DINÁMICA DE LOS SISTEMAS: EL DESARROLLO POLÍTICO

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Jaime Gonzalez Soriano 

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El proceso de modernización política. El debate en torno al Estado de Bienestar.

Según la teoría de sistemas, el cambio deriva de la interacción con el medio, de la adaptación del sistema político al medio.

Se puede distinguir entre un cambio dentro del sistema un cambio de sistema.

El cambio de sistema (un sistema cambia en otro) es estudiado por la Teoría de la modernización. Esta teoría se basa en la idea de modernidad. Hay dos sistemas distintos, entre los que media una transición: el paso del sistema tradicional al sistema moderno.

Ambos sistemas son elementos conceptuales, tipos ideales, que no existen en la realidad: todos los sistemas políticos de la realidad son una mezclan factores modernos y tradicionales. La sociología distingue ambos sistemas mediante rasgos económicos, sociales y del propio sistema político.

a)  El sistema tradicional se desarrolla en una sociedad cuyas relaciones sociales son de tipo personal, y en la que domina la existencia de organizaciones de tipo primario (reúnen a individuos con individuos, como la familia).El estatus es adscriptivo (viene dado por la familia).

El sistema económico es de subsistencia, y de concentra en el sector primario, sobre todo en la agricultura.

En cuanto a la cultura, no hay un desarrollo científico ni tecnológico; los valores que priman son la herencia, la superstición y la lealtad.

El poder en el sistema político está personalizado, toma como referencia la estructura familiar. La autoridad descansa en una especie de pater familiae con cualidades sobrehumanas (ejemplificado en la Teoría del Derecho Divino de los monarcas absolutos). La política se concibe como una interrelación entre miembros de una gran familia (tribus o clanes, vinculados por nexos familiares o personales). Si existe una administración, se limita a ejecutar la voluntad del jefe, y se organiza sobre criterios de nepotismo.

b)  El sistema moderno: su estructura social es compleja e impersonal, y se basa en la meritocracia (el estatus se adquiere por los méritos propios). En ella priman las organizaciones secundarias, grandes organizaciones especializadas de carácter impersonal: empresas, sindicatos, partidos políticos, iglesias, clubes, universidades, etc.

Se fundamentan en una Economía industrial, o vinculada al sector terciario.

Los valores principales de estas sociedades son el progreso, el conocimiento científico, el avance tecnológico, etc.

El sistema político está altamente burocratizado, y se legitima de forma legal-racional. La organización política adquiere una naturaleza secundaria (no se basa en relaciones personales, se trata de una gran organización impersonal). La Administración Pública es burocrática y profesionalizada. La misión del sistema político consiste en articular intereses y resolver los conflictos que plantean los distintos grupos.

 

El Desarrollo político es la consecuencia de la modernización: tras el paso de la sociedad tradicional a la moderna, se produce una modernización dentro de la nueva sociedad. [Sánchez de Dios no explicó bien esta parte, se lió un poco; no sé si el desarrollo político es el cambio dentro de un sistema –a diferencia de la modernización, que es el paso de un sistema a otro-, o sólo es una parte del proceso de modernización, que es más global e incluye al desarrollo político, el desarrollo económico, etc.]

Así pues, el concepto de desarrollo político es complementario del de modernización. Parte de un planteamiento economicista, que tiene como referencia la Teoría del desarrollo económico; ambos el desarrollo político y el desarrollo económico, forman parte del proceso de modernización. El desarrollo político es un concepto que se puede aplicar tanto a los países del Tercer Mundo como a los países de Occidente.

Existen dos propuestas dentro del estudio del desarrollo político:

a)  La de la Occidentalización, que concibe el proceso de desarrollo político de forma única y lineal: todas las sociedades sufren un proceso muy similar de evolución, cuyo término está en la democracia avanzada occidental.

b)  La de la Institucionalización, que da gran importancia a las civilizaciones. La modernización no tiene que llevar siempre a una democracia definida por los valores occidentales, sino que cada civilización forma un régimen especial, pero siempre con la característica de la institucionalización del poder. Este es el modelo de la Teoría Cíclica de HUNTINGTON[1], que sostiene que los sistemas políticos siguen procesos cíclicos de modernización y deterioro, crisis, violencia, desarticulación, etc.

