GENIO Y FILOSOFÍA EN LATINOAMÉRICA

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Julio César Krüger C.
Doctor en Filosofía. Profesor Principal de la Ecuela de Filosofía de la Facultad de Letras de la UNMSM.
Ex Decano de la Facultad de Letras y actual Director del IIPPLA 

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Todos reconocemos que hay genios creativos en las ciencias naturales y formales (física, química, biología, matemática); de igual manera reconocemos que los hay en la música, en la literatura y en la poesía, en la pintura y en general en el arte. Sin ellos, resultarían inexplicables los maravillosos desarrollos disciplinarios. Pero inmediatamente dudamos si tenemos que afirmar que hay también genios en la filosofía ¿Por qué no habría genios de la filosofía?. Parece que no se quisiera reconocer sin más, la genialidad individual como factor del desarrollo en la filosofía.

Genios fueron por ejemplo Tales, Anaximandro, Anaxímenes, Parménides, Heráclito, Empédocles, Anaxágoras, Demócrito, Pitágoras y Protágoras, y Gorgias y Zenón de Elea, que no fue un simple discípulo defensor de las tesis de Parménides. Genios también fueron Sócrates, Platón y Aristóteles, y después Descartes, Leibniz, Kant, Hegel y Marx; también Nietzsche y tal vez Schopenhauer. Y en el siglo veinte Wittgenstein y Heidegger. Nadie dudará que estos grandes filósofos han sido genios. Hay, sin duda, genios filosóficos.

Ahora bien, resulta extraño que cuando se pregunta por qué no ha habido ni hay filosofía en Latinoamérica, se da como única explicación la "dependencia", la "insuficiente asimilación" -y aun "apropiación"- de la tradición occidental y otras explicaciones abusivamente sociologizantes. No se piensa que tal vez para ello se necesita, más que nada la excepción, algún individuo genial.
Por ejemplo, en América Latina no ha habido ningún genio (pues desconocemos a los constructores individuales de Macchupicchu y los andenes, de los acueductos y tejidos de Paracas y a los primeros cultivadores de la papa y el maíz que originaron toda una civilización) en física, química, biología, arquitectura, matemática y en general en ciencia, en pintura, música y menos aún en filosofía. Pero en literatura admitimos sin más trámite, dudas o murmuraciones la genialidad de Vallejo o Borges. Ellos nos impiden dudar de la existencia y desarrollo de la poesía o narrativa en el Perú y América Latina. Mas bien, nos obligan a explicarla.

Por qué no podemos admitir simplemente que habrá filosofía en el Perú y en América Latina cuando surja algún genio en filosofía. Todas las otras "explicaciones" ¿no serán simplemente una ideología encubridora de nuestra propia responsabilidad?

Para que haya un gran filósofo se necesita simplemente un genio creador que capte profundamente algo de la realidad, o sobre la realidad, que nadie ha visto, o la invente. Que dé respuesta, oriente y sirva de guía o profundice algún aspecto problemático de nuestro mundo.

Para que surja un filósofo se necesita un genio creador; fantasía creadora para dar forma a su pensamiento, y al mismo tiempo audacia y una poderosa lógica para sacar todas las consecuencias de una idea, y que ésta no quede en una simple frase. Se necesita pues, una intuición, una idea, captar algo importante y luego darle forma, crear categorías y conceptos nuevos y derivar de ello todas las consecuencias posibles.

Para que surja un filósofo original, aunque no sea un gran filósofo, no se necesita que se supere la dependencia, ni que se apropie primero de lo mejor del pensamiento occidental (los grandes filósofos generalmente son injustos con los anteriores y se diferencian de los profesores de filosofía y de los historiadores, en que son malos historiadores de la filosofía,  en la cual ven a lo sumo antecedentes de su propia filosofía) (1) , ni que se repiense toda la tradición occidental, como condición necesaria o sine cua non. Asi es imposible avanzar a la creación filosófica.

