EL MITO PERSONAL Y LA ESTRUCTURA DE LAS NEUROSIS

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Rómulo Aguillaume Torres

Centro Psicoanalítico de Madrid. c/ Mejía Lequerica nº 18, 2ºB, (28004)Madrid

( Trabajo leído en la Conferencia Científica de la IFPS celebrada en Atenas en 1996).

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   INTRODUCCIÓN

 

   Según cuenta la leyenda, y las guías turísticas, muy cerca de aquí, camino de Delfos, Edipo encontró a alguien que se interponía en su camino y, sin quererlo le mató. Después resultó que, aquél a quien mató era su propio padre. Así pues, el parricidio nos aparece relatado como un acto cometido desde el desconocimiento. Edipo mató a su padre sin saberlo y sin quererlo. El tema del incesto repite esta condición de desconocimiento: Edipo no sabe que Yocasta era su madre. Podríamos considerar, por tanto, al tema del conocimiento-desconocimiento como el tema central del mito edípico. La esfinge planteando su enigma apoyaría esta idea, y en cualquier caso, va a ser el sujeto del conocimiento-desconocimiento el que centre el interés del psicoanálisis.

 

   No obstante, Freud puso mayor énfasis, en rechazar el tema del destino como el aspecto central de este mito: "Si es así, nos dice Freud, se comprende perfectamente el apasionante hechizo del Edipo rey, a pesar de todas las objeciones racionales contra la idea del destino inexorable, que el asunto presupone, y entonces también podríamos comprender por qué todos los dramas ulteriores de ese genero estuvieron condenados a tan lamentable fracaso. Es que todos nuestros sentimientos se rebelan contra un destino individual arbitrariamente impuesto..."

 

   Parecería pues, que es el conocimiento de nuestro origen ,lo que permite una superación de un destino individual y arbitrario. Ni que decir tiene que el Psicoanálisis pretende un conocimiento que triunfe sobre Tiresias.

 

   Si comienzo con esta referencia al mito edípico, desde luego no es con la intención de añadir ninguna reflexión original a un tema cuya bibliografía, desde el campo psicoanalítico como del de la antropología se hace inabordable.

 

   No obstante, y para ser fieles al título general de esta Conferencia - "Myth lives within us"- quisiera señalar que para sostener esta afirmación antes nos vemos obligados a plantearnos  un sin fin de preguntas, de difícil contestación y que afectan directamente al corazón de la teoría psicoanalítica son precisamente esas preguntas las que me propongo plantear ante ustedes.

 

   En primer lugar , nos plantea que el psiquismo humano tiene una estructura que permite que los mitos antiguos aparezcan en la actualidad. Es tanto como decir que el inconsciente , que el psiquismo, se dedica a reproducir lo mismo a lo largo de los siglos , y que las condiciones históricas  y sociales no cuentan en este sentido.

 

   En segundo lugar, que el mito, en tanto en cuanto surge en la clínica de una forma inequívoca, lo hace como mito personal, y este no necesariamente es idéntico al mito universal, o al menos se requiere una cierta discusión.

 

   Y en tercer lugar, quiero señalar el concepto de actividad mítica como tema central que nos permite entender y diferenciar el contenido del mito con la función que lo crea.

 

    En principio diríamos que el concepto de mito designa aspectos muy diferentes según el énfasis que los distintos autores ponen en tal o cual dimensión. En cualquier caso dos aspectos marcan diferencias importantes: los que consideran el mito como explicación del origen de algo y los que consideran el mito como relato ejemplificador.

