BREVE PANORAMA DE LA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA

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Andrés Pardo Tovar

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Titulo: Historia de la Filosofía y Filosofía de la Historia
Edición original: Bogotá: Ediciones Tercer Mundo, 1970.
Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República. "Humboldt 200 años"
Publicación digital en la página web de la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República.
http://www.lablaa.org/blaavirtual
/humboldt/bio.htm

INTRODUCCIÓN

A. EL HOMBRE, ENTIDAD PSICO-SOMÁTICA

|1. El hombre ante el mundo. En la génesis del conocimiento individual ocurre algo parecido a lo que sucede al niño de pocos meses de nacido: que primero se va dando cuenta del mundo que lo rodea y que más tarde comienza a descubrirse a sí propio como sujeto de los conocimientos o experiencias que va adquiriendo. Otro tanto sucede, al parecer, con el hombre primitivo, que antes que sentirse uno y único en su irreductible personalidad individual, se siente como parte de un todo: su tribu, su ambiente geográfico, sus antepasados y sus creencias colectivas. | 1

Pero ese mundo que rodea al hombre primitivo, y que de ordinario le es adverso, produce en él terror antes que asombro. Surgen entonces fórmulas conjuratorias que, articuladas dentro de sistemas de carácter mágico le permiten evitar los peligros atraerse el favor de los espíritus o deidades que le rodean y evitar la cólera de los elementos que para el son encarnación de entidades adversas a su felicidad Este conjunto de creencias derivadas del hilozoísmo primitivo, es el punto de partida de las diversas religiones. | 2

En todo caso, para el hombre primitivo, el mundo objetivo es la entidad primordial y avasalladora. Sólo cuando consigue superar el medio que le rodea, comienza a encontrarse a sí mismo como sujeto de conocimientos. Ya veremos cómo la filosofía de Occidente se inicia como una filosofía de la naturaleza, y solo en épocas más recientes se llega a la filosofía antropocéntrica, iniciada por Sócrates. | 3

|2. El hombre ante sí mismo. El encuentro con el propio yo es de ordinario un fenómeno deslumbrador y turbador a un mismo tiempo. Y, posiblemente, el momento más importante en la vida infantil. Pero el niño va encontrándose a sí mismo muy paulatinamente: de lo contrario sufriría -muy posiblemente- un traumatismo psíquico irreversible. Ocurre otro tanto con el hombre que, saliendo ya de las etapas primitivas de la simple existencia vegetativa y material, principia a reflexionar. Es decir, a darse cuenta de sus propias emociones y a valorar, así sea rudimentariamente sus propias ideaciones. Es entonces cuando comienza a abrirse una brecha cada vez más honda entre el propio yo y la realidad circundante.

Esto es lo que lleva al hombre, en un largo proceso, a afirmarse ante el mundo. Y ante sus semejantes. Engrandecido así su ego, su progreso intelectual se acelera cada vez más. Adviene entonces, para él, la necesidad de examinar sus propias experiencias cognoscitivas y volitivas, lo que le conduce al descubrimiento de sus propias facultades anímicas. Este es un largo proceso individual e irreductible, en el que la ajena experiencia interviene muy escasamente. Todo lo cual quiere decir que el hombre sólo puede enfrentarse a sí mismo cuando consigue superar las etapas primitivas de la existencia. | 4 De la vida puramente vegetativa, asciende a la sensitiva y de ésta, en un momento crucial, a la intelectiva. En ese preciso instante puede decirse que comienza -individualmente al menos- la preocupación filosófica.

|3. Los caminos del conocimiento. Conocer es "captar" mentalmente un hecho, una realidad concreta o un concepto. Los primeros conocimientos humanos son de orden concreto, porque a la abstracción y a la generalización solamente se llega después de un largo proceso evolutivo de la inteligencia. Ventanas abiertas sobre el mundo son nuestros sentidos, que nos proporcionan imágenes subjetivas del mismo. Estas imágenes son un principio de conocimiento, apenas, porque el simple conocimiento sensorial es insuficiente si no lo ilumina una inteligencia crítica, que es la que permite al hombre la introspección, o examen de su propia fenomenología. Desde la vida sensorial, y por la vía de reacciones instintivas, no tarda en llegarse a la vida emocional. Más tarde, el hombre ascenderá a la vida intelectual propiamente dicha.

Disciplinas filosóficas especiales, como la lógica y la epistemología, se consagran al estudio de los modos del conocimiento. Pero a este respecto, tiene la última palabra la psicología, ciencia que ha evolucionado y progresado enormemente en los últimos cien años. En todo caso, puede afirmarse que existen muchos modos de conocimiento, muchos caminos al respecto: la experiencia interna, la experiencia externa, el raciocinio inductivo y el deductivo, las síntesis conceptuales y -en un estadio más eminente todavía- la intuición científica y la intuición creadora. | 5

 

B. CONCEPTO Y ESENCIA DE LA FILOSOFÍA

|1. Ciencia y filosofía. Algún filósofo afirmó que la ciencia es el saber o conocimiento parcialmente unificado y que la filosofía es el saber totalmente unificado. Objeto propio de las ciencias es la formulación de leyes o normas de constancia o de regularidad fenoménica. Hay ciencias llamadas "exactas", como la matemática, y otras que no lo son ni pueden serlo, como la historia o la gramática. El conjunto de explicaciones que sirven para la comprensión racional de un fenómeno o de una serie de fenómenos, constituirá una ciencia. Cada ciencia relaciona, dentro de su propio campo, una problemática a cuya solución aporta toda una serie de fórmulas y procedimientos especiales.

Sin embargo, toda ciencia es una disciplina especializada. La filosofía, en cambio, es una disciplina mental generalizadora, dentro de la cual caben innumerables cuestiones relativas al ente, a lo esencial y lo accidental, al conocimiento mismo y a su validez, a la axiología, etc. etc. Pero esto no es lo importante. Lo que ocurre es que la filosofía es una ciencia totalitaria o totalizadora. Pero en la cual es el hombre mismo quien especula con su propia inteligencia. Por esto no hay ni puede haber filosofías absolutas ni definitivas. Además, hay muchas filosofías que son o quieren ser "métodos" para el conocimiento racional. Y otras que buscan "lo absoluto", es decir, ese mundo de valores en que cabe formular hipótesis, más o menos abstractas, de índole universal. | 6

|2. Las metas del pensamiento filosófico. Son y han sido múltiples, precisamente porque no existe una filosofía, sino muchas filosofías. La enumeración de estas metas resultaría tarea interminable y fuera de lugar en este exordio. Tales metas y finalidades sólo se pueden conocer y comprender a medida que se avance en el estudio de la historia de la filosofía. Un ejemplo, sin embargo, aclarará este punto: para los eleatas, la meta de la filosofía consistió en encontrar el principio esencial y primordial del mundo material; para Sócrates, en conocernos a nosotros mismos.

|3. La filosofía y las filosofías. La actitud investigativa y generalizadora de la mente humana, frente a los problemas del ser y del existir, del espacio y del tiempo, de la apariencia y de la realidad, etc., es la esencia de la Filosofía. Se es filósofo cuando se raciocina generalizando o tratando de llegar, mediante una serie articulada de raciocinios, a una generalización legítima. Que si bien puede no ser más que una hipótesis provisional, eleva a quien la formula, desde el terreno de lo particular al reino de lo general. La Filosofía (así, con mayúscula) es, en este sentido, una actitud y una aptitud de la mente humana. Las filosofías, en cambio, son los distintos sistemas formulados por los filósofos. En este sentido se habla de la filosofía platónica, de la filosofía idealista, de la filosofía evolutiva, etc. O, más sencillamente, del tomismo, del kantismo o del marxismo. | 7

 

Capítulo I

FILOSOFÍA GRIEGA

A. LA FILOSOFÍA CLÁSICA GRIEGA

 

1. Los sofistas

Las guerras médicas produjeron grandes cambios políticos en el mundo helénico, tal como escribe Julián Marías: "Este hecho alteró la vida: en la guerra se opusieron dos mundos distintos, el griego y el persa; (...) se incorporaron a la del Estado, las clases inferiores; la democracia ateniense se extendió a las otras ciudades y los hombres se convierten en ciudadanos. Importa sobremanera la vida pública, la política y por tanto el hombre y, en fin, la retórica, mediante la cual se manejan los hombres y se influye en la política". | 18

Es entonces cuando surge el concepto de la pedagogía ( |paideia), que menos que una ciencia es un arte que permite alcanzar la felicidad personal. Este tema, el de la felicidad personal, no tarda en reemplazar al de la naturaleza o esencia de lo material. En este momento histórico, surgen los |sofistas y, con ellos, la |retórica. | 19

|a. Protáqoras de Abdera afirmó que "el hombre es la medida de todas las cosas". Ya no se trata aquí del ente, sino de las cosas, tales como aparecen en la sensación. Es decir, que no son nuómenos sino fenómenos, para emplear la terminología Kantiana. Protágoras afirmó que la verdad es una relación y que en tal relación el hombre hace de medida. Esto es puro relativismo filosófico, posición que obviamente conduce al escepticismo. Y este fue el paso que dio Gorgías.

|b. Gorgias, autor de una obra titulada |Sobre el no ser o sobre la filosofía, afirmó que nada es; que si algo llegara a ser, resultaría incognoscible y que si fuera cognoscible sería incomunicable. En otras palabras: que el ente no existe, pero que si existiera sería algo que la mente humana no podría abarcar. Esta |filosofía negativista no es otra cosa que el |escepticismo absoluto.