El análisis de los teóricos de la dependencia cuestiona el concepto de modernización[2]. Afirman que la modernización responde a un enfoque ideológico: el desarrollo social y político enmascaran el proceso que se da en la realidad, el del desarrollo del capital a escala global. El capital, y su expansión, tratan de legitimarse a través de conceptos como el de modernización.

Este es un planteamiento más económico, y su expresión politológica se realiza a través de la denuncia de la estructura imperialista de dominación. Dos de sus máximos representantes son CELSO FURTADO y ANDRÉ GUNTHER FRANK. Los teóricos de la dependencia está en relación con la Teoría del Pensamiento Único[3] (que denuncia la existencia de una ideología hegemónica), a través del cuestionamiento que realizan del proceso de modernización global como una legitimación ideológica para esconder la dominación.

 

La modernización en los países desarrollados se realiza a través de tres grandes procesos:

1.  Construcción de un tipo de legitimidad especial, legal-racional, apoyada en la soberanía nacional. La construcción de este tipo de legitimidad, implica: la construcción de un Estado, el desarrollo de la nación (de un principio comunitario nacional) y la construcción de una legalidad de base racional, que legitima el poder del sistema político. Este proceso arranca en el Renacimiento y dura hasta el siglo XIX (en Europa).

2.  Desarrollo de la participación en el sistema político (finales siglo XIX-principios siglo XX). Supone, primero, la incorporación de las clases medias, seguida de la integración del movimiento obrero. Todo ello se traduce en el desarrollo de la ciudadanía política.

3.  En los países occidentales, en la actualidad, se produce un tercer proceso, el desarrollo de la ciudadanía social, cuya cuestión principal es la distribución del producto social entre los distintos grupos. Ello conduce a la creación del Estado de Bienestar a partir de la Segunda Guerra Mundial.

En la actualidad surge un debate en torno al Estado de Bienestar, desde tres grandes posiciones ideológicas:

-         La de los neoliberales, que se basan en un planteamiento conservador, anclado en el liberalismo clásico. Postulan la no intervención del Estado.

-         La de los liberales reformistas y la democracia cristiana, que se muestra a favor del Estado de Bienestar. Este es el planteamiento dominante en las sociedades europeas, sobre todo en Centroeuropa y Francia.

-         La de la socialdemocracia, vigente sobre todo en los países nórdicos y Austria.

Estos tres planteamientos responden de manera diferente a cada una de las tres cuestiones que plantea el desarrollo del Estado de Bienestar en las sociedades actuales:

a)  En el ámbito de la democracia

·          Los neoliberales sostienen que los sistemas democráticos actuales tienen que tener ciertas restricciones en cuanto a la determinación de las demandas que se le formulan al sistema político, porque hay una sobrecarga de demandas; esta sobrecarga es causada porque los partidos políticos incluyen ofertas de cualquier tipo en la competencia electoral, para satisfacer a los votantes. Esto es contraproducente para la democracia, porque le resta eficacia.

·          Los reformistas entienden la democracia en términos de pluralismo y negociación de conflictos.

·          Los socialdemócratas creen que la democracia tiene que tener un sentido social y económico, para avanzar hacia la socialización del Estado y permitir que la toma de decisiones se produzca en todos los niveles.

b)  En el ámbito económico

·          Los neoliberales propugnan la mínima intervención del Estado en la economía: primacía del Mercado.

·          Los reformistas son keynesianos: aceptan que la economía pueda estar organizada por el Estado, y mediante pactos y acuerdos sociales. Proponen también la regulación de las obstrucciones con las que se encuentra el Mercado, y su eliminación, en la medida en que éste es el motor de la actividad económica.

·          Los socialdemócratas promueven el mayor control social del Mercado y la economía, aunque las decisiones económicas tiene que tomarse de acuerdo con la ley de la oferta y la demanda. La política económica debe estar orientada hacia el control social de los recursos económicos y hacia la eliminación de las desigualdades económicas.

c)  En el ámbito de la política social

·          Para los liberales, la política social no tiene que condicionar nunca el Mercado, para lo cual se tiene que autofinanciar. Además, las prestaciones sociales que se ofrezcan deben estar fundamentadas en necesidades manifiestas de los individuos.

