COGNICIÓN

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I N D I C E

INTRODUCCIÓN

DEFINICIÓN DE COGNICIÓN

PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN

a) Cibernética e Informática.

b) Proceso Humano de la Información (PHI).

Aprendizaje y Memoria en el Cerebro Humano.

ASPECTOS BIOLÓGICOS

Sistema Nervioso Central y Endocrino.

Células cerebrales y sus conexiones.

Organización del Sistema Nervioso.

- Principios generales de organización.

- Sistemas nerviosos periférico-nervios somáticos.

- Nervios craneales periférico-nervios autónomos.

- Tallo cerebral.

- Cerebelo.

- Tálamo.

- Hipotálamo.

- Ganglios basales.

PROCESOS COGNOCITIVOS

Percepción.

Aprendizaje.

Memoria.

Pensamiento.

Inteligencia.

CONCLUSIONES

BIBLIOGRAFÍA

 

INTRODUCCIÓN

Como casi todos los campos de la psicología tienen que ver con las relaciones entre el individuo y un ambiente externo a él mismo tiempo que adoptarse una orientación diferente cuando se entra al campo de la psicología fisiológica, pues aquí el hincapié principal se hace en el ambiente interno del individuo, en los sistemas de tejidos orgánicos que constituyen su cuerpo.

En este trabajo se presentan la capacidad del hombre para adaptarse a su medio, donde tiene que aprender y adquirir conocimiento sobre el, se comenta, cómo el hombre extrae información del medio y la procesa, para así (conocidos estos como procesos cognositivos).

Muestra al cerebro como factor principal por el cual el hombre interacciona con lo que lo rodea, mencionando la estructura fisiológica de este; las diferentes partes y funcionamiento del cerebro, sistema nervioso central, y los sistemas que se relacionan.

Para así poder comprender mejor el funcionamiento del hombre en cuestiones de la interacción del medio externo e interno de él.

 

DEFINICIÓN DE COGNICIÓN

Se refiere a todo lo relacionado con la capacidad de entender, razonamiento, aplicación del pensamiento, (memoria, sumisión de problemas) inteligencia.

 

PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN

Cibernética e Informática

El campo de la Cibernética interesa no sólo a los físicos y a los matemáti-cos, sino también a los neurofisiólogos y a los psiquiatras, pues existe cierta analogía entre los mecanismos físicos de los llamados cerebros electrónicos, capaces de gobernarse y orientarse, y del pensamiento humano.

Aunque se haya demostrado la existencia de circuitos nerviosos (ley de reciprocidad de las conexiones, de Lorente de No), es improbable que se pueda reducir el cerebro humano a un conjunto de estructuras neurónicas. La creativi-dad es propia del hombre. La máquina no posee más que una inteligencia delega-da.

Proceso Humano de la Información (PHI)

Los humanos evalúan lo que es importante o pertinente con base en el almacén permanente de los recuerdos de la información que procesan. Esto incluye natu-ralmente un sistema de lenguaje y las expectativas o motivos que los humanos pueden tener en el momento de allegarse la información a fin de determinar lo que se está almacenando en la memoria permanente. Ellos determinan las respues-tas abiertas a los nuevos estímulos, si las hay.

El punto básico consiste naturalmente en que procesos tales como el aprendi-zaje y la memoria, la atención, el lenguaje y el pensamiento no ocurren en forma aislada. En efecto, las distinciones entre estos procesos pueden ser enteramente artificiales. La atención y el aprendizaje por ejemplo pueden ser siempre un solo proceso complejo del cerebro. No hay razón para suponer que simplemente por el hecho de existir en el idioma palabras diferentes para los diversos aspectos de los procesos complejos, tales palabras se refieran real-mente a cosas o procesos distintos. Las palabras a menudo son meramente ab-stracciones convenientes sí, pero fingidas. Para ser más específicos, hay evidencia en los estudios humanos de que la atención no ocurre con anterioridad al desarrollo del almacén de la memoria a largo plazo. Si así es, eventualmente resulta imposible distinguir entre atención y memoria. Aunque el cerebro genere palabras como atención y memoria, no hay razón de concluir en forma necesaria que estas palabras se refieran a procesos cerebrales diferentes. Manteniendo en mente tal reserva, trataremos la memoria humana, el pensamiento y el lenguaje en forma separada por motivo de conveniencia.