 

   Pasaré, pues, a reflexionar sobre el mito teniendo in mente la obra de cuatro autores que enfatizan aspectos que pienso reflejan cada uno de los temas polémicos que me planteo considerar. Estos autores son: Karl Abraham, Mircea Eliade, Jacques Lacan y Rollo May. Aunque más adelante trataré de profundizar en estas definiciones quisiera adelantar los aspectos básicos que refieren estos autores: Para K. Abraham, el mito es una proyección al exterior de los deseos arcaicos de la especie. Los mitos individuales reflejan estos universales) Para M. Eliade " el mito cuenta cómo, gracias a las hazañas de los seres Sobrenaturales algo es creado. J. Lacan  pone el énfasis no en el contenido del mito, del relato , sino en su caracter de constancia " en absoluto sometido a la invención subjetiva"

Y por ultimo para R. May el mito parece ser cualquier cosa que de sentido "a un mundo que no lo tiene"

 

   Pasaré pues, a considerar más detenidamente cada uno de estos aspectos que la propuesta del título de la ponencia plantea. Empecemos por K. Abraham y con su texto de 1909, "Sueños y mitos". "La ciencia moderna- nos dice este autor- considera que es un principio fundamental de la biogenética el hecho de que la evolución del individuo recapitula la evolución de la especie. A lo largo de amplios periodos de desarrollo filogenético, han tenido lugar en toda especie múltiples cambios físicos. El individuo debe sufrir cambios similares en su desarrollo. Un proceso correspondiente tiene lugar en la esfera psíquica, donde se recapitula de la misma manera el desarrollo filogenético. La ilustración más importante de esto es que en los tiempos prehistóricos los pueblos dieron forma a sus deseos en formaciones de la fantasía, que sobrevivieron en los tiempos históricos bajo la forma de mitos. Exactamente del mismo modo el individuo, en su "periodo prehistórico", modela sus deseos en formaciones de la fantasía que persisten en los sueños de sus "tiempos históricos". Así el mito es un fragmento sobreviviente de la vida psíquica de la infancia de la raza, mientras que el sueño es el mito del individuo". Hasta aquí el texto del autor, y de aquí a aplicar el método de interpretación de los sueños a los mitos no hubo más que un paso.

   ¿Qué quedan de todas estas palabras escritas hace casi cien años por Karl Abraham?. Lógicamente no es fácil la respuesta, aunque podríamos simplificarla diciendo: del lado de la antropología, de los mitólogos, pocos tienen ya en cuenta estas ideas; del lado del psicoanálisis, parece que sí, continua vigente la idea del mito como el texto que expresa la realización de deseos colectivos. En esta polémica entre mitólogos y psicoanalistas nos viene a la memoria la acalorada discusión entre D. Anzieu y J.P. Vernant en los años setenta.

 

   D. Anzieu trataba de mostrar al antropólogo J.P. Vernant como se podían encontrar todos los elementos del Complejo de Edipo en todos los detalles de la Teogonia de Hesiodo. El antropólogo se burló de esa interpretación , pues en su opinión no aportaba nada nuevo y, sobre todo los psicoanalistas no tenían en cuenta para nada las condiciones sociales e históricas para poder entender el mito.

 

   Nos podemos unir, al menos de principio a cuestionar dos de las ideas básicas que hacen posible la interpretación de los mitos desde el punto de vista psicoanalítico: en primer lugar la idea de que el psiquismo humano posee particularidades constantes independientes del contexto histórico y social. Y en segundo lugar que la historia individual recapitula la historia de la civilización.

 

   El primer aspecto, que el psiquismo humano posee particularidades constantes con independencia del contexto histórico y social, parecería basarse, entre otros aspectos, en la presencia de creaciones culturales, por ejemplo los mitos, en lugares muy distintos y distantes de la tierra. El propio Levi Stauss se lo plantea: "...si el contenido del mito es enteramente contingente, ¿cómo comprender que, de un extremo al otro de la Tierra, los mitos se parezcan tanto?". Esto nos permite recordar que los mitos, en cuanto a su formación, pueden ser entendidos desde dos puntos de vista: uno formulado por Euhemero de Messene ( 340-260 a de J.C.) según el cual, "los dioses griegos, tales como Zeus, Urano y Cronos habían sido, en realidad, seres humanos, divinizados tras un reinado que tuvo lugar en los comienzos de la humanidad". Desde un punto de vista psicoanalítico esto no nos es muy extraño. Divinizamos a nuestros padres en la infancia y, sobre todo divinizamos a nuestros muertos. La idealización del muerto suele ser la norma, como forma de eternizarlo y, quizás, de evitar el sentimiento de culpa.

