MUJERES, IDENTIDAD Y TRABAJO REMUNERADO

archivo del portal de recursos para estudiantes
robertexto.com

enlace de origen
Sanhueza Morales, Tatiana

Muñoz Venegas, Viviane

Velasquez Traipe, Cristina 

IMPRIMIR

 

I. Introducción

El Estado chileno, desde 1990 a la fecha, ha debido generar políticas sociales destinadas a revertir por un lado las problemáticas sociales devenidas de la implementación del modelo neoliberal en nuestro país (año 1973 en adelante) y por otra parte, ha debido impulsar acciones tendientes a reducir la discriminación de género que afecta principalmente a las mujeres. Dentro de las iniciativas podemos señalar los Planes de Igualdad de Oportunidades (1994-1999 y 2000-2010) que contienen diferentes acciones o estados deseables en distintos ámbitos de la vida social (trabajo, educación, salud, cultura y comunicación, legislación, institucionalidad pública y participación, familia, entre otros.) y que pretenden sobre la base de una coordinación interinstitucional dar una respuesta política a un problema cultural.

Al implementar programas sociales se parte de una caracterización del sujeto/a destinatario/a, la que nace de estudios y diagnósticos generales,
pero a medida que éstos comienzan a ser implementados, el conocimiento que la práctica social va generando, sobre la heterogeneidad y diversidad de situaciones que cruzan a los sujetos/as destinatarios/as, va ampliando las primeras miradas. Esto implica volver hacia el diseño, las metodologías y las estrategias utilizadas de manera de encontrar las respuestas para lograr mayor asertividad en la intervención. Al no dar cuenta este diseño de las interrogantes que deviene de este nuevo conocimiento, aparece un nudo que debe ser respondido desde una esfuerzo cognoscitivo sistemático.
El presente Avance de Estudio-Diagnóstico surge desde la práctica social de 4 años realizada con mujeres de la Comuna de Concepción que participaron y participan en un Programa Municipal abocado a la habilitación laboral. Durante este periodo y en base a reflexiones colectivas, el equipo de trabajo se fue dando cuenta de la existencia de dos temas claves que influyen en la óptima inserción laboral de las mujeres; por un lado el mercado de trabajo actual (al cual se insertan) y que se enmarca dentro del contexto político, social, económico y cultural chileno y por otro, la significación, identidad y relación que desarrollan las mujeres hacia el trabajo remunerado, tema que se relaciona con su situación y condición de género y por supuesto con la socialización recibida.
Lo anterior, se tradujo en la necesidad de conocer el fenómeno de la identidad laboral de mujeres, pensando que esta variable influye notablemente en el posicionamiento que las mujeres desarrollan frente al trabajo remunerado, es así que en 1999 el equipo de trabajo se plantea la realización de un estudio cualitativo, proceso que no fue fácil de llevar debido a la dinámica de trabajo de los equipos municipales. Siendo en el año 2000 cuando avanzamos en las etapas de revisión bibliográfica, elaboración de instrumentos, validación de éstos, aplicación de encuestas e interpretación preliminar de los datos.
En este contexto el Estudio pretende "Conocer cuales son los factores que intervienen en la construcción de identidad laboral y de esta manera identificar los elementos que constituyen la identidad laboral de mujeres -pobres-urbanas de la Comuna de Concepción".

Finalmente, este esfuerzo se propone realizar los siguientes aportes, primero el que dice relación con generar praxis a partir de la reflexión de nuestra práctica social, en segundo lugar, profundizar en el conocimiento de la realidad de las mujeres, aumentando de esta manera el acervo existente, para en tercer lugar, contribuir al rediseño de las políticas sociales desde lo local.

II. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

A partir de 1996, sobre la base de un convenio firmado entre la Ilustre Municipalidad de Concepción y el Servicio Nacional de la Mujer (SERNAM) se comienza a implementar el "Programa de Apoyo a Mujeres Jefas de Hogar de Escasos Recursos", el cual estaba orientado a "entregar apoyos necesarios para que las mujeres aumenten su capacidad económica, contribuir a la disminución de la discriminación que afecta a las mujeres y a su grupo familiar y mejorar la calidad de vida." . En 1998 el Programa da inicio a su segunda fase, modificándose el nombre de éste, su objetivo y el grupo de mujeres a las que estaba destinado, en el cual, en un inicio, participaban mujeres jefas de hogar y mujeres jefas de núcleo, incorporándose mujeres trabajadoras no jefas hasta un 25%. Es así como se denomina "Programa de Habilitación Laboral para Mujeres de Escasos Recursos, preferentemente Jefas de Hogar", reorientado de esta manera el tema de las estrategias que permitan aumentar la capacidad económica de las mujeres.

Durante la implementación de este Programa, y producto del cambio de enfoque antes mencionado, se ha realizado (desde Concepción) un esfuerzo multidisciplinario para la elaboración de estrategias más asertivas en el logro de los objetivos, es así que, el eje Laboral, compuesto por tres líneas de acción: Formación para el Trabajo, Nivelación de Estudios e Intermediación Laboral, se constituye en una propuesta sólida que en

definitiva persigue tres aspectos centrales: La potenciación y desarrollo de habilidades pertinentes y necesarias en la óptima inserción laboral, la entrega desde la Oficina de la Mujer y el manejo por parte de las mujeres de información y redes de apoyo y finalmente la generación de cambios en aquellos esquemas actitudinales y creencias que producto de la socialización de género, impiden el ejercicio de roles y la realización de prácticas no tradicionales.

En base a la experiencia de este trabajo, surge la reflexión en torno a la efectividad de las estrategias implementadas y los objetivos propuestos hacia las mujeres, puesto que un grupo de ellas logra concretar efectivamente las metas planteadas en el Programa, pero existe un grupo no menor en número, que aún después de haber realizado el proceso activo de participación en el Programa (hablamos de Talleres de Formación para el Trabajo,capacitación, nivelación de estudios, asesorías en la búsqueda de empleo y/o desarrollo de actividades independientes, apoyo en los temas de salud, cuidado infantil, vivienda y asesoría legal, entre otros) no han logrado superar de manera concreta y real su situación al momento de la incorporación al Programa.

Al plantearnos revertir esta última situación nos encontramos con dos temas claves en la óptima inserción laboral de las mujeres, por un lado el mercado de trabajo actual, (al cual deben insertarse) lo que se enmarca dentro del contexto político, social, económico y cultural chileno y por otro, la significación, identidad y relación que desarrollan las mujeres con el trabajo remunerado, tema que se relaciona con su situación y condición.

Un elemento central en la aplicación del modelo neoliberal es la desregulación del mercado laboral, la cual conlleva a la flexibilización del trabajo, caracterizado por la proliferación de la subcontratación, los trabajos a domicilio, prestación de servicios temporales, etc., provocando una desprotección al trabajador/a. Esta situación se ve agudizada, entre otros elementos, por la globalización de la economía, en donde al existir una crisis, la disminución de costos del empresariado, es asumida a través de la reducción de su recurso humano (fenómeno que hemos experimentado desde el año 1999).

