PSICOSIS AUTISTA

archivo del portal de recursos para estudiantes
robertexto.com

enlace de origen
Ramón Lezama Armando
FES Iztacala, UNAM.)
 

IMPRIMIR

 

LA ORGANIZACIÓN DE LA PERSONALIDAD

La personalidad total, según la concebía Freud, esta integrada por tres sistemas principales: el ello, el yo, y el superyó. En la persona mentalmente sana esos tres sistemas forman una organización unificada y armónica. Al funcionar juntos y en cooperación, le permite al individuo relacionarse de manara eficiente y satisfactoria con un ambiente. La finalidad de esas relaciones es la relación de las necesidades y deseos básicos del hombre. (CALVIN S. Hall, 1999).

 

EL ELLO

La función del ello es encargarse de la descarga de cantidades de excitación que se liberan en el organismo mediante estímulos internos o externos. Esa función de ello cumple con el principio primordial o inicial de la vida, que Freud llamó el principio del placer.

El ello está en más íntimo contacto con el cuerpo y sus procesos que con el mundo exterior.

El ello no está gobernado por las leyes de la razón o de la lógica, y no posee valores, ética o moralidad. Sólo lo impulsa una consideración: obtener satisfacción para las necesidades instintivas, de acuerdo con el principio del placer. Hay sólo dos consecuencias proceso del ello. O se descarga mediante la acción o realización de deseos, o sucumbe a la influencia del yo; en el último caso la energía queda ligada en lugar de descargarse inmediatamente.

Freud habla del ello como si fuera la verdadera realidad psíquica. Con eso quiere decir que el ello es la realidad subjetiva primordial, el mundo interior que existe antes de que el individuo haya tenido experiencia del mundo exterior.

El ello es el mundo de la realidad subjetiva en la que la búsqueda del placer y la evitación del dolor son las únicas actividades que importan.  (CALVIN S. Hall, 1999).

 

EL YO

En la persona bien adaptada el yo es el ejecutivo de la personalidad, que domina y gobierna al ello y al superyó y mantiene un comercio con el mundo exterior en interés de la personalidad total y sus vastas necesidades. Cuando el yo cumple sabiamente sus funciones ejecutivas, prevalecen la armonía y la adaptación. Cuando el yo abdica o entrega demasiado de su poder al ello, al superyó, o al mundo externo, se producen inadaptaciones y desarmonías.

El Yo no está gobernado por el principio del placer, sino por el principio de la realidad. Realidad significa que existe. El principio de la realidad lleva al placer, aunque la persona tenga que soportar cierta incomodidad mientras busca la realidad.

EL yo es en gran parte producto de una interacción con el ambiente, la dirección de su desarrollo está determinada por la herencia y guiada por los procesos naturales de crecimiento. (CALVIN S. Hall, 1999).

 

EL SUPERYÓ

La tercera institución fundamental de la personalidad, el superyó, es la rama moral o judicial de la personalidad. Representa lo ideal más bien que lo real, y pugna por la perfección antes que por el placer o la realidad. El superyó es el código moral de la persona. Se desarrolla desde el yo como una consecuencia de la asimilación por parte del niño, de las normas paternas respecto de lo que es bueno y virtuoso y lo que es malo y pecaminoso.

El yo se forma a partir del ello y el superyó se forma a partir del yo. Continúa interactuando y fusionándose entre si durante toda la vida. (CALVIN S. Hall, 1999).

Cuado los tres sistemas de la personalidad están en desacuerdo, se dice que la persona está inadaptada. Encuentrase insatisfecha consigo misma y con el mundo, y su eficacia se reduce.  

 

PSICOSIS

La psicosis infantil, como un trastorno de la personalidad dependiente de un desorden de la constitución general del sujeto y sus relaciones con el mundo circundante. (Dra. Bleichmar Silvia, 1995).

Las psicosis son formas de enfermedades mentales. El término “locura” se usaba antiguamente para referirse  a esa clase de trastornos, aún cuando en la actualidad la “locura” es primariamente un término legal empleado para referirse a aquellos individuos que son incapaces de manejar sus propios asuntos de manera adecuada, como resultado  de trastorno mental grave. (WHITAKER. James, 1968).

