APRENDIZAJE Y CONDUCTA COMPLEJA

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Traducción de Gerardo Primero de la Revisión de Shull de "Aprendizaje y conducta compleja"
por Donahoe y Palmer

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Los estudiantes que toman un curso de "psicología cognitiva" probablemente se encuentran con investigaciones acerca de la percepción, la memoria, la resolución de problemas y el lenguaje. Los estudios suelen ser con humanos normales. Las interpretaciones teóricas suelen usar el lenguaje del procesamiento de información, y se relacionan con los modelos de la inteligencia artificial y los de la neurociencia cognitiva (que acepta las categorías cognitivas y busca identificar sus bases neurológicas). En contraste, los estudiantes que toman un curso de "procesos básicos del aprendizaje" probablemente se encuentran con investigaciones de condicionamiento clásico y operante, realizadas en su mayoría con animales no humanos, y cuando se extrapola a humanos se suelen tomar fenómenos relativamente simples como la enseñanza de habilidades simples a niños con retardo mental, o el tratamiento de fobias. Rara vez oirán sobre los procesos neurológicos o modelos computacionales.

Los estudiantes encontrarán los fenómenos cognitivos en un curso, y los fenómenos del aprendizaje en otro. Esto puede dejarles la impresión errónea de que los psicólogos que usan términos como reforzamiento o control estimular están desinteresados o son incapaces de explicar fenómenos cognitivos más complejos como recordar, hablar o resolver problemas. Los términos conductuales pueden parecer aplicables sólo en un campo limitado, aislado de los desarrollos de la neurociencia y la computación.

El libro de Donahoe y Palmer se propone explicar las conductas complejas a partir de un conjunto de principios organizadores. Los hallazgos generados por la psicología cognitiva y la psicolinguística pueden interpretarse como productos de historias de aprendizaje que involucran procesos de selección conductual, relativamente simples y generales. Además, intenta mostrar cómo esos procesos básicos de aprendizaje pueden derivarse de principios aún más básicos que se establecen en la investigación neurofisiológica. Estas derivaciones se realizan mediante un modelo computacional conocido como redes adaptativas, que se construyen a partir de elementos simples indiferenciados (y no mediante las unidades altamente modularizadas típicas de los modelos tradicionales de inteligencia artificial).

Shull comenta 4 temas del libro: seleccionismo, interpretación, reforzamiento, memoria.

 

Seleccionismo

Donahoe y Palmer contrastan dos abordajes para explicar las conductas complejas: uno postula procesos complejos especializados, y el otro asume que la complejidad surge de la selección de pequeñas ventajas a partir de procesos relativamente simples y generales. El marco explicativo seleccionista asume que hay algún medio de generar variación, selección de algunas variantes sobre otras, y retención de las variantes seleccionadas que acumula los efectos de las selecciones pasadas. La explicación seleccionista se aplica a diversos fenómenos (la estructura del universo, la evolución biológica, la evolución de prácticas culturales), pero los detalles acerca de qué y cómo se selecciona varían de un campo a otro. Las explicaciones seleccionistas reemplazan a las explicaciones basadas en procesos inferidos y especializados. Hay limitaciones en las explicaciones seleccionistas: la imposibilidad de someter a una análisis experimental la historia de selección en el ambiente natural, el conocimiento incompleto de las condiciones iniciales y la historia completa de selección. Sin embargo, ningún otro abordaje ofrece una explicación del origen de procesos complejos evitando el uso de principios organizadores gratuitos que postulan la misma complejidad que tratamos de entender.

 

Interpretación

Donahoe y Palmer cuestionan la postulación de principios organizadores inferidos, y a la vez defienden la importancia de lo que llaman "interpretación científica". Los efectos de eventos bioconductuales, ya sea que se los mida o no, son en principio verificables mediante análisis experimentales, pero muchos problemas de conveniencia o limitaciones tecnológicas pueden impedir la medición. En tales casos podemos elegir entre dos opciones: negarnos a incorporar en la explicación los eventos no observados y sólo incluir relaciones que pueden demostrarse con las técnicas disponibles, o tratar de hacer inferencias acerca de la existencia y el funcionamiento de los eventos no observados. Algunos autores en el campo del análisis conductual defienden el uso disciplinado de eventos inferidos en las explicaciones causales, otros no. Ambos bandos se apoyan en la tradición del pragmatismo, según la cual los objetivos del trabajo científico son aumentar nuestra capacidad de predecir y controlar fenómenos de interés y lograr un mayor grado de integración conceptual de manera que fenómenos diversos puedan verse como variaciones de un patrón común. La integración conceptual promueve lo que Mach denominó "economía de pensamiento": permite manejar con más eficiencia los fenómenos naturales. A menudo una estrategia que promueve el objetivo de integración conceptual también promueve los objetivos de predicción y control, pero en otros casos no (al menos no inmediatamente), y entonces la elección depende de qué objetivo pragmático se valora más (la predicción y el control, o la integración conceptual).