 

   Frente a esta concepción nos encontramos con la otra que niega la realidad a los mitos y los considera únicamente como símbolos, de la naturaleza, de cualidades humanas etc.

 

   Pero ya sea el mito un hecho real o simbólico, lo que nos interesa es saber su difusión o la pretendida presencia al unísono en lugares lejanos. Pensemos en el mito de Edipo,el parricidio y el incesto ,tan central al psicoanálisis. La referencia más antigua de este mito la encontramos en la Odisea, en el capitulo de la "Evocación de los muertos", donde Epicastra, madre de Edipo, marchó a la morada de Hades a purgar el incesto, mientras que del propio Edipo solo se nos dice que "si bien tuvo sus contratiempos, siguió reinando sobre los cadmeos en la agradable Tebas."

 

   Más tarde Sófocles desarrollo su trilogía ya más conocida.

 

   Un gran antropólogo español, recientemente fallecido, Julio Caro Baroja, rastrea el mito edipico y nos recuerda como el tema del mito se encuentra entre los finises, ucranianos, e incluso en la isla de Java. No obstante nos refiere este autor como también vemos trasmitirse el mito a lo largo de la edad media. Las leyendas cristianas de San Albano, San Gregorio, San Julián el Hospitalario etc son un buen ejemplo de ello.

   Así nos encontramos una vez más conque existen suficientes pruebas para aceptar que los mitos aparecen a la vez en lugares muy lejanos como que los mitos surgen en algún lugar privilegiado y se trasmiten a lo largo de la geografía. En este ultimo caso nos encontraríamos con el difícil problema de descubrir ese primer mito que a su vez sería el autentico. Lévi Stauss adopta su actitud conocida y central al estructuralismo. Frente a la versión primaria y autentica del mito le opone "...definir cada mito por el conjunto de todas sus versiones. Dicho de otra manera - continua el autor-: el mito sigue siendo mito mientras se lo perciba como tal. Nuestra interpretación del mito de Edipo, que se puede apoyar en la formulación freudiana y ciertamente le es aplicable, ilustra bien este principio. El problema planteado por Freud en términos "edípicos" no es ya, sin duda, el de la alternativa entre autoctonía y reproducción bisexuada. Pero se trata siempre de comprender como "uno" puede nacer de "dos": ¿cómo es posible que no tengamos un solo progenitor sino una madre y además un padre? No dudaremos, pues, en colocar a Freud, después de Sófocles, entre nuestras fuentes del mito de Edipo. Sus versiones merecen el mismo crédito que otras más antiguas y en apariencia "más autenticas".

 

   "De lo que precede resulta - continua L.Stauss _ una importante consecuencia. Puesto que un mito se compone del conjunto de sus variantes, el análisis estructural deberá considerarlas a todas por igual."

 

   Para el Psicoanálisis se deriva, también otra importante consecuencia. Si la estructura universal del psiquismo se basaba en la presencia en lugares muy lejanos de los mismos mitos a partir de ahora el modelo estructuralista no va a necesitar esa prueba empírica. Lacan, pues, continuará en la misma línea que mantuvieron Freud-Abraham sobre este tema. Línea que, nos atreveríamos a decir, no expresa la arbitrariedad del pensar psicoanalítico sino, simplemente que el campo del Psicoanálisis no es el mismo que el de la Antropología. Por tanto, el Complejo de Edipo tiene que ver con la realidad psíquica, esto es, con el mundo de las representaciones y no con el mundo de la realidad externa. Así pues, representación y mito se articulan en la obra de Freud.