 

Dentro de este contexto son las mujeres quienes vivencian más agudamente las consecuencias negativas de la implementación de este modelo, a decir, existen cuotas de contratación para mujeres en las Empresas (especialmente para evitar la implementación de guarderías), son las primeras en ser despedidas (en una crisis), existe un imaginario negativo desde el empresariado que visualiza a las mujeres como usuarias excesivas de licencias, generadoras de conflictos , constituyentes de mayores gastos para la Empresa (pre y post natal, enfermedades de hijo/a, etc.) aún de poseer la misma calificación y desempeñar un mismo cargo, en comparación a los hombres, son inferiormente remuneradas, se las concibe principalmente en su rol reproductivo, lo que significa destinarlas en rubros en donde las actividades son extensivas de este rol, entre otros.

El fenómeno de discriminación señalado sin duda se relaciona de manera dialéctica con la situación y condición de las mujeres, es así como la feminización de la pobreza, la casi ausencia en los espacios de toma de decisión, la falta de herramientas para desenvolverse en el mundo laboral, la sobrecarga de roles, la socialización diferenciada, la contradicción existente entre la alta valoración a los roles de madre, dueña de casa y esposa (en contraposición al ejercicio del rol de trabajadora), y la baja valoración de los quehaceres y prácticas realizadas por las mujeres, entre otros, dan cuenta de un grupo socialmente discriminado y que difícilmente se posiciona en el mundo laboral, el cual constituye una expresión del mundo público, en definitiva del tema del poder.

A lo anterior debemos agregar la heterogeneidad y diversidad que caracteriza al grupo que comúnmente se señala "mujer", lo cual no daría

cuenta cabal de las diferencias existentes en cuanto a edades, historias, experiencias, identidades, entre otras.

Sobre la base de lo señalado es que pretendemos, a partir de este Estudio, dar cuenta del tipo de relación existente entre mujeres pobres urbanas y el trabajo remunerado al interior del actual modelo de desarrollo de nuestro país.

Es así como surge, entonces como Objetivo General de nuestro estudio, el:

"Conocer cuales son los factores que intervienen en la construcción de identidad laboral y de esta manera identificar los elementos que constituyen. la identidad laboral de mujeres pobres urbanas de la Comuna de Concepción".

Planteando como Objetivos Específicos los siguientes:

1. Definir y Caracterizar los diferentes elementos que conforman la Identidad Laboral.

2. Aproximarnos a la elaboración del concepto "mujer" desde la visión (perspectiva) de las propias mujeres.

3. Conocer los hitos (ingreso, permanencia, lagunas, salidas) en las trayectorias laborales de las mujeres y su relación con experiencias personales (vida en pareja, maternidad, separaciones conyugales, entre otras) y con factores externos (condiciones laborales, proyección laboral, rol social, entre otros).

4. Conocer y describir la valorización asignada por las mujeres al trabajo remunerado.

En relación a lo anterior el Objeto de Estudio será el siguiente:

Conocer la relación existente entre factores constructores y elementos constituyentes de la identidad laboral de mujeres pobres urbanas.

 

III. MARCO TEORICO-CONCEPTUAL

 

...de la construcción de identidad...

El concepto "mujer" posee una doble dimensión, que implica la construcción del mismo y el esfuerzo por superar el esencialismo en todos sus aspectos.

Es así que la discusión que planteara la feminista Simone de Beauvoir sobre si "¿existen las mujeres?" es de larga data y ha significado tomar diversas tendencias que nos plantean la construcción de un/a sujeto/a (post estructuralismo) y la existencia de características esenciales del ser mujer (feminismo cultural).

Linda Alcoff, señala que si bien "estas dos posiciones representan las respuestas actuales más importantes de la teoría feminista acerca del

problema de la reconceptualización de la mujer" plantea una tercera opción desarrollada por Teresa De Lauretis, opción que se encuentra en construcción y que señala a la mujer como sujeta que surge del conflicto entre la "mujer" como una "construcción ficcional" y las "mujeres" como "seres históricos reales".

La tesis de De Lauretis es que la subjetividad es construida a través de un proceso continuo, una renovación constante basada en una interacción con el mundo, definida por la autora como experiencia. Ahí la subjetividad no es producida por ideas, valores o causas materiales externas, sino por el propio compromiso personal en las prácticas, discursos e instituciones que dan significados a los nuevos mundos.

Por lo tanto podríamos plantear que la construcción de identidad de un/a sujeto/a está mediada por la experiencia, entendida como el complejo de hábitos resultantes de la interacción semiótica con el mundo externo, es decir, de la práctica individual y social que posee a lo largo de su vida. Práctica que es variable, producto de la dinamicidad de la experiencia de los hechos vividos. Este proceso hace también que la subjetividad de cada persona se vuelva propia de su género, sin embargo, si la subjetividad es construida a través de las prácticas, esto se opone a aquella subjetividad moldeada por el género, ya que parece llevar al esencialismo y la postulación de una oposición masculino/femenino como universal y ahistórica, por otra parte una subjetividad que no esté fundamentalmente moldeada por el género parece llevar a la concepción de un sujeto humano genérico, es decir, único.

De manera de entender lo planteado anteriormente, es necesario señalar que la subjetividad se construye tanto en base a la experiencia particular de un/a sujeto/a como al género al que pertenece.

Por otra parte, es necesario señalar que la identidad individual es producto de un proceso histórico de conciencia, un proceso en que la propia historia es interpretada o construida por cada uno/a dentro del horizonte de significados y conocimientos disponibles en la cultura en un momento histórico dado y en base al contexto discursivo cultural al que tienen acceso las personas.

Las identidades, por tanto, son producto de un complejo proceso de construcción social y cultural, enraizado en un sistema social que define lo que es ser mujer u hombre, a partir de diferencias biológicas, de esta forma asumimos que los rasgos constitutivos en el ser mujer, no son naturales y han sido construidos en una historia social y personal dada, en la que éstas construyen y reconstruyen su propia identidad. Las identidades de las mujeres (y de los hombres, por cierto) están insertas en un contexto social y cultural y además, están teñidas por su experiencia personal y otros aspectos de carácter individual, que le otorgan una particularidad a cada una de ellas/os.

Para la autora Marcela Lagarde la identidad, es el conjunto de representaciones, sentimientos y pensamientos de sí misma/o y de los/as otros/as. Para Magdalena León la identidad está cruzada por diferentes aspectos. "Así, cada individuo/a y colectivo, representan un cruce de caminos en donde género, clase, raza, etnia y otras variables, se mezclan para producir mezclas específicas de identidad" . Según esta autora "No existen identidades de género hegemónicas", sino que múltiples identidades, resultantes de un proceso individual enmarcado en un contexto cultural.

