RELATO DEL PSICOANÁLISIS DE UN NIÑO

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Melanie Klein

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SESIÓN NUMERO TREINTA Y UNO (Viernes)

Richard mira cuidadosamente por todo el cuarto. Se pregunta si las niñas exploradoras habrán cambiado algo cuando entraron en el momento de salir él y M.K. el día anterior. Piensa que, en efecto, han cambiado de sitio algunas cosas: algunas de las fotos están en otro lugar del que tenían, y hay un banquito nuevo. Pero descubre con alivio que la tarjeta del pequeño petirrojo sigue en su sitio.

M.K. interpreta que el día anterior tuvo miedo de que las niñas le fueran hostiles -los bebés intrusos-, pero que acaba de descubrir, con alivio, que no le han quitado su órgano genital, representado por la tarjeta del petirrojo.

Richard se sienta y empieza a dibujar. A diferencia del día anterior, en cuya oportunidad apenas habla dirigido la mirada a M.K. o al cuarto, esta vez la enfrenta directamente. Estornuda y dice, sonriendo, que se le ha salido un globo, el cual está muy contento de escaparse de dentro de él. Empieza a hacer otro dibujo de un imperio (no reproducido aquí) y pregunta a M.K. si anoche ha ido al cine. Desearía que lo hubiera hecho. El fue y lo pasó muy bien y le hubiese gustado que también ella hubiera estado allí. Le pide luego que le saque los colores que representan a papá, mamá, Paul y a sí mismo; separa a un lado los juguetes y dice que no le gustan. Empieza entonces a colorear el dibujo, comentando que cada persona tiene un país propio y que aunque papá es negro, es muy bueno y no hay pelea. (El cambio de humor respecto a la sesión pasada es muy llamativo; está hoy mucho menos tenso o angustiado.)

M.K. interpreta que, en contraste con el dibujo de la sesión pasada, en la cual todos estaban hechos pedacitos, esta vez cada uno tiene su país y nadie ha metido una parte suya dentro del territorio del otro. También le marca que el miedo que tuvo ayer sobre los pedacitos comidos de su familia, era tan grande debido a la angustia que sintió cuando estaba enfermo y le escocía la garganta, y además, a la preocupación que su propia madre tenía por su resfrío.

Richard escucha atentamente y mira a M.K. mientras ésta habla. Dice que, en efecto, le dolió algo la barriga y también la garganta mientras estuvo resfriado.

M.K. le recuerda que cuando ella le interpretó la sensación de que se había comido a toda la familia hostil, y en particular a Paul y a papá, él sintió también dolor de barriga. El dolor de garganta puede, además, tener algo que ver con el deseo que tuvo de que el anzuelo se les clavara en este mismo sitio a su papá y a su hermano.

Richard protesta; no quiere que M.K. le diga cosas tan desagradables y quiere marcharse. (Sin embargo no está muy angustiado al decir esto y no deja de dibujar.) Pregunta después a M.K. si no le puede ayudar a no temer tanto a los niños y comenta que papá en realidad es bueno, no sólo en el dibujo, sino de verdad. Es el papá mejor que se puede tener y él le quiere mucho. De repente, al comenzar el dibujo 21, recuerda que ha tenido un sueño desagradable. El H.M.S. Nelson es hundido, de la misma manera como se hundió el Bismarck. (Se pone muy triste al contar esto.) Debe de haber sido una batalla naval cerca de Creta. Habíamos perdido unos cuantos cruceros y nuestra armada era mucho menos fuerte... Hace una larga pausa... 

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M.K. interpreta que Richard está en realidad muy preocupado por la guerra y teme que pronto haya más batallas y hasta más derrotas. Añade que recientemente, a medida que se ha ido sintiendo más y más preocupado por la guerra, ha ido hablando cada vez menos de ella.

Richard dice que, en efecto, está muy preocupado y no le gusta pensar en el tema. (Resulta evidente que teme que los aliados pierdan, pero se siente incapaz de mencionarlo.)

M.K. le pregunta quién piensa que puede haber hundido al Nelson en el sueño.

Richard contesta que no lo sabe, y presenta una fuerte resistencia.

M.K. interpreta entonces que en todos los dibujos el Nelson ha representado a su padre, al cual, como acaba de decir, quiere mucho. Sin embargo, cada vez que tiene celos de él le odia. En esas oportunidades papá se transforma en el Hitler negro; pero él se siente culpable, porque en medio de su enojo y de su odio ataca también al papá bueno y amado. [Ataques al objeto amado, unidos a ansiedad depresiva y culpa.] También se siente culpable, porque con sus celos y odio él mismo le ennegrece y le convierte en un papá malo. Además, a veces ha deseado que papá sea como Hitler con mamá. M.K. asocia el comentario sobre el globo que estaba contento de salir de dentro de él, con la sensación que tiene de que el papá bueno debería ser rescatado y sacado fuera de su interior por encontrarse en peligro de ser destruido en las luchas internas. El estar resfriado ha contribuido también a la sensación que tiene de que dentro de si mismo pasan cosas horrorosas; temor éste que se ve en el sueño, en el cual el Nelson hundido simboliza a su padre muerto dentro de él. Se siente responsable por el hundimiento de este barco y por ello aumenta además el miedo que tiene a la guerra y a una posible derrota.

Richard pide a M.K. que le ayude a correr las cortinas y a oscurecer el cuarto. Enciende la estufa eléctrica y una vez más comenta que hay algo que se mueve dentro de ella (véase sesión nueve). Dice: "Es un fantasma". Entonces se asusta, se queda preocupado y vuelve a abrir las cortinas, pidiendo una vez más a M.K. que le ayude a hacerlo. Se ha puesto inquieto, y aunque no termina el dibujo que estaba haciendo, dice que el pececito bebé está pidiendo ayuda.

M.K. le pregunta quién le está atacando; ¿es el Salmon?

Richard no contesta. Está muy angustiado y manifiesta que quiere mirar el reloj de M.K. y que ésta ponga la alarma.

M.K. asocia el fantasma con el miedo que tiene de su padre, de su madre y de M.K. muertos. Le recuerda que, anteriormente, apagar la estufa eléctrica significaba atacar a los bebés y al papá que están en el cuerpo de mamá, lo cual implicaba también matarla a ella, mientras que encendería equivalía a resucitarla. Además, el fantasma de dentro del fuego era el padre y los bebés muertos, que volvían para atacarle. Pero también son sus enemigos los niños "dañados", fantasmas, es decir, los niños de la calle. Como además odia también a su padre y tiene celos de él porque puede meter su órgano sexual en el cuerpo de mamá y hacer que nazcan bebés en ella, todo esto le hace después temer haber matado a su padre y a los bebés, por celos. El deseo repentino que siente de poner en marcha la alarma, no es sólo para que ésta sirva de advertencia, sino también para cerciorarse de que el reloj, que simboliza a M.K. y a su madre, vive todavía. Acaba de demostrar que también tiene celos de M.K., al preguntarle si ve pacientes los domingos, día en que generalmente él no está en "X" .

Richard dice que el cuarto de juegos es horrible, que no lo puede soportar más y que tiene que irse. Trata otra vez de ver si puede volver a entrar en la casa abriendo la puerta lateral, se deleita de nuevo con el paisaje, pero cuando mira los canteros de flores, indica a M.K. que hay en ellos una huella, hecha seguramente el día anterior por una de las niñas exploradoras.

M.K. interpreta que teme que los niños malos fuercen la entrada de la casa, lo cual simboliza el cuerpo de ella y el de su madre, y que la dañen. Siente también, que si se le dejara la puerta abierta, no necesitaría él tampoco penetrar en la casa por la fuerza, ni atacar el interior de su mamá, sino que podría protegerla. Le recuerda a este respecto el miedo que tenía de que las estrellas-bebés peligrosas y el pulpo-papá atacaran el cuerpo de mamá, temor que incrementa el deseo que tiene de penetrar dentro de ella para protegerla.

Richard se ha puesto a levantar piedras del suelo, y encuentra un pedacito de botella rota. Se indigna mucho, lo tira y dice que no debiera estar allí... Vuelve a casa y mira los juguetes, y de entre ellos elige la "casa de barrios bajos" (a la cual describió en su juego, diciendo que era una estación con casas pobres detrás). También coge una figurita rota (que representa a un hombre con el brazo roto), lo aprieta con la mano y le rompe el otro brazo. Entonces pregunta a M.K. si está enfadada con él.

M.K. interpreta que espera que ella se enfade (habiendo llegado el día anterior a verla aterradora) de llegar él a hacer daño a sus bebés y a su marido. También teme que su madre le odie, si llega él a atacar a su padre, a Paul o a sus bebés.

Richard pregunta entonces si su nieto habla en austríaco o en inglés.