La psicosis es un importante trastorno de la personalidad que se caracteriza por una grave perturbación del contacto con la realidad, marcada dificultad para relacionarse con la gente y otras desintegraciones de la función del ego. El niño o el adulto psicótico no valora con exactitud su ambiente, y su ego ha perdido el dominio de sus impulsos.

Se ha atribuido el comportamiento extraño de los niños a su inmadurez normal, a la falta de dominio por los padres o quizás al retardo mental. Hipócrates fue el primero que describió claramente algunas pautas psicóticas que se observan en los adultos. (STUART M. Finch, 1986).

Según Winnicott, las psicosis infantiles encuentran su explicación en la ausencia materna, aunque en verdad ellas hasta podrían ser explicadas por su constante presencia.

El eje está fuera de lugar: no se trata de su presencia o de su ausencia sino de la alternancia de ellas y del particular modo de ejercicio materno, estructurado, como deseo, por un discurso de lo que trasciende.

¿Cómo ubica Lacan en su esquema el deseo de la madre? Precisamente como la madre que no siempre está allí, como la que puede faltarle al niño, o sea la que puede interesarse por otra cosa (Millar, 1984, citado en Jerusalinsky, 1997).

La referencia a Winnicott es útil a fin de compararlo con Lacan. Para él la psicosis no está relacionada con la forclusión del Nombre – del – Padre, sino con la quiebra del cuidado materno (Millar, 1984, citado en Jerusalinsky, 1997).

Partamos de la definición de Lacan: ¿Qué es el fenómeno de psicótico? La emergencia en la realidad de una significación enorme que parece una insignificancia – en la medida en que no se puede vincular a nada, ya que nunca encontró en el sistema de la simbolización – pero que en determinadas condiciones puede amenazar todo el edificio.

Esta significación enorme puede ubicar al niño como anclando en el espejamiento univoco de la madre, en cuyo caso sería psicótico. (Jerusalinsky, 1997).

En 1952 Margaret Mahler describió un tipo de psicosis  que ocurre principalmente durante el segundo año de la vida, y lo denominó psicosis simbiótica.

Los niños que sufrían psicosis autistas o simbiótica muchas veces eran considerados mentalmente defectuosos porque su personalidad revelaba muchas características  primitivas. La desintegración de la personalidad a una edad formativa temprana conduce eventualmente a un síndrome difícil de distinguir del retardo mental. (STUART M. Finch, 1986).

Mahler (1952) contrastaba el autismo con la simbiosis, esto es, los trastornos de la identidad que están en la base de las psicosis infantiles autistas. (ERDELBERG M. D. Ludwing, 1971).

El tema que versa sobre la psicosis simbiótica ha despertado controversia en las diferentes Escuelas que comprenden el psicoanálisis  ya que por ejemplo, la Escuela Maheleriana postula la importancia de las primeras etapas que cursará el bebé y que comprenden la autística, la simbiótica, la diferenciación y el proceso de separación e individualización para el infante pueda más tarde adquirir una autonomía y una identidad propia. En cambio otros autores comentan que desde el nacimiento el bebé establecerá una relación objetal con la madre. (SAKRUKA C. Matilde,1994).

 

AUTISMO

Autismo es un término empleado con frecuencia, aunque con cierta impresión, para referirse a comportamientos centrados en el propio sujeto (del griego, autos = uno mismo; propio). Aquí este concepto se utiliza en un sentido más especifico.  (TUSTIN Frances. 1972).

Uno de los primeros casos de niños no comunicativos, socialmente aislados es el que presenta el Francés Itard hizo del niño salvaje de Aveyron un muchacho que aparentaba 12 años de edad hallado en el bosque sin haber tenido ningún contacto anterior con seres humanos. Aunque los informes anteriores plantean dudas acerca de si era verdaderamente autista, presentaba muchas características de este trastorno: no hablaba ni respondía a las preguntas, no reaccionaba a los ruidos fuertes, era asocial y prestaba mayor atención a los objetos que a las personas. ( Itard, 1801, citado en  SIGMAN M. y Capps L. 1997).

