LA UNIVERSIDAD EN LA CÁRCEL

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Horacio José Corbacho
Sebastian María Llaneza
Juan Alberto Paiz
Hector Marcelo Pesaro
Horacio Senet
 
Alumnos de la Carrera de Sociología de la Unidad N°2 - Cárcel de Villa Devoto 

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VI jornadas de Sociología de la U.B.A

Buenos Aires 20 al 23 de octubre de 2004.

Docentes
Lic. Gustavo Moscona - Lic. Melina Vázquez

 

INTRODUCCIO
El siguiente trabajo tiene como objeto que sus lectores puedan introducirse, aunque sea a través de este medio, en un mundo nuevo y totalmente distinto - incluso poco conocido en cuanto a algunas formas y modos de vida - que es el de los internos privados de su libertad alojados en la UNIDAD PENAL N 2. "Villa Devoto".
Para establecer pautas de descripción, lo primero que debemos puntualizar es que quienes nutren este informe somos no solo observadores, sino también participantes dentro de la vida de este penal. Los mismos vemos, vivimos y sentimos las mismas situaciones propias de la teoría del encierro, desde el lugar de alojamiento de cada uno, donde, si bien es cierto que las pautas disciplinarias y a cumplir son las mismas, éstas se viven de distinta manera. El punto de distinción son las pautas de convivencia propias desarrolladas en cada uno de los pabellones en los que residimos.
El punto en común, es la "movida" que se desarrolla en el Centro Universitario Devoto, al que asistimos todos los integrantes del equipo de trabajo.
Dada la variedad, cantidad y diversidad de aspectos que pueden observarse, creemos que resulta necesario acotar muy claramente las condiciones iniciales de partida, es decir:

• Descripción y limitaciones del equipo de trabajo.

• Aspectos a observar.

• Metodología utilizada.

De la objetividad, profundidad y perspicacia de las observaciones que podamos realizar, así como de un análisis inteligente, dependerá la validez, calidad y cantidad de las conclusiones a las que podamos arribar.

 

1. PUNTOS DE PARTIDA.
Deberemos comenzar, indudablemente, por el análisis de los puntos indicados más arriba, que servirán de base para el trabajo a realizar.

 

1.1. Descripción y limitaciones del equipo de trabajo
El equipo está formado por cinco integrantes, alojados en distintos pabellones (sectores de la prisión). Ello implica que, salvo en los momentos que compartimos en el Centro Universitario Devoto (en adelante llamado el CUD), no tenemos contacto personal alguno, lo que nos limita en cuanto a nuestras posibilidades de interactuar. Y, dentro del CUD, nuestro nexo de unión más importante es el compartir el estudio de la carrera de Sociología, dependiente de la Facultad de Ciencias Sociales de la U.B.A.

Nuestra asistencia al CUD puede ser, normalmente, de lunes a viernes, en el horario de 9:30 a 18 horas. A éste tiempo debe restársele el ocupado por clases y actividades - no iguales para todos -, tiempo de almuerzo y en especial, los días de visita, en los que el visitado no "baja" al Centro. - bajar tiene que ver con que los pabellones están ubicados en pisos altos -.

Por otra parte, el tiempo del que disponemos cuando permanecemos en los pabellones debe ser utilizado, en parte, para limpiar, lavar ropa, cocinar, descansar, etc., lo que limita los momentos que podemos dedicar a la observación.

El grupo es heterogéneo, formado por hombres cuyas edades varían desde los treinta hasta los sesenta y dos años. También varían los motivos y tiempos a cumplir de condena, tiempos de detención soportados y pendientes de cumplimiento, grupos originales socioeconómicos de pertenencia, actividades previas, formaciones educativas, etc. Esto, que podría parecer una limitación, estimamos que puede resultar un beneficio en el largo alcance, pues así puede resultarnos más sencillo detectar cuándo alguna observación personal pueda ser debida a nociones previas o a prejuicios.
También son heterogéneos los alojamientos en los que vivimos, así como lo es la constitución de las poblaciones que los habitan, por lo que varían sus edades, grupos de pertenencia, "pautas de convivencia en la prisión", etc. Se hace claro que debemos prestar especial atención a contra qué ejemplos contrastaremos nuestras observaciones.

Utilizando la metodología desarrollada por Weber, nos parece que resultaría conveniente la constitución de algunos "tipos ideales" para utilizar como referencia. Se entiende que la construcción de éstos tipos ideales debe realizarse a priori del inicio del trabajo de campo, y sobre la base del conjunto de experiencia que ha adquirido el grupo de trabajo en su vida carcelaria. Otra limitación, y no menor, es que éste es nuestro primer trabajo de campo dentro de lo sociológico, por lo que es de esperar que podamos cometer errores que no se les escaparían a observadores más avezados.

 

1.2. Aspectos a observar
Dada la heterogeneidad del medio en el que nos movemos y nuestra falta de conexión permanente, nos limitaremos a diferenciar los "tipos ideales" a crear, los que resultarán de utilidad para trabajos futuros más en profundidad.

Se buscarán aspectos que "marcan" diferencias entre los distintos tipos, evitando, en ésta etapa, incursionar en un exceso de detalle, que no nos permitiría diferenciar las categorías más importantes. Debemos aclarar que hay características transversales a ésta clasificación (subdivisión entre detenidos procesados y condenados, primario o reincidente, etc.), así como subgrupos, cuyo análisis sobrepasaría nuestras posibilidades de tiempo disponible y que, además, no afectarían a la esencia de este informe.

Para ello, observaremos individualmente, y luego compararemos, descripción del ambiente físico; tipos de vestimenta; actitud corporal; formas de hablar; tipos de relación con el cuerpo; tipos de consumo y formas de referirse a terceros sociales, "superiores" e "inferiores".
Este trabajo se realizó entre la segunda quincena de julio y la primera de agosto de 2.004.