Por tanto podemos concluir que las identidades son producto de la relación del individuo/a con el medio y con otros/as individuos/as.

En este sentido, la identidad de las mujeres está constituida por la posición que éstas ocupan en la sociedad. Si se combina esto con el concepto de política de identidad podemos concebir al sujeto/a como no especializado y emergente de una experiencia histórica.

Este concepto de posicionalidad incluye dos elementos:

El concepto de mujer es un término relacional identificable sólo dentro de un contexto.

La posición en que se encuentran las mujeres puede ser activamente utilizada como sitio para la construcción del significado, un lugar desde donde el significado se construye (y no donde sólo puede ser descubierto).

 

Una interesante perspectiva de análisis acerca de la posición de la mujer en la sociedad es la que presenta la antropóloga Marcela Lagarde, en sus planteamientos sobre la "Organización Genérica del Mundo".

La autora plantea que en la organización social, existe una clasificación corporal de los/as sujetos/as sociales, es decir, una creación de

subjetividades a partir de cuerpos sexuados. Esta construcción generaría, a partir de una diferencia biológica, una serie de desigualdades sociales.

Lagarde enfatiza que los sistemas de género, son aprendidos, a través de un complejo proceso pedagógico, que se desarrolla desde los primeros años de vida, en los que se entregan marcos de referencia y pautas conductuales esperadas para lo femenino y lo masculino. Este proceso continua con el proceso de internalización, en donde el sujeto/a hace suyo lo aprendido, no como algo externo de lo cual se puede despojar, sino como algo que le es inherente y forma parte de su identidad. Luego se produce la especialización de género, la que tiene lugar cuando se ha logrado el proceso de internalización , es decir, cuando los/as sujetos/as de género están capacitados/as para realizar un género y para defender el sistema en su conjunto.

La especialización de las mujeres en la organización genérica patriarcal, está ligada fuertemente a su sexualidad, cuyos hechos principales serían la maternidad y el erotismo, ambos caracterizados en contraposición.

Si pensamos que los sistemas de género, entendidos como el "conjunto de prácticas, símbolos, representaciones, normas y valores sociales que las sociedades elaboran a partir de las diferencias sexuales anatómicas y fisiológicas y que dan sentido a la satisfacción de los impulsos sexuales, a la reproducción de la especie humana y en general el relacionamiento de las personas" . tienen como fin en la organización del tipo patriarcal, que las mujeres se especialicen en cuidar vitalmente a otros y otras, la maternidad, es uno de sus más claras representaciones, pero este "deber" se expresa también en asignación social del cuidado de los/as hijos/as y el trabajo doméstico, los cuales corresponden al ámbito privado.

Coincidente con lo anterior Simone De Beauvoir, planteaba que la existencia de las mujeres se constituye en torno a "ser para otros" y a partir de esto la mujeres definen su vida.

France Bassaglia va más allá del planteamiento de De Beauvoir, señalando que la mujer no es sólo "para otros" sino también "de otros", es decir, en el sentido de propiedad y pertenencia, ya que la propiedad de otros sobre la mujer produce sentimientos de pertenencia. Y "en otros" ya que para vivir las mujeres necesitan realizarse en la vida de otros u otras, generalmente en los/as hijos/as.

 

...aproximaciones a la identidad laboral...

Partiendo de la premisa básica que el concepto de identidad es una construcción eminentemente cultural y que el proceso de formación de la identidad en mujeres y hombres responde a una organización genérica del mundo, en donde se definen actividades y valoraciones distintas para cada género y para las prácticas que realiza. En este sentido cabe la pregunta acerca de cómo se construye la identidad laboral en las mujeres cuando ésta se construcción se realiza en una sociedad en donde los roles, a pesar de los cambios sociológicos que han ocurrido en este último siglo, siguen siendo rígidos, contrapuestos y desiguales y una segunda pregunta que apunta a la relación existente entre identidad laboral y las otras identidades.

El espacio público y específicamente la participación en el mundo laboral, es parte constitutiva de la especialización de género de los hombres, sin embargo, es un hecho real la creciente incorporación de las mujeres en este ámbito, esto no ha implicado el abandono de las actividades propias de su especialización de género, sino que la obliga a asumir la carga de una "doble jornada de trabajo".

En este sentido, si bien se plantea que la constitución de la identidad supone una evaluación positiva de la(s) experiencia(s) de trabajo por parte de las mujeres, sin duda existen otros elementos, particularmente la socialización familiar temprana que puede fortalecer la posibilidad de realización personal en términos laborales o fortalecer solo el ejercicio de los roles tradicionales (madre, esposa, dueña de casa, etc.) asignado a las mujeres.

Coincidente con lo anterior varios autores plantean que la familia (en su sentido más amplio) constituye el contexto mas inmediato dentro del cual se generan las ambiciones de los niños y niñas y proporciona los medios concretos para alcanzar metas educativas, siendo esto último fundamental para la participación laboral.

Por lo tanto los procesos de transmisión de una generación a otra de modelos que permitan la construcción de imágenes no tradicionales (para mujeres y hombres) es fundamental para que las mujeres por un lado realicen procesos de individuación en contraposición a este "ser para otros" que planteaba De Beauvoir y por otra parte a partir de un proyecto individual puedan participar en forma cualitativamente distinta (a la actual) en el mundo laboral.

Al afirmar que las mujeres construyen su identidad laboral una vez insertas en el mercado de trabajo, es necesario indagar en las condiciones laborales en que se incorporan las mujeres, puesto que estas condiciones son claves para la permanencia de éstas en el mundo laboral y mas aún influyentes en la existencia de identidad laboral y/o de saberse y autoidentificarse como mujer trabajadora.

Las condiciones laborales actúan en conjunto con otras dimensiones; familia, identidad de género y los recursos individuales, en donde estos últimos son entendidos como las habilidades, destrezas y capacidades que cada mujer posee para enfrentar el mundo del trabajo (Estos recursos además corresponden a escolaridad, capacitación y experiencia laboral anterior).

Por tanto podríamos suponer que existen mujeres que tienen mejores posibilidades de inserción laboral que otras, lo que sin duda esta relacionado con lo anterior, sin embargo, un elemento fundamental en la relación que existe entre las mujeres y el trabajo remunerado, es la situación de pobreza que experimentan éstas. Debido a que sin duda este fenómeno supone una socialización especifica, un acceso a información y redes distintas a otras mujeres y una autopreparación que está más ligada a las representaciones tradicionales, que a proyectos de autonomía.

El análisis de la posición de las mujeres pobres en el mercado de trabajo remite, por su propia valoración y descripción de su práctica a sus rasgos individuales. Puesto que las diferentes motivaciones para integrarse al mundo laboral se asocia estrechamente con la significación que se atribuye al hecho de trabajar.