En 1911, Bleuler introdujo el término autismo para designar la pérdida del contacto con la realidad que produce, como consecuencia, una imposibilidad o una gran dificultad para comunicarse con los demás. 

En 1943, Kanner describió un cuadro, al que hoy se conoce como autismo precoz de Kanner, y que presenta las siguientes características.

Lo que caracteriza a estos niños es su falta de reacciones frente a acontecimientos que se producen a su alrededor, su falta de valoración social del mundo que los rodea, y el presentar conductas especiales con las cosas y las personas.

Las relaciones del niño autista con las personas son muy particulares: no les dirige ninguna mirada de interés, pasa por un lado sin intentar establecer una comunicación, las relaciones que pueden a veces establecer son fragmentarias; no muestra ninguna reacción frente a la desaparición de los padres y parece que los ignora. (Dra. Bleichmar Silvia, 1995)

Sorprendentemente, un año después de la aparición del informe de Karnner, un pediatra que vivía en Alemania, Hans Asperger, describía un conjunto de síntomas, que mas tarde llamo Síndrome de Asperger, que se parecía a la descripción del Autismo de Kanner. (SIGMAN M. y Capps L. 1997).

Mahler (1968) amplió los conceptos de Kaner  (1943) sobre el autismo y señalo que la existencia de un autismos secundario era una defensa en contra de una relación más profunda con la madre lo cual indicaba que la etapa de la Simbiosis normal había sido vivida inadecuadamente en su momento.

La etapa Simbiotica normal que se da en le infante es esperada de los tres a los cinco meses de vida, en ese momento el neonato cursa un estado de indiferenciación con la madre el “Yo” aun no es diferenciado del “No yo” y en donde lo interno y lo externo solo empieza a sentirse gradualmente como diferentes y cualquier percepción del desagrado interna o externa, es proyecta mas aya de este límite común.

Con los cuidados de la madre se dará una especie de simbiosis social normal y será dentro de esta matriz de dependencia fisiológica y sociológica con la que tendrá lugar la diferenciación estructural que llevará la organización del individuo para la adaptación y esto consistirá en un funcionamiento adecuado del Yo.

Con el desarrollo de la percepción, el infante se da cuenta que el objeto satisfactor de sus necedades viene de afuera (Ana Freud 1953) y esto le ayudará a que paulatinamente vaya integrando en su interior tanto las experiencia agradables como las desagradables y posteriormente diferenciará su cuerpo del cuerpo de su madre. Así el bebe va saliendo de su mundo interno y establece una relación objetal con la madre y para que esto se lleve a cabo con éxito es necesario que el infante posea un aparato psicológico íntegro desde lo neurológico (herencia constitucional) y también que la madre posea una disponibilidad emocional como objeto.

Una fase simbiótica intensa y adecuada es requisito indispensable para que le bebe humano pueda más tarde desligarse con éxito. Solo si la simbiosis fue adecuada el niño esta en condiciones de entrar felizmente en la fase  de la gradual separación e individualización.

El niño con psicosis simbiótica tiene dificultad para discriminar efectivamente lo social, el mundo objetal humano y el medio inanimado, le da vida a los objetos y debido a sus fantasías de fusión con la madre.

El mundo es percibido por ellos como hostil y amenazante por que tiene que enfrentarlo como a un ser separado. (SAKRUKA C. Matilde,1994).

Existen alteraciones  y trastornos en el lenguaje, en su pensamiento, en los afectos, en la capacidad de abstracción, en la integración, en la síntesis y predomina el proceso primario.

El lenguaje, en el caso de lo que posean, no tiene carácter comunicativo. No está al servicio de comunicar, y por ello su discurso se nos hace incomprensible.

Los trastornos del lenguaje solo pueden entenderse teniendo en cuenta que el lenguaje es una función simbólica que permite la afirmación del sí mismo y la comunicación con los demás y que posibilita a través de la afirmación de la propia identidad, llegar a establecer relaciones libidinales y cognitivas con el mundo.