M.K. le recuerda que ya en ocasiones anteriores le preguntó esto y cuestiones similares, pero que las contestaciones que ella le da no parecen tranquilizarle. No sólo desconfía de su hijo y de su nieto, sino también de los bebés y del papá "extranjeros" que hay dentro de su mamá; y cuanto más desconfía de ellos, más desea atacarlos. Además no consigue averiguar nada a su respecto. Señalándole el dibujo 21 M.K. sugiere que como la estrella-bebé está muy cerca de la planta, esto puede significar que es muy voraz y por ello muy peligrosa para mamá. Este bebé voraz lo ha representado a él frecuentemente, y por ello se siente muy culpable.

Richard no quiere al principio mirar el dibujo, pero tras esta interpretación se interesa por él. Se muestra de acuerdo con lo que le acaban de decir, y mirando a M.K. en forma suplicante (casi con lágrimas en los ojos), le pregunta si quiere hacer algo por él. Está muy pensativo.

M.K. le pregunta qué quiere que haga.

Richard (evidentemente sin saber qué es lo que quiere) lo piensa, y después le pide que le coloree el dibujo y se lo termine.

M.K. le pregunta por los colores que quiere que use.

Richard sugiere primero que use los que ella desee, pero en seguida la empieza a dirigir. Las chimeneas del Rodney deben ser celestes y el cuerpo y la bandera, rojos. De repente coge él el dibujo y pinta vigorosamente de negro la chimenea del Salmon, pone de rojo el cuerpo y colorea también el pez. Al hacerlo está mucho más vivaz y feliz . Dice que el pez es M.K. y luego, señalándole el vestido que lleva puesto, indica que, en efecto, el dibujo de la tela tiene un poco de verde.

M.K. interpreta que ella, el pez, también tiene algunos de los colores que representan a mamá, a Paul y a él mismo; que le está resucitando, dándole bebés mientras le pide ayuda para poderlo hacer. Quiere arreglarle los pechos -el celeste simboliza a la mamá buena que alimenta-, porque teme haber sido muy ávido y haberlos destruido (1a estrella al lado de la planta que también le representa a él). También el padre muerto, el Nelson hundido, debe de ser resucitado; el cuerpo del barco lleno de color rojo simboliza tanto el genital de su padre como a éste entero (nota 1). A pesar de esto, en cuanto siente que sus padres han resucitado y están juntos, el Salmon se enfada y se pone celoso, y con la chimenea negra ("lo grande"), él ataca al barco que los representa mientras tienen relaciones sexuales. Le indica además M.K., que el pez-bebé se ha transformado en ella, quien también representa a mamá. [Reversión.]

Richard ha estado dibujando durante la formulación de estas interpretaciones. Cuando M.K. se levanta al finalizar la hora, lamenta que la sesión haya terminado. Al abandonar la casa, mira hacia atrás y dice afectuosamente: "El viejo cuarto de juegos está bastante lindo, ¿verdad?". Camino de la esquina, de repente le dice a M.K. (evidentemente queriendo aprovechar cada minuto que pasa con ella), que a los dos años le picó una avispa que él había cazado creyendo que era una mosca. Lo hizo en la palma de la mano y luego murió .

En esta sesión, en general, Richard ha estado más tranquilo, con menos tensión y ansiedad. Ha escuchado más atentamente las interpretaciones, sintiéndose al finalizar la hora más triste y menos perseguido, tanto respecto a la gente que pasaba por la calle como con respecto a M.K.

 

Nota de la sesión número treinta y uno

1. Es impresionante ver el cambio que se produce en Richard tras la interpretación de los ataques que quiere llevar a cabo contra el padre y los bebés de dentro de su madre; de una actitud de angustia, indiferencia y desesperanza, pasa a otra de vivacidad y de actividad. Cuando le señalo que la estrella que en el dibujo está cerca de la planta, expresa la culpa que siente por su avidez (cosa que hemos visto que ocurre siempre en el material anterior), la angustia desaparece lo suficiente como para dar lugar al interés y al deseo de reparar. Es evidente, que al pedirme que le ayude no sabe qué es lo que desea, pero el sentido inconsciente del impulso de reparar y volver a dar la vida (posición depresiva), y el deseo de que yo le ayude a realizarlo, se pone de manifiesto, con toda claridad, en la actividad que lleva a cabo a continuación: el coloreado del dibujo. Esto constituye un ejemplo más de lo que la experiencia me ha demostrado: que es esencial interpretar los contenidos angustiosos que están actuando en forma más aguda, y que tales interpretaciones producen el resultado visto en este caso. El contraste entre la depresión y la desesperanza de Richard por los muertos contenidos en el cuerpo de su madre y por lo tanto en él mismo también, y el advenimiento de la vivacidad y la esperanza tras la interpretación de esta angustia, es muy llamativo, pero es un fenómeno que he podido observar una y otra vez. Este cambio de actitud también se pone de manifiesto en el hecho de que, al principio de la sesión, el cuarto le parece tan asustador que tiene que salir de él por ser un lugar muy espantoso, mientras que al finalizar la hora se refiere a él con gran afecto.

 

SESION NUMERO TREINTA Y DOS (Sábado)

Richard está muy contento cuando se encuentra con M.K. en la esquina y en el cuarto de juegos se muestra amistoso y tranquilo. Enchufa la estufa eléctrica y comenta que el cuarto está acogedor y que es bonito. Cierra las ventanas y dice que adentro está lindo, pero que afuera está feo (aunque no hay sol, el tiempo en realidad no es malo). Luego se sienta y mira a M.K. de manera expectante.

M.K. interpreta que el cuarto, que en un momento dado ayer le pareció tan terrible, se fue mejorando en el transcurso de la sesión, y que hoy todavía le parece agradable, pues se ha puesto acogedor y cálido, es decir, que está vivo. Esto le parece que es así, cuando siente que puede resucitar a los bebés muertos, a sus padres y a M.K., cosa que expresó al colorear el dibujo 21. El pez representaba en él a M.K., a mamá y a los bebés, y todos, tal como él escribió en el papel, pedían ayuda. También le recuerda que ese mismo día, en un momento en que se sentía muy triste y asustado, se puso muy contento al pensar en las gallinas de la señora de A. que habían tenido pollitos , porque también estos animalitos simbolizaban a los bebés que a él le gustaría dar a su madre.

Richard está de acuerdo con todo esto; dice que, en efecto, le gustaría mucho poder dar bebés a su mamá, y añade que ésta tiene cinco hijos: Paul, él, Bobby y los dos canarios, los cuales son varones.

M.K. interpreta que como Bobby y los canarios le pertenecen a él, siente como si con ellos le hubiera dado a mamá tres hijos.

Richard está de acuerdo con esto, pero se angustia. Dice que los canarios se pelean mucho y que está seguro de que si uno de ellos tuviera mujer, el otro tendría celos y entonces se pelearían todavía más.

M.K. interpreta que él también tiene celos porque mamá es la mujer de papá y que se lleva mejor con Paul que con su padre, pues éste, como él, carece también de mujer. Pero siente al mismo tiempo que ni Paul ni él son buenos hijos, pues se pelean mucho. También se refiere a los celos que tiene de los otros pacientes y de su marido.

Richard, con tono vacilante, dice que le gusta perseguir a las gallinas; no lo hace cuando están por nacer pollitos, pues ello sería cruel, pero sí en otras oportunidades. Sin embargo, ahora lo hace menos que antes. Añade que no va a hacerlo nunca más y escribe:

"No perseguiré más a las gallinas", pegando después el papel en la pared. Descubre entonces, que en vez de escribir: "firmado, Richard", ha escrito "chamuscado, Richard"*.

M.K. le indica que esta equivocación significa que no sólo la quiere perseguir, sino también quemar, y que aunque trata de no hacerlo mientras está incubando a los pollitos, es entonces cuando realmente quiere hacerlo, porque las gallinas representan a mamá a punto de tener bebés. La palabra "chamuscar" significa, además, preparar el animal para llevarlo a la mesa, lo cual quiere decir que la equivocación significa que desea también comerse a su madre con los bebés adentro. La resolución de nunca más perseguir a las gallinas indica lo culpable que se siente, no sólo por estos animales, sino también por su madre y sus bebés.

Richard ha escuchado tranquilo y con interés, y ahora empieza a dibujar (dibujo 22) . Al hacerlo comenta: "Estoy contento", y después agrega: "Papá es bueno", pero se corrige y dice que no lo es. Pero no importa, añade, porque mamá se va a llevar a casi todos los países. Tiene muchos en el centro y una buena parte en la costa. A él le gustaría acercarse a mamá, pero papá ha ocupado ya varios países cerca de ella. Sin embargo, consigue, después de todo, algunos que están pegados a ella. Resulta que Paul sólo tiene un país cerca de mamá y en ese momento descubre, además, que en el ángulo inferior izquierdo todavía queda uno vacante (una sección sin colorear). Dice entonces que papá piensa quedarse con él, pero Richard lo ocupa rápidamente . Luego vuelve a repetir que está contento y que está deseando irse a su casa el domingo.

