiolíticos, antidepresivos) que pueden contribuir a la estructura retroalimentada del cuadro completo.
• El uso de neuroestimulantes ha demostrado ser de utilidad

LIBRERÍA PAIDÓS

central del libro psicológico

REGALE

LIBROS DIGITALES

GRATIS

música
DVD
libros
revistas

EL KIOSKO DE ROBERTEXTO

compra y descarga tus libros desde aquí

VOLVER

SUBIR