·          Los reformistas propugnan que el Estado debe garantizar un mínimo vital para todos los ciudadanos.

·          Para los socialdemócratas la política social es el fundamento del proceso de equilibrio e igualación social, y es el aspecto esencial de la ciudadanía social, lo que implica que además de asegurar un mínimo vital, tiene que posibilitar un bienestar colectivo cada vez más extendido.

La conformación del Estado de Bienestar, y la centralidad del debate en torno al mismo, sirven para situar a las sociedades en uno u otro estadio del proceso de modernización. En España, la discusión de los distintos aspectos del Estado de Bienestar se sitúa a diario en el centro del debate acerca de la modernización de nuestro país.

 

Estudio comparado de la modernización en Europa y los EE.UU., desde las ópticas de la construcción del Estado, de la identidad nacional y la participación política.

1.  Inglaterra

Su proceso de modernización es el más antiguo, se inicia en el siglo XI, momento en que se inicia la centralización del poder con la conquista normanda. A raíz de este suceso se conforma una estructura estamental fuerte, que se concreta en un documento que limita el poder del monarca: la Carta Magna de 1215.

En el siglo XIV tiene lugar la división del Parlamento en dos cámaras, de la los Lores y la de los Comunes; ésta última sirve para articular la relación entre la burguesía y la baja nobleza, que se alían: va a ser el motor del proceso de modernización, porque impulsará la creación del régimen liberal.

En el siglo XVI se puede observar la existencia de una monarquía absoluta típica, que no respeta la existencia de las cámaras estamentales; sin embargo, en el siglo XVII, a raíz de un cambio dinástico que lleva al poder a los Estuardo, que se oponen a los privilegios que les restaban a las cámaras estamentales, tiene lugar la revolución de 1688, que es la primera revolución liberal en sentido estricto. La consecuencia inmediata es que el Parlamento, y más en concreto la Cámara de los Comunes, impone su soberanía en cuanto fuente de legitimidad del poder, y se reserva la capacidad de dictar leyes. El monarca quedará obligado a cumplir esas leyes. De esta forma, el sistema incorpora la legitimidad legal-racional.

Hasta 1814 prosigue la construcción del régimen parlamentario, con la emergencia del Gabinete como órgano ejecutivo y como estructura independiente del monarca, y sujeta al control del parlamento.

En 1814 tiene lugar la Reforma Electoral causada por la existencia de los burgos podridos, que implica que el monarca pierde el poder que le quedaba sobre los miembros del Parlamento. El Gabinete queda totalmente sujeto a la voluntad del Parlamento, lo que supone el definitivo establecimiento de la legitimidad legal-racional.

1814 es el momento en el que se pone fin al desarrollo de las facultades del Parlamento; en 1215 había alcanzado el control sobre los impuestos; en 1688, el control sobre la legislación; el 1815, consigue el control sobre el poder ejecutivo.

En 1814 se inicia en Inglaterra el período actual de modernización. En 1867 se amplía el sufragio a las clases medias. En 1918 se alcanza el sufragio universal masculino y femenino para individuos de más de 30 años. En 1928 se reduce la edad legal para participar a los 21 años, y en 1969, a los 18 años. El caso británico es un modelo paradigmático.

 

2.  Francia

La construcción del Estado se realiza con la monarquía absoluta en el siglo XVII[4].

La ruptura hacia el modelo liberal tiene lugar con la Revolución de 1789, que es el punto de inicio de la construcción de un régimen basado en la legitimidad legal-racional.

La construcción de la legitimidad racional, con base en la soberanía nacional, sigue un desarrollo muy complejo. La ruptura y el inicio de su construcción se inicia en 1789, pero no alcanza el momento definitivo hasta la III República, momento en el que predomina la voluntad popular articulada en el Parlamento.

La IV República se muestra como un régimen inestable, debido a la fuerza del Parlamento; el Gobierno queda reducido a un comité delegado del aquél. Esto da lugar a una fuerte inestabilidad ministerial.