Quienes valoran más la predicción y el control, probablemente desestimen las explicaciones que apelan a eventos inferidos, porque para ese objetivo la explicación más útil es la que especifica cómo se relacionan entre sí los eventos medibles. Incluso los esfuerzos para construir inferencias pueden distraer de esfuerzos para descubrir relaciones entre eventos medibles (por ej., entre la probabilidad de la conducta y los eventos ambientales inmediatos o remotos).

Por otro lado, hay beneficios potenciales de otro tipo para la inclusión de eventos inferidos en las explicaciones de la conducta: puede lograrse un tipo de parsimonia conceptualizando un fenómeno poco conocido como una instancia de un tipo más general y familiar (por ej., conceptualizar una conducta como relacionada a un ED o un EC aversivo, aunque no se encuentre tal E). Skinner usó estos tipos de eventos inferidos en sus interpretaciones de fenómenos complejos (autoconsciencia, autocontrol, resolución de problemas y conducta verbal). Por ejemplo, la conducta verbal autoclítica y la edición se consideran evocadas por la estimulación de etapas incipientes de otras conductas verbales. Otros ejemplos son las explicaciones basadas en E y R inferidos de los fenómenos perceptivos (Schoenfeld y Cumming 1963), los mecanismos de defensa (Hefferline 1962, Sidman 1989), la consciencia (Sidman 1989), el aprendizaje de habilidades (Keller 1958) y los fenómenos atencionales (Dinsmoor 1985). Skinner en ciertos momentos de su obra valora más la predicción y el control y cuestiona el uso de E y R inferidos, y en otros momentos valora más la integración conceptual y realiza interpretaciones más cercanas a otros autores conductuales (como Hull, Guthrie y Miller) que intentan interpretar la conducta compleja mediante un conjunto limitado de procesos de aprendizaje, haciendo un uso disciplinado de E y R inferidos.

La interpretación no carece totalmente de implicaciones prácticas, ya que al conceptualizar fenómenos poco familiares en términos familiares, la nueva conceptualización indica variables potencialmente efectivas que de otra forma podrían no ser notadas.

Es necesario distinguir un uso científico y disciplinado de la interpretación de la especulación desenfrenada. Tanto la interpretación como la especulación incluyen eventos inferidos, pero difieren en los eventos que es legítimo incluir. Las interpretaciones científicas se limitan a eventos o procesos de cierto tipo cuya existencia se ha establecido mediante análisis experimental. Las interpretaciones pueden incluir eventos y procesos ocultos a la observación, pero no de un tipo oculto a la observación. Las explicaciones especulativas no tienen este requisito. "Cuando tratamos de explicar la conducta fuera del laboratorio sólo con principios derivados de un análisis experimental, estamos interpretando. Cuando esos principios son insuficientes e inventamos principios suplementarios, estamos especulando. La interpretación de fenómenos fuera del laboratorio es parte de la tarea científica, la especulación puede sugerir líneas de investigación pero no debe confundirse con la interpretación, ya que no se limita a principios derivados experimentalmente."

Una interpretación verbal se presenta en forma narrativa, usando una versión técnica del lenguaje ordinario, suplementado a veces con diagramas. Una interpretación formal permite derivaciones más precisas, el tipo más usual es la simulación en computadora, en la cual un programa aplica los principios establecidos experimentalmente y determina si son suficientes para generar las conductas complejas observadas en la naturaleza. Este uso de la simulación se distingue de la inteligencia artificial, cuyo objetivo es imitar una conducta compleja sin el requisito de que las instrucciones se limiten a principios bioconductuales.

El libro utiliza interpretaciones verbales y formales para demostrar que unos pocos principios básicos (como el reforzamiento condicionado y el control discriminativo) son suficientes para explicar una variedad de conductas complejas (formación de conceptos, equivalencia de estímulos, generalización transmodal, atención, conducta verbal, memoria, resolución de problemas). Muchos eventos de las explicaciones son inferidos más que observados, pero se conservan dentro de los límites de la interpretación.

 

Reforzamiento

Los autores presentan un principio unificado del reforzamiento, que se aplica al condicionamiento clásico y al operante, y que se basa en la discrepancia. Identifican los procesos neurales que subyacen los efectos conductuales del reforzamiento. El efecto del reforzamiento es seleccionar una relación conducta-ambiente, más que incrementar la tasa de emisión de la respuesta reforzada. Lo que se selecciona es siempre una relación ambiente-conducta, es la capacidad de un patrón de estímulo particular para evocar un patrón de respuesta particular, y nunca una respuesta sola.