1.3. Metodología utilizada
El método a utilizar será el de la observación participativa. Además - y en la medida de lo posible y prudente -, se realizarán entrevistas individuales y charlas grupales que permitan recolectar material en bruto para procesar. El objeto es conservar en el trabajo la mayor "frescura" posible, evitando el exceso de interpretaciones personales. Desde ya, debemos descartar la posibilidad de utilizar grabadores o confeccionar "diarios de campo" dadas las restricciones impuestas por el Reglamento Interno.
Posteriormente, y en base al material disponible, se buscará extraer conclusiones.

2. DESCRIPCION DEL AMBIENTE FISICO.
La construcción de este penal data de 1920, siendo su diseño original estructurado para utilizarse como hospital. (-fuente- informe anual 2003-. Procuración Penitenciaria)

Es un edificio antiguo, que recuerda a la construcción hospitalaria de la época, cuyo espacio edilicio se encontraba dividido en edificios separados, por especialidades. Resulta deficitario en cuanto a su capacidad, pues cuenta con alojamiento para 1.598 plazas, no obstante lo cual, su población es de alrededor de 2.400 internos. (-fuente- informe anual 2003-. Procuración Penitenciaria) Esto muestra un sistema colapsado, donde al hacinamiento y malas condiciones de vida son caldo de cultivo para una convivencia conflictiva y violenta, pues la falta de "intimidad y espacio propio" produce constantes fricciones.

En cuanto al personal del Servicio Penitenciario Federal (SPF en adelante), la dotación de personal superior es de 120 agentes, y la del subalterno de 726 plazas, con una muy baja cantidad de profesionales especializados. (-fuente- informe anual 2003-. Procuración Penitenciaria)

Las situaciones violentas se reflejan en las 180 a 220 sanciones disciplinarias mensuales aplicadas, en el índice de muertes - que se ha incrementado ostensiblemente -, no sólo por enfrentamientos entre internos y los guardias, sino, especialmente, por enfrentamientos entre los internos entre sí, así como por graves deficiencias en la atención medica, tanto curativa - por falta de atención y por el descuido y la baja calidad profesional de médicos y enfermeros - como por la total ausencia de medidas preventivas, como inexistencia de programas de vacunaciones, desinsectaciones, desratizaciones, descuido en la higiene de los tanques de agua, mal manejo de los desperdicios, etc. En el caso del Hospital Penitenciario Central (HPC), se observa, además de hacinamiento, falta de higiene y mezcla de enfermos infecto contagiosos con traumatizados y crónicos. (-fuente- informe anual 2003-. Procuración Penitenciaria)

No todos los pabellones son iguales en cuanto a su funcionalidad. Las deficiencias edilicias, falta de agua caliente, sanitarios deteriorados o faltantes, ventanas sin vidrios, cocinas derruidas, etc., hacen que las desigualdades fomenten las condiciones de resentimientos entre aquellos que poseen "beneficios" y quienes no los poseen. Es importante mencionar que las tareas de reparación de revoques y pintura no solamente deben ser realizadas por los internos, sino que también ellos deben proveer los materiales necesarios por medio de colectas u obtención de donaciones.

La cocina central se halla fuera de servicio, por lo tanto se entregan alimentos crudos, hecho que, en conjunto con lo insuficiente y poco variado de estas entregas exiguas y las escasez de instalaciones para cocinar, conspiran contra el mantenimiento de la salud de los detenidos. A fin de mantener un mínimo nivel de nutrición, las familias deben proveer los alimentos faltantes, así como parte de las medicaciones que se utilizan. Siendo esta una unidad de máxima seguridad, no prevé la recreación al aire libre, sufriendo los internos de una calcificación deficiente. (-fuente- informe anual 2003-. Procuración Penitenciaria)

Cada edificio está identificado como una planta, las que están numeradas desde la N°1 hasta la N°6.
Estas plantas tienen en su mayoría 4 pisos (cada piso llamado Pabellón o piso con pabellones). Más adelante notaremos su diferencia; las tres primeras (1,2,3), con una capacidad de 80 camas por pabellón. Todos los pisos son colectivos, con camas cuchetas dobles (alta y baja) enfrentadas en grupos de a veinte, con 1 metro de separación entre camas. Tienen 3 duchas, 3 W.C. y un sector con 4 piletas de lavar, utilizadas para higiene personal, de ropa, alimentos y utensilios de cocina. Los baños se encuentran del lado izquierdo y a la derecha un comedor, en el que hay una cocina con 8 hornallas y, en algunos casos, hasta 2 teléfonos públicos.

En primer lugar comenzaremos con la planta N°1, que contiene a los Pabellones 1º,2º,3º y 4º. En este lugar se encuentran alojados aproximadamente 400 - internos. Es conocida como "La Villa", nombre que se le da por tener alojados a internos que, en su mayoría, no gozan de buena conducta. El edificio está deteriorado.

En paralelo a la Planta N°1 se encuentra la Planta N°2, con los Pabellones 5º,6º,7º y 8º, a los que podríamos denominar "el Corazón de la Villa". En esta planta se alojan aproximadamente 270 internos. Es decir que encontramos alojados menos cantidad que en la anterior, aunque tienen la misma capacidad. Esto se explica porque convivir allí es más difícil, pues como dijimos, se trata del corazón de la villa, donde mantienen su alojamiento las personas más fuertes. Cuando decimos "fuerte", nos referimos a personas decididas a afrontar cualquier peligro, sin importarles cuáles puedan ser las consecuencias. Sus condiciones edilicias son, con mucho, las peores de todo el penal.