M.K. le sugiere que quizás esté triste por no ir el sábado como suele hacer.

Richard contesta que, en efecto, lo siente un poco, pero que de todas maneras aún le queda la mayor parte del domingo para estar en casa, tras venir a la sesión por la mañana.

M.K. le indica que si está contento de volver a casa, ello se debe en parte a que Paul ya se ha ido. En el dibujo de hoy, Richard tiene la mayor parte de mamá, luego viene papá y finalmente Paul es e1 quien menos tiene; con ello está expresando la alegría que siente porque su hermano ya se ha ido. También le interpreta que él tiene una sección puntiaguda que penetra en el territorio de Paul y le recuerda el dibujo 20, acerca del cual dijo que todos tenían pedacitos metidos dentro de los otros y que Paul y él se estaban besando. Hoy puede estar sintiendo, que como le ha quitado su mamá a Paul, debe de hacer el amor a éste para compensarle por su pérdida (nota 1).

Richard hace varias preguntas. ¿Va a atender también a John el domingo? ¿Lo ve quizá todos los domingos? Y si es así, ¿por qué no a él?

M.K. le dice que su madre quiere que vaya a casa los domingos y que aunque él también lo desea esto no le impide tener celos y sentirse despojado al pensar que los otros puedan estar recibiendo de ella lo que también él podría recibir.

Richard empieza a preguntar compulsivamente por los pacientes de M.K. ¿No le puede decir por lo menos si hay mujeres entre ellos o si él es el menor de los niños? Al cabo de un rato, pregunta de pronto si el Sr. K. se ha muerto.

M.K. contesta que ya le ha preguntado estas cosas muchas veces y que sabe que, en efecto, el Sr. K. está muerto. Como tiene celos de Paul por ser éste mayor, más inteligente y, según él cree, más querido y admirado por mamá, así como también por papá, el cual tiene más cantidad de mamá que él, su mayor consuelo es sentirse el menor, y por lo tanto, ser el bebé de su madre. Ahora quiere confirmar esto mismo con respecto a ella, preguntándole si él es el único niño que atiende y asegurándose de que el Sr. K. ha muerto.

Un poco más tarde, Richard quiere mirar todos los dibujos. (Al finalizar la sesión anterior le ha pedido a M.K. muy particularmente que los traiga todos, a pesar de que esto es lo que hace siempre.) Los mira a todos y señala que uno de ellos (descrito en la sesión veintitrés, y no reproducido aquí), es "todo dientes", y entonces lo separa con desagrado. Después mira para ver si todos tienen la fecha, y dice que le gustan.

M.K. interpreta que a pesar de que algunos dibujos, como el que es "todo dientes", no le gustan, le gustan a pesar de todo porque representan. un regalo que él le hace a ella, como si fueran "lo grande" o bebés. El hecho de que M.K. les ponga la fecha y los guarde le prueba que los valora.

Richard contesta que M.K. ya no es muy joven -tiene cincuenta y nueve años-, pero que aun puede tener bebés. Y volviéndose otra vez hacia los dibujos pregunta si se requiere mucha experiencia y estudio para ser psicoanalista.

M.K. interpreta que quizá quiera él serlo.

Richard contesta con tono de duda que quizá. Pero no; prefiere que M.K. le psicoanalice a él.

M.K. interpreta que ser psicoanalista significa ser adulto, potente y creador, y ser capaz de tener bebés con ella; pero que duda tener la suficiente capacidad como para hacerlo. Ser psicoanalizado por M.K. significa en cambio que ésta le ayude a hacer dibujos que simbolizan a los bebés.

Tras una pausa, M.K. pregunta a Richard si ha soñado algo (nota II). Richard contesta en seguida que ha tenido un sueño, pero que se ha olvidado de él. De repente se acuerda de algunas partes: Hay mucha agua que hierve -no, no hierve-, pero que cae como las cataratas del Niágara, rompiendo las cañerías. El está en su cuarto del hotel. Hay además un hombrecillo allí, parecido a Charles, un primo mayor de su madre que no le gusta. Pero también está Peter, su primo que sí le agrada. Aunque no asocia nada con el sueño, dice repetidas veces que no le asustó, y que era bastante divertido ver cómo se precipitaba el agua.

M. .K. interpreta, que si estuviera en un cuarto que realmente se inundara con agua hirviente de las cañerías reventadas, sería una situación aterradora. Sugiere, por lo tanto, que está tratando de evitar sentir miedo, viéndolo todo como si fuera divertido; por esta misma razón se había olvidado del sueño y le fue difícil contarlo. Le pregunta luego qué hacía Charles.

Richard contesta que nada, que simplemente estaba allí sentado; y repite que es una persona desagradable.

M.K. sugiere que Charles puede estar representando a su padre, el cual se convertiría en alguien desagradable si se enterase de que la inundación se debía a Richard. Le recuerda a este respecto, que últimamente su orina representaba una inundación que temía que pudiera resultar peligrosa para ella y para su mamá. Hoy es la primera vez que ha sugerido que su orina pueda estar hirviendo, pero quizás haya sentido esto antes, de bebé. También se refiere M.K. a la enfermedad de hace unos días, y a lo incómodo que se sintió entonces por dentro. Las cañerías reventadas pueden representar de alguna manera lo que siente que le pasa por dentro cuando su propia orina le inunda (nota III).

Richard está mirando unos dibujos y en particular el 21, pero lo separa rápidamente.

M.K. le recuerda, entonces, que el día anterior había dicho que el pez era un bebé que pedía auxilio, pero que luego se rectificó diciendo que la representaba a ella. Le sugiere que el Salmon -Richard-, también puede estar pidiendo ayuda a M.K. Como pintó con mucho vigor de negro la chimenea del Salmon (mamá y M.K.) le sugiere que puede estar aterrorizado al pensar que, con "lo grande", que para él es algo muy peligroso, puede haber dañado no sólo al papá malo, sino también a mamá. Dispararía su cosa "grande" negra por el trasero de mamá. Además la estrella-bebé está cerca de la planta, la cual, en la sesión 12, representaba el pecho y el órgano genital de su madre, y teme que la devore. Por eso pide ayuda a M.K.: para que el trabajo que realiza con ella le ayude a controlar su avidez y los ataques peligrosos que quiere llevar a cabo contra su madre (nota IV). Repetidamente le ha pedido además que le ayude a no tener miedo de los niños, y en la sesión anterior le rogó que hiciera algo por él; aunque luego no supo decirle qué era lo que quería de ella. Por fin resultó que quería que le ayudara a preservar, restaurar y resucitar a ella misma, a mamá y a los bebés.

Richard muestra que está de acuerdo con todo corazón y dice que, en efecto, quiere que le ayude a no ser destructivo para poder así mantener viva a mamá... Un poco después, tras mirar el collar de M.K., lo toca levemente, con el deseo evidente de tocar el pecho, y dice que las cuentas que tiene son bonitas. Mamá también tiene un collar con cuentas así... Cuando termina la sesión se quiere quedar más tiempo, deseo que se ve en la manera lenta en que recoge sus cosas Antes de salir mira cuidadosamente para ver si todas las ventanas están cerradas, si la puerta del jardín también lo está y, ya afuera, quiere asegurarse una vez más de que no hay ninguna ventana abierta.

M.K. interpreta, cuando aún están en el cuarto, que desea mantener intacta la habitación, que la representa a ella y a mamá. Tocar las cuentas del collar, que son parecidas a las de su madre y el que le guste, expresa el deseo de mantener seguro y en buen estado el pecho de mamá, y asegurarse él de que todavía está allí. También quiere mantener el cuarto libre de todo intruso, lo cual significa mantenerlas a ella y a mamá libres del papá intruso y peligroso, de Paul y de si mismo.

Durante la sesión, Richard ha dibujado un pez acompañado de dos estrellas, que nadan a buena distancia de la planta. Sobre la línea divisoria, un avión británico revolotea próximo al Salmon. Este dibujo parece expresar que toda la familia está en paz, pero no he encontrado en mis notas ninguna referencia a él.

Las vivencias de Richard han sido en esta ocasión muy diferentes de las de las últimas sesiones. Ha estado mucho más tranquilo y feliz, menos triste y relativamente menos perseguido. Aunque ha mirado varias veces hacia los transeúntes de la calle, lo ha hecho muchas menos veces que últimamente; pero resulta evidente, sin embargo, que ha estado todo el tiempo tratando de evitar decir cualquier cosa que pudiera traerle de nuevo ansiedad o tristeza, cosa que se ve, además, por la cantidad de veces que ha repetido que estaba contento.

 

Notas de la sesión número treinta y dos

I. El deseo de robarle la madre al padre y el correspondiente sentimiento de comprensión hacia éste, que en ese caso quedaría solo y abandonado, constituye un fuerte estímulo hacia la homosexualidad (véase El Psicoanálisis de niños, capítulo 12).