 

...pobreza desde la perspectiva de género...
En este mismo sentido, cuando intentamos abordar la problemática laboral de la mujer pobre urbana, en relación a la identidad, principalmente la

identidad laboral , con el propósito de descubrir los diversos factores y elementos que intervienen en su construcción, también intentamos conocer desde una perspectiva de género, aquellas dimensiones y aspectos claves de la desventaja social de las mujeres y en particular de este grupo, lo que nos lleva por lo tanto a tener en cuenta la trascendencia humana, social y económica de esta situación, es decir, abordarla y tratarla de una forma y en una dimensión mas integral. Cuando hablamos de una dimensión integral, implica abordar el tema de la pobreza y sus diversas manifestaciones, que por un lado se traducen en aquellas formas mas subjetivas o de orden mas bien cultural y aquellas que tienen que ver con necesidades mas concretas e inmediatas que dicen relación con una situación más estructural y económica.

La situación de pobreza de las mujeres se ha visto fuertemente afectada y con una gran desventaja en las posibilidades y opciones de poder superarla, principalmente por la posición que la mujer ocupa en la división sexual del trabajo y por la valoración diferenciada de lo femenino y lo masculino, considerados como los elementos más importantes de esta situación. Es por ello, que es importante hacer una pequeña revisión al concepto de pobreza para darnos cuenta, de que el género calza en el análisis de pobreza, pero que sin duda no es reducible exclusivamente a él.

En términos históricos el concepto de pobreza no es nuevo, incluso antiguamente se le consideraba como algo natural, como una constatación, a diferencia de hoy cuando loque se intenta es hablar de la evitavilidad de la pobreza, sin embargo lo que es nuevo es que esta y sus causas no se presentan en igual forma en hombres que en mujeres, lo cual lleva a que se vayan generando distintos tipos de pobreza, pues, si bien la pobreza, aparece "como resultado de procesos macrosociales de naturaleza política que expresan conflictos de intereses entre clases, pero se encuentra también permeada por las relaciones interétnicas, intergeneracionales y entre los géneros" . Estar consciente de esta situación nos lleva a considerar y no dejar pasar por alto, que al irse generando distintos tipos de pobreza sus imágenes y significados se van transformando. Esto implica, que la pobreza presenta una dimensión subjetiva y simbólica, en donde la reconstrucción que el sujeto hace de su situación de pobreza, se transforma en un elemento importante para poder superarla.

De acuerdo con lo anterior, se hace necesario considerar dos dimensiones cuando hablamos de mujeres pobres o de la pobreza de las mujeres. La primera implica y hace necesario recordar que la pobreza femenina se encuentra inserta en un fenómeno mayor que atañe a variados sectores de la población independientemente de su sexo.

Una segunda dimensión entonces, tiene que ver con los roles asignados, en donde el factor social y cultural juega un papel muy importante, como por ejemplo, designar las funciones que en virtud del sexo hombres y mujeres deben desempeñar. Esta dimensión nos lleva a considerar cómo la condición y la posición de la mujer en la sociedad, dificultan las posibilidades de poder salir de la pobreza, producto que la mujer es la que normalmente se encarga de las relaciones familiares y del cuidado de los hijos/as, a lo que se une la discriminación para acceder al mercado del trabajo, la segmentación de las ocupaciones y los salarios bajos. Por otra parte esta dimensión nos permite comprender, como la mujer pobre urbana se ha ido incorporando a los procesos de modernización, al mercado laboral, etc., y de qué manera los ha ido significando, elementos que de una u otra forma pueden contribuir a superar su actual situación de pobreza.

 

Adentrándonos en la comprensión del concepto de pobreza, nos encontramos con la definición del P.N.D.U de 1993, que la ha definido "como una situación que impide al individuo satisfacer una o más necesidades básicas y participar plenamente en la vida social. Es un fenómeno esencialmente económico, con dimensiones sociales, políticas y culturales, que se asocia a la escasa participación y que se expresa en el subconsumo". Es decir, como sostiene Rolando Franco e Irma Arriagada es "una situación en que se encuentran los individuos, que en una sociedad determinada y en un momento dado, no pueden satisfacer las necesidades consideradas básicas según las normas culturales vigentes en dicha sociedad"

Hoy en día, aún se debate en torno a la definición de lo que es pobreza y en torno a cual es la mejor forma de medirla, pues dado que esta alude a múltiples dimensiones y se va generando a partir de diversas situaciones y contextos, las connotaciones ideológicas y políticas son evidentes y se encuentran presentes en cualquier definición de pobreza, lo que implica que esta cargada de juicios de valor. En lo que sí

hay consenso, es que la pobreza es relativa y cambiante, como veremos a continuación.Simmel sostiene al respecto "Es pobre aquel cuyos recursos no alcanzan a satisfacer sus fines. Este concepto puramente individualista, queda reducido en la aplicación practica, puesto que determinados fines pueden considerarse como independientes de toda fijación arbitraria y personal. En primer lugar, los fines que la naturaleza impone: alimentación, vestuario, vivienda. Pero no puede determinarse con seguridad la medida de estas necesidades, una medida que rija en todas las circunstancias y en todas partes, y fuera de la cual, por consiguiente exista la pobreza en un sentido absoluto. Cada ambiente general, cada clase social, posee necesidades típicas, la imposibilidad de satisfacerlas significa pobreza. De aquí procede el hecho vulgar en todas las sociedades progresivas de que hay personas que son pobres dentro de su clase y no lo serian dentro de otra inferior, por que les bastarían los medios de que disponen para satisfacer los fines típicos de estos últimos"

Por lo tanto podemos ver que existe un claro subjetivismo, es un concepto relativo, producto de su heterogeneidad sostendrá Vania Salles, idea que no se aleja del concepto planteado por Simmel, ya que "se establece por comparación con situaciones y contextos organizados en torno a la satisfacción de necesidades y a estilos de vida" . Pues si bien esta presenta ciertos componentes normativos, esta fuertemente ligada al estilo de vida de cada sociedad, siendo esta la que impone las expectativas que van dando origen a las necesidades, coincidiendo así con lo recién expuesto. Es así como los sectores pobres se van integrando y van participando efectiva y simbólicamente de las pautas del consumo moderno y de los valores asociados a ella. En esta configuración de estilos de vida que presentan las diferentes sociedades, intervienen "el avance económico, los ingresos, los niveles educativos y las posibilidades diferenciales de apropiación de la cultura según la pertenencia a clases sociales, a grupos étnicos y de acuerdo al género al que se pertenezca. En una sociedad coexisten marcos de acción y pautas de identidad de grupos que conforman estilos de vida diversos que conviven con los estilos hegemónicos organizados en torno a las necesidades evaluadas socialmente como relevantes. El modo en como se satisfacen estas necesidades es lo que les da el carácter de social" .