El problema es que a menudo no hay ningún cambio estimular identificable que preceda calda instancia de una operante. Aunque Skinner inicialmente trató a la conducta operante como siendo elicitada por un estímulo, pronto argumentó que la conducta operante es "esencialmente un fenómeno emisivo" (Skinner 1950), cuya medida apropiada es la tasa de emisión. Skinner no consideraba que un estímulo evocativo necesariamente precede a cada instancia de una operante, ni que el reforzamiento fortalece una relación E-R. Una cuestión interesante es qué diferencias prácticas surgen según la perspectiva adoptada: la del fortalecimiento de relaciones E-R o la del aumento de la tasa de emisión. El modelo de redes adaptativas de Donahoe y Palmer se basa en conexiones elementales análogas a las relaciones E-R. El programa reacciona a ciertos tipos de discrepancias (análogos al reforzamiento) cambiando los valores de ciertas conexiones E-R. Los autores justifican el modelo en su interpretación de la evidencia neurológica, y consideran que el éxito de las simulaciones en generar análogos de conductas complejas apoya un principio del reforzamiento como fortalecimiento de relaciones E-R. Sin embargo esa interpretación de hallazgos neurológicos es cuestionable: las investigaciones de Stein muestran que la tasa de disparos espontáneos de células neurales puede incrementarse si se inyecta un neuroquímico luego de los disparos espontáneos. Stein describe estos hallazgos como un análogo neural del reforzamiento como aumento de la tasa de emisión, no como fortalecimiento de la conexión E-R.

 

Recordar y resolver problemas

El análisis conductual ha criticado el uso de constructos hipotéticos para interpretar los fenómenos de la memoria (por ej., codificación, almacenamiento, recuperación). Pero el rechazo de un marco teórico no implica un desinterés en el objeto de estudio.

Los autores dedican dos capítulos al tema: el primero se ocupa de rememorar (reminding) y el segundo de recordar (remembering). Los autores usan el primer término para referirse a instancias de control estimular: un estímulo, mediante el condicionamiento, se vuelve capaz de evocar una respuesta, y cuando reaparece el estímulo o una parte de él, la respuesta vuelve a ser evocada. El fenómeno es el control ambiental de la ocurrencia de la respuesta. El segundo término se aplica a casos más complejos, que parecen escapar a la interpretación del control estimular. El ambiente puede no proveer un estímulo suficiente para evocar la respuesta, por lo que el individuo tiene que hacer algo más para que la respuesta ocurra. Tal conducta previa produce ED que evocan la respuesta apropiada. Por ejemplo, si me preguntan qué comí a la mañana, puede ayudarme recorrer la cocina, o imaginar lo que hice desde que me levanté. Este segundo tipo de memoria tiene como rasgo esencial que el organismo debe hacer algo antes de que ocurra la respuesta, y el término "recordar" sugiere un rol más activo para el organismo. Tal conducta puede denominarse precurrente: altera las variables que hacen más o menos probable la ocurrencia de otra conducta, por ej. generando estimulación suplementaria. Skinner discute el rol de la conducta precurrente respecto al autocontrol, la toma de decisiones y la resolución de problemas. El "algo más" de esas conductas complejas no es algo distinto de la conducta, sino una conducta operante adicional. Parte de nuestra conducta puede alterar las variables que controlan otras partes.

La conducta precurrente del recordar se relaciona con la resolución de problemas y la conducta verbal. Al igual que la resolución de problemas en general, recordar implica generar estímulos suplementarios para aumentar los efectos del contexto actual de manera que la respuesta objetivo se vuelva más fuerte que otras respuestas competidoras.

El recordar es una habilidad que se adquiere. La conducta precurrente se moldea como cualquier operante, y su efectividad varía entre individuos o situaciones.

Los estudios conductuales se han centrado más en el rememorar que en el recordar. Escribe Watkins: "los mediacionistas no hicieron justicia al mundo de estímulos de quien recuerda, los conductistas ignoraron el rol del control voluntario de quien recuerda. Se precisa una perspectiva más equilibrada: la memoria sirve una función biológica, y para comprenderla adecuadamente se debe considerar tanto las necesidades de quien recuerda como la naturaleza del mundo real". Ese "control voluntario de quien recuerda" es la conducta precurrente, ya que es una operante, y "la conducta operante es el campo mismo del propósito y la intención" (Skinner 1974). Estas interpretaciones posibilitan que el análisis conductual contribuya a la literatura empírica en estos tópicos, y crear alianzas productivas con aquellos psicólogos cognitivos que cuestionan los excesos de teorización especulativa que a veces caracteriza su campo.

Aprendizaje y conducta compleja , Traducción de Gerardo Primero de la Revisión de Shull de "Aprendizaje y conducta compleja", por Donahoe y Palmer.
Disponible en: http://www.comportamental.com/articulos/30.htm 

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