En 1958 se decide acabar con este problema, y tiene lugar una refundación del sistema. La V República se basa en un sistema que refuerza al poder ejecutivo, en un régimen semipresidencial: el Presidente de la República ve aumentado su poder, y puede formar gobierno.

En 1963 tiene lugar una nueva reforma dentro del marco de la V República: la elección directa por sufragio universal del Presidente de la República, lo que le confiere nuevas cuotas de poder (justificadas por el acceso a una legitimidad directa). Sin embargo, el Gobierno mantiene su base parlamentaria, porque responde ante el Parlamento. Este es el fenómeno de la cohabitación, que impide encuadrar a Francia claramente entre los regímenes semipresidenciales, porque el Parlamento mantiene cierta primacía.

3.  Italia

En 1848 Carlos Alberto de Cerdeña-Piamonte concede el Estatuto Albertino a su Parlamento, que tiene como modelo la Carta Otorgada de la Monarquía de Julio. Esta Carta se extiende en forma de constitución por toda la península italiana a medida que se este Reino anexiona los otros territorios durante el proceso de Unificación, que culmina en 1870, con la integración de Roma.

El régimen del Estatuto Albertino supone una amplia transformación, con la ampliación del sufragio (que llegará a ser universal, para los mayores de 30 años, en 1912).

En 1870 el régimen liberal culmina el proceso de unificación territorial e inicia el proceso de construcción de un Estado moderno.

La Iglesia Católica rechaza la participación en el sistema político, animando a los católicos a no participar, hasta 1919, porque fue marginada en el proceso de unificación.

A partir de 1919 comienza una dinámica política democrática, hasta entonces estábamos ante una dinámica política liberal.

En 1922 tiene lugar el ascenso al poder del fascismo, por una vía democrática y legal. En 1925 se rompe el esquema parlamentario y democrático, y se articula un régimen autoritario. En 1940, el régimen se hace totalitario.

En 1946 se celebra un referéndum, por el que se decide acabar con la forma de Estado monárquica, y se inicia un proceso constituyente. Fruto de éste es la Constitución de 1947, que funda la República actual.

 

4.  Alemania

La construcción del Estado-nación se lleva a cabo en la segunda mitad del siglo XIX. Sus agentes son dos, Prusia y Austria, que se enfrentan bélicamente por la supremacía en el proceso; vence Prusia.

-         Austria, tras la derrota de Napoleón, promueve la creación de la Confederación Germánica (1815), que tiene poder político propio, pero muy limitado. La Confederación fue impulsada por Metternich.

-         Prusia, por su parte, promueve el Zöllverein (1834), que es una unión aduanera, que debería servir de base para una unión económica entre la Alemania rural y protestante del norte y la Alemania católica y comercial del sur.

La Revolución liberal de 1848 crea la Dieta de Frankfurt, que es una asamblea de corte liberal. La Dieta solicita la unión alemana bajo la hegemonía de Prusia. La Dieta, sin embargo, fracasa, lo que supone una primera victoria de Austria.

En 1864 se produce la anexión de Schleswig (para Austria) y Holstein y Luxemburgo (para Prusia), en detrimento de Dinamarca. En 1866 se rompe la alianza entre Austria y Prusia, y se inicia una guerra entre ambos países, que vence Prusia, lo que supone la unificación de Alemania del norte, y el fin de la Confederación Germánica. La Guerra Franco-prusiana de 1870 conduce a la unificación de Alemania del sur y del norte.

En 1871 se crea el II Reich, y se construye un nuevo sistema político, asociado al mismo. Este sistema político reúne a las dos élites protagonistas de las revoluciones liberales, los junker (oligarquía terrateniente) y la burguesía. Sin embargo, el mayor peso de la oligarquía favorece la creación de un régimen autoritario.

El II Reich se configura como una confederación de estados, cuya cúspide es la monarquía imperial. Se trata de un sistema centralizado. El Emperador está dotado de plena competencia política (nombramiento del Canciller, y legislativa).