 

En síntesis la concepción más amplia de pobreza es asociada a las carencias que sufren las personas para satisfacer sus necesidades humanas fundamentales. Las necesidades humanas tienen que ver con diversos y distintos ámbitos del bienestar del individuo, estas "se pueden clasificar en las áreas de subsistencia, protección, afecto, entendimiento, participación, ocio, creatividad, identidad, etc." Con esto es posible distinguir entre las necesidades y los satisfactores. Al respecto se sostiene que las necesidades son iguales para todos los individuos y que son los satisfactores los que van cambiando por que están determinados cultural e ideológicamente.

Rosa Bravo, economista de la CEPAL, sostiene que las carencias, es decir el no tener acceso a los satisfactores pueden ser absolutas o relativas. Se habla de pobreza absoluta cuando las carencias pueden llegar a provocar efectos catastróficos; se habla de pobreza relativa cuando las carencias son superiores a las de un grupo de referencia, "cuando es definida en relación con otras situaciones y contextos sociales, con los cuales es confrontada y diferenciada"

La medición de la pobreza se lleva a cabo siguiendo los enfoques absolutos y relativos, que tienen que ver con la pobreza relativa y absoluta. Sin embargo al medir la pobreza, esta tiene que ver o hace referencia a las necesidades básicas mínimas, elementales, pero sin duda para un mayor acercamiento a la pobreza, es preciso tomar en cuenta otras necesidades que quizá no son medibles, pero que igualmente juegan un papel importante en la superación de esta, como es por ejemplo la autorrealización personal, la participación en la sociedad, la calidad del medio ambiente, etc.

La situación de pobreza por la que atraviesan las mujeres, sin duda incide en como van participando de las distintas instancias que la sociedad ofrece, los cambios en su posición en la sociedad, también están fuertemente relacionados con la pobreza, pues esta también se traduce en un alejamiento de los procesos culturales que van guiando y orientando los cambios en las relaciones de género. Es por ello que para medir aquellas necesidades de orden más subjetivo, es necesario establecer parámetros basados en los rasgos más sobresalientes de la cultura del grupo social que se este estudiando.

El género como identidad construida socialmente, se inserta en la temática de la pobreza, principalmente por que el género ha pasado a constituirse como una condicionante de pobreza, toda vez que el desarrollo y el crecimiento no consideran las relaciones de género, lo que implica desconocer la complejidad cultural de la subordinación de género, cuyas raíces, como ya hemos mencionado se encuentran en la división sexual del trabajo, "excluyendo con ello a las mujeres de la retribución económica y del ejercicio del poder, limitando la movilidad y actividad de las mujeres" . Las desigualdades de género, socialmente construidas, se "expresan en la asignación de identidades y actividades, así como en la separación de ámbitos de acción a los que corresponde una designación distinta de valor simbólico, donde lo masculino cobra preeminencia por sobre lo femenino." Estas desigualdades de género, sin duda contribuyen al incremento de la pobreza femenina, a la vez que la pobreza se convierte en una limitante para lograr el cambio en las relaciones de género.

...género y pobreza estableciendo la relación...

Como un primer aspecto tenemos que, los diversos enfoques que han abordado el tema y la problemática de la pobreza, sean estos económicos o sociales, durante mucho tiempo no consideraron en su definición, la dimensión de género y dado que la condición femenina, la que hemos entendido como la: "la descripción del estado material de las características de su incorporación a las distintas estructuras e instituciones sociales, económicas y políticas" , va adquiriendo características particulares según la sociedad y al grupo social al que se pertenezca, sin duda hace indispensable abordar la pobreza desde la perspectiva de género. Pues si bien es cierto que la preocupación por la pobreza, viene desde hace ya varias décadas, no se habían considerado " las repercusiones que la pobreza podía tener según el sexo, la edad, la etnia, etc." . Y como ya se mencionó anteriormente estos elementos van permeando las condiciones estructurales que provocan la pobreza.

Si bien, se habla de las diferentes dimensiones de la pobreza, que la concepción de esta debe renovarse, y en cierta medida lo ha hecho, pues se

ha comenzado ha considerar que no hay un solo tipo de pobreza (se menciona la pobreza estructural, de genero, la pobreza dura, etc). Sin embargo esto no ha sido suficiente, pues a la hora de evaluarla a un nivel mas homogéneo y sintético no aparece, lo que lleva que exista "una pobreza manifiesta en la propia definición de pobreza" .

Dado lo anterior, es posible señalar que uno de los más importantes aportes que la perspectiva de género hace al análisis de la pobreza, es el énfasis que ha puesto en la heterogeneidad de la pobreza, es decir, en una perspectiva multidimencional que apunta por una parte a mirar de una forma distinta el comportamiento de hombres y mujeres, así como los múltiples roles que ambos desempeñan, unida a la discriminación y a la situación de pobreza que se vive según el genero, la etnia, la raza, etc.

Es decir el enfoque de género, no se limita solamente a revisar la participación de la mujer en el desarrollo, sino que intenta como ya dijimos revisar como se dan las relaciones entre hombres y mujeres, cuales son los roles de cada uno, cuales son sus necesidades, como se da el acceso a los recursos y a su control en un contexto histórico y sociocultural particular, lo cual para efectos de nuestra investigación es necesario, ya que la pertenencia a un determinado sector sociocultural, sin duda implicará modificaciones en las situaciones descritas anteriormente.

Según Carine Clert, podemos visualizar al menos 5 implicancias importantes en esta situación. Como primera implicancia tenemos que al realizar una lectura de la realidadsocial desde una perspectiva de género, se está reconociendo la heterogeneidad de la pobreza. Cuando se establecen categorías como, comunidad, hogar, familia, etc., sobre la base de género, lo que se intenta resaltar, es que el hombre y la mujer no tienen las mismas necesidades, que sus atributos y responsabilidades tampoco son las mismas así como sus experiencias de vida tampoco lo son. Es decir lo que evitamos al trabajar con la perspectiva de género, es no centrarnos exclusivamente en la situación de la mujer, de una forma aislada; de lo que se trata es de considerar ambos géneros, es decir considerar la relación social entre hombres y mujeres.

En segundo lugar y de acuerdo con lo anterior, este es un enfoque relacional, presta atención tanto a los roles de hombres y mujeres, como a las relaciones de ambos. Tener en cuenta este aspecto, nos lleva a la necesidad de que cuando se examinen las situaciones de desventaja social de las mujeres, no sean analizadas en forma aislada, sino que sean analizadas considerando a la pareja y a su entorno en general.

Como tercer punto tenemos y relacionándolo con el anterior, es posible lograr un mejor entendimiento de cómo funciona el hogar, lo cual es indispensable cuando se lleva a cabo la planificación contra la pobreza. En donde el análisis en términos de género, permite no solo prestar atención a los roles del hombre y de la mujer, si no que también permite prestar atención a las relaciones entre ambos.