En muchos casos, por desconocimiento de la realidad psíquica del niño y de los elementos fundamentales para su constitución, se considera a estos niños como orgánicos, buscando una lesión cerebral que rara vez aparece. Esto se produce porque se parte de una concepción del hombre que lo ve como una especie de máquina en la cual la perfecta o no constitución  de los materiales que la componen posibilitará un normal funcionamiento. (Dra. Bleichmar Silvia, 1995).

La conducta autista puede aparecer en cualquier niño y a cualquier edad, aunque es más frecuente antes de los treinta meses, como reacción ante la imposibilidad de tolerar ciertos estímulos o situaciones en el medio externo. (FOSTERO O. H., 1988).

Un ejemplo claro de que la conducta autista puede aparecer a cualquier edad es el caso Stevy de 13 años que menciona PELEGRIN Cesar (1991), en el cual se presenta después de que Stevy fue violado por sus compañeros de secundaria y al no poder dar la explosión de odio incendiario hacia sus violadores, se encierra en su coraza, para protegerse del miedo  que le causa el exterior.  (PELEGRIN Cesar, 1991),

 

TIPOS DE AUTISMO SEGÚN TUSTIN

Autismo Primario Normal (APN)

“Solipsismo neonatal normal”

(Expresión acuñada por Anthony 1958)

La capacidad mínima de discriminación y para efectuar diferenciaciones, característica de la primera infancia, significa que hay escasa conciencia del mundo externo.

A medida que aumenta la discriminación, los procesos autistas de desborde-envoltura-unicidad protegen la ilusión del bebe en el sentido de que no ha tenido lugar la separación.  La respuesta al mundo externo es de carácter autista.

La “madre devota corriente” recibe las “erupciones” del bebé y lo ayuda al respecto, tranquilizándolo en relación con sus efectos catastróficos ilusorios.

Al aumentar la ulterior discriminación, los procesos de interacción “como si …” entre madre y bebé evitan una experiencia demasiado brusca de desilusión.  En términos de Winnicott, la madre proporciona “experiencias transaccionales”.  Los objetos externos comienzan a utilizarse como puente entre “yo” y el “no yo”.

Autismo primario anormal (APA)

Prolongación anormal del autismo primario.

Puede   deberse a:

Falta evidente de estimulación sensorial, tal como ocurre en ciertas instituciones retrogradas.

Falta parcial de estimulación sensorial, debida a:

·         Impedimentos del niño, tales como ceguera, sordera, disfunción cerebral, algunas formas de subnormalidad mental o musculatura débil.

·         El dejar solo al niño durante lapsos muy prolongados.  Los adultos encargados de su crianza le prestan poca atención.

Madre (padres) subdiferenciada (dos) debido a defectos innatos o con el fin de evitar humillaciones asociadas el hecho de diferenciar a sí mismo claramente de los demás.

Permiten a la madre sobreproteger a los bebés y atenuar sus respuestas.

Autismo secundario encapsulado (ASE)

La inhibición como defensa

La lactancia se ve negada debido a procesos traumáticos de separación y encapsulamiento (envoltura intensificada) que hacen que el niño se “encierre en sí mismo”, vale decir, que utilice los objetos externos con si fuera él mismo . El trauma de separación puede deberse a una combinación de los factores siguientes:

Prolongación anormal del autismo primario, lo cual implica que la toma de conciencia de la separación corporal signifique un choque grave, para el cual el niño no se encuentra preparado.

Separación geográfica de la madre cuando el uso de objetos autistas ha llegado a su punto máximo.

Enfermedad física en la primera infancia.

Perturbaciones en el útero

Inmovilización de las extremidades en la muy tierna infancia.  Puede tomarse ASE o ASR.