 

   En cualquier caso, el concepto de representación queda formando parte del concepto, más específicamente psicoanalítico de pulsión. Y el concepto de pulsión nos remite directamente al concepto de deseo que, podríamos decir , es el estudio central de toda la obra freudiana. Lo que nos interesa de la teoría de las representaciones en Freud es su articulación con el deseo y con el mito. Las representaciones no se dan aisladas, sino combinadas en escenas, fantasías y complejos . En la obra freudiana , deseos, fantasías, representaciones etc..., remiten siempre al complejo de Edipo, y sabemos que un complejo es " un conjunto organizado de representaciones y de recuerdos dotados de intenso valor afectivo, parcial o totalmente inconscientes.

 

   Freud descubre y crea el mito-complejo de Edipo en su autoanálisis en 1897; curiosamente poco ante había dejado de creer en sus histéricas. Quiero decir que en esta época Freud descubre la realidad psíquica y la problemática edípica como el campo específicamente psicoanalítico. Más adelante, en su trabajo sobre "El hombre de los lobos" Freud se referirá a "los elementos filogenéticos congénitos, los cuales cuidan, como categorías filosóficas, de la distribución de las impresiones  de la vida y son , a mi juicio - nos dice Freud- residuos de la historia de la civilización humana. El complejo de Edipo, que comprende la relación del niño con sus padres, es el más conocido de estos esquemas"

 

   Insisto, pues, en señalar que el complejo de Edipo es un conjunto organizado de representaciones , es decir, algo del orden de la realidad psíquica - que para unos organiza lo psíquico y para otros traza líneas de fuerza-, pero que el mito de Edipo es un relato contado por un poeta y que en esa diferencia, unos investigan el mito, para descubrir que Freud no tenia razón y otros rechazan el complejo - sobre todo el aspecto incestuoso- y buscan otros mitos en que fundar el origen de esa subjetividad humana que continua siendo escurridiza.

 

   Se suele hablar, sin mucho rigor, del Mito Edipico y del Complejo de Edipo como equivalentes, como intercambiables. Eso ha dado lugar a investigar el Mito de Edipo como si fuera el fundamento del Complejo de Edipo y no al revés . Creo que Freud lo aclara en "La interpretación de los sueños" cuando escribe: "Si Edipo Rey es capaz de conmover al lector o al espectador moderno tan intensamente como a sus contemporáneos Griegos, es porque el efecto de la tragedia griega no depende del conflicto entre el destino y la voluntad humana, sino de la naturaleza peculiar  del material con que se revela el conflicto". Y sabemos que esa peculiaridad tiene que ver con el deseo humano y con la ley. Así pues, el Complejo remite al mito desde su origen pulsional  y, a la vez , el mito se convierte en ejemplo, en ideal del Yo para el sujeto. Sabemos que algunos mitólogos y psicoanalistas no creen en el valor ejemplificador del mito pero, de cualquier manera no podemos dejar de ver que algo que surge del mundo pulsional, del ello hace un largo recorrido para aparecer ante el superyó en forma de mandato, de ley.

 

   E. Fromm analiza el mito completo que escribió Sofocles y que como todos sabemos fue una trilogía: Antígona ,Edipo Rey, y Edipo en Colono .El Edipo que nos cuenta Freud es,  el Edipo Rey, la versión a que se nos tiene acostumbrados: después de descubierta la doble trasgresión , el incesto y el asesinato del padre, Edipo se arranca los ojos y muere. Pero en" Edipo en Colono" vemos a Edipo acompañado por sus hijas Antígona e Ismena en el bosque de las Eumenides, después de haber sido desterrado de Tebas por Creón, su tío. Los dos hijos de Edipo, Polinices y Etéocles, luchan entre sí para conseguir el trono de Tebas y piden ayuda a Edipo que se la niega vertiendo sobre ellos todo su odio. Odio del padre ante el hijo que quiere ocupar su lugar.