En cierta manera, sin embargo, la sofística fue una especie de inversión de la filosofía: ésta se había preocupado del ente, y la sofística se preocupa de la opinión. Si todo es apenas relativo y si, además, ninguna esencia es cognoscible, que es lo que importa? Convencer a los demás hombres acerca de aquello en que estemos interesados. Si solamente existen opiniones, cualquiera es buena, con tal de que -profesada por los demás- favorezca nuestros propósitos. La posición de los sofistas coincide con la transformación de los antiguos sistemas aristocráticos de gobierno en sistemas democráticos en los que resulta muy importante conquistar la adhesión de la mayoría de los ciudadanos.

 

2. Sócrates y la filosofía antropocéntrica

a. La posición ética de Sócrates

La importancia de Sócrates, nacido en Atenas en el año 470 y fallecido en la misma ciudad en el 399 antes de Cristo, dimana de que hizo de la preocupación filosófica un instrumento para el propio conocimiento. Oponiéndose a los sofistas, Sócrates parte de una posición ética ante la vida. El hombre puede aproximarse al ente, es decir, puede conocer la verdad. Y debe conocerla mediante un esfuerzo ético, que al mismo tiempo que presupone la actividad intelectual incluye a las potencias volitivas. Nuestros actos deben dimanar de un concepto racional, de una diferenciación entre lo justo y lo injusto, entre lo bueno y lo malo, entre lo verdadero y lo falso. Esta fue, en realidad, la gran contribución de Sócrates a la filosofía: la subordinación del conocimiento a la conducta o, mejor dicho, el que la conducta del hombre -ser racional- debe corresponder a su naturaleza espiritual. | 20

Sócrates experimenta, pues, una preocupación fundamental por el hombre, sujeto consciente de sus propios actos. Y cree que el individuo de la especie humana posee una disposición o capacidad radical, distinta para cada uno, que es "su virtud", fuerza o disposición que se puede perfeccionar.

b. La introspección

Sin embargo, el problema consiste en descubrir esa fuerza o virtud individual. Para ello, aconseja Sócrates la instrospección: -"Conócete a ti mismo". Vale decir que el hombre es capaz de descubrir por sí mismo la verdad, porque forma parte de una verdad total. Esta consideración le lleva a una primera conclusión: que el hombre debe adoptar una actitud ética ante la vida. Pero en la búsqueda de la verdad orientadora de la vida, el hombre tiene que ser ayudado. Y es aquí donde surge el pedagogo: Sócrates fue el primero de los grandes pedagogos del mundo occidental.

c. La mayéutica

Para ayudar al hombre a encontrar en sí mismo la verdad, Sócrates inventó un procedimiento didáctico indirecto: la |mayéutica o "arte de hacer dar a luz los espíritus". Este procedimiento se apoya en el principio de que la ciencia o "sabiduría" no se comunica, sino que cada cual puede descubrirla en sí mismo a condición de que sepa buscarla metódicamente. En lo que puede ser ayudado mediante preguntas hábilmente formuladas y graduadas. En realidad el método del diálogo socrático se basa en definiciones y clasificaciones de conceptos. O se examinan todas las especies posibles para incluirlas en un género único, o se divide el género en todas sus especies. | 21

Sin embargo, para Sócrates los géneros y las especies no son simples nociones, sino definiciones o proposiciones. El paso de una proposición a otra opera a virtud de un razonamiento deductivo o inductivo, pero fundado siempre en dos tipos complementarios de relaciones abstractas: la inclusión y la exclusión. Para Sócrates, la definición consiste en delimitar el qué es cada cosa o el qué de cada cosa, así se trate de un concepto abstracto o de una cosa concreta, de tal modo que no se confunda con otra. Definir correctamente equivale a encontrar la esencia de cada cosa.

 

3. Platón y el Idealismo

a. El ser de las ideas

La importancia de Platón (427-347 a. C.) se deriva no solamente de la importancia de su ideología, sino del hecho de que sus obras son las primeras que se conservan completas dentro del ciclo de la filosofía griega. Además, en esas obras, Platón consignó las doctrinas de su maestro Sócrates, desarrollándolas muy posiblemente por su propia cuenta Platón vivió en una época de crisis política y moral, en la que reinaba el escepticismo y claudicaban los valores morales. Cuando no hay |valores, sino simples |opiniones, el verdadero filósofo tiene que buscar un camino para encontrar la verdad. Y este camino, para Platón, fue la |episteme, ciencia de lo que son las cosas en sí mismas. Como para su maestro, para Platón conocer una cosa es delimitarla, definirla, lo que nos permite llegar a su |esencia. | 22

La palabra idea ( |eidos) significa "aspecto". Pero Platón afirma que si veo un objeto de color blanco es porque ya poseo la idea de lo blanco. La |idea de las cosas es lo que permite percibirlas. Pero tales ideas son entidades inmutables y eternas, son algo comparable al ente de Parménides. La idea es el |ontos on, lo que verdaderamente es. Y es aquí donde comienza Platón a distinguir entre el mundo de las cosas sensibles (apariencias) y el de las ideas, entidades existentes en sí mismas. Así comienza la fundamentación de su doctrina |idealista.

Estos planteamientos llevaron al gran pensador a estudiar el problema crítico y esencial de la filosofía: |el del conocimiento. Si conocemos las cosas gracias a las ideas, cómo puedo poseer éstas? A través de un mito, explica entonces que en una existencia anterior, las ideas o arquetipos de las cosas fueron contempladas por nosotros. Conocer, por consiguiente, no es percibir lo que esté fuera de nosotros, sino recordar lo que esté dentro de nosotros. Las cosas son una especie de estímulo que nos permite ascender al reino de tas ideas eternas.

b. El amor platónico

El amor consiste en buscar aquello que no se tiene. Es un movimiento de atracción. El amante busca lo que le falta y es así como persigue la belleza. Aquí se revela Platón como un estético, valga un calificativo propio de la filosofía moderna.

El carácter idealista de la filosofía platónica se acusa especialmente en su concepto del amor. La belleza es algo más fácilmente perceptible que la verdad y que nos puede conducir a ésta. Es así, por consiguiente, como el amor nos lleva al mundo de las ideas: -"No se entra en la filosofía sino por |eros".

Hay que recordar, sin embargo, que el amor platónico no equivale al amor que prescinde de las apetencias genésicas. Todo lo contrario. Amor es integración total en el plano de las relaciones inter-sexuales.

c. La entidad humana

Para Platón, el hombre es un ser decaído de otra existencia más alta que la actual. Pero en esa pasada existencia, pudo contemplar las ideas, "alimento de los dioses". Siendo las ideas verdaderas por esencia, debe existir una cierta propensión del hombre hacia la verdad. Es decir, una adecuación entre la mente humana y la esencia de la cosas. De donde esa mente participa en cierto modo de las cualidades de las ideas, entre otras de su perennidad. Dicho de otra manera: Platón es partidario de las tesis de la inmortalidad del alma humana. | 23

d. La estructura de la realidad

La situación del hombre en relación con la filosofía y, a la vez, la estructura de la realidad, se encuentran simbólicamente expuestas en el célebre mito de la caverna (Libro VII de La República ). Lo que simboliza este conocidísimo "mito" es lo siguiente: la caverna es el mundo sensible, con sus sombras que son las cosas (meras apariencias); el mundo exterior, que los prisioneros no pueden ver porque se encuentran de espaldas a él, es el mundo verdadero, que es el de las ideas.