En cuarto lugar, trabajar con la perspectiva de género en la problemática de la pobreza, implica que sea necesario considerarla en su multidimensionalidad, lo cual puede ser visto en dos aspectos. Por un lado, aboga por que hombres y mujeres no sean considerados, sólo como trabajadores o productores, sino que también sean considerados sus múltiples roles tanto en el trabajo remunerado, como en el hogar. Este punto sin duda es importante y beneficia tanto a hombres como a mujeres, por que apunta también a considerar la variable tiempo a la hora de llevar a cabo programas de planificación.

 

Por otro lado también es necesario considerar, que el género se interrelaciona con otras relaciones sociales, como la edad, la etnia, el nivel socioeconómico.

Finalmente y como quinto punto, sugiere una visión dinámica de los procesos sociales, ya que como mencionábamos en los párrafos anteriores las diferencias y las relaciones de género pueden variar con el tiempo. La perspectiva de género tiene por lo tanto importantes aportes, pues al ser incorporados a los análisis de la desventaja social, permite comprender y captar de mejor forma su heterogeneidad y complejidad. Sin embargo esta perspectiva aun no se incorpora en su totalidad, ni tampoco a un nivel más operacional.

Considerar el género como una condicionante de pobreza, implica considerar elementos estructurales y elementos subjetivos que intervienen en esta situación.

El desarrollo y el crecimiento, como señalábamos están muy relacionados con la dimensión estructural de la pobreza femenina, teniendo una gran e importante incidencia, en la educación, en el trabajo, en el ingreso, etc. Sin embargo, es como postula Rosa Bravo, la división sexual del trabajo (coincidiendo con otros autores) el factor estructural determinante de la pobreza relativa de las mujeres por razones de género. "La división del trabajo por sexo esta en la base de la desigualdad de oportunidades que tiene las personas de distinto sexo para acceder a los recursos materiales y sociales (propiedad del capital productivo, trabajo remunerado, educación y capacitación) así como a participar en la toma de las principales decisiones políticas, económicas y sociales que norman el funcionamiento de una sociedad" .

Este aspecto es particularmente importante, puesto que la división sexual del trabajo, no sólo tiene efectos de corte material, sino que tiene un

importante efecto en lo que es la construcción de identidad de género, es decir de lo que se espera socialmente de las conductas de hombres y mujeres, que con el tiempo se van naturalizando y transmitiendo de una generación a otra.

Para que la mujer pueda incorporarse al desarrollo, es necesario entonces "reconocer la exclusión de las mujeres de los beneficios de los procesos de la modernización, enfatizando como principales soluciones a esta situación la educación, la inserción laboral y la promoción de cambios legislativos a favor de las mujeres" .

Las dimensiones de la pobreza, tienen que ver entonces, con las oportunidades laborales, con el acceso a la educación, a los trabajos, etc. Estas situaciones, afectan a todas las mujeres que se encuentran en situación de pobreza, sin embargo es importante destacar que el contexto social al que pertenezcan va determinando la forma especifica en que se van presentando estas situaciones. "El contexto esta definido fundamentalmente por las características de los hogares de pertenencia, constituidos por sus hogares de origen o de procreación".

 

...algunos aspectos sobre mujer y trabajo...

Retomando el tema de la identidad laboral y de la pobreza podemos señalar que cuando la motivación para trabajar está solamente mediada por la necesidad económica y no se tiene una comprensión del mundo laboral como un espacio de desarrollo personal, sin duda pone en peligro la permanencia en el mercado laboral.

Más aún cuando no existe posibilidad de realización personal o la experiencia de condiciones laborales es insatisfactoria se entra a evaluar cuan importante es el trabajo remunerado en términos de las necesidades económicas familiares. Este último elemento influye en la decisión de continuar trabajando, es decir, no existen los dos elementos primeros y el ingreso de la mujer no contribuye suficientemente al ingreso familiar, probablemente se retirará, en cambio si su aporte es relevante soportará las malas condiciones laborales y la falta de incentivos del mercado laboral.

Por otra parte, si entendemos que la participación de las mujeres en el mercado de trabajo es el producto de procesos que incluyen el nivel estructural y simbólico, social y económico de la vida privada podemos dar cuenta que los factores económicos, políticos y sociales, demográficos y culturales se combinan con las etapas de transición crítica de vida, por ejemplo, fin de estudios, entrada de vida adulta, matrimonio, formación de familia, crianza de hijos/as, separación, viudez, otros. Aún más, el momento histórico, la generación y el estrato socio-económico influyen en la trayectoria laboral de las mujeres.

Por tanto, no es posible de hablar de estereotipos sexuales respecto al comportamiento laboral femenino debido a la coexistencia de distintas generaciones en el mercado laboral y la heterogeneidad de los comportamientos laborales. Cada generación de mujeres se vincula con el mercado de trabajo, según el periodo histórico y la etapa vital, lo que genera tendencias de participación en el mercado de trabajo y lo que sin duda deviene a mirar las especificidades de las mujeres.En este sentido, en estudios realizados se plantea como razón principal del ingreso, la necesidad económica a pesar que las jóvenes aluden más a la autorrealización, a la independencia, el prestigio, la posibilidad de una carrera y el desarrollo intelectual.

Entonces, si sostenemos que existen distintas motivaciones para ingresar al mercado laboral, se desarrollan distintas trayectorias laborales, también podemos plantear que el mercado laboral no es uno solo, sino por el contrario, las representaciones apreciadas por una sociedad no se dirigen de manera homogenea a todos/as sus miembro/as, depende del lugar que socialmente ocupan así como de una serie de condiciones subjetivas complejas.

En este aspecto es necesario revisar como el mercado actual se "relaciona" simbólica y prácticamente distinto para mujeres y hombres.

En este sentido, es necesario abordar el contexto en que las mujeres se han incorporado al mercado laboral (el que si bien se ha incrementado en las últimas décadas), esta incorporación ha estado acompañado por condiciones de desigualdad entre los géneros, tanto en la denominada división sexual del

trabajo como en las condiciones laborales para similares puestos de trabajo, con semejantes actividades, responsabilidades y grados de calificación.

Según el análisis de la economía neoclásica, las diferencias salariales entre mujeres y hombres pasan por la productividad marginal del trabajo, ahora bien las diferencias en la productividad se explicarían porque en la división de las tareas domésticas, la mujer requiere de un esfuerzo comparativamente mayor que el del hombre (al asignársele socialmente este rol), por lo tanto la energía que ésta puede dedicar al trabajo remunerado es menor y como resultado, tendrá una menor productividad y un salario inferior. Esto deriva en las creencias o estereotipos de los

empleadores en torno a la baja productividad de las mujeres o peor aún ante productividades similares habría una discriminación positiva hacia el hombre, ya que los empleadores esperan que las mujeres abandonen la fuerza de trabajo a causa de la maternidad y la posterior crianza de los hijos.