 

   En Antígona los personajes cambian, pero el tema continua. Hemón hijo de Creón y prometido de Antigona reprocha a su padre el mal trato que propicia a Antígona e intenta asesinarlo. Al fracasar en el intento de matar al padre se quita la vida.

 

Hemón hijo de Creón y prometido de Antígona reprocha a su padre el mal trato que propicia a Antígona e intenta asesinarlo. Al fracasar en el intento de matar al padre se quita la vida.

 

   Como vemos las tres tragedias expresan complejos problemas entre padres e hijos. Las lecturas posibles dependen de nuestros intereses. Para Fromm el problema del incesto no existe, ni en las relaciones de los hijos de Edipo con su madre, ni en las de Hemón con la suya, Euridice." Interpretando Edipo Rey a la luz de toda la trilogía, parece plausible suponer que también en Edipo Rey el tema es el conflicto de padre e hijo, y no el problema del incesto". Esto es "que el mito puede ser entendido no como un símbolo del amor incestuoso entre madre e hijo, sino de la rebelión del hijo contra la autoridad del padre en la familia patriarcal; que el matrimonio de Edipo y Yocasta no es más que un elemento secundario, uno de los símbolos de la victoria del hijo, que toma el lugar del padre y con él todas sus prerrogativas". Para Fromm pues, "El mito de Edipo ofrece un ejemplo destacado del método freudiano de interpretación de los mitos y al mismo tiempo una excelente oportunidad para presentar otro punto de vista según el cual el tema central de los mismos no seria el deseo sexual sino la actitud ante la autoridad, que es uno de los aspectos fundamentales de las relaciones entre las personas".

 

   Lo que guía a Fromm es mostrarnos como en el psiquismo parece estar impreso un orden patriarcal y otro matriarcal en lucha desde los tiempos primordiales. Fromm no acepta el mito de la Horda primitiva que describe Freud en Totem y Tabú y prefiere fundamentar sus creencias en la obra de Bachofen. Para este autor, en el principio, la promiscuidad sexual solo hacia incuestionable el parentesco materno. La mujer legislaba y gobernaba el grupo familiar y social. La madre amaba por igual a todos sus hijos sin necesidad de que hiciesen hazañas especiales; "el objetivo de la vida es la felicidad de los hombres, y no hay nada más importante y digno que la vida y la existencia humana". Pero algo ocurrió - no se nos dice el qué- y en el transcurso de una historia larga y prolongada los hombres vencieron a las mujeres . La primera consecuencia fue terminar con la promiscuidad sexual - que como todos sabemos es una tendencia muy femenina- y se instituyó la monogamia, la autoridad del padre en la familia, el dominio del hombre en una sociedad jerárquicamente organizada. "El sistema patriarcal, por su parte, considera que la obediencia a la autoridad es la virtud principal. En lugar del principio de igualdad, encontramos aquí el concepto del hijo favorito y un orden jerárquico en la sociedad".

 

   Así pues, vemos como Fromm contándonos un mito aparentemente distinto no puede soslayar el conflicto básico del C. de Edipo la normativización del deseo , la promiscuidad sexual de que se nos habla, por la ley del padre. Un largo viaje para llegar al mismo destino. Pero, si digo el mismo destino, no estoy diciendo la misma solución, sino el mismo problema: la relación entre el deseo y la ley.