En realidad, la única ejecución humana compleja que se ajusta estrechamente a la noción de proceso o función cerebral separada es la del lenguaje en sí. La comparación del conocimiento humano con el de nuestro pariente más cercano, el chimpancé, demuestra el enorme salto cualitativo suministrado por el lenguaje. Es casi imposible separar el lenguaje, de cualquier otro aspecto de las habili-dades humanas complejas. Nuestros primos los chimpancés se desempeñan muy bien en el aprendizaje de discriminaciones visuales intrincadas en la solución de problemas complejos. Sin embargo, simplemente no hay comparación posible con los humanos; estos pueden codificar y registrar problemas en términos verbales. A pesar del hecho de entrar el lenguaje en todas las actividades humanas, los sustratos cerebrales del lenguaje parecen ser áreas muy recientes y muy espe-cializadas de la corteza cerebral. La anatomía, la organización funcional y la conducta del lenguaje, son todos nuevos en el contexto de la evolución y com-pletamente especializados. A diferencia del evasivo engrama del aprendizaje en general, la función del lenguaje parece estar localizada específicamente en ciertas regiones de la corteza cerebral humana.

Aprendizaje y Memoria en el Cerebro Humano.

La cantidad de información almacenada en el cerebro del adulto normal es casi ilimitada. La memoria está entre las cualidades más exclusivas del homo sapi-ens. Esto se debe en parte al lenguaje. Sin embargo, se retiene mucho más que un simple vocabulario. Cierta parte de las experiencias diarias parece recor-darse casi indefinidamente. Es posible que el lenguaje suministre una matriz que facilita la retención de la experiencia. Ciertamente parecemos recodificar los estímulos visuales en forma verbal cuando hacemos un esfuerzo para almace-nar información. El recuerdo de la experiencia general, independiente del lenguaje parece ser almacenado por los animales superiores, al menos desde el nivel del carnívoro hasta el hombre. Los mamíferos superiores dependen en gran parte de la experiencia para lograr sobrevivir.

Algunas teorías relevantes sobre el aprendizaje son:

La teoría psicoanalítica (Sigmmund Freud) donde afirma que las impresiones recibidas en los primeros años de vida dirigen la conducta futura en la vida adulta.

Teoría cognositiva del aprendizaje: Comprensión

Objeto Percepción Organización por configuraciones globales Aprendizaje

Retroalimentación

La memoria humana puede caracterizarse en cuanto a los varios eventos de su curso temporal. La memoria iconica es de término muy corto pues dura menos de un segundo. El ciclo de recuperación o amplitud de la respuesta al segundo de dos estímulos idénticos en comparación con la amplitud de la respuesta al primer estímulo, constituye una medida sencilla de la persistencia de los efectos que el primer estímulo causa en un sistema cerebral determinado, en este caso, el sistema visual primario. La memoria icónica es específica de los sentidos y de su modalidad. Podríamos especular (y sería tan sólo un cálculo) que la memoria icónica se halla localizada en las regiones sensoriales primarias de la corteza cerebral.

Sperling, quién descubrió la memoria icónica, ha insinuado que ésta es proba-blemente un proceso separado, independiente de la memoria primaria a la cual no le es necesaria. Según la misma prueba, los ciclos de recuperación de las respuestas provocadas en la corteza de asociación permanecen sin cambios después de la ablación de la corteza visual. Podríamos calcular que la memoria primaria involucra ciertas regiones de asociación de la corteza cerebral.

 

ASPECTOS BIOLÓGICOS

Sistema Nervioso y Sistema Endócrino

Es necesario así mismo aprender unas cuantas definiciones simples.

Por cerebro se entiende como el conjunto abultado de células y fibras que se encuentran dentro del cráneo, en la cabeza de un animal: se convierte en médula espinal al salir del cráneo. El Sistema Nervioso Central (SNC) incluye tanto el cerebro como la médula espinal y se compone de neuronas (cuerpos celulares nerviosos y sus característicos procesos de fibras), glia (células neuronales) y cierta variedad de tipos de células que forman vasos sanguíneos, membranas, etc. La palabra nervio se refiere a una colección de fibras nerviosas (sin incluir los cuerpos celulares). Las colecciones de los cuerpos celulares nervi-osos se denominan núcleos si se hallan dentro del sistema nervioso central y ganglios si están fuera de él. La materia gris consta de cuerpos celulares y fibras pequeñas y la materia blanca está formada por tractos de fibras grandes cubiertas por vainas de mielina. Estas denominaciones obedecen a que tales colores aparecen en las respectivas regiones cuando el cerebro está fresco. El sistema nervioso central es bilateralmente simétrico pues la mayoría de las estructuras aparecen duplicadas en los dos lados. Cierto numero de sistemas nerviosos centrales están cruzados en tal forma que las estructuras nerviosas de la izquierda se relacionan funcionalmente con las estructuras corporales de la derecha, y viceversa.

Métodos de estudio. Se ha desarrollado una gran variedad de procedimientos para el estudio de las características estructurales del sistema nervioso. Estos procedimientos cubren desde la disección anatómica general de todo el cerebro, pasando por el análisis microscópico de los detalles de finas porciones del tejido, hasta llegar al estudio de porciones diminutas de células nerviosas individuales por medio del microscopio electrónico.