II. Tanto en los análisis de niños como en los de adultos, pregunto a veces al paciente si ha soñado, pregunta ésta que en la mayoría de los casos provoca la narración de un sueño. No es fácil definir qué es lo que me sugiere, en un momento dado de la sesión analítica, que el paciente puede haber soñado algo que no ha mencionado; pero si tomamos el ejemplo de Richard podemos ver, en efecto, que estaba guardando material inconsciente, a pesar de cooperar conmigo al mismo tiempo en otro nivel. Creo que una situación así indica, a menudo, que el paciente está tratando de evitar un conflicto que el sueño revelaría. Sin embargo, no suelo en general pedir que se me cuenten los sueños, salvo en circunstancias como la descrita, y trato por el contrario de evitar dar al paciente la impresión de que los sueños sean más importantes que el resto del material. A pesar de esto, no puede ser una mera coincidencia el que la mayoría de mis pacientes sueñen con frecuencia, y me describan los sueños sin que yo tenga que pedírselos.

III. Este es un ejemplo del tipo de material que me llevó a concluir que los bebés se sienten perseguidos cuando sienten cualquier tipo de incomodidad física, así como también a ver que la raíz de la hipocondría se encuentra en la primera infancia.

IV. En mi libro Envidia y gratitud (1957) he señalado que el deseo que tiene el bebé de poseer el pecho inacabable y siempre presente -al cual me he referido frecuentemente en el pasado-, contiene un elemento muy importante agregado al deseo de tener alimento: el pecho debe hacer desaparecer o controlar los impulsos destructivos del bebé, y de esta manera proteger el objeto bueno y poner a salvo al niño de toda ansiedad persecutoria. Esto significa en realidad que el bebé, desde una edad muy temprana, siente la necesidad de un superyó que le ayude y le proteja (véase mi articulo "Sobre el desarrollo del funcionamiento mental", 1958).

 

SESION NUMERO TREINTA Y TRES (Domingo)

Richard está de muy buen humor y dice que está muy contento de estar con M.K. el domingo. Es evidente que para él supone gozar de un privilegio especial... Al cabo de un rato dice que los domingos por la mañana todo está muy tranquilo en "X": como si fuera una tumba; pero que se alegra de que no haya niños por ahí. Está al acecho de la gente mayor que pasa por la calle, y dice que siente que haya tan pocos transeúntes. Comenta que al despertarse hoy se sintió muy feliz a pesar de no estar en su casa siendo domingo, y que pensó que el trabajo con M.K. le hace bien después de todo, pues se siente mucho más valiente. Todo esto lo dice con convicción, añadiendo además que le gustaría contarle cómo se peleaba con los demás niños cuando estaba en su casa. Esta mañana, como se siente más valiente, ha decidido que cuando termine la guerra y se vayan otra vez a vivir a "Z", no tendrá miedo de pelearse con su enemigo Oliver. (Ha mencionado a este niño en la sesión veinte; en otra ocasión le contó a M.K.. que la madre de Oliver se había muerto hacia un mes.)

M.K. interpreta que siente un gran alivio al pensar que será capaz de pelear en vez de tener que pretender que es amigo de Oliver, por miedo a que éste le ataque.

Richard está del todo de acuerdo con esto y añade que también ha decidido pelearse con Jimmy, un niño de ocho años de su pandilla, el cual le dijo a Oliver algo acerca de él haciéndose así traidor. Mientras habla, Richard ha cogido el lápiz que antes habla colocado a su lado junto al cuaderno y se lo mete en la boca, mordiéndolo tan fuerte que le deja una marca. Lo sigue mordiendo y dice que cuando termine la guerra piensa llevar preso a Oliver. En el jardín de su casa hay un rincón no cultivado, que tiene arbustos y muchas abejas y avispas. Aunque no es un sitio inmundo, sin duda no es un lugar limpio. Allí podría tener preso a Oliver, bien guardado para que no pueda escapar; mientras las abejas y las avispas le pican constantemente.

M.K. le indica que mientras habla está mordiendo el lápiz con mucha fuerza, lo cual significa estar mordiéndole el pene a Oliver y comiéndoselo. La prisión donde le va a meter no es sólo el jardín, sino también el interior de su cuerpo, el cual piensa que es un lugar horrible. El mismo tiene mucho miedo de las avispas y de las abejas, las que representan ahora "lo grande" peligroso y también su parte destructiva que contiene al papá-Hitler malo. Aunque siente que no puede proteger a la mamá buena contra estas cosas peligrosas que hay en él, sin embargo, la sensación que tiene actualmente de contener mayor cantidad de mamá buena y de M.K. debido al análisis que nota que le ayuda, le da más seguridad y le hace sentir que puede luchar mejor contra sus enemigos internos y externos.

Richard describe entonces lo que llama una pelea "menor" contra Oliver y su pandilla, en la cual él y Jimmy salieron victoriosos. Luego añade, dándose importancia, que en aquella ocasión casi le rompió los huesos a Oliver, que se apedrearon y que Oliver "se llevó una buena". Le hubiera gustado matarle, aunque en realidad no; pero le tiene mucho odio. En otra pelea que tuvieron, le dieron a él en la nariz con un pedazo de vidrio; pero sólo le dolió un poco y siguió luchando a pesar de ello; hubiera seguido haciéndolo aunque hubiera tenido el brazo en cabestrillo. Pero su madre salió al jardín y echó a los otros niños. (No me cabe duda de que Richard quedara aliviado cuando su madre salió, pues es seguro que se debió de sentir aterrado al verse el tajo de la nariz.) Al hablar, ha ido haciendo otro imperio, y mientras M.K. se refiere a la protección de su madre, sin darse cuenta coloca los lápices azul y rojo juntos, con las puntas hacia adelante. También menciona, mientras dibuja, que mamá tiene ahora muchos países y Paul también.

M.K. le indica entonces, que en el dibujo él rodea casi del todo a su madre; y que mientras hablaba, sin darse cuenta, pintó de negro la sección inferior, lo cual se debe a que por más que no le guste que papá toque a mamá, cree que el genital de éste está dentro de ella, mientras que su propio pene está dentro del de Paul. Sin embargo, al rodear él (las partes rojas) casi por completo a mamá (las secciones celestes), expresa la esperanza de poderla proteger contra el papá malo y darle bebés. Esta mayor esperanza que ahora siente de poder arreglar a mamá, lo cual también implica convertirse él en hombre, incrementa el deseo que tiene de pelear y también la capacidad para hacerlo. M.K. se refiere luego al miedo que tiene de que su órgano sexual quede dañado, y que ha expresado con la narración de cuando quedó con la nariz herida y el brazo incapacitado. Le recuerda también lo que sintió a partir de la operación que le hicieron, que todavía le dura, pero le indica también que acaba de expresar la esperanza de que el pene no le haya quedado tan dañado después de todo, como para no poder usarlo para atacar a los enemigos que representan al Hitler-papá malo.

Cuando M.K. menciona la circuncisión, Richard le dice que a partir de entonces odió al médico que se la hizo.

M.K. interpreta que ya en otra oportunidad pudieron ver cómo el doctor representa al papá malo; ahora bien, si Richard teme que este papá le ataque en el pene, es porque él mismo, cuando tiene celos de él y de Paul, desea atacar los penes de ellos. En esta misma sesión, al hablar con rabia de sus enemigos, mordió el lápiz con mucha fuerza, acto que expresa un ataque a sus genitales y que significa además atacar a Paul y a papá en persona.

Richard mira a M.K. con interés y le pregunta si cree que eso pueda ser la causa por la que tanto odia a Oliver. Cuenta que aunque este niño le ha invitado frecuentemente a tomar el té a su casa, él nunca quiso ir. Sin embargo, cuando no se pelean, está en buenos términos con él y no le demuestra que le odia ni que planea pelearse.

M.K. le indica que, al parecer, la relación que guarda con Oliver se parece mucho a la que mantiene con Paul, hacia el cual a veces siente amistad mientras que en otras ocasiones siente hostilidad, todo lo cual hace que nunca pueda fiarse de él como aliado. Richard sabe que él mismo es de muy poco fiar, pues a menudo disimula la hostilidad que siente hacia Paul.

Richard contesta tristemente que le gusta Paul, pero que siempre se pelea con él... Después se refiere a Jimmy, el cual le ha contado a Oliver que él está planeando secretamente atacarle; después de este incidente tiene más miedo que nunca a Oliver. Quiere matar a Jimmy, además, por traidor. Tras una pausa agrega que, en cambio, le gustan los dos hermanitos de Jimmy, que son unos bebés muy ricos.

M.K. le hace ver la mezcla de sentimientos que tiene hacia los bebés. Le gustan mucho, pero teme al mismo tiempo que sean como las ratas, las abejas y las avispas; esto se debe a que teme haberlos atacado dentro de mamá en un momento de celos.