 

   Quisiera pasar a continuación a comentar quizá el aspecto que considero de mayor interés desde el punto de vista clínico:¿ por qué el mito de Edipo es la única obra que se representa en el teatro del Inconsciente? Podríamos decir que precisamente esto es la crítica central que se hace al Psicoanálisis por parte del filosofo Deleuze y del Psicoanalista Guattari. Sus libros , el Antiedipo y Mil mesetas, de lectura difícil pero apasionada llevan por subtítulo "Capitalismo y esquizofrenia" lo cual nos pone en guardia sobre su tema central: la alienación del deseo por parte de una sociedad represiva donde el psicoanalista se puede convertir en su mejor carcelero. Desde este punto de vista, que no solo es social o político sino fundamentalmente clínico, nos encontramos con la posibilidad de dos Freud. Uno, el de la adaptación, el del Yo y el ello; otro el Freud liberado el de 1908 el de la "Moral sexual cultural."Parecería que hay un Freud partidario de la pulsión , del deseo liberado y un Freud carcelero, representante de la ley, burgués y normativizador. Como los grandes padres fundadores o los grandes teóricos Freud no tuvo la mezquina preocupación de la coherencia, sino únicamente se dedicó a pensar lo hasta entonces no pensado. Un Freud que visto desde la conflictiva Edipica algunos no sabrían, si colocar del lado de la ley o del lado del deseo, como si eso fuera posible. Pero en definitiva, lo que nos interesa es, como siempre, saber cual es nuestro lugar, el lugar que en la clínica facilite un mundo de libertad de uso y responsabilidad exclusivo del paciente, o un lugar al servicio de las fuerzas represivas, esto es de la enfermedad. Es en este sentido en el que creo merecen la pena los libros citados.

 

 El Antiedipo se presenta como una critica a una forma de concebir el inconsciente según el cual  las representaciones se organizan , o se ordenan  según el modelo edipico. Quiere decirse que el inconsciente freudiano- según estos autores- tiene una organización normativizadora, esto es ideológica. En palabras de Miguel Morey, uno de los grandes conocedores en España de la obra de Deleuze: "El Edipo es un mecanismo- nos dice este autor tratando de traducir la esencia del Antiedipo- de represión  de la producción deseante; liga el deseo (in- conciente productivo) con la estructura edipiana familiar (familiarismo), poniéndola como objeto eminente de las cargas libidinales(incesto). Por medio de la introducción de Edipo en el Inconsciente, el psicoanálisis reduce el carácter productivo y reproductivo de la libido a un plano representativo, haciendo del deseo un correlato del fantasma, y del inconsciente algo que se expresa, que se delata incluso, pero que no produce nada."Dos citas sintetizan de forma clara el pensamiento de estos autores:

 

   "El inconsciente deja de ser lo que es , una fabrica, un taller, para convertirse en un teatro, escena y puesta en escena".

 

   "No negamos que haya una sexualidad edípica, una heterosexualidad y una homosexualidad edípica, una castración edípicas- objetos completos, imágenes globales y yos específicos. Lo que negamos es que sean producciones del inconsciente".

      J. Chasseguet Smirgel, Bela Grumberger y otros dedicaron en Junio de 1973 unas jornadas de estudio a este tema del Antiedipo.Ni que decir tiene que todos cerraron filas frente al Antiedipo. Uno de ellos Françoise Paramelle resucitó al Freud liberado de 1908 y nos recuerda, muy oportunamente que "El psicoanalista no edipiza sino que comprueba que el analizado lo hace. En cuanto a él, debe deshacer esa puesta en escena que Freud señala como fijación, regresión, para llegar a su destrucción. "Desedipizar", ese nos parece- dice la autora- el objetivo del psicoanalista que se proclama fiel a Freud. Alejar la economía psíquica de las elaboraciones de fantasmas estériles, en beneficio de la Acción reencontrada."   "...."Edipo represente las pulsiones trabadas por la represión social y la impotencia del niño, elaboradas en una puesta en escena imaginaria. El familiarismo es la represión que participa en esa puesta en escena"..