La anatomía ordinaria denomina y describe los aspectos estructurales de los órganos que pueden observarse a simple vista. Esta fue naturalmente la primera rama de la neuroanatomía en la historia. Aunque la anatomía ordinaria consti-tuye un punto obligado de iniciación (la denominación unificada de las estruc-turas es prerrequisito para adelantar el estudio), su valor como método analítico es limitado. Esto es así particularmente respecto del sistema nervioso en el cual la característica estructural más importante es la de las interconex-iones de las fibras que son demasiado pequeñas para poderlas observar sin la ayuda de un microscopio.

Células Cerebrales y sus Conexiones.

El cerebro se compone de dos clases completamente diferentes de células: neuronas (células nerviosas) y glia. Hay naturalmente también células sanguí-neas y otras que se encuentran en todos los tejidos. Las descripciones de los elementos cerebrales han tenido la tendencia a destacar las neuronas, por muy buenas razones. Son, consideramos nosotros, los elementos funcionales últimos, aunque la glia puede también desempeñar papeles importantes. Mientras hay quizá 12 billones de neuronas en el cerebro, hay 120 billones de glia. Esta está respecto de las neuronas, en proporción de 10 a 1.

Inicialmente se pensó que la glia servía solamente para proporcionar una matriz de soporte a fin de mantener las neuronas en su puesto como sucede con las células del tejido conectivo en muchos órganos del cuerpo. Hoy consideramos sin embargo que su función va mucho más allá. Hay muchas interacciones químicas complejas entre las neuronas y la glia vecina incluyendo intercambio de iones y posiblemente de elementos nutritivos. Y aún puede observarse que en algunos sistemas, tales como el de la retina (región sensitiva de la luz, en la parte posterior del ojo), la actividad electroquímica de la glia puede modificar directamente la actividad eléctrica y de aquí las transmisiones de información de las neuronas. Es perfectamente posible que llegue eventualmente a descu-brirse que la omnipresente glia desempeña papeles decisivos en el control de la actividad nerviosa del cerebro y por ende en procesos superiores tales como la percepción y el aprendizaje.

Una neurona típica tiene varios rasgos característicos. La célula A que se muestra a continuación es de un tipo que tiene una fibra relativamente larga. El cuerpo celular principal al cual se le llama Soma contiene el núcleo celu-lar. Muchas fibras cortas (dendritas) se extienden desde él y sirven para recibir la actividad de las células adyacentes y conducirla al cuerpo celular. La fibra larga que transmite actividad a otras neuronas o a los músculos y glándulas se lama axón. Realmente si el axón es estimulado, conduce en ambas direcciones; sin embargo, los impulsos pueden cruzar las interconexiones entre las células nerviosas (sinapsis) tan sólo en una dirección, desde el axón de una célula hasta el cuerpo celular o fibras de otro. Los axones mayores A tales como el siguiente, tienen una vaina de mielina que los rodea, de un material adiposo interrumpido a intervalos por constricciones (denominadas nódulos) de Ranvier). La porción inicial del axón al salir del cuerpo celular, carece de dicha mielina. Los axones terminales presinápticos o botones del extremo distal son típicamente finos y carentes de mielina al ramificarse y terminar en aposi-ción estrecha a otras neuronas.

La célula A es una motoneurona espinal; su cuerpo celular reside en la médula espinal y envía su axón fuera del sistema nervioso al músculo estriado periférico que inerva (controla). La célula piramidal cortical (nombre que se le da por razón de su forma), de la célula B es de estructura algo similar en cuanto envía un axón largo desde la corteza cerebral. Esta axón puede extenderse hacia abajo hasta la región caudal de la médula espinal (distancia considerable, particularmente en animales como la ballena o la jirafa).

La neurona de tipo Golgi II C es más o menos típica entre las interneuronas. Tienen por lo común un axón relativamente corto y sirve como eslabón de inter-conexión entre otras neuronas del sistema nervioso. La neurona sensitiva D es típica entre muchas neuronas sensitivas. La dendrita ha llegado a ser una larga fibra nerviosa que conduce información de los receptores sensoriales al sistema nervioso central. El cuerpo celular está colocado bastante cerca del SNC. La dendrita y el axón pueden formar una sola fibra nerviosa, con el cuerpo celular al lado (como en los nervios sensoriales de la piel); o el cuerpo celular puede simplemente formar una porción ensanchada de la fibra continua (como en los nervios o vestibulares).

Organización del Sistema Nervioso.

La mejor comprensión de la organización del sistema nervioso central se logra en término de agrupaciones de cuerpos celulares nerviosos y tractos de fibras que los interconectan.

Principios generales de organización.

En la médula espinal los cuerpos celulares nerviosos que forman núcleos, se hallan en la parte más central y están rodeados de tractos de fibras. Los tractos que viajan más lejos tienden a ubicarse hacia la parte externa, mien-tras los demás se sitúan más cerca del núcleo central. Esta generalización tiende a ser valedera tanto para el puente como para la médula. Sin embargo, en el cerebelo y el cerebro, la cubierta externa está compuesta de cuerpos celu-lares nerviosos en una capa de 2mm aproximadamente de espesor, que rodea los tractos de fibras ubicados en una parte más central -el tálamo y los ganglios basales dentro del cerebro y los núcleos cerebelosos dentro del cerebelo.