 

Alguna teorías alternativas sostienen la existencia de dos sectores en las economías, diferenciadas de acuerdo las características de los trabajos. En el sector primario se encuentran grandes empresas, que cuentan con mejores condiciones para sus empleados pero que a su vez requieren estabilidad de la fuerza laboral, como los hombres presentan una mayor continuidad en la fuerza del trabajo, las mujeres son excluidas de estos empleos. El sector secundario en cambio está constituido por empresas pequeñas que operan en condiciones altamente competitivas y que pagan por ende menores salarios, este tipo de empresas buscan mano de obra más barata y ofrecen peores condiciones de trabajo.

La apertura del comercio internacional y la explosión de nuevos productos y tecnologías ha traído consigo la globalización de los mercados. Lo cual ha implicado una fuerte inversión de capitales extranjeros en países de Latinoamérica entre los cuales está Chile. Estas Empresas extranjeras presentan prácticas de trabajo que se basan en la productividad (producción versus costos), estas alteraciones a escala mundial han afectado al mercado del trabajo, en general y por lo tanto a las condiciones de trabajo de las mujeres en particular.

Se vincula la expansión del trabajo femenino con la globalización de los mercados, lo que ha traído como consecuencia la instalación de empresas que prefieren mujeres jóvenes para desempeñar actividades no calificadas por las cuales reciben bajos salarios.

Si caracterizamos las condiciones actuales del mercado laboral de nuestro país, el cual ha mantenido un modelo económico de libre mercado impulsado desde el gobierno militar, siendo continuado, con pequeños matices por los gobiernos al reinstalarse la democracia, nos encontramos con una orientación de la estructura productiva hacia el sector externo, por ende se trata de fortalecer los índices de inversión externa en el país y además la competitividad de las empresas instaladas en el mercado internacional. Esto se vio reflejado en la proliferación y el apoyo a las empresas exportadoras nacionales.

Esta recomposición económica llevó consigo costos del sistema neoclásico como; disminución de los salarios reales de la economía, fuerte aumento de la pobreza y desigualdades, una brecha entre el sector exportador, al cual podríamos llamar primario y el resto de la economía.

Ante este marco, los gobiernos de la concertación (desde 1990) se enfocaron en tratar de darle solución a estos costos, sin embargo, lo más importante era continuar con una economía sana, índices macroeconómicos, que invitaran a la inversión de capitales externos al país. Es decir, se mantuvo el sistema imperante.

Considerando el contexto de globalización en que actualmente se encuentra la economía de nuestro país y el discurso desde los Gobiernos de la Concertación hacia la integración de las mujeres en el ámbito productivo. "El país requiere utilizar de forma eficiente todos los recursos humanos y productivos y velar para que los beneficios del desarrollo lleguen a todos y todas. Una política moderna destinada a corregir las desigualdades existentes en la sociedad, parte de la base de que las oportunidades son distintas para mujeres y hombres y se propone garantizar a las mujeres el ejercicio de la ciudadanía" ,. reflejado en la creación de Instituciones como el SERNAM, en la implementación de Programas específicos para mujeres trabajadoras (a modo de ejemplo, el Programa de Mujeres Temporeras, el Programa de Habilitación Laboral para mujeres de Escasos Recursos, preferentemente jefas de hogar), elaboración de Planes de Igualdad a nivel nacional, entre otras acciones Cabe preguntarnos, al retomar el tema de la construcción de identidad laboral en mujeres pobres urbanas, grupo que cuenta con una especificidad de género, en qué medida las políticas dirigidas a "integrarlas" incorporan la dimensión cultural en dos ámbitos, por un lado la socialización diferenciada y desigualdad que se entrega a mujeres y hombres y por otro lado un mercado laboral construido a partir de la división sexual del trabajo.

Finalmente, creemos que es necesario la realización de diversos estudios que profundicen en los temas señalados desde una perspectiva de género, con el objeto de conocer con mayor especificidad la realidad de mujeres y hombres y de sus relaciones en los diferentes ámbitos en los que se desenvuelven, los que sin duda están ligados al ámbito productivo.

 

IV. METODOLOGÍA

El presente Estudio responde al tipo de Investigación Cualitativa, puesto que la aproximación a la realidad de las mujeres, se pretende realizar desde el abordaje de los fenómenos a partir de la perspectiva de las actoras.

Desde esta perspectiva holística, las personas, escenarios y grupos, no son reducidos o tratados como variables, sino considerados como un todo, de tal forma, que se trata de comprender a las personas, dentro del marco de referencia de ellas mismas.

 

1. TÉCNICAS DE RECOLECCION DE DATOS.

La metodología de recolección de datos incluye la utilización de tres técnicas (una de carácter cuantitativo y dos de orden cualitativo), las cuales se aplicarán por etapas, es decir, dependiendo de la información entregada por cada una de ellas. Son las siguientes;

· Encuesta de carácter comunal, con una muestra de 250 mujeres. Se pretende a través de ésta recoger datos en relación a la situación laboral de las mujeres pobres de Concepción, su trayectoria laboral y su percepción en torno a la relación de las mujeres con respecto al trabajo remunerado. Se realizó la validación del instrumento, en donde se aplicaron 40 encuestas aprox., proceso que se llevó a cabo en tres etapas, con diferentes grupos de mujeres (mujeres participantes de Programas que implementa la Oficina de la Mujer, mujeres que acceden a la Oficina de información Laboral y mujeres que acuden al Departamento de Asistencia Social, todas dependencias municipales)., en la validación intervinieron diferentes personas (supervisores y encuestadores), lo que permitió modificar el instrumento y capacitar al mismo tiempo a los encuestadores que la aplicarán definitivamente. (Actualmente se está en proceso de aplicación del instrumento). La encuesta incluye las siguientes áreas: Antecedentes personales, Antecedentes familiares, Trayectoria laboral, Percepción experiencia laboral, Apoyo familiar, Percepción relación trabajo-mujeres y Proyección laboral.

· Entrevistas en profundidad, esta técnica nos permitirá profundizar en aquellos aspectos de la construcción de la identidad laboral en mujeres y en aquellos puntos en donde la encuesta no permite profundizar. Estas se desarrollarán con mujeres que durante la aplicación de la encuesta expresen voluntariamente su disponibilidad de participar en este proceso y aquellas mujeres seleccionadas por el propio equipo investigador, que participen en diversos espacios que desarrolla la Oficina de la Mujer, consideradas con experiencias significativas para los objetivos del estudio y consideradas como cercanas, lo que facilitará la aproximación y profundización en el proceso.

· Grupos de discusión, técnica optativa que se utilizará en base a la información obtenida de las entrevistas en profundidad y en donde el equipo investigador definirá si es necesario profundizar de manera colectiva en algunos aspectos.