Enfrentando a la Planta Nº 2 encontramos a la Planta N°3: Esta es la más poblada, pues se encuentran alojados allí aproximadamente 650 internos. Es una planta en la que se dan fuertes condiciones de hacinamiento. Contiene a los Pabellones 9º,10, 11 y 12. En la planta baja se encuentra el Pabellón 9º, en el que se alojan gerontes. - personas de más de 50 años -,con una dotación de 80 internos. En el piso superior se encuentra el pabellón 12, llamado de Ingreso, lugar donde hay 80 camas y deben vivir entre 340 y 370 personas, con un espacio en donde no podrían vivir más de 85 internos. Este es el pabellón con más ociosidad y hacinamiento del penal.

En el centro de la unidad encontramos la Planta N°4, que desde hace 19 años aloja al C.U.D. (CENTRO UNIVERSITARIO DEVOTO), donde concurren estudiantes que cursan diferentes carreras como, ABOGACÍA, PSICOLOGÍA, CIENCIAS ECONÓMICAS, SOCIOLOGÍA Y el C.B.C. También se dictan cursos extra-curriculares, como los de computación (Windows, Excell y Access por medio de docentes de la Facultad de Ciencias Exactas), Periodisno, Literatura y Teatro a cargo del Centro Cultural Rojas, Teología, Apreciación Cinematográfica y conferencias a cargo de invitados especiales. Originalmente, y antes que los mismos presos-estudiantes construyeran el CUD, esta planta estaba destinada a "menores", pero fue desafectada luego de resultar muy dañada por un incendio.

En el otro extremo encontramos la Planta N°5, a la cual llamamos celulares, ya que los Pabellones están divididos en celdas con 4 camas. En la planta baja se encuentran las celdas de corrección (calabozos) donde son llevados los internos que cometen alguna falta, como peleas con elementos corto punzante (facas o fierros), o por cualquier otra contravención del Reglamento. Sobre este piso se encuentran los Pabellones llamados celulares 1º,2º,3º,4º y 5º.

 

Detrás de ésta encontramos la Planta N°6 . En su parte baja está el pabellón de enfermos de H.I.V. que, a diferencia de todos los pisos, podríamos decir que funciona como una unidad aparte, ya que prevé la atención minina a los enfermos portadores y con serología positiva de H.I.V. (si bien también se encuentran portadores de este virus dispersos en los pabellones comunes). Sobre esta se encuentran los pisos 1, 2 y 3, cada piso tiene 8 pabellones de 14 camas, donde se encuentran alojados aproximadamente 112 internos por piso.

En el primer piso hallamos ocho pabellones, unidos por un pasillo o corredor de uso común, a su vez dividido por una reja, que los separa en dos bloques de cuatro pabellones cada uno.

En el 2º piso de la Planta Nª6 viven aproximadamente 112 internos. Podemos decir que esta super poblado, acorde a las comodidades que brinda el alojamiento. Pero esto no parece importar a los internos, ya que "pagar el precio de vivir cómodo" es conveniente a la hora de tener tranquilidad.

Otros sectores importantes del penal a tener en cuenta, son los Patios y las Leoneras.
En los patios se mezcla la población de los pabellones de cada planta en ocasión de las visitas, y en las raras ocasiones en las que se disfruta de recreos (en general, solo un par de horas una vez por semana, y no siempre). Sin embargo, el SPF pone un énfasis especial en no permitir que se mezclen internos de plantas distintas, no solamente cuando se acude a los patios sino, también, cuando se transita por los pasillos de la prisión. El motivo aparente es el evitar conflictos.

Sin embargo, en las leoneras - lugares de espera a los que se lleva a los internos previo a los traslados a juzgados, hospitales o, a veces, trámites internos del penal (judiciales, sociales, odontología, etc.) - se entremezclan sin límite alguno internos de todas las plantas y algunas veces pueden producirse roces o peleas, - en realidad, poco frecuentes - lo que indicaría que la segregación que se produce en el uso de los patios no es la mejor política sino que, por lo contrario, es un factor que podría atentar contra la futura "resocialización" de los internos.

El Servicio Penitenciario Federal cuenta con un espacio físico destinado a educación, donde, por medio de un convenio firmado con el Colegio "Tomas Espora" Nº 13, se dicta enseñanza primaria a cargo de docentes del S.P.F para 250 vacantes, pero en realidad solo anotan a 120 internos aproximadamente. Las clases se desarrollan en 5 aulas, pero en un solo turno. En estas mismas instalaciones se brinda enseñanza secundaria a 70 alumnos aproximadamente. Por la tarde, éstas aulas están desocupadas, con lo que entendemos se pierde la oportunidad de aumentar las vacantes disponibles. Si observamos que en el mes de marzo de 2004 se recibieron 1300 pedidos de audiencia para la enseñanza primaria y secundaria de parte de los internos, podrá verse por simple deducción que la posibilidad de acceder a una educación es poca, y resulta insuficiente en función de la cantidad de internos interesados en obtenerla.

Los analfabetos merecen un capitulo aparte, atento a que su instrucción es obligatoria según las leyes de educación nacionales. El grupo se compone de aproximadamente 25 internos. No se dispone de información respecto a la población de "analfabetos funcionales". La misma observación puede hacerse respecto a las posibilidades de trabajo. A efectos de poder acceder a los beneficios de salidas anteriores al cumplimiento total de la pena, según lo estipulado por la Ley de Ejecución Penal Nº 24.660, el interno "debe trabajar" en alguno de los talleres del penal: carnicería, panadería, mantenimiento automotor, plomería, sastrería, carpintería, cocina de oficiales, cocina de suboficiales, herrería, jardinería, administración, etc., los cuales, entre todos, no llegan a cubrir mas de 100 vacantes, hecho que demuestra lo perverso del sistema de premios para quienes no pueden trabajar y tampoco se les brinda la posibilidad de estudiar. Por otra parte, si se tiene en cuenta que el sistema penal debe "rehabilitar" al preso y facilitarle las condiciones para lograr una reinserción social exitosa, se supone que debe recibir una capacitación laboral, que tal como se ve, no solo es inexistente, sino, además, utópica, pensando en términos de futuro.