Las interacciones entre las neuronas ocurren en gran parte, cerca de los cuerpos celulares nerviosos donde las terminaciones de los axones hacen sinap-sis en los cuerpos celulares, dendritas u otras terminales axónicas. Así pues, la materia gris que consta de cuerpos celulares nerviosos que forman la corteza cerebral y los núcleos subcorticales, constituye el sitio de las interacciones de las neuronas. La materia blanca está formada de fibras que simplemente conectan regiones diferentes de la materia gris. En toda la médula espinal y el tallo cerebral, los cuerpos celulares nerviosos y las fibras comprometidas en la entrada sensorial tienden a estar en el dorso y las que se hallan y las que se hallan comprometidas con la salida motora es más común que se encuentren en la parte ventral.

Sistema nerviosos periférico-nervios somáticos.

Los nervios que se hallan fuera de la médula espinal se denomina periféricos o somáticos. Inervan la musculatura estriada del esqueleto (músculos corporales o somáticos) y cierta variedad de receptores sensoriales. Se encuentran mezcla-dos en la mayor parte de su longitud, esto es, contienen tanto fibras sensoriales de entrada (aferentes) que llevan información de los receptores de la piel, músculos y articulaciones, a la médula espinal, como fibras motoras de salida (eferentes) que conducen actividad de la médula espinal y motoneuronas del tallo cerebral a las fibras musculares. Tal disposición aparece en la siguiente figura en un corte transversal de la médula espinal hecho en forma perpendicular a ella.

Las fibras nerviosas motoras tienen sus cuerpos celulares en la parte ventral de la materia gris central que está dentro de la médula. Los axones salen a través de la raíz ventral que contienen sólo fibras motoras y luego juntamente con las fibras sensoriales, conforman los nervios mixtos los cuales viajan a diversas estructuras corporales. Al acercarse a las regiones donde terminan, se separan nuevamente las fibras sensoriales y motoras para ir a sus lugares apropiados. Las fibras nerviosas sensoriales difieren parcialmente de los nervios mo-tores ya que tienen sus celulares dispuestos en una serie de ganglios separados (ganglios de la raíz dorsal) fuera de la médula espinal. Las fibras sensoriales son actividades por los receptores periféricos (por ejemplo el tacto, el dolor, la temperatura, la presión, el movimiento de las articulaciones) y llevan la información a la médula espinal a través de la raíz dorsal.

Sistema nervioso periférico-nervios autónomos.

Las fibras nerviosas autónomas son las que tienen que ver con estructuras tales como el músculo liso, el músculo cardíaco y las glándulas involucradas en aspectos autónomos de respuesta (por ejemplo, la lagrimación, la transpiración, la actividad del estómago y del corazón) relacionados comúnmente con la conduc-ta emotiva. Hay dos divisiones del sistema autónomo; el simpático (toracicolum-bar) y el parasimpático (craneosacro), los cuales tienen conexiones algo diferentes.

Las fibras del simpático tienen sus cuerpos celulares en la médula espinal y van a través de la raíz ventral y por una corta parte del nervio mixto a los ganglios simpáticos. Estos forman una cadena continua que va paralela a la médula espinal pero está por fuera de las vértebras espinales óseas. En los ganglios simpáticos, estas fibras hacen sinapsis en los nervios postganglio-nares que van a activar el corazón, el estómago y diversos órganos más.

La división parasimpática del sistema autónomo tiene un tipo algo diferente de organización. Las fibras motoras salen a través de los nervios craneales, los cuales producen directamente del cerebro (o de los nervios sacros, en el extremo caudal del la médula espinal) y van hasta los ganglios que se hallan cerca de los órganos de destino, que ellos inervan. Allí hacen sinapsis en neuronas cortas que conectan con los órganos.

Así pues, las porciones parasimpáticas y simpáticas del sistema autónomo proceden de regiones diferentes del sistema nervioso central y tienen sus ganglios en sitios diferentes.

A menudo, las funciones de las dos partes del sistema autónomo son opuestas. La activación del sistema simpático causa contracción de las arterias, acelera-ción del corazón, inhibición de contracción y secreción en el estómago, dilata-ción de las pupilas; la activación del sistema parasimpático causa dilatación de las arterias, inhibición del corazón, contracciones y secreción en el estó-mago y constricción de las pupilas. Estos efectos diferentes constituyen la base de la generalización comúnmente aceptada, de que el sistema simpático funciona para movilizar los recursos del cuerpo en emergencias, mientras el sistema parasimpático tiende a conservar y almacenar los recursos corporales.