Richard repite una vez más que al levantarse esta. mañana se sintió alegre y esperanzado, y que decidió pelearse con Oliver abiertamente, pensando que quizá le pudiera vencer. Esta idea le hizo sentirse más feliz y le hizo también pensar que el trabajo con M.K. le está ayudando mucho.

M.K. se refiere entonces al dibujo del imperio y le interpreta que éste significa que tiene dentro de sí a una mamá buena celeste, la cual le ayuda a arreglar su órgano genital, y así él puede a su vez darle bebés, resucitarla y protegerla contra el papá-Hitler malo.

Richard se levanta, mira por todo el cuarto y dice que no ha soñado nada. Se dirige a la cocina y mira en la pila de lavar, para ver si hay en ella alguna araña.

M.K. le recuerda el miedo que tiene a los pulpos y le sugiere que quizá le pase lo mismo con las arañas; en uno de sus dibujos (el nº 6), el pulpo tiene una cara humana, roja de rabia, y representa a papá (véase sesión quince). De manera que la araña que hace poco ahogó, y que teme que quizá todavía esté allí, también representa a su padre.

Richard entonces le pide a M.K. que suelte el agua cuando él esté afuera; quiere saber por dónde corre este Niágara.

M.K. le recuerda el sueño que tuvo últimamente. Ahora no quiere volver a soñar, porque aquel sueño fue muy asustador aunque él no se dio cuenta de ello. Relaciona la pila de lavar, que en su imaginación contiene aún a la araña (y que representa el genital comido de papá) con el sueño, en el cual, como antes le sugirió, su interior desbordaba y él y mamá se encontraban en peligro debido a las cañerías rotas; en el mismo sueño aparecía también Charles, que tanto le desagrada (sesión treinta y dos). Todo esto ahora también representa el peligro en que ella se encuentra por causa del Sr. K. (la araña), el cual Richard no puede creer que haya muerto.

Richard está dibujando aviones con cañones durante esa interpretación de M.K. Comenta que el cañón es mamá y el avión británico, él. El avión alemán abatido es papá... Después sale al jardín y le muestra a M.K. unas flores que le gustan; pero de repente les tira piedras aunque sin llegar a tocarlas.

M.K. le indica que parece estar tratando de ver el daño que puede haber hecho ya, o hacer en el futuro a los bebés de mamá, a quienes quiere y odia al mismo tiempo.

Richard repite otra vez que le gusta que haya tan poca gente en la calle, pero que no le gusta que esté demasiado tranquilo. Refiriéndose al viaje que va a hacer a su casa esa tarde, dice que le gustaría que el autobús estuviera vacío, para estar solo en él. Pero se pregunta luego si en ese caso el autobús haría el viaje.

M.K. interpreta que le gustaría tener a mamá para él solo y también estar solo dentro de ella; y que papá, representado por el conductor, estuviera de acuerdo con este arreglo. Pero las dudas que tiene sobre si en tal caso el autobús haría el viaje, implican que se está preguntando si su mamá podría seguir viviendo en caso de no tener más bebés. Al principio de la sesión dijo que "X" estaba muy silencioso, como una tumba, porque había muy poca gente en la calle. "X", lo mismo que el autobús, representa los cuerpos de mamá y de M.K. llenos de bebés muertos; lo cual a su vez simboliza la muerte de mamá y de todo el mundo. También duda de que el conductor, papá, le permita quedarse con mamá para él solo.

Richard se divierte mucho con la idea de que quiera tener a mamá para él solo y que papá, de ser él el conductor, se quede fuera de ella (el asiento del conductor) a pesar de ser justamente él quien le lleve a verla. Hacia el final de la sesión le pide a M.K. que ponga las fechas a los dibujos hechos hoy y comenta que 1941 parece 1991.

M.K. interpreta que desea que tanto él como M.K. -y en particular M.K.- vivan hasta entonces, pues tiene mucho miedo de que ella y mamá se mueran.

En los dos últimos días, el humor de Richard ha cambiado. Está menos triste, han disminuido las defensas maníacas y las de negación, y siente mayor confianza y esperanza. También responde más a las interpretaciones.

Unos días más tarde, su madre viene a hablar con M.K. Le da cuenta del progreso de su hijo y comenta que ha notado un cambio llamativo en él a partir de esta sesión del domingo. Aunque en casa está muy agresivo, parece mucho más amistoso y menos tenso y es más fácil estar con él. Esta información es independiente de la que el propio Richard suministró cuando dijo que se sentía mejor, pues a su madre no le dijo nada.

 

SESION NUMERO TREINTA Y CUATRO (Lunes)

Richard le dice a M.K. que le ha traído un regalo, y con aire muy contento le entrega un frasco. Dice que es crema para la cara; pero cuando M.K. lo abre, salta desde adentro un muñeco verde de resorte. Richard ha estado mirando todo con atención y parece desilusionado al ver que M.K. no se asusta, pero en seguida le pregunta si le importa que le haya gastado una broma. Manipula el juguete, admira los fuertes resortes que tiene y dice que es muy vivaz, y que cuando salta fuera de la caja parece que va a morder a alguien. (Es evidente que a él le gusta mucho.) Cuenta que puso seis peniques en una máquina automática llena de trucos y de juguetes, dentro de la cual había una grúa con forma de garra. Con la mano ilustra lo que dice y muestra cómo la grúa bajó, agarró el frasco, lo levantó y éste salió. Como de costumbre, la descripción que hace es muy dramática. Pensó que la garra se llevaría la caja, pero no la levantó y se la entregó a él. Tras contar esto marcha por el cuarto de arriba abajo, pisoteando con fuerza. Dice que los soldados aliados están entrando en Siria, lo cual es bueno. También está contento de que la R.A.F. haya bombardeado tantos objetivos. Se sienta y dibuja la estrella de mar de siempre (dibujo 23). Al hacer el contorno, y antes de darle color, anuncia que no tiene nada que ver con imperios, y que es sólo un diseño.

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M.K. le indica, cuando termina de pintarlo, que ha introducido en él dos colores nuevos: el naranja y el verde.

Richard insiste al principio en que no representan a nadie y que no tiene ninguna razón particular para usar colores nuevos, pero al cabo de un rato dice que el verde es la cocinera y el naranja Bessie. La cocinera usa un delantal verde. Luego hace una pausa, tras la cual dice que no ha tenido ningún sueño. Al terminar el dibujo se lo da a M.K. y dice: "Esta estrella de mar-bebé es para ti".

M.K. asocia el muñeco de resortes con la manera como quizá se toca el órgano genital [masturbación], pues el muñeco puede estar representando a su pene. Le sugiere que quizá se lo toque y juegue con él.

Richard se pone colorado, sin levantar la vista. Al cabo de un rato contesta: "A veces lo hago".

M.K. le recuerda que tras describir la manera como consiguió el muñeco, habló de los soldados que entraban en Siria, y él mismo empezó a marchar y a pisotear el suelo. Quizás al tocarse el pene piensa las mismas cosas. Siria puede ser el interior de mamá, de M.K. o de las muchachas, donde él quisiera marchar con su pene. Pero dentro de mamá puede encontrar el pene de papá y éste puede agarrar y morder el suyo; es decir, que teme que el papá peligroso de dentro de mamá le dañe su órgano sexual. M.K. también le sugiere que el dibujo representa los órganos genitales de mamá y de ella misma, dentro de los cuales quiere penetrar profundamente y donde los tres hombres, papá, Paul y él, se pelean entre sí. Si ha usado hoy colores nuevos diciendo que no tiene ningún significado y que el dibujo no es un imperio, es porque tiene miedo de la pelea que se lleva a cabo dentro de mamá y de M.K. y no quiere por lo tanto enterarse de nada sobre ella. Añade además M.K., que el verde del dibujo no sólo simboliza a la cocinera, sino también al muñeco de resortes que es de color verde y que representa a su pene.

Richard se ha angustiado mucho durante la formulación de estas interpretaciones y se queda muy inquieto. Se pone de pie, marcha de arriba abajo y se detiene cerca de la ventana más alejada de donde está M.K. Protesta diciendo que no quiere oír nada de lo que ésta le dice, pues no ve cómo tales cosas puedan ayudarle.

M.K. le interpreta que las palabras que ella le dice representan para él ataques hechos contra su órgano sexual. En esta sesión está reviviendo los temores que tuvo cuando le hicieron la circuncisión. Ha sentido como si la garra que le iba a quitar el muñeco fuera la mano del médico; temía que éste le fuera a quitar el pene; y le recuerda que éste también representaba al papá-Hitler malo. Si Richard quiere meter su genital dentro de mamá y allí morder el pene de papá y pelearse con él (igual que el muñeco, el cual parece que va a morder cuando salta de la caja), es lógico que se aterre pensando que tanto papá como mamá puedan atacarle a él. Hace poco, sintió también que M.K. era tan terrible como Hitler, al interpretarle ahora, se había convertido en la mamá-Hitler-bruta que lo estaba atacando.