Dentro de este contexto de desigualdades se erige como una isla de la cultura y anclaje a la realidad, el CENTRO UNIVERSITARIO DEVOTO, que permite, a través de la posibilidad de capacitación en el ámbito universitario, visualizar una salida real y efectiva del círculo "delito - cárcel - delito", así como la posibilidad que brinda como "seguro de salud mental", al permitir escapar al aburrimiento, al ocio destructivo y a los problemas de los pabellones.

3. LA POBLACION PENAL.

La población carcelaria se encuentra mezclada, no sólo por su situación procesados y/o condenados - sino también por su delito - carátula - y también por su tiempo de detención y por la pena a cumplir. De tal forma podrá encontrarse en un mismo pabellón tomado al azar, aquel interno "primario", el "reincidente", el "procesado", el "lavado y planchado" (preso ya con condena firme), el "chorro" (ladrón o asaltante), el "transa" (narcotraficante), el "estafeta" o "loco de la lapicera" (estafador), el "violín" (violador), el "secuestro" (secuestrador), "los que tienen el bicho" (enfermos de SIDA), los "parias" (presos que no cuentan con recursos propios ni reciben paquetes del exterior); el que esta por irse o el que esta a perpetuidad.

Todas estas clasificaciones actúan como subcategorías que generalmente producen pautas de comportamiento distinto, generan niveles jerárquicos diferentes en el status del preso en los pabellones y, a menudo, son motivo de "privilegios", cuyo detalle dejaremos para mas adelante. Por sobre todas estas subcategorías, sobrevuela una primera distinción de categorías: aquella que se marca entre "los chorros" (delincuentes habituales o personas del ambiente) y "los giles" (delincuentes casuales y/o primerizos).

Los presos "VIP", merecen un capitulo aparte, atento a que por su fama y trascendencia, el SPF (los Cobanis, La Gorra, Los Ratis, los Grises) se toma la "precaución" de alojar a estos personajes en pabellones especiales: sistemas semi abiertos - fuera del perímetro de seguridad - que por sus características y por la Ley de Ejecución Penal corresponden a internos que se hallan en uso de algún beneficio - salidas transitorias -, pero que en estos casos se les otorga a estos detenidos tal situación, a efectos que no se junten con los "indeseables" del resto de la población.

Si bien hay conclusiones que quedan reservadas a la perspicacia del lector, este se dará cuenta que la cárcel no ha sido diseñada para "ricos y famosos". Solamente podrán contar con el privilegio de conocer este nuevo mundo o reino animal, los estratos mas bajos de la sociedad, o sea "los pobres", no sea cosa que algún miembro del "jet-set" se encuentre con el "eslabón perdido". De alguna manera, éste tipo de situaciones de desigualdad no sólo ante la ley, sino ante la sociedad, justifican un dicho muy popular entre los presos: "la Justicia es como las víboras, sólo pican a los que andan en patas".

4. OBSERVACIONES Y ENTREVISTAS
4.1. Definición de los "tipos puros"
De acuerdo con la experiencia de los miembros del grupo, corroboradas tanto por la convivencia diaria como por las observaciones realizadas, podemos diferenciar dos categorías, que contendrían tres "tipos puros"

La categoría de "los Chorros", subdividida en "la vieja (los viejos chorros)" y "la nueva generación (los pibes chorros)", y la categoría de "los giles". Como habíamos dicho, definiremos sus características más típicas en cuanto a tipos de vestimenta; actitud corporal; formas de hablar; tipos de relación con el cuerpo; tipos de consumo y formas de referirse a terceros sociales, "superiores" e "inferiores".

 

Los viejos chorros

Son aquellos internos que llevan más tiempo detenidos, tanto en una como, en varias condenas sucesivas.

La vestimenta de los viejos chorros suele ser poco ostentosa, si bien pueden usar ropas de calidad (se busca el perfil bajo, pasar lo menos apercibido posible). Para ellos, "tener dentro de la cárcel" no es lo principal. La vestimenta refleja el buen o el mal pasar económico de cada uno, por ejemplo, zapatillas, equipos deportivos, relojes, etc.

Su forma de hablar es habitualmente, suscinta, breve y concreta. Por lo general, identifican a las personas más allegadas con un apretón de manos y un beso en la mejilla. Con los menos allegados, un simple saludo, notable en su diferencia. Para poder comunicarse con conocidos de otras plantas, utilizan un lenguaje gestual particular, que es escribir letras en el aire por medio de gestos ("hablar con las manos"). Este conocimiento suele transmitirse únicamente a personas de confianza.

Suelen tener tatuajes, generalmente pocos y de nivel profesional o semi profesional. Son más artísticos que marcas distintivas personales. Dado el escaso acceso a los patios, utilizan el caminar dentro de los pabellones o en los pasillos de acceso, como descarga de energía. Es muy común que el paseo se realice de a dos, momento que se aprovecha para comentar temas trascendentes o que ambos interlocutores desean mantener en reserva. Son muy rutinarios y esquemáticos, su mayor experiencia hace que acepten mejor al sistema y, al esquematizar sus conductas, evitan el ocio destructivo.