De donde la realidad no es lo que vemos, sino lo que recordamos. Desde luego, el contenido de nuestros verdaderos recuerdos es la imagen de las ideas prototípicas contempladas en una existencia anterior. El idealismo platónico, como resulta fácil de comprender, inspira fundamentalmente el pensamiento cristiano primitivo (la patrística), y renace modernamente en los sistemas de filósofos ilustres.

e. Los dos mundos platónicos

Son, en concepto de Platón, el mundo sensible de las cosas (apariencias) y el inteligible de las ideas (realidades trascendentes). Por la percepción sensible conocemos las primeras; por la percepción inteligible, ascendemos a las segundas. Pero existe un demiurgo, agente de la idea del bien, que es el artífice del mundo sensible. Este forma parte de un "alma universal", de la que el hombre forma parte. En el alma humana, finalmente se distinguen tres zonas: la concupiscible, relacionada con las necesidades biológicas; la irascible, que dice orden a impulsos y afectos, y la racional, que es la que permite al hombre ascender al conocimiento de la realidad.

f. La ética platónica

Partiendo de tal base, afirma Platón que cada zona del alma humana posee una virtud que le es propia: la templanza, la fortaleza y la prudencia. La primera nos permite regular nuestros apetitos; la segunda dar sentido constructivo a nuestros impulsos afectivos, y la tercera, proceder metódica y ordenadamente por el camino del conocimiento. Del armónico concurso de estas tres virtudes surge una virtud más alta, la justicia, entendida como un obrar conforme a la razón y en función de la idea del bien. | 24

 

4. Aristóteles y la Filosofía Sistemática

Aristóteles, discípulo de Platón, nació en el año 384 y falleció en el 322 antes de Cristo. Fue un erudito universal y sistematizó todos los conocimientos de la época en una serie de tratados y de obras que pueden clasificarse en tres grupos: a) las que versan sobre la Lógica, o instrumento para el conocimiento de las ciencias; b) las relativas a ciencias teoréticas, como la Física, y los catorce libros de la Filosofía primera, y c) las que se refieren a ciencias prácticas, como la Ética y la política Aristóteles se ocupó también de la Retórica y de la Poética.

a. La ideología aristotélica

Existe una jerarquía de modos de conocimiento: a) la sensación, que el hombre comparte con los animales; b) la experiencia, que procede ante todo por acumulación memorística y observación directa; c) la técnica, que consiste en saber hacer ciertas cosas; d) la ciencia o sabiduría, que nos permite remontarnos a la esencia de las cosas. Pero la ciencia suprema es la que nos permite conocer las cosas en lo que son, mediante sus causas y principios, es decir, la Filosofía primera o Metafísica.

b. Los modos del ser, o "categorías"

Referida a las cosas, la palabra "ser" tiene varios sentidos. Lo que predicamos de las cosas, en alguna manera se refiere a su esencia o a sus características diferenciales. Aristóteles distingue cuatro modos de "ser": a) ser por esencia o ser por accidente; b) ser por razón de la categoría a que pertenece; c) ser verdadero o falso, y d) ser en potencia o en acto.

Cuando de un sujeto decimos que "es" tal cosa, si el predicado pertenece a la esencia del sujeto estaremos refiriéndonos al "ser por esencia". Así cuando decimos que el hombre es animal racional. De lo contrario, estaremos refiriéndonos al "ser por accidente", o sea a una cualidad accidental, como cuando afirmamos que Pedro es valiente o es cobarde.

Después de formular la anterior distinción, que es válida, el criterio sistemático de Aristóteles desciende hasta la formulación de diez tipos de predicados que podemos atribuir al sujeto: |sustancia, cantidad, cualidad, relación, lugar, tiempo, posición, estado, acción y pasión. Ejemplos, en su orden: hombre, un millar, blanco, hijo, en Atenas, ayer, sentado, vestido o desnudo, enseña, aprende. Algunos de estos predicados o "categorías" aluden a la esencia del ser, y otros no, sino pura y simplemente a su apariencia.

c. Materia y forma

La sustancia es el soporte de los accidentes, según Aristóteles. Hay |sustancias primeras (separadas, independientes) y |sustancias segundas, solo separables mentalmente. Partiendo de esta distinción, el filósofo elabora su teoría de |materia y forma.

La sustancia se compone de dos elementos distintos pero inseparables: la materia, que es aquello de que algo está hecho, y la forma, aquello que hace que algo sea lo que es. La forma no es apariencia o estructura geométrica, sino elemento que determina la materia y le confiere "su ser propio". Consecuencia analógica será que la materia, equivalente a lo indeterminado, se corresponde con la potencia y la forma, como lo determinado, se corresponde con el acto. | 25

d. Teoría de las causas

Cuando preguntamos el por qué de algo, inquirimos por su causa, por su razón de ser. Aristóteles distingue cuatro especies o tipos de causas: material, formal, eficiente y final. Causa material es aquello de que está hecha una cosa; causa formal, lo que hace que un ser sea lo que es y no otra cosa; causa eficiente, el principio o fuerza que hace que algo pase de la potencia o posibilidad al acto o realidad; causa final, el fin de un ser, el "para qué" existe o está hecho.

La teoría de las causas, así entendida, ha sido objeto de muchos reparos. Y no constituye, propiamente, uno de los grandes aportes de Aristóteles a la filosofía occidental.

e. La lógica aristotélica

Es la disciplina que se ocupa de estudiar el logos; lo que las cosas son. Pero la lógica aristotélica es simple ontología. Así, los principios "lógicos", como los de identidad y contradicción, son más propiamente ontológicos, porque se refieren "al comportamiento" de los entes en sus mutuas relaciones. (Si A es igual a C y C igual. a B, B será igual a A - No puedo pensar que A es B y no es B al mismo tiempo, etc.)

El primer móvil intelectual de Aristóteles, en el terreno de la lógica, es buscar el camino que nos puede llevar al conocimiento de lo que es verdadero y de lo que es falso. Pero desciende luego a clasificaciones puramente verbalistas, que no constituyen propiamente un método para el conocimiento de la verdad. Sin embargo, fueron estas distinciones y clasificaciones aquella parte de su doctrina que más influyó en la mayoría del, pensamiento escolástico medioeval.

f. La ética y la caracteriología

En este terreno, el, pensamiento aristotélico tiene mayor importancia. La conclusión práctica de su sistema ético es la de que la virtud consiste en el término medio entre dos tendencias contrapuestas. Sin embargo, esta afirmación puede llevarnos a una posición totalmente negativa, así como la semisuma de dos cantidades iguales pero de signo algebraico contrario equivale al cero.

La caracteriología de las virtudes, su caracterización, ocupa gran parte de la ética aristotélica. Hay virtudes |dianoéticas (propias del pensar) y propiamente éticas (del carácter). Estas últimas, examinadas en la |Ética a |Nicómaco, son las siguientes: valor, moderación, nobleza, independencia, justa estimación de sí mismo, dulzura, veracidad, alegría, amistad y justicia. Cada una de ellas es el termino medio entre dos extremos que deben ser evitados. Así el valor, respecto de la temeridad y la cobardía. Cabría preguntar, empero, si la amistad o la justicia son virtudes o, ante todo, situaciones o actitudes. Así, por ejemplo, la amistad -hecho humano- es algo que pertenece al mundo afectivo y que no se relaciona directamente con las virtudes o defectos de los seres humanos que se ligan en amistad.

g. Ideas políticas de Aristóteles

La Política de Aristóteles, posiblemente, contiene lo más permanente y valioso de su pensamiento. El hombre es un animal político ( |zoon politikon) por naturaleza. Y la ciudad (el "Estado-Ciudad") es una realidad natural. Sociedad y Estado se identifican, precisamente, por ser el hombre un ente sociable. De otra parte, el ideal político del Estado-Ciudad será la |autarquía, el que pueda bastarse a sí mismo.

El bien vivir o bienestar común es el fin que persiguen naturalmente todos los hombres. Cuando se aspira a esta finalidad bajo la dirección de un solo hombre surge la polis organizada como una monarquía; si tal fin se persigue mediante el gobierno de varios ciudadanos, aparece el sistema aristocrático, y si todos los asociados participan en su propio gobierno, nos encontraremos frente a la democracia.