Autismo secundario regresivo (ASR)

La regresión como defensa

El proceso de desarrollo inseguro se va fragmentando a raíz de la tensión sufrida. El uso excesivo de una identificación proyectiva da como resultado el que madre e hijo se “envuelvan” entre sí.  El proceso de desarrollo puede caracterizarse por su inseguridad, debido a una combinación de los factores siguientes:

Se ha registrado una prolongación anormal del autismo primario, seguido de determinado proceso de desarrollo que se desintegra bajo la tensión que provoca la toma de conciencia de la separación corporal.

Puede producirse una detención temporaria en le estado de ASE, seguida de cierto grado de desarrollo, proceso que se resquebraja bajo el influjo de la tensión.

Un ambiente indebidamente adaptativo enmascara la intolerancia de la separación física por parte del niño, pero cuando el hecho ya resulta inocultable el pequeño sufre una crisis.

Baja tolerancia de la frustración en el niño, o en la madre y aquél.

Pasividad indebida en le niño. (TUSTIN Frances, 1972).

 

TRATAMIENTO

Psicoanalizar el autismo implica enfrentarse con problemas cruciales de la teoría psicoanalítica, ya que la clínica del psicoanálisis es su propia teoría. Particularmente en el autismo nos encontramos frente a interrogantes fundamentales: el proceso de constituciones del sujeto y sus coordenadas; Femineidad y función materna articuladas en torno al falo; las psicosis en la infancia; la transferencia en las psicosis y, más aún, en las psicosis infantiles. (JERUSALINSKY, 1997)

 La psicoterapia tiene varias fases.-

 

Fase 1.- “Es extremadamente difícil en razón de que debemos intentar la aplicación de psicoterapia que según lo indican todas la experiencias, posee una vida psíquica muy limitada, pura de su existencia en un mundo de sensaciones en el cual a veces, se ve totalmente inverso”

El primer paso dado en relación a un posible progreso se produce cuando las reacciones autistas hacia adentro y hacia fuera del niño gradualmente se modifica a los efectos de convertirse en respuestas reciprocas de ida y venida.

“Ilusionadamente estos niños expulsan de sus cuerpos sensaciones intolerablemente excitantes, irritantes o causantes de agitación, con el fin de sentirse liberados de ellos y comprobar que en este sentido, están bajo control”

 “El niño prueba la vida de manera indirecta” “ El terapeuta es atizado como si fuero un objeto muerto, se entabla una relación de tipo saprofitito que simbiótico; que si se permite que avance dicha relación genera en el pequeño la sensación de estar tratando con un objeto muerto, en proceso de descomposición”. Ello genera cierta frustración y el pequeño tiene ocasión de revivir los momentos en que todo marchaba mal y la depresión psicótica inhibía el desarrollo.

“El niño psicótico tiene un agujero (una brecha en un lugar que debería de ser punto de contacto), un lugar donde podría extenderse un puente desde el “Yo” al “Tú”.” El tratamiento consiste en la observación de la conducta infantil por parte del terapeuta.

En el tratamiento psicoanalítico, se establece vías de comunicación entre el niño y el terapeuta, antes de que comience a utilizarse el lenguaje.

Las dificultades para dormir en pacientes infantiles se asocia con temores profundos convenientes a la perdida del padre como miembro de la familia, etc.  La perdida de tales sentimientos de vulnaveridad y desamparo que el yacer despierto significa una verdadera pesadilla , en razón de los pensamientos terroríficos y airados que se agloban en su cerebro. Toda brecha, ausencia o perdida se convierte en algo horrible y vergonzoso. ( se real o imaginario).

“En los niños los hechos del mundo externo como el hecho de que los baroncitos tengan un pene y las niñas no, casi con certeza se integran en una conciencia borrosa del mundo externo. Pero el mundo externo se interpreta primordialmente en función de sensaciones físicas”.

    “La capacidad de fantasear se asocia con la afirmación de símbolos y requiere una toma de conciencia considerable de la separación del mundo externo; con la conciencia con concomitante de exteriores e interiores y de ser un sí mismo como un mundo interno”

“El niño psicótico vive en un mundo de materia negro y buyente, lleno de precipicios y carente de todo principio de organización”.