Nervios craneales.

En principio los nervios craneales no difieren realmente de los nervios espinales, a excepción de que entran al cerebro y salen de él, en lugar de hacerlo de la médula espinal. La tabla enumera 12 nervios y algunas de sus características. Los de mayor interés para los psicólogos son el óptico (II) y el auditivo (VIII), los cuales llevan información del ojo y del oído.

Médula espinal.

Dos categorías generales de actividad -reflejos espinales y actividad suprae-spinal- son operadas por la médula espinal. Los reflejos espinales son respues-tas musculares y autónomas a estímulos corporales que se presentan aún después que la médula espinal es separada del cerebro, como en la víctima de un acci-dente parapléjico. Además, una gran variedad de actividad supraespinal se canaliza a través de la médula espinal. La corteza cerebral y otras estructuras cerebrales que controlan el movimiento del cuerpo conducen actividad por la médula espinal hacia abajo, a las motoneuronas y a todas las sensaciones corpo-rales son conducidas por la médula espinal hacia arriba, hasta el cerebro. Las relaciones análogas sensoriales y motoras, relacionadas con la cabeza, son operadas directamente por los nervios craneales y el cerebro.

La materia gris de la médula contiene cuerpos celulares nerviosos cuyos axones conectan con células inmediatamente adyacentes, otros cuerpos celulares cuyos axones conforman los tractos de fibras descendentes o ascendentes y las motoneuronas cuyos axones salen a los músculos y ganglios autónomos. Las célu-las más grandes de la porción dorsal son sensoriales en cuanto a función, pues envían la información de entrada procedente de los receptores sensitivos, tanto arriba al cerebro, como a través de la materia gris espinal para formar conex-iones reflejas con las motoneuronas de la médula espinal.

Tallo cerebral.

El término tallo cerebral se refiere técnicamente a todo lo que hay entre la médula espinal y las cortezas cerebral y cerebelosa. Las subdivisiones princi-pales de la médula a la corteza, son: el bulbo raquídeo, el puente, el mesencé-falo, el tálamo y los ganglios basales. Con más frecuencia el término tallo cerebral se utiliza para indicar solamente el bulbo, el puente y el mesencéfa-lo. Realmente estas tres estructuras se presentan como una continuación algo ensanchada de la médula espinal tubular y contienen gran número de núcleos y tractos de fibras. Al puente se sobreponen ventralmente grandes haces de fibras que le dan su nombre y apariencia característica (de puente).

El bulbo raquídeo es la continuación de la médula espinal en el cerebro y contiene todos los tractos de fibras ascendentes y descendentes que interconec-tan el cerebro y la médula espinal, juntamente con cierto número de núcleos celulares nerviosos importantes. La mayoría de los nervios craneales tienen sus entradas y salidas en el bulbo y región que bordea tanto a este último como al puente. Además, varios núcleos autónomos vitales comprometidos en la respira-ción, acción cardíaca y función gastrointestinal, están ubicados en el bulbo.

El cerebro medio (mesencéfalo) es la extensión más anterior del tallo cere-bral, la cual asegura también la estructura tubular básica de la médula espi-nal. Sube por adelante del tálamo e hipotálamo. La porción dorsal del mesencé-falo (tectum) contiene los cuerpos madrigéminos superiores e inferiores, dos pares de núcleos importantes de relevo para los sistemas visual y auditivo. Estos núcleos se presentan como cuatro combas en la superficie dorsal del mesencéfalo. La porción ventral del mesencéfalo (tegmento) contiene núcleos para los nervios craneales que controlan el movimiento ocular, todos los trac-tos ascendentes y descendentes que interconectan las porciones superior e inferior del cerebro y la porción rostral de la formación reticular. Se encuen-tra aquí un gran núcleo (núcleo rojo) así como una colección de células oscu-ras, de marcada pigmentación, la sustancia negra. Se considera que tales estructuras están implicadas en el control del movimiento.

Cerebelo.

El cerebelo es una estructura antigua desde el punto de vista filogenético y fue probablemente la primera en especializarse para la coordinación sensoriomo-tora. Se encuentra ubicado sobre el puente y presenta en forma típica una apariencia de marcada rugosidad con un gran número de lóbulos separados por fisuras. Lo mismo que en la corteza cerebral, los cuerpos celulares nerviosos forman una capa superficial de 2 mm aproximados de espesor que cubre la materia blanca que está debajo y los núcleos cerebelosos. En términos de organización de las células nerviosas, la corteza cerebelosa presenta por todas partes una apariencia de notable homogeneidad, en contraste con estructuras como la corteza cerebral en que se observan marcadas características regionales.