Richard mete de pronto la mano en la cartera de M.K., revuelve todo pero no saca nada de adentro. Después se va corriendo a la cocina, abre del todo el grifo del agua y se queda viendo cómo ésta se va; mientras comenta: "El está atacando".

M.K. le pregunta quién ataca a quién.

Richard no contesta.

M.K. le sugiere que es el pene de papá el que ataca -los soldados británicos que atacan a Siria-, y que la pila de lavar representa el interior y los genitales de M.K. y de mamá, dentro de los cuales está penetrando. El grifo del agua ahora es pues el poderoso pene de su padre que ataca violentamente el interior de mamá, y Richard también querría hacer lo mismo, pues le gustaría tener un pene así de poderoso. Esto lo demostró al marchar como los soldados en Siria.

Richard se va afuera y pide a M.K. que vacíe la pila para ver dónde se va el agua.

M.K. le sugiere, que como siente que el pene de su papá y el fluido que contiene son peligrosos, quiere una y otra vez verlo salir de la cañería, que representa el interior de mamá. Le recuerda a este respecto el sueño sobre el Niágara (de la sesión treinta y dos).

Richard sale afuera, se sienta en los escalones y pide a M.K. que se siente a su lado. Recoge unas piedras y hace hoyos en la tierra con los dedos.

M.K. le sugiere que está investigando cómo es ella por dentro y que al mismo tiempo está usando la mano como si fuera una garra -el pene peligroso-. También ha querido averiguar lo que hay en su cartera, tratando de encontrar en ella el genital del Sr. K.

Richard interroga sobre lo que diría ella si él le pusiera a escondidas un erizo o un ratón en la cama.

M.K. interpreta que el erizo es el genital malo de papá, el cual cada vez que él se enfada porque papá y mamá están juntos en la cama, desearía que mordiera y dañara a mamá. Esta rabia le lleva luego a temer que mamá contenga dentro de si al pulpo, el genital peligroso y mordedor de papá.

Pasado un rato, Richard vuelve al cuarto y empieza a garabatear. Primero usa para hacerlo el verde y el naranja, y después los demás colores; garabatea de una manera cada vez más furiosa. Dice que la cocinera (el verde) se está peleando con Bessie (el naranja) y que los demás miembros de la familia han entrado también en la lucha. Tras esto se levanta, y marcha de arriba abajo haciendo el paso de ganso y el saludo de Hitler. Después mira por todo el cuarto, da una patada a los banquitos, los pisotea, los levanta y los tira. A continuación coloca a tres de ellos uno encima del otro, se enfada cuando se caen y pide a M.K. que lo haga ella. Trata él mismo de hacerlo otra vez, y se refiere a la torre del Palacio de Cristal, que tuvo que ser dinamitada porque se había hecho peligrosa.

M.K. vuelve a interpretarle que desea agarrar los penes de papá y de Paul mordiéndolos, pues siente que los necesita para convertir su propio pene en uno tan poderoso y agresivo como el de su padre. Por esto se enfadó tanto cuando le fracasaron los intentos de poner a los tres banquitos encimados. Cuando se cayeron, le hicieron recordar su pene dañado, que teme haber perdido particularmente tras la operación. También parece sentir esta misma angustia cuando se frota su genital y juega con él. Al pedirle a ella que recoja los banquitos, quiere con esto significar que desea que le ayude a arreglar su órgano sexual. La torre que debe ser dinamitada es en cambio el genital grande de su papá, al que admira pero sin embargo quiere destruir por rabia y por celos, y además porque le teme. La dinamita representa "lo grande", peligroso y explosivo.

Richard está jugando con una pelota; ésta rueda bajo la estantería y vuelve otra vez a salir y él comenta que parece que se pierde pero que vuelve otra vez. Después pide a M.K. que juegue con él a la pelota.

M.K. interpreta, que tiene la esperanza de volver a recuperar el pene que teme haber perdido en la operación y con la masturbación. Si esto fuera así, podría quizá tener relaciones sexuales con ella o con mamá, deseo éste que acaba de expresar pidiéndole que juegue con él a la pelota.

Hacia el principio de la sesión, cuando M.K. interpretó a Richard el deseo de castrar a su padre y el miedo a ser castrado por él, éste protestó enérgicamente. Dijo entonces, con gran énfasis, que su padre es muy bueno y que a menudo juega con él. El domingo pasado, por ejemplo, el padre pretendía ser un espía alemán mientras que Richard, que era policía, le perseguía en bicicleta. Papá se escondió, pero como es natural Richard lo encontró al final.

M.K. le interpretó entonces que en este juego había estado expresando, entre otras cosas, la sospecha de que su padre fuera peligroso y un papá-Hitler. Como el juego no resultó ser divertido y su padre muy bueno por jugar con él, le sirvió como prueba de que papá no era peligroso después de todo ni el papá-Hitler, e hizo que su goce al jugar fuera aun mayor.

Las notas de esta sesión son más cortas de lo que acostumbran serlo, la fuerte resistencia que surgió se expresó en largos silencios y en muchos detalles del comportamiento del niño, como ser el recorrer la habitación, mirar por la ventana y coger cosas para luego volverlas a dejar, detalles estos difíciles de anotar minuciosamente (nota 1). Hasta cierto punto, esta dificultad también se aplica a los datos tomados de otras sesiones y a ella se debe el que a veces las asociaciones de Richard parezcan ser menos que las interpretaciones dadas por mi.

 

Notas de la sesión número treinta y cuatro

I. Durante esta sesión, Richard ha expresado una angustia muy aguda y una fuerte resistencia. Se opuso particularmente a mis interpretaciones sobre el deseo de castrar a su padre y a Paul y el temor de ser a su vez castrado por ellos. (Estas interpretaciones siempre provocan una gran resistencia, tanto en los niños como en los hombres.) La sesión constituye un ejemplo de algo que nos es familiar en el trabajo psicoanalítico y es que a medida que se va obteniendo algún alivio de la ansiedad, otras situaciones angustiosas vienen a colocarse en primer plano. En las sesiones precedentes, en efecto, había disminuido la angustia de Richard por los peligros internos (perseguidores internos, el peligro de ser envenenado). De esta manera quedó liberada parcialmente la represión de sus deseos genitales y heterosexuales, apareciendo más en un primer plano el sentimiento de potencia y la agresión contra el padre y sus sustitutos. Este progreso se expresó en la convicción del niño de que el análisis le estaba ayudando y de que sería capaz de pelearse abiertamente con sus enemigos. Ligado a esto, surgen entonces en esta sesión con plena fuerza el miedo a la castración (también relacionado con la masturbación), y también otras ansiedades características del incremento de los deseos

genitales heterosexuales, tales como la angustia provocada por el interior del cuerpo de la madre y en particular por la posibilidad de tener que librar una pelea contra el pene del padre dentro de la vagina. En relación con esto quiero llamar la atención sobre el hecho de que la emergencia de los deseos sexuales hacia la madre, el temor a la castración que sigue a ésta y la ansiedad causada por la masturbación, se dieron como secuencia al análisis de una persecución interna muy intensa. En sesiones anteriores había ya emergido cierto material referente a la angustia de castración, pero este temor sólo se dio en forma más completa y aguda, y relacionada con la masturbación, tras haber analizado hasta un determinado punto las situaciones internas de ansiedad. En general, he podido ver que en muchos casos la impotencia de los hombres sólo se puede reducir tras el aminoramiento de alguna ansiedad persecutoria y que todo progreso en este sentido marcha a la par del análisis exitoso de temores persecutorios e hipocondríacos, particularmente referidos a persecuciones internas.

 

SESION NUMERO TREINTA Y CINCO (Martes)

Richard parece amistoso, pero está reservado y angustiado. Le dice a M.K. que ha vuelto a traer la flota, y la coloca sobre la mesa. El barco de guerra alemán Prinz Eugen (mencionado en las noticias esos días pues la flota británica lo estaba persiguiendo), es representado por un destructor al que los demás barcos rodean, representando a los barcos ingleses. Al principio Richard quiere hundir al Prinz Eugen, pero luego se apiada del barco "valiente y solitario" y hace que los ingleses lo tomen prisionero, de manera que el alemán navega "vencido pero orgulloso" entre dos destructores británicos, hasta llegar a un puerto inglés.

M.K. se refiere al material de la sesión anterior (la garra que le quitaba el muñeco de resortes; la mano del médico haciéndole la circuncisión, y los banquitos que se cayeron), e interpreta que el Prinz Eugen es él mientras que los barcos ingleses son papá y Paul que le pueden atacar y dañar o cortarle el órgano sexual. Asocia esto con la sensación que tuvo cuando le circuncidaron, cuando pensó que cientos o miles de personas estaban allí presentes. En aquel momento pudo haber temido morirse, y quizá se sintió aliviado al volver en sí y ver que todavía estaba vivo y que su familia, que durante la operación le había parecido que eran enemigos que ponían en peligro su vida, ya no era peligrosa. (El Prinz Eugen llevado prisionero en vez de ser hundido.) Sin embargo, al volver en si tras la operación, lo primero que sintió fue que le habían cortado el pene. Además de todo esto teme tanto las pérdidas reales de la Armada y la posibilidad de que Inglaterra sea vencida, que no quiere ni acordarse de la guerra, y por eso no ha traído la flota desde hace varios días, ni casi puede mencionar la palabra Creta.