Permítaseme ilustrar mi tesis con una gruesa analogía con el ajedrez. Hay jugadores aficionados que juegan bien, mejor que la mayoría; esos corresponden o asemejan a los que gustan de la filosofía, han leído libros de filosofía y hablan de filosofía. Hay en ajedrez quienes participan en certámenes, conocen bastante de aperturas y posiciones y finales, han estudiado y analizado muchas partidas y pueden estar en primera categoría después de participar en torneos de la liga de ajedrez local. A ellos pueden asemejarse los estudiantes de filosofía destacados. Luego hay quienes se convierten en maestros después de haber ganado muchos torneos, acumulado un cierto puntaje. A ellos corresponderían los profesores de filosofía destacados. Los grandes maestros de ajedrez tienen que haber competido en grandes torneos internacionales y acumulado un gran puntaje. A ellos corresponden profesores de gran categoría y dominio de la historia de la filosofía o de epistemología o alguna especialidad, o aún , algún filósofo que ha desarrollado una filosofía propia.
Pero hay que distinguir entre un gran maestro internacional de ajedrez y  un genio creador del ajedrez como Capeblanca, Petrosian, Alekin, Fisher, Kasparov o Karpov, sólo por mencionar algunos. A ellos corresponden los grandes filósofos presocráticos, Sócrates, Platón, Aristóteles, Descartes, Leibniz, Kant, Hegel, Nietzsche, Wittgenstein, o Heidegger.(
2)

¿Qué se necesita para ser un gran filósofo creativo? Genialidad en primer lugar, sin la excusa eterna de un contexto adverso. Sin genialidad no se puede ser un gran filósofo, ni un gran físico como Galileo, Newton, Einstein. ¿No tuvieron ellos también un contexto adverso?

En filosofía ser un gran filósofo posiblemente quiere decir tener una gran penetración y una gran fantasía creadora para dar forma a esa visión (Nietzsche dice que un gran filósofo es un ser extraordinario que constantemente ve, piensa, sueña "cosas extraordinarias"). ¿Qué es el apeiron, las "ideas", el "amor y el odio", las "homeomerías", los "números" como principios del universo, los "átomos", las "mónadas", el "superhombre", el "eterno retorno", etc. sino fantasías?
A dichas fantasías les sacan todas las consecuencias lógicas posibles. Tal vez a ello se refería Federico Engels, cuando afirmaba que la filosofía lanza un puente hacia el "futuro" -leáse, lo actualmente inexistente- adelantándose así a la ciencia que se encargará después de confirmar el valor de dicha conjetura. Por ejemplo, la hipótesis de Demócrito o la de Kant, confirmada después por Laplace. Como dice Nietzsche, el vuelo de la fantasía se adelanta a la lógica con su visión, viniendo después la lógica a entender y sacar las consecuencias.

Un filósofo creativo y genial necesita fantasía y audacia, pero también una poderosa lógica, que sin retroceder ante nada, saque con audacia todas las consecuencias que se derivan de esa idea o fantasía, que así se desarrolla representándose de diferentes formas, cada vez más precisas, como variaciones de un melodía o de una sinfonía.

En América Latina nunca hemos tenido un genio filosófico y ni siquiera filósofos creadores, originales, como tampoco genios en ciencias naturales ni en matemáticas, ni en pintura, ni arquitectura, ni música, aunque sí en poesía. Cesar Vallejo era un genio, necesitamos un Vallejo en filosofía ¿Habrá entonces que sentarse a esperar? O más bien como dijo el propio Vallejo: "¿Sentarse a andar?".
 

 NOTAS

(1)  A Wittgenstein por ejemplo, parece incluso no importarle mucho la tradición filosófica que le precedió. En el Prólogo de su célebre Tractatus Logico-Philosophicus escribió: "...no menciono las fuentes, porque es para mí indiferente que aquello que yo he pensado haya sido pensado por alguien antes que yo."

(2)  Despues de Heidegger sospecho que no hay genios filosóficos en Alemania y por tanto no hay un gran filósofo creador sino filósofos secundarios y efímeros -sub specie aeternitatis- como Habermas, Gadamer, Apelt, Hanna Arendt, Tugenhadt, etc.

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