El Bundesrat es el Consejo Federal, representa a los estados; sin embargo predomina Prusia. El Reichstag es la asamblea de todos los ciudadanos de II Reich; es elegido por sufragio universal masculino. Por ello, sus competencias son muy limitadas: no puede exigir la dimisión del gobierno, y su capacidad legislativa está sometida a la del Emperador.

El primer ministro (o Canciller) que tuvo este sistema político  fue Bismarck, que es al mismo tiempo el artífice de la unificación. El Canciller es la pieza clave del sistema político; es nombrado por el Emperador, y es exclusivamente dependiente de él.

Así se configura un régimen político no democrático, pero cuyo sistema de partidos llega hasta hoy, en el que predominan el Zentrum (demócrata-cristianos) y los socialdemócratas.

En 1874 y 1876 se promulga en Alemania la primera legislación social de la historia, base del Estado de Bienestar. El régimen bismarckiano crea el primer sistema de seguridad social, desde una concepción autoritaria-paternalista del Estado.

El sistema entra en crisis con la Primera Guerra Mundial. En 1919 se promulga una nueva constitución, que crea un nuevo sistema político, el de la República de Weimar. La Constitución de Weimar es una constitución liberal modélica[5], que reconoce los derechos sociales y funda un régimen democrático. Las instituciones son elegidas por sufragio universal (son instituciones democráticas). El régimen es presidencial; el Presidente de la República es elegido directamente, y goza de amplias competencias: designa al Canciller y disuelve el Parlamento. El Parlamento es bicameral:

-         El Reichstag es la cámara de elección popular, y la base del poder democrático; tiene un carácter parlamentario: goza de capacidad legislativa y de control del gobierno (moción de censura)

-         El Reichsrat reúne a los representantes de los estados, y tiene carácter consultivo. Es una institución encuadrada en la tradición guillermina.

La crisis política, unida a la crisis económica y al auge del fascismo en toda Europa, conducen a la victoria electoral del nazismo. Desde la Cancillería, Hitler suprime las garantías constitucionales, y reforma el régimen político, convirtiéndolo en un totalitarismo (a imagen de lo realizado por Mussolini). Suprime el federalismo y los partidos políticos , y centraliza todo el poder en el cargo del Canciller. Todo ello culmina con una política imperialista agresiva, que desemboca en la Segunda Guerra Mundial.

La Segunda Guerra Mundial supone la derrota del régimen nazi. En 1946, Alemania está ocupada por los Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y la URSS. La Guerra Fría significa la división de Alemania en la RDA (que sigue el modelo estalinista soviético) y la RFA (ocupada por los EE.UU., Gran Bretaña y Francia). Tras la crisis de la URSS de 1989 se produce la reunificación (1991), en lo que la RFA incorpora a los länder de la RDA en su sistema político. De hecho la constitución vigente en la RFA, la Ley Fundamental de Bonn preveía esta situación. La Ley Fundamental de Bonn (1956) tiene un carácter simbólico, no es una constitución estricta, porque la RFA no tiene una plena soberanía sobre su territorio (permanecen en Alemania tropas de ocupación estadounidenses, y este país aún sufre restricciones internacionales).

 

5.  Estados Unidos

Su sistema político surge con la independencia de 13 colonias de Gran Bretaña en la costa atlántica de América del Norte. La restricciones comerciales que la metrópolis impone al comercio de las colonias suscita la oposición de éstas, que inician una guerra por su independencia.

La Declaración de Independencia de 1776 expresa el planteamiento liberal genético, del primer momento, ilustrado. Este documento fundacional del liberalismo establece que la separación respecto de Gran Bretaña se fundamenta en la naturaleza, en los derechos naturales inherentes a la persona (libertad, vida, búsqueda de la felicidad; de ellos se deduce que el gobierno tiene que basarse en el libre consentimiento de los ciudadanos, lo que justifica la rebelión, y el levantamiento contra Gran Bretaña).

La victoria de las colonias se basa en la unidad política de todas frente a la exmetrópolis, en forma de Confederación (1777), que significa una unificación económica y financiera. Tras la guerra, Gran Bretaña reconoce a las 13 colonias como un ente independiente en 1783.