La corteza y los núcleos subyacentes del cerebelo reciben conexiones del sistema vestibular, de las fibras sensoriales espinales, de los sistemas audi-tivo y visual, de diversas regiones de la corteza cerebral y de la formación reticular. El cerebelo envía fibras motoras al tálamo, a la formación reticular y a otras cuantas estructuras del tallo cerebral. Aunque probablemente se halla involucrado así mismo en otras funciones más, el cerebelo se ocupa primordial-mente de la regulación de la coordinación motora. La remoción del cerebelo produce un síndrome característico (conjunto de síntoma) de movimiento incoor-dinado junto con sacudidas.

Tálamo.

El tálamo es una gran agrupación de núcleos de ubicación exactamente anterior y dorsal con respecto al mesencéfalo. A primera vista, tiene una figura algo así como la de dos balones pequeños, cada uno dentro de un hemisferio cerebral.

Los numerosos núcleos del tálamo se han diferenciado y denominado con base en varios conjuntos diferentes de criterios, incluyendo la apariencia histológica, la localización anatómica y las conexiones. La clasificación más sencilla se hace en términos de conexiones de entrada y de salida. Las tres clases son núcleos sensoriales de relevo, núcleos de asociación, y núcleos intrínsecos.

Los núcleos sensoriales de relevo reciben proyecciones de vías sensoriales ascendentes específicas y a su vez proyectan a regiones específicas sensoriales de la corteza cerebral. Uno de los principales núcleos dentro de esta clase, recibe las fibras visuales y las envía nuevamente a la corteza visual, otro recibe proyecciones auditivas y las proyecta de nuevo a la corteza auditiva y un tercero recibe proyecciones del sistema somático sensorial y las reenvía a las áreas somato-sensoriales de la corteza cerebral. Si se quita ésta, se degenera completamente todos estos núcleos porque se destruyen sus terminales axónicas que están en la corteza.

Los núcleos de asociación proyectan así mismo hacia la corteza cerebral y se degeneran completamente después de la remoción de la corteza. Estos núcleos sin embargo, no reciben proyecciones directas de las vías ascendentes y ellos proyectan a las áreas de asociación de la corteza cerebral más bien que a regiones sensoriales específicas.

Los núcleos intrínsecos se clasifican a menudo como de la línea media o intralaminares, sobre la base de su localización anatómica. Tienen interconex-iones con otras regiones talámicas, con la formación reticular, con diversas estructuras de los sistemas límbicos y con algunas áreas de la corteza cere-bral. Parecen desempeñar un papel importante en la regulación de la actividad eléctrica espontánea en la corteza y están involucrados en el control de proce-sos tales como el del sueño, la vigilia y la atención. Se los considera a veces como los componentes de un sistema talámico difuso.

Hipotálamo.

El término hipotálamo se refiere a una agrupación de núcleos pequeños que se encuentran generalmente en la porción ventral del cerebro, en la unión del mesencéfalo y el tálamo. Los diversos núcleos se encuentran a lo largo de la base del cerebro (encima del techo de la boca) y están contiguos a la glándula pituitaria, la cual es inervada por neuronas del hipotálamo. Estas interrela-ciones del hipotálamo y la hipófisis han resultado ser de importancia definiti-va en la regulación nerviosa de la función glandular endocrina. El hipotálamo es la estructura cerebral central principal que se ocupa de las funciones del sistema nervioso autónomo, especialmente en su división simpática.

El hipotálamo se interconecta con muchas regiones del cerebro. Cierto numero de tales estructuras incluyendo la paleocorteza (corteza antigua) porciones del rinencéfalo (cerebro de la nariz), el hipocampo, el área septal y el hipotálamo mismo, componen según muchos anatomistas una red integrada de estructuras denominadas sistemas límbico. Muchas de estas estructuras parecen estar involu-cradas en aspectos de la conducta tales como la emoción, la motivación y el reforzamiento.

Ganglios basales.

Estos constituyen un grupo de grandes núcleos (el término ganglios es inapro-piado) que se encuentran en las regiones centrales de los hemisferios cere-brales. Rodean parcialmente el tálamo y ellos mismos están encerrados por la corteza cerebral y la materia blanca cerebral. La amígdala, incluida también a veces en dicho grupo, tiene conexiones en todo diferentes y como cosa probable, funciones distintas de las de otros núcleos de los ganglios basales; por lo general se la agrupa en el sistema límbico. Los núcleos restantes, denominados colectivamente corpus striatum (cuerpo estriado) aparecen desempeñando un papel en el control del movimiento y forman la mayor parte del sistema motor extrapi-ramidal. Tienen conexiones con la corteza, tálamo, hipotálamo, formación retic-ular, partes del mesencéfalo y la médula espinal. Debe advertirse que la sus-tancia negra y el núcleo rojo del mesencéfalo, que generalmente se incluyen en el sistema motor extrapiramidal, tienen también conexiones con el cuerpo es-triado.

Los ganglios basales parecen estar implicados en la actividad motora y cier-tamente tienen conexiones directas con las motoneuronas. Sin embargo, las funciones específicas en las cuales ellos presentan su ayuda, continúan en el misterio.