 

   Quedémonos pues, con este aspecto: el Edipo no es un invento del Psicoanálisis sino que es algo que trae el paciente. El Mito de Edipo es una construcción de los pacientes y, precisamente el psicoanalista- el psicoanalista suficientemente bueno- trata de destruirlo. ¿Por qué y cómo el paciente se convierte en Edipo? Recordemos que cuando Freud descubre el Complejo de Edipo lo que nos refiere es una analogía. En su autoanálisis, y en la carta que escribe el 3 de Octubre de 1897 nos describe su Edipo, aun sin nombrarlo de forma explicita: " despertose mi libido, nos dice Freud, hacia matrem en ocasión de viajar con ella de Leipzig a Viena, viaje en el cual debemos de haber pasado una noche juntos , teniendo yo la ocasión de verla nudam". Las palabras latinas reflejan un estilo literario al servicio, posiblemente, no de la estética, sino para mitigar la ansiedad que el recuerdo de tal escena y su comunicación le producían.

 

   En la carta del 15 de Octubre de este mismo año la referencia al mito Edipico se vuelve explicita: "También en mi comprobé, nos dice Freud, el amor por la madre y los celos contra el padre, al punto que los considero ahora como un fenómeno general de la temprana infancia, aunque no siempre ocurren tan prematuramente como en aquellos niños que han devenido histéricos.(...) Si es así, se comprende perfectamente el apasionante hechizo del Edipo rey".

 

   Podríamos pensar que la ansiedad de Freud desaparece definitivamente cuando consigue proyectar al exterior por medio de mito Edípico su propia conflictiva. Esto no descalifica el descubrimiento y su propio método sino que intenta colocarlo al mismo nivel en que se dan los descubrimientos en el ámbito de la cultura. El hombre no descubre a Dios  sino que - según una de las múltiples teorías al uso- el hombre ante la ansiedad que le despierta el desconocimiento de la realidad y sus fenómenos, proyecta y crea un personaje protector. Por tanto, en las ciencias sociales o de la cultura - y el Psicoanálisis también forma parte de este campo, aunque no exclusivamente - se descubre y se crea a la vez. El Complejo de Edipo es el descubrimiento y la creación del mito edípico como mito fundador del Psicoanálisis.

 

   Habíamos dicho, al principio, cuando ensayábamos algunas posibles definiciones que una de las características del mito o, mejor aun, de la actividad mítica, es la de la creación , "se produce, se crea algo, hasta ese momento inexistente, en palabras de Lacan " la aparición de lo que todavía no existe". Pero sería excesivamente amplio dejar la definición en este nivel . La actividad mítica del niño- que es la que nos interesa- se consagra a temas muy específicos, "temas vinculados, por una parte, con la existencia del propio sujeto y con los horizontes que le proporciona su experiencia, y por otra parte, con el hecho de su sujeción a un sexo, su sexo natural."La actividad mítica infantil es esa que nos define Freud en los Tres ensayos", son las fantasías sexuales infantiles. El niño tiene que dar respuesta a los grandes enigmas de su existencia, y no nos referimos a un nivel simplemente cognitivo, sino al de una experiencia de mayor complejidad. "Engloba toda la actividad del sujeto y motiva todo lo que podemos llamar sus temas afectivos, es decir que dirige los afectos y las afecciones  del sujeto de acuerdo con líneas de imágenes maestras. En suma, corresponde a toda una serie de efectuaciones, en el sentido más amplio, que se manifiestan por medio de acciones irreductibles a fines utilitarios. Podemos clasificar este conjunto de acciones o actividades bajo un termino que tal vez no sea el mejor, ni el más global, pero lo tomo por su valor expresivo, el de actividades no solo de ceremonia, sino de culto" .

 

   Esta larga cita que todos adivinamos de Lacan, como no podía ser menos, nos indica el comienzo, el origen de lo que denominaremos actividad mítica.

 

   Actividad mítica, pues, la que el sujeto , el niño, el neurótico despliegan para poder dar cuenta de una realidad en la que esta inmerso y comprometido. Gracias a esta actividad mítica el hombre adquiere la potencia " de introducir en la naturaleza la conjugación de lo próximo y lo lejano, como el hombre y el universo, capaz también de introducir en el orden natural , no solo sus propias necesidades y los factores de transformación que de ellas dependen, sino más allá de esto"..."el poder de realizar la pura y simple introducción del instrumento significante en la cadena de las cosas naturales". Podríamos decir que la actividad mítica articula el orden natural con el orden humano.