Richard se opone vivamente a la mayoría de estas interpretaciones. En relación a sus miedos durante la operación y a la posibilidad de perder el pene, contesta que lo que M.. K. dice es horrible y que no quiere hablar de ello; niega también haber podido jamás pensar que Inglaterra pueda ser vencida, y repite que ello nunca puede ocurrir. Está de acuerdo, sin embargo, con que le preocupan mucho lo de Creta y las pérdidas navales.

M.K. interpreta que el puerto británico donde entra el Prinz Eugen es el genital de mamá y que teme que su pene quede preso dentro de ella y que pueda ser visto y atacado por papá y Paul que tanto lo asustan (los dos destructores que le escoltan).

En ese momento Richard se levanta, se separa de M.K. y mira por la ventana pidiéndole que la deje abierta. Le pregunta si ha ido al cine la tarde anterior. Dieron una película de asesinatos, pero buena. Dice luego que quiere salir, coge las llaves y medio en broma, dice que va a dejarla encerrada adentro (cosa que no es posible pues se trata de una cerradura Yale). Intenta hacerlo, pero inmediatamente pide a M.K. que salga afuera. Es evidente que está contento al ver que ella ha seguido sin perturbarse y con aire amistoso. Dice que de todas maneras podría haber salido por la otra puerta. Vuelve entonces al cuarto y sigue jugando con la flota.

M.K. explica que se separó de ella y hasta llegó a salir del cuarto en el momento en que ella le interpretaba que temía que su pene fuera atacado y hecho prisionero. En ese momento, esta situación de peligro se le hizo tan real como si todavía estuvieran operándole y M.K. se convirtió en la mamá traidora que no le protegió del papá-médico peligroso. También se asustó mucho en el momento en que M.K. le explicaba que el Prinz Eugen (él) quería penetrar dentro de mamá y de M.K. (el puerto británico) entre papá y Paul (los destructores ingleses), porque temió que estos dos hombres le atacaran dentro de mamá, que su pene quedara allí preso y que se lo robaran. El cuarto de juegos se llegó a convertir, pues, tanto en el sitio donde le operaron como en el interior de M.K. donde su órgano genital podía ser atacado. Además, contra lo que suele hacer, ha pedido a M.K. que deje hoy las ventanas abiertas y no está al acecho de la gente de la calle; esto se debe a que desde el comienzo de la sesión teme quedar preso con M.K. y dentro de ella. Ya la sesión anterior temió esto vivamente, y por lo tanto son el cuarto y M.K. quienes son hoy peligrosos y no los de afuera, los cuales, por el contrarío, podrían ayudarle si las ventanas estuvieran abiertas (nota 1). Ayer habló además de dinamitar la torre grande que representa el órgano sexual de papá; debido a ello hoy teme que su propio órgano sexual sea atacado por su padre, dentro de mamá.

Richard protesta otra vez vivamente por estas interpretaciones, con aire dolido y asustado; pero sigue jugando con la flota. Hablando en susurros, dice mientras saca el Nelson del puerto: "Aquí va el Nelson sin protección", y añade con voz más clara: "No, sólo va de patrulla".

M.K. interpreta que el Nelson sin protección es su padre cuando no está bien, o cuando es amigo suyo y tiene paciencia con él. Siente que en los momentos en que papá está sin protección -lo cual también significa que no sospecha nada malo-, él podría atacarle y castrarlo. Le recuerda además que tuvo mucha pena por el Nelson hundido y que se sintió culpable cuando soñó con él (sesión veintiuna) porque quiere a su padre. A causa de los deseos que tiene de atacarle, y temiendo que realmente le llegue a dañar, por así desearlo, se siente culpable cada vez que le ve enfermo, envejecido o quedándose calvo.

Richard coloca los dos lápices largos juntos, formando con ellos lo que llama las "puertas del puerto". La abertura dejada por los lápices es tan estrecha, que los barcos sólo pueden pasar de uno en uno. Primero sale el Rodney y después el Nelson; pero cuando Richard se da cuenta de que el Nelson toca algo de Rodney, lo separa un poco. Siguen después dos destructores, los cuales, junto con el Nelson, se colocan alrededor del Rodney pero sin llegarlo a tocar.

M.K. interpreta que ha establecido la paz, haciendo que papá, Paul y él mismo, rodeen a mamá; pero que no quiere que nadie se acerque a ella, lo cual significa que nadie debe tener con ella relaciones sexuales. Cuando el Nelson (papá) la tocó al principio, él inmediatamente lo retiró.

Richard hace varios movimientos con la flota. Un destructor, con un submarino a cada lado, pasa a través de la puerta y en ese mismo momento Richard se ríe, acordándose de una película en la que varios cerdos trataban de entrar en la pocilga al mismo tiempo.

M.K. le recuerda que antes le interpretó que el Prinz Eugen, que entraba en el puerto escoltado por dos destructores, significaba que él, Paul y papá se metían juntos dentro del órgano genital de mamá; ahora los tres están representados por los cerdos, porque cree que las relaciones sexuales son algo cochino, ávido y sucio.

Richard indica entonces que papá (el Nelson) está más alejado y que no es uno de los tres barcos que quieren pasar por la puerta.

M.K. sugiere que si bien papá es el Nelson, su pene puede estar representado por el destructor mientras que los submarinos son su órgano sexual y el de Paul. Además, como otras veces, los dos lápices que forman la puerta son también sus padres.

Richard describe entonces, divertido, la manera como una vez asustó a un gallo y a una gallina cuyas cabezas estaban juntas dentro del gallinero mientras que los cuerpos habían quedado afuera. Al asustarlos él, les temblaban las barrigas.

M.K. interpreta que el gallo y la gallina con las cabezas juntas representan a sus padres durante las relaciones sexuales, momento éste en que él quiere asustarles y molestarles. Le recuerda el ruido de gallos y gallinas que relacionaba con la pelota de fútbol (sesión veinticuatro), y le sugiere que quizás haya visto a sus padres juntos en una sola cama, lo cual confirmaría que cuando están juntos hacen cosas sexuales.

Richard contesta que a veces duerme en el cuarto de sus padres, pero sostiene que tienen camas separadas y que nunca duermen en una sola, de manera que no pueden hacer juntos tales cosas. Menciona que una vez cuando durmió con papá en el mismo cuarto, aunque no en la misma cama, soñó un sueño espantoso acerca de grandes cuervos que volaban sobre él y chocaban contra el planeta Júpiter.

M.K. interpreta que quizá piensa que sus padres se meten en la misma cama y tienen relaciones sexuales, pero que odia tanto pensar en esto que se aferra al conocimiento de que duermen en camas separadas.

Mientras M.K. habla, Richard proyecta con las manos sombras sobre la mesa, en la cual da el sol. Hace lo que él dice que es un pico de pato, después la gorra de un hombre y luego algo como la cabeza de un pato, pero el cuerpo es sólo una forma oscura y confusa.

Explica que quizá se trate de dos patos que están juntos, y en ese instante se muestra muy inseguro. Entonces hace un unicornio y exclama. "¡Qué inteligente puede ser una mano!".

M.K. interpreta que el juego de estas sombras tan variadas y lo inseguro que se siente ante ellas, y en particular ante la de los dos patos juntos, expresan lo que siente ante las relaciones sexuales de sus padres. Quizá los haya visto juntos en una sola cama con la luz apagada y no haya podido saber con seguridad lo que estaba pasando; quizá se ha imaginado simplemente lo que juntos pueden hacer. La "mano inteligente" se refiere a la masturbación, la cual le da la sensación de ser poderoso (el unicornio), de poder destruir a sus padres o separarlos; y tras esto resucitarlos una vez más y volverlos a dejar juntar.

Richard vuelve a jugar con la flota. De pronto, con gran sentimiento y lágrimas en los ojos, dice: "Estoy haciendo mi parte por el país". En efecto, ha ahorrado quince chelines y los ha puesto en la Caja Nacional de Ahorros; además ha estado cavando la parte que le corresponde a él en el jardín y cuando salga de casa de M.K. va a comprar semillas de verduras, para plantarlas en cuanto llegue a casa.

M.K. interpreta que hacer su parte no es sólo ayudar al país, sino también, aunque su pene es aún pequeño, mantener a su madre con vida dándole bebés. Siente que su pene puede crecer y dar hijos a su madre (sembrar las semillas).

Richard parece muy contento, pero queda aliviado cuando se termina la sesión. Entonces coloca la mesa y las sillas contra la pared, cuidadosamente.