 

PROCESOS COGNOCITIVOS

Percepción.

Es la necesidad general que tiene el hombre para adaptarse a su medio y hacer frente con efectividad a las exigencias de la vida.

En la búsqueda de conducta adaptativa, la manera como el individuo adquiere conocimiento acerca de su medio tiene gran importancia. La adquisición de tal conocimiento requiere extraer información del vasto conjunto de energías físi-cas que estimulan los sentidos del organismo. Únicamente a los estímulos que tienen trascendencia informativa, es decir, que dan origen a algún tipo de acción reactiva o adaptación del individuo se les debe denominar información. Percepción es el proceso de extracción de información.

Aprendizaje.

Adquisición de un nuevo comportamiento, consecutivo a un entrenamiento par-ticular. Como este término designa situaciones tan diversas como aprender a andar o a desempeñar un oficio, la adquisición de hábitos de limpieza o alimen-ticios, etc., parece imposible formular una teoría única y plenamente satisfac-toria de este fenómeno. El aprendizaje constituye un cambio adaptativo observa-do en el comportamiento del organismo. Resulta de la interacción de éste con el medio. Es inesperable de la maduración fisiológica y de la educación.

Memoria.

Persistencia del pasados. -Los seres humanos dan mucho valor a la memoria. Y es que, sin ella, la vida es imposible. El acostumbramiento, el hábito, el aprendizaje, la educación, se fundan en ella. Todos los seres vivos, incluso los animales más inferiores, tienen memoria. Así lo advertimos, por ejemplo, si trasladamos gusanos planos de las playas de Bretaña a un acuario. Sus movimien-tos de penetración y de ascensión en la arena, determinados hasta entonces por las mareas, prosiguen durante unos días en su nuevo medio. La memoria fija las experiencias vividas, las informaciones recibidas, y las restituye. Podemos distinguir la memoria inmediata, la diferida y muchas otras formas de memoria; hay tantas como órganos sensoriales (memoria visual, auditiva, táctil...). Ciertos psicólogos, siguiendo a Pierre Janet, empeñado en dar un significación precisa a este concepto, consideran que la memoria debe tradu-cirse en un acto: la conducta del relato (en que la verbalización viene a autentificar, en cierto modo, la existencia de la memoria). Pero esta limita-ción no es satisfactoria. Según el profesor Jean Delay, hay que distinguir tres niveles jerárquicos en la memoria. El más elemental, sensomotor, sólo con-cierne a las sensaciones y a los movimientos; es común al animal y al ser humano. El más elevado, exclusivo del hombre que vive en sociedad, se caracter-iza por el relato lógico: es la memoria social. Por último, entre estos dos niveles, se encuentra la memoria autística, que toma sus materiales de las sensaciones y de las situaciones vividas, pero obedece solamente a las leyes del inconsciente. Es la que proporciona los elementos del sueño y, en los enfermos mentales, del delirio: el pasado no es reconocido como tal, sino que es vivido como presente.

La memoria senso-motriz es propia de los animales y de los niños muy peque-ños: la historia está llena de anécdotas relativas a la conservación del rec-uerdo de los cuidados recibidos por animales, que saben mostrarse agradecidos, o de los malos tratos de que fueron víctimas y de los que se vengan al cabo de largo tiempo. La memoria autística aparece aproximadamente a la edad de tres años. En efecto, en esta época de la vida, se observa una indiferencia del pasado y el presente, de lo real y de lo imaginario. El niño toma sus sueños por realidades. S. Freud refiere el caso de un niñito de 22 meses, castigado a quedarse sin postre, que se despierta satisfecho a la mañana siguiente y le dice a su madre que, durante la noche, se ha comido todas las cerezas. Sólo con el desarrollo de las categorías lógicas se instala de modo duradero la memoria social. La psicología genética nos muestra que la memoria está ligada a la maduración del sistema nervioso. No funciona como un mecanismo autónomo. Perma-nece ligado a todo el psiquismo, tanto a las percepciones como a la afectivi-dad. Si pedimos a varios niños que dibujen de memoria un hombrecillo, vemos que los más pequeños lo reducen a su más simple expresión: un círculo (como cabeza) del que parten dos trazos paralelos (que representan las piernas). Para ellos, el hombre es esto: una cabeza sobre dos piernas. La memoria restituye lo que se fijó, es decir, lo que fue percibido como esencial. Esto varia según los individuos y las edades. La memoria está también ligada a la inteligencia, que reconstruye el recuerdo en función de las preocupaciones y de los intereses de la persona. No existe una región especifica de la memoria: toda la corteza interviene en la evocación de los recuerdos, que no sabemos cómo ni dónde se conservan. Heridos del cerebro, portadores de graves lesiones, recobran la memoria perdida, después de un tiempo más o menos largo, como si se estable-ciesen espontáneamente nuevos circuitos neurónicos.