Ahora bien: si predomina el interés personal sobre el bien común, la monarquía degenera en tiranía; la aristocracia en oligarquía, y la democracia en demagogia. Todo lo cual posee actualidad permanente y constituye un aporte definitivo de la ética a la política. | 26

 

B. LAS ESCUELAS POST-ARISTOTÉLICAS

1. Cínicos y cirenaicos

a. Antístenes y Diógenes de Sinope

Con posterioridad a Aristóteles, la filosofía se aparta de la tendencia metafísica y retorna a la especulación moral: se trata, por consiguiente, de un retorno a la posición socrática, pero modificada radicalmente por factores socio-políticos y psicológicos.

|Antístenes, discípulo de Sócrates, fue el fundador de la escuela de los cínicos, que fue continuada por Diógenes de Sinope (siglo IV antes de Cristo). Para estos filósofos, la felicidad humana consiste en no necesitar nada: quien suprime necesidades, que las más de las veces no son tales sino urgencias momentáneas o caprichos, evita la intranquilidad y conquista la beatitud del ánimo. El cínico vive "en compañía de sí mismo" y renuncia a lo que los demás consideran como bienes o dones de la vida. | 27

b. Aristipo de Cirene

Este filósofo perteneció al círculo socrático. Afirma que los hombres buscan instintivamente el placer, pero que los placeres son fugaces, alteran la serenidad del hombre y con frecuencia se transmutan en estados moralmente dolorosos. Renunciando a la búsqueda de los placeres, o sea dominándose a sí mismo, es como puede el hombre conquistar la serenidad, la independencia y la imperturbabilidad del ánimo: Estos estados anímicos son los verdaderos placeres de la existencia. | 28

Cínicos y cirenaicos asumen, pues, una posición análoga y sólo se diferencian por el método que prescriben para alcanzar la felicidad y por el énfasis que Aristipo pone en lo propiamente psicológico, en tanto que los cínicos aluden más bien a la renuncia de los bienes económicos.

 

2. Los estoicos

a. Zenón de Citiuni

El estoicismo fue iniciado por este pensador chiprióta, de origen fenicio, hacia él año 300 antes de Cristo. Zenón fundó en Atenas una escuela en el |Stoa Poikile, especie de museo decorado con frescos de Polignoto. En la evolución de esta escuela se distinguen tres etapas: a) El estoicismo antiguo, en que sobresalen Zenón y, Crisipó; b) El estoicismo medio -Siglo II a. de C.-, en que sobresale Posidonio, y c) El estoicismo nuevo -Siglo I a. C. hasta el II de la era cristiana- que se desarrolla en Roma y en una de sus provincias: España. | 29

En general, no hubo un estoicismo, sino tantos como etapas e inclusive como filósofos se inscribieron dentro de esta posición intelectual, que evoluciona notablemente desde sus orígenes, hasta alcanzar un punto en que predomina la preocupación ética tal como entre los cínicos y los cirenaicos. Por lo demás, los estoicos tomaron muchas doctrinas de diversa procedencia, intentando en ocasiones formular algo así como un sincretismo más o menos afortunado. De aquí que sea mejor estudiar el conjunto de las doctrinas estoicas al terminar la enumeración de sus principales representantes.

b. Posidonio y el estoicismo medio

Continuador de Zenón fue |Cleanto y discípulo de éste lo fue |Crisipo, autor de centenares de tratados filosóficos. Adviene mas tarde |Panecio de Rodas, que hacia fines del Siglo II a. de C. era ya el director de la escuela ateniense fundada por Zenón. Panecio, desde luego, estuvo en contacto con la vida romana.

Discípulo de Panecio fue |Posidonio de Apamea (Siria), contemporáneo de Cicerón y de Pompeyo, quien realizó largos viajes, fundó en Rodas una escuela estoica y por último se estableció en Roma, donde falleció. Dejó una obra caudalosa, en que se aproxima al neoplatonismo y parece que acaricié el propósito de fundir todas las filosofías en una sola. De sus enseñanzas surgió el estoicismo nuevo, que corresponde ya a la historia del pensamiento romano.

c. El estoicismo nuevo

Máximas figuras de esta tercera época fueron Séneca, nacido en Córdoba (España); Epicteto, esclavo liberto, y el emperador Marco Aurelio (121-180 d. de C.). Séneca ejerció enorme influencia a través de toda la Edad Media, hasta el umbral de los tiempos modernos. Epicteto y Marco Aurelio, menos universales, formularon -ante todo- una especie de filosofía de la resignación, muy acorde con la época en que vivieron, agitada y decadente.

|Séneca. Sus obras mas importantes se titulan Sobre la brevedad de la vida, Sobre la ira, Sobre la vida feliz, y Cuestiones naturales. En esta última, que es una especie de enciclopedia, se afirma que en el universo reina una jerarquía de valores. Al conocimiento del alma, se añade el de la naturaleza, porque así como los hombres están subordinados a los dioses, la filosofía moral (o ética) esta subordinada a la naturaleza. Hay, por lo demás una "filosofía de los dioses" y una "filosofía de los hombres" vale decir un orden intelectual divino y otro humano. | 30

|Epicteto. Libertado por Nerón, fue expulsado más tarde de Roma por Domiciano y se estableció en Nicopolis (Apiro). Enseñó que el placer es el bien supremo pero que el verdadero placer consiste en el triunfo de la razón y de la voluntad sobre las pasiones. Sus principales tratados se titulan Disertaciones y Enquiridion, este último compilado por Flavio Arriano, su discípulo. En esta obra, explica Epicteto qué entiende por "placer": ante todo, el goce de la libertad.

|Marco Aurelio. Sus doctrinas se aproximan ya al misticismo cristiano. Distingue más claramente que sus antecesores entre cuerpo y espíritu, pero predica una filosofía práctica no de la contemplación, sino de la acción. Lo que se explica por su posición política: es sabido que este emperador combatió con éxito a los invasores bárbaros. -"En las reflexiones que Marco Aurelio se dirige a sí mismo, escribe Félix Ravaisson, el pensamiento de la unidad del mundo y de la obligación que de ello resulta para todos los hombres de no existir más que los unos para los otros desempeña un papel decisivo".

d. El estoicismo, en su conjunto ideológico

Los estoicos dividen la filosofía en tres disciplinas: lógica, física y ética, que consideran inseparables. El conocimiento consiste en una aprehensión de la cosa por la mente: a través de los sentidos, el objéto "deja su huella" en el espíritu. Cuando esta impronta es clara, provoca el asentimiento de la mente. La representación que lleva al asentimiento o "fantasía cataléptica" es el complejo resultado de muchas percepciones. Se trata, por consiguiente de una doctrina sensualista del conocimiento, opuesta radicalmente a la platónica.

Pero si a través de los sentidos aprehendemos y formamos ideas, a través de ellos también conocemos las cosas naturales. La física estóica, en cierto sentido, es "materialista", pero admite un principio pasivo -la materia- y otro activo -la razón- y a esta última atribuyen un carácter divino, bien que se trate de una fuerza o energía actualizadora y ordenadora, distinta de la divinidad misma.

Dios y el mundo, en algunas obras estóicas, se identifican. Pero todo acontecer esté sometido a una ley inexorable, el |hado o |fatum. Este determinismo universal, sin embargo, se manifiesta en forma ordenada y bella. Es algo así como una |providencia universal, que demuestra el carácter divino del mundo. Algo del futuro panteísmo de Spinosa se anticipa en las doctrinas estóicas.

 

3. Los epicúreos

Fundador de esta escuela fue Epicuro de Samos, nacido a mediados del Siglo IV antes de Cristo. En el epicureísmo, la teoría del conocimiento no es cosa distinta que una introducción a la física, y ésta lo es de la ética, meta de los esfuerzos mentales de dicho filósofo.

Por |canónicas entendían los griegos el conjunto de preceptos para el empleo de los tres medios de conocimiento: |sensación (percepción sensible), |anticipación (representación a priori o hipótesis) y |pasión (inclinación hacia el objeto de conocimiento). Pero para Epicuro no existe más que un medio de conocimiento y un criterio de verdad: la percepción sensible.

En lo relativo a la física, el sistema de Epicuro es racionalista, porque tiende a eliminar del concepto del universo todo elemento sobren que el hombre pueda vivir tranquilo y feliz, no debe temer a los dioses. Por lo demás, todas las cosas son agregados de átomos, que actúan mecánicamente. Se niega así la existencia de un principio animador.