Progresivamente, se produce una profundización de los vínculos entre las colonias, reforzándose la Confederación de 1777. Fruto de este proceso es la Constitución de 1778, aún vigente hoy.

La Guerra Civil de 1860 supone la derrota de los confederados sudistas, y la victoria de los federalistas. El conflicto latente bajo la guerra es el de la descentralización del poder (confederados) contra la centralización del poder sobre los estados federales; la consolidación del sistema tras la guerra civil expresará una concepción de éste como fruto de un pacto liberal.

El fin de la guerra civil también implica el fin del esclavismo, a través de la Enmienda XIII (1865). Otras reformas importantes que se hacen en el sistema son: la Enmienda XIV (1868), que reconoce el voto de los negros aunque con restricciones por analfabetismo); ampliación, en 1929, del voto a las mujeres; implantación de la política del New Deal, de F.D.Roosevelt, que es un modelo de Estado de Bienestar moderno, y que incluye la articulación de los derechos de los sindicatos, reconoce la negociación colectiva...; ampliación del Estado de Bienestar en el gobierno de J.F.Kennedy, que incluía programas de lucha contra la pobreza.

 

La construcción del Estado-nación en Africa y Asia.

Modernización del Tercer Mundo.

Karl DEUTSCH afirma que los países del Tercer Mundo no pueden escapar del proceso de modernización. Los factores que obligan a ello son:

-         Mejora de la sanidad

-         Crecimiento económico

-         Transformaciones demográficas: incremento de las migraciones, hacia los países occidentales y hacia las ciudades (procesos de urbanización); movilidad ocupacional y abandono del sector primario; mejora de las comunicaciones y desarrollo de los medios de transporte (carreteras y ferrocarriles, principalmente); desarrollo de los medios de comunicación (radio y cine); alfabetización.

Todo ello produce cambios en el razonamiento lógico y la forma de concebir el mundo de los individuos, y la asimilación de la cultura occidental (cambios en las actitudes y hábitos).

 

Transformaciones esperadas. En Occidente, la modernización política se ha expresado en la construcción del Estado-nación, en el desarrollo de una legitimidad democrática y de una cultura de bienestar. En los países menos desarrollados, estos tres procesos se dan al mismo tiempo, no como en Europa (en donde siguen un proceso). Para ellos es fundamental la construcción del Estado-nación, para institucionalizar el poder, que genera una autoridad coactiva que promueve el orden político.

El Estado sirve además para destruir las instituciones tradicionales, creando unas nuevas orientadas al cambio social. El Estado así configurado es un poder autónomo político, no determinable ni reducible por la acción de un grupo social concreto; es una estructura de poder, de poder legítimo. En él se localizan los recursos económicos y culturales, utilizados por una burocracia profesional. Su poder es aceptado por los grupos sociales y las entidades internacionales (económicas –multinacionales-, políticas –ONU-, etc.).

Las características que el proceso de creación del Estado-nación tiene que desarrollar aquí, son:

-         centralización del poder, para ejercerlo sobre la sociedad territorial

-         logro de autonomía frente a grupos sociales y entidades extranjeras

-         puesta en marcha de programas de creación de una infraestructura económica, y de programas de servicios públicos

Así, el Estado conseguirá convertirse en la instancia que articule el interés social, refuerce la solidaridad social y el espíritu comunitario y nacional; esto es lo que se espera del proceso.

 

Grupos operantes en la modernización del Tercer Mundo (elemento dinámico del proceso). Las élites que comúnmente operan es este proceso, son:

a)     Élite tradicional: su autoridad procede de su estatus histórico y de la propiedad de la tierra que detentan. Esta élite se autoperpetúa y reproduce en un círculo pequeño. Sus valores son los tradicionales, contrarios al cambio.

b)     Élite liberal, favorable a la reforma: apoya la industrialización y la democracia. Propugna un modelo democrático occidental, lo que incluye la elaboración de una constitución, una reforma electoral, etc. Esta élite está integrada por las clases medias, y por profesionales (con formación occidental).