La fijación de los recuerdos está ligada a la persona y al material a reten-er. La comprensión de los elementos, su integración en el stock de los recuer-dos adquiridos, su repetición, favorecen la retención. Pero la memoria no es nunca verdaderamente fiel. El recuerdo evocado siempre está falseado, porque corresponde a una reconstrucción llevada a cabo por la inteligencia. La memoria no es un automatismo cerebral, la expresión de toda la persona.

Pensamiento.

Conjunto de los fenómenos psíquicos. -La meditación del filósofo, el razona-miento del matemático, la ensoñación del adolescente o la reacción psicomotriz del niño que acaba de hacerse daño, son pensamientos que responden a problemas particulares; tienden a adaptar al individuo a una situación real (busca de la madre por el niño deseo de consuelo) o hipotética (sueños de Perrette, en la fábula de La Fontaine). Se distingue un pensamiento despierto, realista, orien-tado hacia la adaptación al mundo exterior, y un pensamiento aurístico u oníri-co, regido por las necesidades afectivas. El primero, obediente a los principi-os racionales formados en el curso del desarrollo y en contacto con la reali-dad, está socializado; se expresa, en el lenguaje, por la proposición (juicio) o la palabra (ideas, concepto). El segundo, que escapa a las leyes de la lógica y es desocializado, emplea, sobre todo, representaciones simbólicas, cargadas de valor afectivo; se encuentra en los esquizofrénicos, pero aparece, también, en los sueños del hombre normal. Puede decirse, en términos generales, que el pensamiento oníroco (o autístico) contiene los fenómenos reprimidos por la conciencia despierta. Es un pensamiento privado, que se satisface con el símbo-lo y no requiere el uso del lenguaje, pues no está destinado a ser comunicado. Por el contrario, el pensamiento despierto, socializado, está íntimamente ligado al lenguaje hablado. El lenguaje y el pensamiento están, pues, íntima-mente ligados y se influyen recíprocamente: uno y otro se desarrollan de modo paralelo, y el trastorno de uno repercute en el otro, sobre todo en el caso de la esquizofrenia.

Inteligencia.

Aptitud de comprender las relaciones que existen entre los elementos de una situación, y de adaptarse a ésta a fin de realizar los fines propios. -Durante largo tiempo, se creyó que sólo la actividad conceptual y lógica del hombre, elaborada a base del lenguaje, era inteligente, mientras que los otros compor-tamientos adaptativos eran resultado de la actividad instintiva. Pero, desde principios del siglo XX, se ha establecido de manera cierta la existencia de otras formas de inteligencia. No hay una especie de inteligencia, de grado variable, sino, probablemente, varias clases de inteligencia que varían según los seres y las especies. El jefe militar, el filósofo, el ingeniero, el artis-ta y el comerciante tienen, es cierto, formas de inteligencia muy distintas. Por esto se ha propuesto (Thorndike) distinguir, al menos, tres grandes tipos de inteligencia: la inteligencia abstracta o conceptual, caracterizada por la aptitud de utilizar el material verbal y simbólico; la inteligencia práctica, que prefiere lo concreto, cuando hay que manipular objetos y, por último, la inteligencia social, que implica la comprensión de los seres humanos y la facilidad a entenderse con ellos.

La inteligencia es el principal instrumento de adaptación, que permite super-ar el instinto, comprender las relaciones existentes entre los elementos de una situación e inventar el medio de lograr los propios fines. El lenguaje sirve a la inteligencia, pero no siempre la refleja.

 

CONCLUSIONES

Como podemos ver, el hombre es un ser que posee un sinnúmero de formas para extraer información de su medio (procesos cognositivos) las cuales le ayudan a tener una mejor integración y comprensión del medio en donde interactua su organismo.

Con lo expuesto en el trabajo sobre el cerebro se puede inducir a nociones erradas acerca de la naturaleza de la organización y funciones cerebrales. Muchas estructuras del cerebro tienen formas y apariencias físicas diferentes y han recibido una denominación especial. Resulta fácil para nosotros considerar el cerebro como un sistema muy complicado de alta fidelidad en el cual entran muchos componentes -un amplificador aquí, un sintonizador allá, etc. El cerebro no es realmente nada de eso. Es una serie de interconexiones entre las neuro-nas. Muchos de los cuerpos celulares nerviosos están agrupados en racimos y cuerpos, pero es erróneo pensar que determinada "cosa" del cerebro, sea de hecho una estructura que tenga una función determinada.

 

BIBLIOGRAFÍA

THOMPSON. Introducción a la Psicología, fundamento de la Psicología Fisiológica, pp. 86-110 y 564-566.

MERCADO S. Procesamiento humano de la información.

Diccionario de la Psicología, Ed. Larousse.

FOLLETO Material de lectura Psicología 1, Prof. Enrique Morales.

Colegio de Ciencias y Humanidades Plantel Sur

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