De aquí que la física epicúrea sea la base fundamental de la ética: aquello que conviene a nuestra naturaleza es lo que produce placer, y, viceversa. Pero los epicúreos prefieren los placeres espirituales a los sensuales precisamente porque estos o disminuyen la vitalidad del hombre o deprimen su ánimo. De donde el ideal de la vida perfecta es el reposo inalterable del ánimo (ataraxia). | 31

 

4. Los escépticos

Los primeros escépticos fueron los sofistas. Pero el verdadero iniciador del escepticismo filosófico fue |Pirrón de Elis (Siglo II antes de Cristo). Concepto central de este Sistema es la "suspensión" o "retención" del juicio, a fin de buscar, de investigar. De donde el escepticismo de Pirrón no es negativista, como el de los sofistas, sino que se anticipa a la duda metódica de Descartes.

Sucesores de: Pirrón fueron los filósofos de la "Academia media" y de la "Academia nueva", a dolos cuales entronca el escepticismo con el platonismo. Más tarde, surge una nueva escuela escéptica, de la que fueron máximos representantes |Enesidemo (Siglo I de nuestra era) y |Sexto Empírico de Alejandría (Siglo II después de Cristo).

Enesidemo renovó el pirronismo y concibió los diez |tropos o tipos de fundamentación de a duda. Estos tropos tratan de demostrar la relatividad esencial de todos nuestros conocimientos, que estén condicionado por las distintas y muy personales aptitudes de apreciación de cada sujeto pensante.

Frente a las corrientes dogmáticas del pensamiento antiguo insurge, finalmente, el pensador Sexto Empírico, médico de profesión y autor de los cinco libros |Contra los dogmáticos. En disquisiciones muy penetrantes, Sexto sostiene que es imposible obtener pruebas absolutamente concluyentes, que el principio de causalidad es solamente relativo y que no existe prueba dogmática sobre la existencia de Dios. | 32

 

5. Los eclécticos

La palabra eclecticismo se deriva de un verbo griego que significa elegir, escoger. El eclecticismo filosófico consistirá, de consiguiente, en combinar o tratar de armonizar opiniones y tesis derivadas de distintos sistemas filosóficos. Tal procedimiento se deriva de la consideración de que los sistemas son defectuosos o incompletos, y que muchas veces son verdaderos por lo que afirman y falsos por lo que niegan. Como las religiones.

La cultura filosófica romana -como entre otros historiadores lo advierte Julián Marías- fue esencialmente ecléctica. Y de esta posición fue representante Cicerón, el grande orador y escritor romano (106-43 antes de Cristo). De otra parte, el judío Filón de Alejandría (Siglo I después de Cristo) se esforzó por conciliar la Biblia con la filosofía griega, valiéndose para ello -principalmente- de las ideas platónicas. | 33

6. El neoplatonismo

Es el último de los sistemas metafísicos de la filosofía antigua. Su iniciador fue |Plotino, pensador nacido en Egipto en el año 204 después de Cristo. Sus escritos fueron recogidos por uno de sus discípulos, |Porfirio, en seis grupos de nueve libros cada uno, lo que explica el título de tal compilación ( |Enéadas).

El neoplatonismo deriva de la filosofía hacia la mística. Es esencialmente panteista e idealista y explica todo lo existente como emanación |del Uno o |lo Uno, entidad suprema que se identifica con tres nociones básicas: el ser (existencia), el bien (lo bueno y lo justo) y la divinidad. Esta es el ser por esencia, inmanente en cuanto substancialmente idéntico al mundo -es decir, no trascendente-, pero que constituye la totalidad esencial del mundo. | 34

Existen, sin embargo, muchos estados o grados de perfección en el mundo. El alma del hombre, caída en la materia inferior, puede no obstante liberarse de ésta y unirse -vale decir, identificarse- con el Uno: en esto consiste el éxtasis, o "salida de la materia que la rodea". El neoplatonismo tuvo vigencia hasta el siglo VI después de Cristo e informó el pensamiento de los Padres de la Iglesia Cristiana.

 

C. APÉNDICE

RAÍCES HELÉNICAS DEL PENSAMIENTO MODERNO

1.  Las anticipaciones de los presocráticos

Escribe Alfred Weber en su Historia de la Cultura que para Grecia el mito se convirtió en una forma de interpretación general del mundo emparentada con la concepción mágica, a la que transforma y concluye desplazando. Muy próximo al mundo germinal del mito se ubica el pensamiento de los presocráticos, los pitagóricos y los eléatas.

a. Tales de Mileto

Para Tales, como es sabido, "el mundo está lleno de dioses". Esta metáfora, con la cual el pensador de Mileto sugirió la esencia energética de la naturaleza, entrañaba un concepto hilozoísta o hilopsiquista de la materia. La posterior evolución de la filosofía de contenido o tendencia cosmológica aporta el concepto cuantitativo de la materia, debido a Demócrito. Resultante de la ecuación |hilozoísmo-atomismo es en cierta manera la moderna fisio-química y su postulado final: -La materia es una, como una es la energía.

b. Anaximandro

Coincidiendo con los recientes descubrimientos de la biología y de la oceanografía, sostuvo Anaximandro la primacía cronológica del mundo marino, de un ambiente "húmedo" propicio a la vida orgánica, al que hubo de seguir el ciclo terrestre, coronado por el largo proceso de la evolución de la especie humana. Una variación correlativa a cada uno de los ciclos evolutivos es atribuida por Anaximandro a cada manera especifica de vida.

El |apeiron, substancia ilimitada e indeterminada que Anaximandro de Mileto ubicó en el principio del mundo, representa un avance conceptual de largo alcance para la filosofía de la naturaleza, toda vez que constituye la premisa indispensable de todo sistema evolucionista. Para abarcar la singular importancia del apeiron concebido por Anaximandro, recuérdese que el concepto de "infinitud en camino de inagotable autodefinición" en ese apeiron contenido, fluye a través de Heráclito y de Empédocles para resurgir muchos siglos más tarde en la obra de Leibniz, informar la filosofía de la historia en los planteamientos de Lessing y de Herder, estructurar el pensamiento trascendental de Hegel y, en el orden biológico, culminar con Darwin.

 

2. La corriente pitagórica

A la escuela pitagórica, entre otras cosas, se debe la fundamentación filosófica del pensamiento matemático, no menos que  la búsqueda de una metodología matemática para el discurrir filosófico, tendencia esta última que adquiere en nuestros días trascendental importancia. La determinación del cuadrado de los números, la formulación matemática de las relaciones musicales, el descubrimiento o intuición de la rotación de la tierra en tomó a su eje y la búsqueda de una armonía total del cosmos -la misteriosa "armonía de las esferas"- fueron adquisiciones y anticipaciones debidas a Pitágoras de Samos y a sus continuadores, precursores de muchos aspectos del pensamiento contemporáneo.

Los astrónomos pitagóricos hicieron posible la teoría copernicana, de la que fue primer expositor Aristarco de Samos. Por fin, es más que probable que fuesen los discípulos de Pitágoras quienes acuñaran la palabra cosmos para indicar la totalidad de las "oposiciones" de que consiste el mundo.

Para los pitagóricos, el principio de todo lo existente es el número y, por lo tanto, ya no un algo material sensible, sino un concepto o imagen inteligible. El hombre comienza a imprimir al universo sus propios valores intelectuales y a interpretarlo a través de ellos.

 

3. Heráclito y los eléatas

Ser y devenir. Lo estático y lo dinámico. Lo inmutable y lo cambiante. Estas posiciones fundamentales escinden en dos campos el panorama de la filosofía griega a partir de Heráclito, "el oscuro", para quien todo fluye en perpetuo cambió: -"No puedes entrar dos veces en el mismo rio' . Para los representantes de la filosofía eléata -Parménides, Zenón y Melisos- el sér, uno e inmutable, totaliza y comprende toda realidad.

Como bien lo anota Vorlander, en el devenir de Heráclito está implicado el germen de la duda sofística de todo cuanto existe y, lo que es más importante aún, subyacen todas las directrices del pensamiento histórico-evolutivo, en tanto que los eléatas buscaron en su sér único "el polo inmóvil del fenómeno", siendo así los descubridores del concepto de ley.

A continuación de su antecedente helénico, inscribamos su moderno consecuente filosófico, en tres casos ejemplares:

|Parménides: -"Porque lo mismo es pensar y ser". |Berkeley:- "Esse est percipi".

|Zenón de Elea: Aporías. Infinita divisibilidad del espacio. Modernos: Cálculo infinitesimal.

|Parménides: Eros, divinidad omnipresente, primer propulsor de todas las cosas. |Freud: Pansexualismo.