c)     Élite autoritaria: no pretenden reproducir el sistema occidental de forma mimética, porque distinguen entre una democracia formal (la teórica, de Occidente), y una democracia real, a la que se adscriben, y que se caracteriza por el desarrollo económico y la igualdad de oportunidades. La existencia de una oposición y de pluralismo político dificultan el desarrollo hacia la democracia real, por  lo que crean un régimen de partido único, promueven la unidad nacional, y la creación de una élite educada, informada, responsable..., que dirija los progresos jurídicos y económicos. Cuando se considere que se ha alcanzado un grado suficiente de progreso, se admitirá el paso a la democracia formal.

d)     Élite radical, que desarrolla un planteamiento revolucionario, como forma de lograr un cambio drástico y rápido de la estructura económica y social. Se organiza en un partido político revolucionario (leninista, fundamentalista), diseñado para la toma del poder, de forma violenta si es necesario. Este partido se apoya en sectores desfavorecidos, en obreros urbanos y en estudiantes. Se proponen la industrialización rápida del país, mediante la disciplina de las masas; otras características son el control social y la movilización de las masas. Este es el modelo totalitario (por ejemplo, jemeres rojos). En la lucha contra la metrópoli, suele haber dos grupos predominantes en la oposición, uno de los cuales se acaba imponiendo: el autoritario y el totalitario.

 

Visión de S.P.HUNTINGTON: la modernización no tiene porqué suponer la occidentalización de los países del Tercer Mundo. El desarrollo de estos países debería expresarse en una progresiva institucionalización del poder.

Una institución social es un comportamiento estable, recurrente y aceptado por ejemplo, la familia, la propiedad, etc.). Las instituciones políticas son organizaciones y procedimientos que adquieren estabilidad con el paso del tiempo: son aceptados, está legitimados. Las leyes son instituciones políticas en los sistemas políticos occidentales; en los países no democráticos las instituciones políticas son diferentes (no democráticas).

Según Huntington, la institucionalización implica cuatro características:

1.      Adaptabilidad al medio en el que se encuentra inserto el sistema político. Se mide en términos de vejez: a mayor edad del sistema, mayor institucionalización, y mayores posibilidades de que permanezca. Los sistemas políticos miden su edad por criterios generacionales (de relevo de cohortes de población) y funcionales (una institución permanece aunque cambien su función).

2.      Complejidad: a mayor complejidad, mayor estabilidad y mayor institucionalización, y mayores posibilidades de permanecer. Se mide en términos de subunidades, en las que se descompone el sistema. En las dictaduras, el poder está centralizado en una sola persona; en las democracias, existe una mayor complejidad del poder: la primacía de los poderes es cambiantes, se produce una sucesión en la jefatura de las instituciones, etc.

3.      Autonomía, expresada a través de la independencia respecto de organizaciones sociales. Las instituciones no estás determinada por los intereses particulares, si acaso de forma mínima. La incorporación de nuevos grupos al sistema no altera el mismo.

4.      Coherencia (consenso): existencia de interés general en la institución, que tiene una finalidad colectiva.

La idea opuesta a la de institucionalización es la desinstitucionalización, deterioro político[6]. El deterioro se explica a través de la propia modernización: el cambio social y económico, y en los valores, puede generar una desinstitucionalización, expresada en rigidez del sistema político (/adaptabilidad), simplicidad (/complejidad), subordinación a intereses particulares (/autonomía) y falta de consenso, de unidad (/coherencia).

-              La institucionalización del poder. La corrupción política.

En los sistemas políticos actuales, la crisis y el deterioro tienen como base la corrupción, al dejar de desempeñar, las instituciones, las funciones de input-output, porque se ven condicionadas por los grupos de interés. El caso más típico es Rusia, donde:

-         La articulación entre las instituciones no está muy desarrollada, por ejemplo entre la Duma y el Presidente de la República; el sistema político no alcanza un alto grado de complejidad.

-         Se da un tratamiento militar, no racional [¿?], a las situaciones comprometidas; así ocurrió con la crisis de Chechenia.

-         Las fuerzas políticas no están consolidadas, no hay una coalición dominante, hay un elevado fraccionalismo.

-         Existe un alto grado de delincuencia y corrupción, y los intereses privados priman sobre los colectivos.