2. DISEÑO MUESTRAL 

2.1. JUSTIFICACIÓN DEL DISEÑO DE ENCUESTA POR MUESTREO.

La Encuesta por Muestreo como técnica nos permitirá hacer análisis e inferencias sobre la población de estudio, "Mujeres entre 20 y 50 años, en condición de pobreza que habitan en el Área Geográfica asignada al estudio constituida por las unidades vecinales: 1(1-R) Caupolicán, 2(2-R) Valle Nonguén, 7(5) Pedro del Río Zañartu, 8(6) Aurora de Chile, 10(8) Punta Industrial, 11(9) Cerro Chepe, 12(10) Prieto Cruz, 17(13-B) Cóndor Chileno, 22(18) Cerro Chacabuco, 23(19) Cristóbal Colón,24(20-A) Simón Bolivar, 25(20-B) Los Andes Rodríguez, 26(21) Pedro Aguirre Cerda, 27(22) La Pólvora 1, 28(23) La Pólvora 2, 29(24) Endesa, 30(25) Chillancito, 37(32) Pedro de Valdivia Bajo, 40(34-B) Agüita de la Perdiz, 42(36) Teniente Merino 1, 71(60) Teniente Merino 2, 72(61) Santa Sabina, 73(62-B) Lagunas, 74(13/14-R) Orden y Patria, 75(15-R) Puchacay Este y 76(16-R) 21 de Mayo, pertenecientes a la Comuna de Concepción", de la cual será seleccionada una muestra representativa, con una precisión del 95% de validez, dentro de un cierto costo. Para ello, se utilizará como técnica de muestreo, el Muestreo Aleatorio Estratificado. Para ello, se utilizará con Asignación de Neyman

2.2.- ASIGNACIÓN DE LA MUESTRA:

El objetivo es usar una asignación que presente una cantidad especificada de información a un costo mínimo, cuyo esquema está influido por tres factores:

1.-El número total de elementos de cada estrato.
2.-La variabilidad de las observaciones dentro de cada estrato
3.-El costo para obtener una observación de cada estrato.

2.3.- MUESTRA.

Se define como muestra de estudio de tamaño n=250 a los individuos que cumplen con la condición de unidad de estudio y que pertenecen a la población objetivo.

2.4.- UNIDAD DE ANÁLISIS.

Se define como unidad de análisis la "vivienda", que es sobre la cual se aplica la encuesta.


3.- ANÁLISIS DE LOS DATOS
El análisis de la encuesta será a partir de la utilización del Programa computacional SPSS.

En cuanto al aspecto cualitativo, la selección de las mujeres que participarán de las entrevistas en profundidad será intencional ya que estará sujeta a los objetivos del Estudio y al criterio de profundización de algunos aspectos del equipo investigador, en donde las mujeres serán seleccionadas a partir de las características en las que se pretenda profundizar características que se señalarán una vez que la información recogida a través de los encuentros se encuentre codificada.

No existirá un número predeterminado de entrevistas a realizar, sino que esto dependerá del punto de saturación de las mismas.

El análisis de las entrevistas será llevada a través de análisis de contenido en donde se elaborará la malla temática, estableciendo categorías y tipologías que nos permitan analizar de mejor forma los resultados.

  

V. BIBLIOGRAFIA


1.- Alatorre Javier, y Careaga G., Mujeres en la Pobreza. Colegio de México, México, 1997.

2.- Arriagada Irma, "Género y Pobreza", En Isis Internacional, Edición de la Mujeres n° 26, Santiago, Chile 1988.

3.- Gissi Jorge, "Sobre el concepto de pobreza", En revista de Trabajo Social, Pontificia Universidad Católica de Chile n° 66, 1965.

4.- Franco Rolando y Covarrubias Paz, Mujer Chile y Sociedad, 1974.

5.- Simmel George, Sociología. Espasa-Calpe, Buenos Aires, 1934.

6.- Nuss Shirly y otros, Las Mujeres en el mundo del Trabajo.

7.- Colección Estudios CIEPLAN n° 43 Flexibilidad Laboral y mercado del Trabajo en Chile.

8.- Brunner José y otros. "Políticas económicas y sociales en el Chile democrático". Colección Estudios CIEPLAN n° 41

9.- "Mujeres y la economía, indicadores de género". Documento extraído de INTERNET.

10.- Carmuca y otros, "Mujer y Trabajo: Principales Ejes de análisis". Ponencia presentada a Primeras Jornadas Australes Interdisciplinarias sobre Mujer y Desarrollo: lemas, desafíos y aprendizajes. 1999, Valdivia.

11.- Todaro Rosalba y otras, Mujeres en el mundo global.

12.-De Barbieri Teresita "Sobre la categoría de género, una introducción teórico-metodológica".

13.- León Magdalena, ¿La identidad se construye en la familia?. ISIS Internacional. Ediciones de las Mujeres n°20, 1994.

14.- Marcela Lagarde, Los Cautiverios de las Mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y locas. Colección de Pstgrado, 3° Edición. Universidad Nacional Autónoma de México, 1997.

15.- Lagarde marcela, "Las mujeres y la Organización Genérica del Mundo", Citado en "Género Políticas Públicas y Desarrollo" Ediciones CEM, Chile, 1994.

16.- Valenzuela María Elena y otras, "De mujer sola a mujer jefa de hogar. Pobreza y Políticas Públicas". SERNAM 1990.

17.- Alcoff Linda, "Feminismo cultural versus post-estructuralismo. La crisi de la identidad en la teoría femenista".

18.- Gimenez Gilberto, "Materiales para una teoría de las identidades sociales".

19.- Fowks Jacqueline, "la identidad y lo subjetivo. Experiencia y vida en la sociología de las emociones". En Debate Feminista, año 7, volumen 14, Octubre, año 1996, México.

20.- Bondi Liz, "Ubicar las políticas de la Identidad". En Debate Feminista, año 7, volumen 14, Octubre, año 1996, México.

21.- Notas de clase del Seminario-Taller "Género Políticas Públicas y Desarrollo". CEM, 1992, Chile.

22.- De Beauvoir Simone, El segundo sexo.

23.- "Plan de igualdad de Oportunidades para las mujeres 1994-1999". SERNAM.

24.- "Plan de Igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, 2000-2010". SERNAM.

25.- "Lo posible y lo no posible en el mercado de trabajo, percepción de las mujeres pobres". Documento 62 SERNAM.

26.- Guzmán Virginia y otras. Trayectorias laborales de Mujeres, cambios generacionales en el mercado de trabajo. CEM.

27.-Velez Beatriz, Identidad femenina y juego político, las mujeres colombianas en el tablero.

28.- "Las mujeres y el empleo informal". Documento 51 SERNAM. 

Tus compras en

Argentina 

Brasil 

Colombia 

México 

Venezuela 

VOLVER

SUBIR