Observan estrictamente el código de "respeto a la visita", para la que se cocina especialmente. En su mayoría, son jugadores compulsivos, pero lo que se apuesta son los escasos bienes de la cárcel: cigarrillos, una torta que debe preparar el perdedor, etc.Rechazan y detestan, algunas veces hasta con violencia, a "los violines", "los ortivas o buchones (delatores)", los "rostreros (personas que roban en los pabellones)" y a los "ratis (policías)" que caen presos.

Suelen ser los más respetados y, en ocasiones, los más temidos. Tienen un trato más claro con los guardias, en cuanto a que cada uno cumple con su rol y prácticamente no hay confusiones al respecto. Ellos (guardiacárceles) mandan afuera, y los viejos chorros mandan adentro de los pabellones.

 

Los Pibes Chorros
Adoptan modas colectivas: corte de pelo, vestimenta y zapatillas lo más a la moda posible ("llantas de 7 gambas" - zapatillas que cuestan setecientos pesos). Al igual que muchos adolescentes y post adolescentes del mundo exterior, son "adictos a las marcas".

Se los puede identificar por su forma de vestir, forma y modismos de hablar, gustos musicales en común (cumbia villera), en su mayoría padecen adicciones diversas - pastillas, estupefacientes, "porro", "pajarito (alcohol fabricado clandestinamente en la prisión)" -. En su mayoría son los que quedan atrapados por el sistema carcelario, y difícilmente pueden salir del círculo vicioso " rcel - delito - cárcel ". En muchos casos, vienen padeciendo detenciones desde los Institutos de Menores.

Casi la totalidad tiene tatuajes, en su mayoría "tumberos" (artesanales), pocos de ellos con un significado claro, y lucen con orgullo sus cicatrices, en caso de tenerlas. Estas marcas muestran rastros de sufrimiento, maltrato y, hasta cicatrices que ni ellos mismos recuerdan cómo se hicieron, a veces, por enfrentamientos con otros internos. Las cicatrices en brazos y muñecas autoinfringidas son comunes, como muestra de "resistencia al encierro". Los saludos son similares a los de los "viejos", pero con la particularidad de ser más próximos, o con más contacto corporal: abrazos, caminar del brazo, etc.

Mayormente sus conversaciones se refieren a quién hizo el día anterior el mayor consumo de drogas, dejando a éste como "el que mejor lo pasó". Otro tema central, generalmente adornado con detalles más o menos fantásticos, es la referencia a hechos delictivos cometidos o al disfrute y usufructo del dinero obtenido. Permanente compiten entre ellos por el mejor vestir, su "chapa" de peleador y por imponer sus "berretines" (caprichos). Son prejuiciosos entre ellos, lo cual los lleva a vivir en constante conflicto y tensión. Es una lucha permanente por imponer su reputación carcelaria.

Al igual que el personal del SPF, son fuertemente machistas y racistas. Su relación con el SPF es conflictiva, sólo unos pocos aceptan las normas. A todos les molesta estar presos, pero ellos lo hacen notar permanentemente.

 

Los giles
Son los excluidos, tanto del sistema social como del carcelario. "Se comen todos los palazos". Se los reconoce por no tener derecho a nada. Mayormente, son personas que nunca pasaron por ésta situación de encarcelamiento con anterioridad y pasan a ser los dominados por las categorías anteriores.

Estos patrones de comportamiento se observan en la convivencia diaria de los pabellones, no variando mucho con el resto del penal, donde los "Chorros" tienen privilegios con respecto a los "Giles", Esto es: camas bajas, lugares de carpa en el patio de visita - ya que estos son insuficientes - derecho a pelear - ya sea con las manos, palos o fierros -. Los delincuentes legítimos cocinan, los giles lavan "la causa" - platos y ollas - en el piletón.

Obviamente, tampoco un gil podrá tener ni injerencia ni poder de decisión en la política de convivencia del pabellón. Otro grupo, asimilable en cierta manera a "los Giles", es sin duda, el de los "Parias", - internos que por no tener visita o no recibir paquetes de alimentos o tabaco - pierden derechos, pasando a transformarse en "gatos" o "mulos", debiendo hacer todo el trabajo sucio del pabellón e incluso servir a su protector, cocinándole o ayudándolo para preparar la visita.

 

4.2. Observaciones de conversaciones entre internos:

Cuando uno quiere saber cuál es el motivo por el que se encuentran en una Planta de Conducta, la mayoría comienza con un discurso casi común para todos:

P - ¿Cuándo viniste acá?
R1- Me costó llegar, pero ya estoy. Mi familia está tranquila. Es como que en éste lugar te sacás en poco el estrés de la cárcel. No tenés que estar atento todo el tiempo. Del otro lado (aludiendo a las otras plantas) están todos locos y sacados.

P- ¿Por qué están todos locos?
Como desahogo, nos comienza a comentar:

R1- Por todo, porque la Requisa (grupo de control del SPF que revisa los Pabellones) entra mal, te caga a palos (golpea) y te rostrea (roba) la ropa, las tarjetas de teléfono, los corchos (cigarrillos) y lo que te olvides.

P- ¿Siempre es de este modo?
Siempre responden que sí, como ocultando algo. Al pasar los minutos, comienzan a hablar contando parte de lo que sucede además:

R1- Ese lugar es peligroso. (El primer motivo o excusa que aducen es:) Tengo familia y me necesita, y por ellos y por mí debo hacer las cosas bien.

En la charla se comienza a entrever que hay otras cosas, cuentan peleas con facas. Al comenzar a contar uno, sigue otro, como para mostrar también lo suyo.

R2 - En donde yo estuve también era jodido. Tenés que pelear por tu ropa, cuidar tus horarios de teléfono, defender tu lugar de carpa (sitio de visita en el patio) y siempre te están probando para saber si mantenés lo que defendés, hasta que no te cheteen las llantas (robar las zapatillas).

La conversación se generaliza, con participación de varios internos.