 

4. Empédocles y Anaxágoras

Los últimos grandes representantes de la "filosofía de la naturaleza", en Grecia, Empédocles de Agrigento y Anaxágoras de Clazomene, procuraron armonizar la tesis de Heráclito con el postulado eleático, realizando así el primer intento ecléctico de que tengamos noticia.

En el poema Sobre la Naturaleza, escribió Empédocles: -"Hay una doble generación de las cosas perecederas, y una doble destrucción, porque la reunión de todas las cosas produce una generación y la hace perecer; la otra crece y se desvanece al dividirse las cosas, y este cambio continuo no cesa nunca: una vez todas las cosas se juntan en uno por el amor; otra se separa cada una de las demás a impulsos del odio, de la Discordia. Así, en la medida en que lo uno suele surgir de muchos, y los muchos resultan de la división de lo uno, llegan a ser y no tienen vida permanente; pero en la medida en que jamás cesa su cambio continuo, permanecen inmóviles en el círculo de la existencia".

Anaxágoras, por su parte, escribió: -"Los griegos no hacen un recto uso de los términos 'llegar a ser' y 'perecer', porque ninguna cosa llega a ser, ni perece, sino que hay mezcla y separación de cosas que son; y así denominarían rectamente al llegar a ser, |mezcla; y al perecer, |separación".

Como anteriormente, podremos ahora inscribir, a continuación de su antecedente helénico, un moderno consecuente filosófico, y ello en tres casos importantes:

|Empédocles: Los semejantes se atraen y los contrarios se rechazan. Modernos: Afinidades electivas químicas.

|Empédocles: Percepción como resultado de la reacción de los órganos perceptores ante las emanaciones de los objetos. |Johann Müller: Ley de la energía inmanente de los sentidos (1826).

|Anaxágoras: Nada se produce o desaparece, sino que se compone o se descompone por mezcla de otras cosas existentes.

|Pasteur: Refutación de la generación espontánea. (En la física anterior al descubrimiento del radium, ley de la conservación de la energía).

 

5. Sofística y racionalismo

La perenne actualidad de la filosofía griega se precisa al abordar con algún detenimiento el aporte de los sofistas, a quienes correspondió una labor crítica fundamental. Los "heterodoxos" del pensamiento helénico plantearon problemas básicos en el orden de la epistemología, de la creencia religiosa y de la filosofía política.

Protágoras dé Abdera afirma que el hombre es la medida de todas las cosas e inicia así el relativismo. Lo "verdadero" será un concepto o, mejor, un "estado mental" que más que del mundo objetivo depende del subjetivo. Pero el hombre permanece idéntico a sí mismo, mientras que todo fluye a su alrededor, de donde lo único que está dotado de entidad real es la opinión que de las cosas forma el hombre. Corolario de este principio es que toda opinión, por el hecho de ser concebida por el hombre, que es medida invariable, es idéntica a sí misma y verdadera por lo tanto.

Dentro del extremo relativismo de su maestro, Gorgias reacciona en sentido antitético llegando el nihilismo crítico: todas las opiniones son falsas. Así, el escepticismo absoluto presupone el relativismo radical y deriva de éste. |Toda opinión es verdadera; toda opinión es falsa. Estos conceptos antagónicos, idénticos en el fondo a fuer de igualmente exagerados, informan la sofística griega. El antagonismo llega hasta nuestros días, dividiendo en dos anchas corrientes la actividad del pensamiento heterodoxo.

En tres direcciones principales se ejerce aún la influencia de la sofística griega: en la esfera religiosa con el racionalismo rudimentario de Pródico de Keos; en la del derecho natural con el incipiente naturalismo de Hipias de Elis y el anarquismo de Trasímaco y de Calicles; en la esfera de la política, con los esbozos democráticos de Licofrón y Alcidamas y el esquema comunista de Faleas de Calcedón.

Del coro de los sofistas griegos destacamos a Pródico de Keos, el gramático, uno de los más caracterizados representantes de la intensa crisis religiosa que hacia el siglo y antes de Cristo desplazó, del |mitos al |logos el pensamiento griego. Suyo es el tratado sobre Las |edades de la vida, fuente muy probable del ideario pesimista del |Axíoco, diálogo atribuido muy fundadamente a Platón. Pródico explicaba, antecediendo en muchos siglos a los modernos racionalistas, que el hombre primitivo enaltecía hasta el nivel de lo divino todo aquello que satisfacía sus necesidades vitales. Encontramos aquí un punto de vista utilitario que conlleva un escepticismo radical. Desde luego, la mitología griega, propicia a su tesis, suministró a Pródico preciosos ejemplos: el pan en Demeter, el vino en Dionisos, el agua en Poseidón.

Para superar el rudimentario pero vigoroso realismo utilitario de Pródico preciso será esperar al demiurgo platónico y a la causa motora de Aristóteles.

 

6. La fundamentación de la filosofía política

Como es bien sabido, el pensamiento de Rousseau, fuente caudalosa del liberalismo clásico, se perfila en su |Discurso sobre las artes y las ciencias (1750) para culminar en el |Contrato social (1762), tratado cuyas premisas encontramos en el |Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres (1755).

La ideología del célebre precursor del romanticismo se distingue por su coherencia y generosa sinceridad. En realidad, frente al pensamiento de Rousseau, podemos desechar sus bases conceptuales, pero resulta imposible sustraemos a la seducción de sus desarrollos.

Dos aportes fundamentales débense a Rousseau: de una parte, la oposición entre "naturaleza" y "civilización", entre lo necesario y lo supérfluo de la estructura social; de otra, la afirmación de que ningún hombre tiene el derecho de enajenar en provecho de otro su libertad moral y cívica.

Esas tesis, tan típicamente dieciochescas, tienen un remoto antecedente, sin embargo: el pensamiento del sofista Hipias de Elis, poeta y polígrafo, investigador y artífice. Hipias mantuvo en sus escritos y enseñanzas la incompatibilidad entre lo que según naturaleza posee perdurable valor y lo que el hombre finca en instituciones esencialmente mudables. Para Hipias, la ley es un torcedor de la conciencia, que nos lleva a comportamientos contrarios a naturaleza. Este primitivo "naturismo" hace del inventor de la nemotécnica un precursor, anticipado en veintidós siglos, del polifacético rival de Voltaire.

Las teorías de Hipias fueron llevadas a sus extremas consecuencias, en lo atañadero a filosofía política, por sofistas cuyas doctrinas conocemos principalmente a través de los diálogos platónicos. Por rumbos "heterodoxos" transitaron Trasímaco y Gorgias, impugnadores de las leyes y críticos de las costumbres, instituciones que a juicio del primero son producto de intereses creados y, en concepto del segundo, creación de la masa de los débiles.

Por su parte, Calicles sostiene, en el Gorgias platónico, el derecho exclusivo del más fuerte ala felicidad. Los ejes conceptuales de la ideología de Nietzsche -fobia de los débiles y moral del superhombre- esbozan ya su perfil en el pensamiento antiguo.

La exaltación de la personalidad humana, en cambio, lleva a Licofrón y a Alcidamas a insinuar la abolición de la esclavitud y a combatir los privilegios aristocráticos a virtud de un principio que de inmediato nos recuerda el primero de los axiomas liberales contenidos en la |Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano: -"A todos ha hecho libres la divinidad; la naturaleza a nadie ha hecho esclavo".

Es digno de notarse cómo un concepto hipertrofiado del derecho natural llevó a algunos de estos antiguos pensadores a postulados de libertad e igualdad, mientras que a otros condujo a una posición radicalmente aristocrática. En todo caso, la evolución del "librepensamiento" griego remata en una síntesis de poderosa vitalidad, que en veintitrés centurias anticipa y prefigura la realidad histórica. Nos referimos al proyecto comunista de Faleas de Calcedón, pensador cuyas aspiraciones teórico -práticas - limitación de la propiedad privada, producción en común y consumo comunitario- se consagran en un esquema de constitución estatal comunista debido al ingeniero Hipodamo de Mileto, el constructor del puerto del Pireo.

Esta labor de rastreo de la ideología contemporánea en las fuentes del pensamiento de los antiguos filósofos griegos, tarea deleitable, podría continuarse indefinidamente, por cierto.