 

   Pero pasemos a pormenorizar la construcción del mito desde, no solo la actividad mítica infantil sino desde el punto de vista de los mitólogos modernos. Uno de ellos, Marie Dalcourt, comentada ampliamente por A. Green nos enumera los pasos: en principio para esta autora el mito es la expresión de una tendencia espontánea, sin otra causa que ella misma y que deriva del rito. La operación se realiza,  en muchos tiempos. Primero un rito para obtener un resultado: "Si quieres que se produzca tal cosa , sométete a tal rito". Como vemos el deseo esta en primer plano y no es necesario una gran experiencia clínica para ver en el rito una de sus expresiones.

   El siguiente paso es la complicación y enriquecimiento del rito que se modifica y disocia de las causas originales . La nueva situación se podría reseñar de la forma siguiente: "Uno se somete a tal practica en tal circunstancia", habiendo olvidado el por qué". Es decir exactamente igual que cuando encontramos un obsesivo ritualizado de larga evolución, que desconoce el momento inaugural de su rito. Pero como el desconocimiento es un vacío en el que el psiquismo no se puede sostener , inmediatamente es rellenado con una explicación que suele ser un mandato divino. Poco a poco el rito se desvincula de sus orígenes, el deseo humano, y progresivamente se une a la historia del Dios que la practica del culto recuerda. A partir de aquí los mitos se complejizan , se transforman y se convierten en historias donde el origen desiderativo se pierde. "El mito es aquí revelador, pues en el la ficción no es gratuita y su construcción no está hecha para divertir sino para plegarse a la función que ordena su nacimiento: dar en un solo y mismo tiempo forma y solución al deseo".Por tanto la función del mito, aun habiendo sido por muchos autores presentada como ejemplificadora estaría más cerca de los sueños y, por tanto, "puede decirse que evocan menos un ejemplo a seguir que una realidad psíquica a conjurar".

 

   Vemos, pues, como la pretensión psicoanalítica de equiparar el mito individual y el mito universal no pasa de ser una mera analogía que no aporta nada esencial ni al Psicoanálisis ni a la Antropología.

 

   La estructura de la neurosis y el mito personal, tal y como dice el título de mi trabajo, no se encuentran con los mitos universales más allá de una simple analogía.

 

   No hay psicoanalista que no tenga un paciente que no le permita el salto al mito universal . Por ejemplo, el caso "Ursula", una paciente de cuarenta años presentada por R. May y que tiene el siguiente sueño: "Tenia un corte en la frente etc...". No es necesario ni siquiera contar el sueño completo porque a partir de este detalle le es suficiente al autor para rememorar el mito o la leyenda del nacimiento de Atenea que, como sabemos surgió de la frente de Zeus.

 

   Más recientemente, en el International Journal de Diciembre del 95, Erika Gullestad, una psicoanalista noruega, igualmente utiliza el mito de Icaro para ilustrar un mito personal de un paciente "Alexander", al que sin embargo tiene que aplicar toda la conceptualización edípica para poder tratarlo.

 

   Terminaré con unas mínimas conclusiones sobre lo hasta aquí dicho:

 

   1. El mito individual surge de una actividad mitopoyética con múltiples funciones, pero que, en cualquier caso, no refleja los mitos universales más allá de una simple analogía.

 

   2. Como consecuencia de lo anterior  el psiquismo no queda reducido a una actividad reproductora, esto es, no nos remite a una estructura inmutable.

 

   3. La concepción del mito individual como referente estructurante del psiquismo, independientemente del mito universal, permite la apertura a una concepción de un psiquismo creativo.

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