“El niño psicótico ha desarrollado reacciones protectoras con el fin de salvaguardar la supervivencia corporal”. En este tipo de tratamiento psicoterapéutico la frustración se produce como parte de un proceso orgánico que se desarrolla entre el niño y el terapeuta y no como una forma de manipulación artificial y aislada.  La no tolerancia a la frustración constituye un elemento crítico de la enfermedad del pequeño y las psicologías frustrantes surgen de alguien que lo conoce bien por haber debido soportar muchas frustraciones de su parte.

 

Fase 2

“El niño comienza a vivir en su propia mente; pero en ello causan limitaciones inquietantes. Primero las alucinaciones, luego los sueños y las fantasías contribuyen a aliviar la tensión”.

Las alucinaciones visuales son signos de progreso y ayudan a establecer una relación mas estrecha con el niño. En un principio pueden producirse fuera del contexto del tratamiento y convertirse en fuente de gran inquietud para los padres que temen que el niño este fuera de su sano juicio. Pero al llevar las temibles alucinaciones dentro de orbita del contexto terapéutico pueden colocarse dentro de la mente infantil bajo control racional.  En determinado punto de etapa el pequeño a menudo comienza a sentir miedo de su propia sobra. Se producen alucinaciones benignas referentes a personas ausentes.

Las alucinaciones (menos) parece constituir la predecesora omnipotente del olvido o la ignorancia.

Las interpretaciones referentes a las alucinaciones parecen permitir al niño aportar esas imágenes del mundo externo para manipularlas en su propia mente como imágenes mentales.

Los niños que inician un tratamiento son capacitados para vivir relativamente normales. (TUSTIN F., 1984)

 

BIBLIOGRAFIA

CALVIN S. Hall, (1999)., Compendio de Psicología Freudiana., La Organización de la Personalidad., Edit. Paidos. México 1999. Pág. 25 – 40. 

Dra. Bleichmar Silvia. (1995). La Constitución Psicosexual en la Infancia. Edit. UNAM – CCH SUR., México D. F. 1995. Pág. (2 - 59). 

ERDELBERG M. D. Ludwing (1971) Enciclopedia de Psicoanálisis. Edit. Espaxs., Barcelona (1971)., Pág. 54. Traductores. Hernández E. Víctor y Folch M. Pedro.

FOSTER O. H., (1988), Autismo en neurología infantil. Psicoanálisis en problemas de desarrollo infantil. Una clínica trasdisciplinaria. Ed. Nueva Visión. Buenos Aires 1988. Pág. 181 -190.

JERUSALINSKY Alfredo. Psicoanálisis del autismo. Las psicosis en la infancia. Ed. Nueva Visión. Buenos Aires Argentina, 1997. Pág. 14 -16  

PELEGRIN Cesar, (1991). La psicosis autista en la patología de la adolescencia. Revista de psicoanálisis. Tomo XLVIII. Vol. 48. N° 1. Enero – Febrero 1991. Pág. 177 – 189.

SAKRUKA C. Matilde (1994)., Depresión materna, psicosis simbiotica y adquisición de las funciones yoicas a través del modelo tripartita (niño – madre – terapeuta)., Revista intercontinental de psicología y educación. Vol. 7, N° 1., Facultad de Pedagogía, Universidad Intercontinental. Junio 1994., Pág. 55 – 79.

SIGMAN M. y Capps L., (1997). Niños y niñas Autistas. Edit. Morata, S. L., Madrid 1997

TUSTIN Frances, (1972). Autismo y Psicosis Infantiles. La clasificación de  las enfermedades como base para su tratamiento. Ed. Paidos. Barcelona Buenos aires, México  1994. Pág. 9 – 12 y 86 – 88.

TUSTIN  F. (1984). Las fases de la psicoterapia aplicada a los niños. Autismo y psicosis infantiles. Ed. Paidos Iberica. Barcelona. Pág.139-159.

HITAKER. James, (1968), Psicología., Ed. Interamericana S. A., 1968. 

Tus compras en

Argentina 

Brasil 

Colombia 

México 

Venezuela 

VOLVER

SUBIR