    

El cambio político a través de la revolución.

El cambio político puede realizarse a través de una reforma (transición), o de forma violenta a través de una revolución. Existen dos grandes formulaciones sobre la revolución:

1.     La marxista, que señala como prototipo de revolución a la revolución burguesa. La revolución es definida como el cambio que lleva a un nuevo orden social y político, por lo que implica un progreso; pero éste es un progreso limitado, porque el nuevo orden debe ser de nuevo superado. La revolución se configura así como algo necesario e inevitable para el cambio.

2.     La de los funcionalistas y los teóricos de la modernización, que estudian la revolución como una forma de crisis en el proceso de modernización; un proceso de modernización puede provocar revoluciones o no. Los que se adhiere a esta postura piensan que las mejores transformaciones (las más profundas, eficaces y duraderas) son las que se hacen a través de reformas. Las que tienen como base una revolución producen lo contrario.

Hannah ARENDT y Theda SKOCPOL son dos de las principales estudiosas del fenómeno de las revoluciones. ARENDT señala como características de la revolución:

1.      La novedad: la revolución da origen a un orden distinto del anterior.

2.      La libertad: producen una liberación en relación a una situación anterior, a un modelo de dominación anterior (según postula el marxismo).

3.      La violencia, que es inherente a la revolución. Sin embargo, que se produzca una revolución no implica que también tenga lugar una guerra.

4.      La historicidad:

a)           supone que la revolución es algo objetivamente necesario (la revolución es una necesidad histórica, ajena a sus agentes)

b)           una vez que se inicia, tiene una dinámica propia; su lógica supera a la de sus agentes e implicados.

Además, SKOCPOL señala otras dos características más:

5.      Toda revolución genera una democratización, favorece la participación del pueblo en la vida política, lo que sirve para desarrollar un espíritu comunitario.

6.      Los proceso revolucionarios producen estructuras de poder fuertes, fuertemente organizadas.

La idea de revolución nace con las revoluciones burguesas, que tienen como germen a la francesa de 1789. La otra revolución señalada es la rusa de 1917, que ha tenido como última continuación a la nicaragüense. Hoy, las revoluciones más importantes son las islámicas.

 

Diferencias entre reforma política y revolución. La reforma concibe el cambio político en términos similares a como lo hace la revolución; se trata de un cambio necesario.

Sin embargo, la reforma no plantea un orden totalmente nuevo, porque conserva elementos del anterior.

Además, la reforma política no supone violencia; acepta que la reforma es necesaria, pero existe un control del proceso.

El concepto de reforma es el preferido por los funcionalistas si tienen que elaborar un proyecto de cambio. Y también por los socialdemócratas (LASALLE, BERSTEIN), que adoptan, frente al cambio, una postura reformista, no violenta.

 

Bibliografía:

-         VV.AA.: “Political Corruption” monográfico de Political Studies, nº 45-3 de 1997

-         E.ALVARADO: "La formación del sistema político de la República Rusa" en Revista de Estudios Políticos, nº 95 de 1997, pp. 125-177

-         K.W.DEUTSCH: “El mundo de los países emergentes” en Política y Gobierno, Madrid, FCE, 1976, pp. 514-551.

-         P.PIERSON: “The New politics of Welfare State” in World polítícs, nº 48 de 1996, pp. 143-179.

-         T.SKOCPOL: “La explicación de las revoluciones sociales: otras teorías”en Los Estados y las revoluciones sociales, México, FCE, 1984, pp. 19-85.

 

Notas

[1] También Aristóteles y Maquiavelo desarrollaron una visión cíclica en el desarrollo de las sociedades.

[2] La Teoría de la Dependencia se estudia en el tema 5º.

[3] Esta teoría se estudia en el tema 8º.

[4] Este régimen alcanza su máximo esplendor con Luis XIV, el Rey Sol.

[5] Esta constitución sirve de base, por ejemplo, a la Constitución Española de 1931.

[6] Ya Aristóteles y Maquiavelo estudiaban este concepto, en la medida en que tenían una concepción cíclica del desarrollo de los sitemas políticos, y admitían la posiblidad de regresiones. 

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