 

Notas

1

"Ocurre en la visión del espíritu lo que en la del cuerpo: empieza por dirigirse al exterior (...). Aún en lo que concierne a los objetos exteriores, el ojo se inclina naturalmente a los más lejanos (...). De igual modo, somos solicitados por los objetos exteriores bastante antes de pensar en la sensación y en el pensamiento mismo mediante los cuales existen para nosotros. Nuestra vida inmediata, natural, se desenvuelve en la percepción sensible y la imaginación, no en la reflexión (...). Es necesario un alto grado de cultura para poder tomar como lema el 'Conócete a ti mismo', y abrir así el camino de la investigación psicológica directa". Harald Hoffding: |Bosquejo de una psicología basada en la experiencia. Trad. española. Daniel Jorro. Madrid, 1926. Págs. 2-3

2

El hilozoísmo, o "animación de la materia", es el nombre que se ha dado modernamente al conjunto de las primitivas creencias relativas a la esencia o naturaleza del mundo. Todo lo existente está dotado de vida o es manifestación o "materialización" de un ente único. Tales de Mileto formuló esta explicación animista del universo diciendo que "el mundo esta lleno de Dioses". Para el hombre primitivo, los fenómenos naturales son manifestaciones de estas diversas entidades, supranaturales en cuanto a su ubicación respecto del hombre, pero no en cuanto a su esencia, supuesto que todo es uno. Desde luego, el hilozoísmo está más próximo al panteísmo que al politeísmo.

3

"Heráclito y Parménides hacen de la Naturaleza, del cosmos, el Logos; Sócrates hace del hombre el Logos; en aquéllos impera el respeto ante la razón del universo, más sospechada que conocida; en Sócrates, el respeto a la razón conocida en nuestra conciencia, que debe guiamos y determinamos. Hay una gran distancia entre Heráclito y Sócrates, entre la exigencia de la sumisión a la razón de las cosas y la exigencia de obedecer a la voz de la propia razón; pero, sin embargo, existe una evolución necesaria que conduce del uno al otro". Ernst von Aster: |Historia de la Filosofía. Trad. española. Editorial Labor, S.A. Barcelona, 1942, Segunda edición, pág. 81.

4

"Nuestra ignorancia puede atribuirse al mismo tiempo al modo de existencia de nuestros antepasados, a la complejidad de nuestra naturaleza y a la estructura de nuestro espíritu. Ante todo, el hombre tenía que vivir, y esta necesidad exigía la conquista del mundo exterior (...). Durante períodos inmensos, nuestros antecesores no tuvieron el sosiego ni la inclinación de estudiarse a sí mismos. Emplearon su inteligencia en otras direcciones tales como la fabricación de armas y herramientas, descubriendo el fuego, amaestrando ganado y domando caballos, inventando la noria, el cultivo de los cereales, etc. Mucho antes de interesarse en su cuerpo y en su espíritu, meditaron sobre el sol, la luna, las estrellas, las mareas y el paso de las estaciones. La astronomía estaba ya muy avanzada en una época en que la fisiología era totalmente desconocida". Alexis Carrel: |La Incógnita del Hombre. Trad. española. Joaquin Gil, editor. Buenos Aires, 1953. Págs. 30-31.

5

Actualmente, muchos investigadores científicos aceptan la posibilidad de que el hombre, a más de sus facultades psíquicas "oficialmente" aceptadas, posea otros medios de conocimiento. Así la clarividencia y la telepatía, de que trata la metapsíquica, tal como puede verse en |La Incógnita del Hombre, de Alexis Carrel (Ed. cit., páginas 125 y siguientes). Otros medios de conocimiento, como la revelación divina, son objeto de disciplinas teológicas y místicas. Ya en nuestros días, surge la posibilidad de que el hombre haya adquirido conocimientos debido a contactos con civilizaciones extra-terrestres. Lo que pertenece al campo de una especie de esoterismo contemporáneo realmente apasionante, involucrado dentro de lo que se conoce con el nombre de ciencia-ficción. Al respecto, recomendamos la lectura de la obra |Le matin des magiciens, de Louis Pauwels y Jacques Bergier (Gallimard. París, 1956). Hay traducción al español de este libro, bajo el título de El retorno de los brujos.

6

"Solemos contraponer filosofía y 'ciencias particulares', lo cual casi equivale a delimitarlas de esta manera: la Filosofía tiene por objeto el conocimiento, no de las partes, sino de la totalidad del universo. En efecto, una cosa parece cierta: que el conocimiento filosófico posee una tendencia hacia la universalidad y totalidad y, de manera más general, una tendencia hacia la validez definitiva. -Mediante esa tendencia, independientemente de cómo y hasta dónde puede ser satisfecha, comprendemos el por qué aparece la Filosofía al comienzo y al final de la investigación en las ciencias particulares, y ésto de diversas maneras: como conocimiento del universo (...) del cual surgen por diferenciación las ciencias particulares; como síntesis, a que el hombre trata de llevar los resultados de la investigación científica; como investigación del fundamento, del origen primero, y también como investigación de la finalidad y del término de todas las cosas". Ernst von Aster: |Obra y ed. cit. Páginas 13-14.

7

"Por qué vemos que los sistemas se suceden a través de la historia, destruyéndose unos a otros hasta el punto de que el espíritu humano parece tejer la tela de Penélope o complacerse en construir laboriosamente castillos de naipes? No es justo convertir esto en un reproche contra la filosofía. Si bien le atañe examinar los principios de las ciencias positivas, no pretende figurar entre ellas. En cierto modo, esos sistemas se acercan mucho más a las obras de la literatura y del arte, que, no obstante ser calificadas en ocasiones de perfectas, nunca son definitivas (...) Leibniz no se equivocó al afirmar que los sistemas son verdaderos por lo que afirman y falsos por lo que niegan. Este mismo es el principio de la filosofía de Coussin, el eclecticismo, que pretendió construir el mejor sistema tomando de cada uno de los anteriores lo que le parecía bueno". Salomón Reinach: |Cartas a Zoe sobre la historia de las filosofías. Trad. española. Nueva Biblioteca Filosófica, XVIII. Madrid, 1928. Vol. I, páginas 8-9.

 

14

Escribe Diógenes Laercio que "los dogmas" de Heráclito son los siguientes: -"Que todas las cosas se hacen por contrariedad, y todas fluyen a manera de rios. Que el universo es finito. Que el mundo es único, es producido del fuego y arde de nuevo de tiempo en tiempo (...) Que esto se hace por el hado. Que de los contrarios, aquel que conduce las cosas a generación se llama guerra y lucha o contención, y el que al incendio, concordia y paz. Que la mutación es un camino hacia arriba y hacia abajo, y según éste se produce el mundo". Diógenes Laercio: |Obra cit. Tomo II, páginas 174-175.

15

Que Empédocles experimentó la influencia de ciertas doctrinas orientales lo demuestra su afirmación de haber cambiado varias veces de naturaleza: |Muchacho fuí y muchacha en otro tiempo;  fuí planta, ave también, fuí pez marino. Sobre su legendaria existencia y sobre su muerte, puede leerse lo que narra Diógenes Laercio: |Obra cit. Tomo II, páginas 151-158.

16

"Decía (Anaxágoras) que el principio de las cosas son las partículas semejantes, pues así como el oro se compone de partes tenuísimas, así también el mundo fue compuesto de corpúsculos semejantes entre sí. Que la mente es el principio del movimiento". Diógenes Laercio: |Obra cit. Tomo I página 92.

17

"Dice que hay infinitos mundos, sujetos a generación y a corrupción. (...) Que los átomos son infinitos, tanto en la magnitud cuanto en el número o muchedumbre. (...) Que todas las cosas se hacen por necesidad, siendo el giro (al que llama necesidad) la causa de la generación de todo. Que el fin es la tranquilidad de ánimo, no la que es lo mismo que el deleite, como siniestramente entendieron algunos, sino aquella por la cual vive el alma tranquila y constantemente, sin ser perturbada de algún miedo, superstición o cualquiera otra pasión de éstas". Diógenes Laercio: |Obra cit. Tomo II, páginas 196-197.

18

Julián Marías y O. Laín Entralgo: |Historia de la Filosofía y de la Ciencia. Ediciones Guadarrama. Madrid, 1964. Páginas 22-23.

19

"El sofista inicia la ciencia del espíritu, que le aparece inseparable del instrumento lingüístico en que ella se expresa. Su interés por la demostración mediante la palabra resulta en dos consecuencias principales: por una parte, la figura del razonamiento lleva a la figura del discurso; y de aquí nace la retórica; por otra parte, la figura del discurso como incorporación del razonamiento lleva a la investigación científica del lenguaje, y de aquí nace la gramática". Alfonso Reyes: |La crítica en la edad ateniense. En |Obras completas, Vol. XIII, página 56. Fondo de Cultura Económica. México, D.F. 1961.