El observador se asombra por la frialdad con la que se describen hechos de violencia. Es que para ellos es un hecho común el ver sangre, gente lastimada o tal vez hasta una persona muerta.

Con esta mezcla de comentarios nos damos cuenta que las personas que llevan más tiempo de encarcelamiento son más reservadas.

También piensan que los demás están locos, pero justifican lo que pasa con la nueva generación (pibes chorros) porque no tienen códigos (se refieren a los códigos carcelarios que eran generalmente observados en el pasado).

Al no tener para vestir o necesitar algo (para el trueque, que en éste lugar existe pero con el detalle que se cambian las cosas por drogas o alcohol, que algún guardia cárcel siempre está dispuesto a proveer), emplean los medios más inmediatos para conseguirlos, sin importarles las consecuencias.

Lo que domina es el silencio, que es el único código que se mantiene. Probablemente debe ser porque, de acuerdo con lo que dicen "los viejos", es el único código que te mantiene con vida. A diferencia de los demás, los que más tiempo cumplido llevan, explican lo que sucede de una forma más simple.

Para poder estar alojado en ese sector, se debe cumplir con ciertos requisitos: estudiar o trabajar, tener buen comportamiento. Una vez con estos requisitos - difíciles de conseguir - se puede solicitar un mejor alojamiento.

En el segundo piso de la Planta 6, el promedio de estudiantes es aproximadamente de un 50%, de los cuales el 29% son estudiantes secundarios, el 1% son alumnos de la primaria y el 20% son estudiantes universitarios. El resto se compone de un 30% de trabajadores y el 20% restante son presos comunes, que colaboran con el mantenimiento de la planta.


Segunda observación

En el caso del Pabellón noveno de la Planta 3 (pabellón de gerontes), la composición es totalmente distinta. Tal como se dijo antes, la población es de internos de entre 50 y 70 años.

Entre los internos hay 8 profesionales universitarios (un ingeniero, dos ingenieros agrónomos, un analista de sistemas, dos abogados, un economista y una persona que tiene 3 títulos universitarios), los que son primarios y por ende "giles", cuatro trabajadores, 7 estudiantes universitarios, seis asistentes a clases de inglés y cursos especiales que se cursan en el CUD, aproximadamente unos 45 presos cumplen con las actividades del programa "Viejo Matías", dictadas por instructores de Cáritas, del INTA y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde se desarrollan talleres de Huerta, Cerámica, Cocina y Repostería, Higiene y prevención de enfermedades.

Se cuenta con alguna asistencia médica, psicológica y del Departamento de Sociales del penal. Por supuesto, existe un grupo de "viejos chorros", destinados allí por su buena conducta, su edad y estar próximos a cumplir sus condenas, y alrededor de 10 "parias". La convivencia es, en general, pacífica, comparada con la de otros pabellones de la cárcel.


Tercera observación

En el primer piso de la Planta 6, hay ocho pabellones, unidos por un pasillo o corredor de uso común, que a su vez se encuentra dividido por una reja, que encontramos luego de recorrer los primeros cuatro pabellones. Allí se alojan internos trabajadores, estudiantes y también "cachivaches"- internos que por ser recién ingresados a una Planta de Conducta, arrastran todos los modismos y costumbres de sus alojamientos anteriores -. Cabe aclarar que a Planta 6 se ingresa por el primer piso - de allí tanta polaridad entre internos y por ende tantas situaciones conflictivas -.

Cruzando la reja divisora se observan cuatro pabellones, recién remodelados para uso de internos extra continentales, que dan cuenta del temeroso respeto que el SPF les tiene a las embajadas y consulados. Los internos alojados allí en su mayoría poseen causas por drogas -"transas"- lo que los ubica en una posición de inferioridad dentro de la jerarquía carcelaria y los hace perder derechos en la convivencia diaria. "Optimizando espacio", el SPF alojo allí también a continentales y argentinos, lo que viola la intimidad que los foráneos, por diferencias culturales, necesitan aún mas que el resto de los internos.

La población de este piso asciende a 120 internos, de ellos, 51 son extranjeros, a su vez 16 son extracontinentales. De los 120 internos, se desprende que 42 trabajan, 48 estudian y 30 no realizan actividad alguna, ya sea por desinterés o por falta de acceso a trabajo o estudio. De los 48 internos que estudian, solo 12 acceden a nivel universitario, o sea asisten al CUD. Uno de ellos sigue la carrera de Sociología, que es quien observa y participa en este informe.

La vida en estos pabellones es muy rutinaria dado que en superficie son ostensiblemente menores y la capacidad de entretenimiento es difícil, y además se vive en constante hacinamiento.
Quienes asisten al CUD, o al colegio se despiertan para el recuento de las 07.45 hs y comienzan su aseo personal y desayuno, tratando de evitar hacer ruido alguno para quienes, por el hecho de no hacer nada, siguen durmiendo.

Uno de los primeros pensamientos es "vamos carajo, un día mas cerca de la libertad", contando los días, las horas y los minutos, mas allá de las secuelas de la desnaturalización propia que significa estar encerrado y lejos de la vida cotidiana y afectos.

Generalmente se toma mate o un té, y se espera hasta que a las 09.00hs el "cobani", grite como un energúmeno ¡¡¡ EDUCACIOOOON !!!

Y entonces sí, gloria ... salida del pabellón a la isla de la fantasía.
Obviamente nada puede ser tan perfecto y el SPF lo hace sentir, ya que es común que haga que los internos se tengan que "comer un sogazo" (espera), para ser sometidos, en fila y en grupos de a diez internos, a la revisión personal de la requisa.
Ya en el CUD, se desarrollan las tareas propias de la vida universitaria, reconociendo quienes asisten ser privilegiados por esta posibilidad que permite participar en un FORO DE PENSAMIENTO, una USINA GENERADORA DE IDEAS Y COMUNICACIÓN que el resto del penal no posee, y que además cuenta con el orgullo de ser único en el mundo.