20

Una n clara y amena exposición de la actitud ética de Sócrates se contiene en el libro Los grandes pensadores, de J.E. Cohn, páginas 13-43. Trad. castellana. Editorial Labor, S.A. Barcelona, 1927. Biografía semi-novelada de Sócrates y de su época es la obra intitulada |La vida privada y pública de Sócrates, por René Kraus. Trad. española de la Editorial Suramericana. Buenos Aires 1943.

21

-"Con una burlona modestia ('ironía') se colocaba en actitud interrogante frente ante el interlocutor, que encuentra como la cosa más natural del mundo aquellos conceptos que encierran los más arduos problemas; y durante el curso de la conversación va apareciendo este presunto saber del interlocutor, frente al no saber de Sócrates, como una maraña de contradicciones y oscuridades". Augusto Messer: |Historia de la Filosofía (Vol. I: Filosofía antigua y medieval), página 69. Trad. española. Revista de Occidente. Madrid, 1933.

22

Los escritos de Platón poseen un alto valor literario -por cierto- y se conservan casi en su totalidad. A excepción de Las Leyes, están redactados en forma dialogada, y en ellos Sócrates es el principal interlocutor. Los más importantes diálogos de Platón son los siguientes |Critón (lealtad de Sócrates con la ley), |Gorgias (contra la falsa retórica), |Fedro (la doctrina de las ideas), |Simposion -El banquete- (o "discurso del amor", según Aristóteles), |Fedon (sobre la verdadera inmortalidad), |Timeo (sobre la filosofía natural), |República (sobre el Estado ideal) y |Leyes (el segundo mejor Estado).

23

Lo que, a más del carácter Idealista de su filosofía, contribuye a explicar que los primeros pensadores cristianos, cuyas obras integran la "Patrística", hubieran recurrido a Platón en busca de una fundamentación racional de sus creencias. Lo anterior, sin perjuicio de reconocer lo que escribe Dilthey: -"Después de Cristo se origina una fusión de la filosofía greco-romana con las creencias de revelación procedentes del Oriente. El alejandrinismo judío de Filón, la gnosis, el neoplatonismo y la filosofía de los padres de la iglesia constituyen las formas principales de la teosofía que así surge", Wilhelm Dilthey: |Historia de la Filosofía. Trad. española. Fondo de Cultura Económica. México, D.F. 1951. Página 101.

24

Una de las mejores síntesis expositivas del pensamiento platónico es la que realiza Karl Vorlander: Véase su Historia de la Filosofía, obra ya citada. Tomo I, páginas 94-122.

25

"Con la esfera del ser y de lo esencialmente determinado va unida en cada ser la esfera de lo individual y, por ende, de lo que esencialmente no es necesario, de aquello que 'también podría ser de otra manera'. O para hablar en lenguaje aristotélico: en cada ser se unen 'forma' y 'materia', |morphes e hyle" Ernst von Aster: |Obra cit., página 99.

26

Desde luego, Aristóteles no pudo superar el ámbito de ciertas instituciones sociales de su tiempo, como la esclavitud. La democracia, para él, es patrimonio de los ciudadanos, y estos son aquellos que poseyendo la plenitud de derechos, pueden consagrar su ocio a las "actividades nobles" y, ante todo, al gobierno del Estado. De donde la democracia de Aristóteles es de signo realmente "aristocrático".

27

-"En cierto sentido, la muerte de Sócrates marca la línea divisoria de la cultura griega. Aunque la obra de Platón estaba todavía por llegar, ya se esta de hecho descendiendo hacia las llanuras de la cultura helenística. En el campo de la filosofía, empiezan a surgir nuevos movimientos. El primero de estos se halla directamente ligado con Antístenes, uno de los discípulos de Sócrates. Su nombre está asociado a una paradoja, al estilo de los Eléatas. Según esta paradoja, no es posible formular proposiciones que tengan sentido. A es A, lo que es verdad, por lo cual no vale la pena decirse; o A es B, allí donde B no es A, y esto tiene que ser necesariamente falso. No es sorprendente que Antístenes terminará perdiendo la fe en la filosofía". Bertrand Russell: |La Sabiduría de Occidente. Trad. española. Aguilar, Madrid 1964, página 106.

28

-"Heredero de Demócrito y discípulo de Protágoras aún más que de Sócrates, a pesar de sus afirmaciones irónicas, Aristipo de Cirene asegura que el único criterio de verdad es la impresión del individuo: tan solo las afecciones son aprehensibles, el objeto es un grupo de sensaciones y toda sensación es lo que es; por consiguiente, es verdad lo que así parece al individuo; es bueno lo que le place; el placer es el único fin y la única regla". Jacques Chevalier: |Historia del Pensamiento. Trad. española. Aguilar, Madrid 1958. Volumen I, páginas 172-173.

29

-"La filosofía estoica abarca un período de unos cinco siglos. Durante ese tiempo, sus doctrinas experimentaron considerables cambios. Lo que mantiene aglutinado al movimiento, sin embargo, es su enseñanza ética, que permaneció siempre sensiblemente la misma. Este aspecto del estoicismo tiene su origen en el modo socrático de vivir. El valor frente al peligro y el sufrimiento, la indiferencia respecto a las circunstancias materiales, son virtudes que los estoicos tuvieron en mucho. Indiferencia y resignación que han dado a la palabra estoico su moderna significación. Bertrand Russell:
|Obra cit., página 110.

30

Esta "filosofía de los hombres" es para Séneca de carácter esencialmente ético y pasivo. En su tratado De Providencia, el filósofo cordobés intenta demostrar que "nada malo puede ocurrir a un hombre bueno" (II); que "no son males aquellos que lo parecen" (III); que "las prosperidades se abajan hasta las almas viles y plebeyas, mas reducir a la impotencia las calamidades y las cosas que son el terror de los mortales, es propio del varón magnánimo" (IV); que "de ningún modo puede Dios mejor desautorizar las cosas deseadas como otorgándoselas a los deshonestos y quitándoselas a los buenos" (V) y que "la felicidad consiste en no necesitar la felicidad" (VI).

31

-"En Epicuro se agota la vitalidad de existir. Desde luego, distingue entre placeres activos y pasivos, pero concediendo a los últimos una posición predominante. Se experimenta el placer activo al esforzarse por alcanzar algún fin placentero, bajo el impulso motriz del deseo por la cosa que falta. Pero una vez conseguido el objetivo, se logra el placer pasivo en la ausencia del deseo ya satisfecho. Es un deleite anestésico en un estado de saciedad". Bertrand Russell: |Obra cit., página 108.

32

-"El escepticismo no sólo destruye; (...) su crítica es la introducción necesaria, la bienhechora propedéutica a una tarea constructiva de probado valor, fundada en el buen sentido, o en la intuición; en la acción o la experiencia. En este sentido es verdad fundamental que la búsqueda escéptica abre el camino a la certeza, que es el órgano de la verdad y que toda filosofía digna de tal nombre comenzó por ahí: la historia de veinticuatro siglos nos da la prueba de ello". Jacques Chevalier: |Obra citada, página 444.

33

-"Tomando de Platón su distinción fundamental de lo sensible y lo inteligible, Filón concibe la inteligencia humana como una parcela separada de la inteligencia divina, y pretende encontrar en la Biblia toda la historia del alma, que se aleja o se aproxima a Dios, según que se aproxime o se aleje del cuerpo. Su idea rectora es la de un Dios transcendente, en comunicación con el mundo y con el hombre por toda una serie de intermediarios, potencias activas que proceden de Dios y que son como (...) las razones invisibles y también las virtudes y las gracias de Dios". Jacques Chevalier: |Obra cit., Página 505.

34

Plotino comprendió claramente hasta qué punto era abstracta la noción fundamental de su sistema místico-filosófico. Así, en la Enéada VI (3), escribió lo siguiente: -"Que será, pues, lo Uno, y qué naturaleza tendrá? No es nada extraño que no resulte fácil decirlo, puesto que no es fácil decir qué es el ser, ni qué es la idea, aunque nuestro conocimiento se apoye sobre ideas". Sobre el pensamiento de Plotino, y su significación, consúltese la obra que le consagra Jorge Mehlis: |Plotino, volumen VI de la colección "Los filósofos" de la Revista de Occidente. Madrid, 1931 (Traducción del alemán por José Gaos). 

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