Finalizadas las tareas "humanas", y siendo las 18.00 hs. corresponde que los internos se reintegren a la vida carcelaria. Allí comienza la cotidianeidad de lo mediocre, donde lamentablemente se produce el gran choque de culturas, diálogos "tumberos" y situaciones propias de tener que convivir, compartir - "ranchar - con quienes NO ELIGIO. No obstante todo se supera y, a veces, se logra la deseada convivencia


CUARTA OBSERVACION: ¿QUÉ ES EL C.U.D.?

El C.U.D. cumple con una importante función que es, en primer lugar, crear un espacio libre donde los estudiante pueden realizar sus actividades normalmente de lunes a viernes, sin interferencia del SPF. Es decir, el espacio físico que ocupa el CUD es zona universitaria.
Cuenta con una estructura de 6 aulas , en la cual se dictan clases de las carreras de DERECHO, PSICOLOGÍA, CIENCIAS ECONÓMICAS, Y SOCIOLOGÍA. También cuenta con una Biblioteca con mas de 5000 ejemplares de nivel universitario y textos. Tiene un taller de gráfica, un gimnasio y una cancha de fútbol cinco que los estudiantes pueden usar por la tarde.

A principios del año 2003, comienza a participar en el Programa U.B.A XXII, Extensión Universitaria y Bienestar Estudiantil, con el Programa de Integración Social en las Cárceles, se implementaron: Curso de Taller de Redacción Periodística con Orientación al Periodismo Cultural, Curso Teórico Práctico de Edición, El cuento en la literatura occidental y Curso de Redacción y Lectura. También aportaron materiales e insumos educativos y para mantenimiento edilicio y como producto de esfuerzos compartidos, se ha hecho realidad el lanzamiento de la Revista LA PALOMA, que con el respaldo de la UBA y del Centro Cultural RICARDO ROJAS, se edita y distribuye en todas las Facultades de la UBA. En ella se tocan temas, no sólo carcelarios, sino de interés general para el lector.

La convivencia está a cargo del mismo estudiantado, bajo el sistema de autodisciplina. Se intenta fomentar así la responsabilidad individual y el cuidado de los espacios libres comunes. Su centro estudiantil que está regulado por un estatuto votado democráticamente, y sus autoridades se eligen por voto secreto de todos sus miembros plenos.

Se observa que los estudiantes cambian el modo de hablar ya que se expresan de distinta manera que en lugar donde están alojados, se modifica el modo de vestirse, que es siempre presentable, el saludo es por medio de un beso o abrazo según la confianza que tengan los internos entre sí. En este lugar todos los internos son iguales, no se marcan diferencias de categorías, no se encuentran guardia cárceles, ni requisas, sino solamente alumnos y profesores. Es más, por iniciativa de algunos docentes, y con el apoyo de los internos, se han comenzado a dictar cursos de algunas materias en los que participan alumnos de la UBA de extramuros, lo que tiende a mejorar sustancialmente el contacto con el exterior y la integración social. Se ha comprobado, por medio de datos estadísticos, que la reincidencia de alumnos universitarios es sustancialmente menor que la de los demás internos.

Entendemos que los cambios, que se manifiestan exteriormente en el modo de vestir, hablar, saludarse, etc., en realidad responden a un cambio mucho más profundo en la actitud general de la mayoría de los asistentes al CUD: Pasan de una actitud de resistencia al sistema y del estar permanentemente a la defensiva, a la posibilidad de una actitud creadora, mucho más abierta y "segura", hasta desde un punto de vista físico. Además de la afinidad que une a quienes "bajan" regularmente, y que han adquirido un respeto por el deseo del logro de metas propias y ajenas, lo que crea un importante vínculo de solidaridad y compañerismo, totalmente ajeno al ambiente carcelario.
Es decir, que el estudiante reconoce y muestra con su cambio de actitud que ha ingresado a un espacio que reconoce como "propio", con un clima de respeto que lo "vuelve a la vida", y cuyo mantenimiento depende del uso responsable que se haga de él.

 

5. REFORMA CARCELARIA O SANEAMIENTO INSTITUCIONAL?

Por todo lo expuesto estamos viendo que estar preso hoy en la Argentina es estar atrapado en un sistema humillado/nte que, en lugar de re-formar como debiera, corrompe la integridad humana.

Este sistema viola los derechos humanos, y, creando así numerosas personas in-dignadas, prepara a los sujetos para volver a la sociedad libre muy mal dispuestos. Por cuanto, podemos decir que el sistema penitenciario actual fomenta la reincidencia, y promueve, por lo tanto, una mayor “inseguridad”.

La cárcel reproduce la situación de violencia que los supuestos delincuentes habrían producido y serían motivo de su detención, pero, al estar puesta ahora en manos de la autoridad, no hace más que legitimarla, creando en los internos un fortalecimiento de los principios violentos.

De nada sirve modificar leyes que tienden a prolongar el proceso de “prisionización”, cuando sabemos que nuestras prisiones no cumplen con los objetivos de reformar a los delincuentes. ¿Si existe un Código Penal que se dice que sí sirve, entonces, no debería ocuparse la sociedad en corregir lo que anda mal?

Es sabido que en nuestro país abundan las falencias institucionales. En el ámbito jurídico y penitenciario no hay excepción a esta realidad tan empobrecida por una administración deficiente, que no cumple con sus funciones, y abandona a las personas a la peor de las suertes: el desamparo y la impotencia.

Es lamentable el despilfarro de recursos, y la corrupción no hace más que boicotear la misión de instituciones tan reglamentadas, como lo es el Servicio Penitenciario, que fueron creadas para promover la seguridad social.

¿De qué estamos hablando cuando mencionamos a la “inseguridad”? ¿Hablamos de violencia social? Pensamos que habría que hacer una tajante distinción con el concepto de Inseguridad Social.


6. CONCLUSIONES
• La población penal de la Unidad Nº 2 Villa Devoto aloja a internos que pueden agruparse en distintas categorías, de acuerdo con las características grupales que, mayoritariamente, se evidencian.

• Como parte de este trabajo, se han definido tres categorías, o "tipos puros" de internos, con características que permiten diferenciarlas entre sí: son la de "los Viejos Chorros", "Los Pibes Chorros" y "Los Giles".

• Esta diversidad nos permitiría deducir, a priori, que no podría aplicarse un sistema único de "reeducación" para la "reinserción social" de los internos, como el que se intenta utilizar. Más allá de ello, corresponderían los ajustes personales correspondientes a la personalidad de cada uno.
• En lo observado resalta que la posibilidad de "resocialización" real, depende de los esfuerzos individuales de los internos que se decidan - o puedan - romper el círculo vicioso en el que están atrapados. Una de las posibilidades que se les ofrece en la U2 - y sólo en la U2 -, es la posibilidad de acceder a una educación que el afuera le niega, y le da una nueva expectativa de futuro. Por ello estimamos que el CUD es un factor real de esperanza, que debería reproducirse en otras cárceles.

• Sin embargo, y a pesar de lo antedicho, no nos parece que, en éste momento, exista la decisión política de aumentar el número de centros educativos superiores en las prisiones, aunque sí, el aumento de construcción de Cárceles, solo por acto reflejo a una propaganda dirigida a imponer miedo e indefensión, como respuesta demagógica a una lógica demanda de mayores márgenes de seguridad y convivencia.

 

7. CONSIDERACIONES EMERGENTES
Resulta imposible que la realización de un trabajo de éste tipo, conjuntamente con la realidad que vivimos diariamente los integrantes del grupo, no nos hagan surgir un sinnúmero de preguntas y consideraciones colaterales.
No correspondería incluirlas en éste trabajo. Sin embargo, y como hombres preocupados por nuestra realidad social, envueltos en una situación de vida extrema, a la que podríamos considerar límite y en la que cualquier persona puede caer en función de las falencias graves del sistema social, no podemos dejar de intentar trasmitir algunas de esas reflexiones a los lectores.

• ¿Existe una voluntad política real de reinsertar socialmente a los internos?. Creemos que ésta pregunta merece un nuevo trabajo de investigación, al que no tenemos alcance en nuestras condiciones presentes de reclusión.

• ¿Cómo se recluta al personal del SPF? ¿Qué condiciones básicas de personalidad se buscan?. ¿Qué educación reciben?. ¿Qué se puede hacer para que su profesión actual - básicamente apertura de puertas y cierre de candados, con alguna eventual distribución de palos - pueda hacerse más creadora y menos frustrante y que, por fin, sirviera realmente para algo útil? Creemos que estos interrogantes merecen otro u otros trabajos de investigación.

• La República Argentina es un país empobrecido. Como tal, no puede ni debe dilapidar recursos. Los reclusos de Devoto, en su mayoría transgresores y no conformistas con la realidad social que les toca vivir, constituyen un capital humano nada despreciable. Nuestro contacto con compañeros que provienen de otras prisiones, nos permiten suponer que en los demás penales federales y provinciales pueden darse características de fondo prácticamente similares - con su adaptación local lógica -, lo que sería motivo para otro trabajo de investigación.
• Si a ello le agregamos el enorme costo del sistema carcelario y represivo, con la creciente preocupación por "la seguridad", aumentada por el efecto Blumberg/mediático, los daños materiales y morales que produce el delito, y la necesidad de comprometer aún más medios materiales y humanos en la pensada ampliación del sistema de prisiones, podríamos llegar a cifras que pensamos podrían utilizarse en formas mejores, con sólo sanear y adecuar el sistema actual.

• En definitiva, el sistema carcelario, el SPF y el Poder Judicial comparten no solamente la aplicación de códigos y leyes, sino también, lo que es más grave, su espíritu empobrecido, reflejo de un país empobrecido, una clase política y dirigente empobrecida espiritual e intelectualmente, y una población expectante, aunque con escasas esperanzas "de que algo mejore".

 

8. UNA REFLEXIÓN FINAL

Corría el año 1975 cuando Michel Foucault teorizaba sobre la fascinación que ejercía la cárcel y su sistema de encierro, afirmando que este componente se cimentaba en el hecho de que la cárcel, como institución por sí y en sí misma, oficializaba la crueldad. Como se puede observar, los años han pasado y su esencia no se ha modificado.

Uno de los mas grandes anhelos de los componentes que nutrieron este informe, se basa en el espíritu de esclarecimiento y revelador para el lector, dándole a éste la posibilidad de romper tabúes, dudas y misterios que este mundo particular guarda celosamente.

El encierro trae aparejado aislamiento,
El aislamiento, trae aparejada soledad,
La soledad, a veces, trae la reflexión
Ésta, a su vez, la toma de conciencia
Y en definitiva de ésta, sale la luz.

Es deseo de este equipo de trabajo, no sólo informar, sino que éste traiga luz sobre quienes deba hacerlo. La tan discutida resocialización deja de lado un aspecto fundamental, que es el hecho de esclarecer a qué tipo de sociedad resocializará a los presos, y hasta dónde esa sociedad se encuentra preparada para acoger a quienes así lo necesiten.

Esa no es tarea sólo de este equipo. Es de toda la sociedad. 

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