M.K. interpreta que esto significa también dejar en orden el cuarto de juego, el cual le representa a ella, y hacer su parte por ella también. Después le informa que su viaje a Londres, que durará nueve días, empezará la semana entrante.

Richard pregunta entonces si son sus vacaciones.

M.K. le contesta que sí . En este momento no parece Richard estar preocupado por la noticia.

En esta sesión no hay señales de defensas maníacas. La ansiedad se manifiesta con fuerza, pero en forma mucho más directa y también las resistencias se expresan de manera fuerte y abierta. Como suele pasar a menudo cuando está en resistencia, la atención de Richard vaga, pero parece sin embargo oír todo lo que M.K. le va diciendo y manifiesta repetidamente su desacuerdo. Esta mayor capacidad para vivenciar y expresar agresión, se había ya puesto de manifiesto en la sesión treinta y tres, en la cual Richard se sintió muy aliviado porque pensó que podría pelearse con su enemigo Oliver. En esta hora, esto mismo se vuelve a manifestar en la forma en que declara abiertamente su desacuerdo con las interpretaciones recibidas. Al mismo tiempo es capaz de prestar a éstas una mayor atención, aunque evidentemente le resultan dolorosas (nota II).

 

Notas de la sesión número treinta y cinco

I. Esto constituye el ejemplo de una situación de ansiedad centrada particularmente en una situación interna. Como puede verse por mis interpretaciones, interno significa aquí, tanto el cuarto en el que está Richard encerrado conmigo, como mi interior. Podría ir aun más allá y afirmar que también se encuentran reactivadas ansiedades sobre su propio interior, en el cual se llevan a cabo todas estas peleas que tan claramente surgieron en las sesiones precedentes. Contrastando con esto, ha disminuido en cambio el miedo a las persecuciones por parte de los de afuera -transeúntes, etc.-. Este movimiento de lo externo a lo interno, nos sirve de guía para descubrir si la ansiedad interna ha ocupado el lugar predominante.

II. En esta sesión he interpretado una cantidad de contenidos de angustia. A veces se expresan dudas sobre la habilidad del niño y del adulto para comprender interpretaciones aparentemente tan complicadas. La experiencia me ha demostrado que hay ocasiones, y no poco frecuentes, en las que es esencial juntar las interpretaciones diferentes que provocan angustia, para poder así manejar la ansiedad acumulada que operan en el momento. Richard estaba en un estado tal de ansiedad, que en un momento de la sesión tuvo que abandonar la habitación. Tras las interpretaciones en que yo ligué varios contenidos (en particular los relacionados con el genital de su madre), protestó vivamente con aire dolido y asustado, pero pudo luego continuar con el juego de la flota, el cual produjo otro material que confirmó aún más mis interpretaciones. La disminución de la ansiedad que aquí se manifestó, también pudo verse en el cambio de actitud del niño, ya que tras esta interpretación particular entró en sus asociaciones un elemento de humor. Al finalizar la sesión la angustia había quedado evidentemente muy aliviada.

 

SESION NUMERO TREINTA Y SEIS (Miércoles)

Richard está pensativo pero amistoso. Le enseña a M.K. su gorra nueva y le pregunta si le gusta. En una ocasión anterior, había ya comentado que la vieja le quedaba pequeña y que la visera estaba rota. También pregunta qué piensa de su "mezcla": su chaqueta, sus pantalones grises y su corbata. A su madre no le parece demasiado buena.

M.K. interpreta que la visera rota de la gorra representa su órgano genital dañado, el cual él espera que mejore y que crezca, pero que se está preguntando cómo le que daría tener un pene de persona mayor al resto de sí mismo, de toda su persona; de ahí la pregunta sobre la "mezcla". Quiere que M.K., que representa a una mamá buena, le tranquilice sobre su crecimiento, lo que implica que le permita convertirse en adulto y tener deseos sexuales; en cambio siente que su madre no se fía de él.

Richard replica que al hablar pensó que M.K. le explicaría justamente lo que acaba de explicarle.

M.K. le pregunta si cree que la explicación es correcta.

Richard contesta con convicción: "¡Oh, sí!" y luego, turbado pero evidentemente decidido a hablar, añade que anoche su pene estaba muy colorado y que esto le molestó.

M.K. le pregunta si él hizo algo para que se le pusiera rojo.

Richard contesta que se lo rascó, pero que a menudo se pone así aunque no lo haga.

M.K. interpreta que ya en uno de los primeros dibujos (14) el rojo le representaba a él en el imperio. Sugiere que el rojo simboliza también, por lo tanto, a su órgano sexual herido, roto, y dañado por la masturbación. Está preocupado, y no sólo molesto, de que esto sea asi. Luego le pregunta por lo que piensa cuando se toca o se rasca el pene.

Richard no contesta a esto, pero tampoco niega que se haya estado masturbando... Después pasa a hablar muy contento de las hazañas que ha hecho la R.A.F. el día anterior. También se refiere, divertido, al comentario de Mussolini, que ha dicho que siente en los huesos que Inglaterra va a perder... Saca la flota del bolsillo y manejándola con sumo cuidado coloca el Nelson y el Rodney y a un destructor entre los dos. Inmediatamente detrás los sigue un destructor grande, tras el cual coloca tres barcos más. El crucero mayor está a la izquierda del Rodney, a poca distancia, seguido por tres destructores. Entonces Richard dice que su mamá ha arreglado las cosas de manera que cuando ella se vaya de vacaciones también ellos harán lo mismo en casa y que volverán a "X" el mismo día que lo haga M.K. Luego agrega que la flota está de viaje; no, se corrige, está de patrulla.

M.K. sugiere que quizá represente a la familia que se va de vacaciones.

Richard está de acuerdo con esto e indica en seguida a quién representa cada barco. Papá y mamá, con él en el medio, son seguidos por Paul, los dos canarios y Bobby. Después, señalando al crucero mayor dice que es M.K. seguida de sus hijos y de su nieto. Este nieto es el menor de los submarinos, y está cuidado por dos destructores, los hijos de M.K., colocados uno a cada lado.

M.K. le pregunta si las dos familias van juntas.

Richard se alegra mucho con esta idea y dice que sí, que sería muy lindo. Entonces se pone a contar lo que va a hacer durante las vacaciones (tratando evidentemente de poner énfasis en la parte agradable para negar así el miedo que tiene a la separación de M.K.). Al cabo de un rato dice que la familia de M.K. y la suya se están separando y Paul también, y explica que éste se va porque ya no le gusta más el viaje, pero se corrige y dice que es porque se le ha terminado la licencia. Mientras tanto da vuelta al reloj y se ríe como lo hizo en otras ocasiones en que la parte de detrás del mismo simbolizaba el trasero de M.K. (sesión siete). De repente, coloca su gorra sobre el reloj.

M.K. le recuerda que el reloj la ha representado a ella a menudo, y le interpreta que al poner su gorra sobre él está expresando el deseo de quedarse con ella y tener relaciones sexuales. Después le interpreta la última parte del juego de la flota: al principio deseó mucho que las dos familias se fueran juntas de vacaciones, pero más tarde las separó porque piensa que se pelearía con sus hijos y los atacaría, especialmente a su nieto. Por esto debe ser éste protegido. Al final ha separado también a M.K. con toda su familia parar ponerlos fuera de peligro.

Richard vuelve a ordenar la flota: coloca en líneas, uno tras otros, al Rodney y a un gran destructor que toca al primero; detrás hay un espacio y luego vienen cinco destructores pequeños, todos tocándose también. Más lejos, está el Nelson solo, mientras que en el borde de la mesa, colocados uno al lado del otro, hay dos pares de submarinos y otro más.

M.K. sugiere que se trata de mamá seguida por él que la está tocando, lo cual también significa que está teniendo con ellas relaciones sexuales.

Richard sugiere a su vez que los cinco pequeños son sus hijos.

M.K. interpreta entonces que el destructor grande, que le representa a él, significa que desea tener un órgano genital de persona mayor, que pueda hacer bebés. Sin embargo, en ese caso tendría que pelearse con su padre o mantenerle alejado. Le pregunta después a quién representa el otro grupo.

Richard contesta que los dos destructores que están uno al lado del otro, son él y Paul, los dos del mismo tamaño, pues cuando estuvo solo con mamá (el destructor grande al lado del Rodney), creció. Añade que uno de los dos pares de submarinos son los canarios, el otro la cocinera y Bessie, y el submarino que está solo, Bobby.

M.K. comenta que ahora solamente papá y Bobby están solos.

Richard dice con sentimiento: "Pobre papá", y se muestra de acuerdo con la interpretación. Coloca entonces a Bobby cerca de su padre y en seguida hace que el Rodney y los demás se unan a ellos. Comenta que mamá ha vuelto y que el Nelson está muy sorprendido de ello pero muy contento. Pone al Rodney y al Nelson muy cerca uno del otro, pero en seguida hace otros arreglos, explicando que ahora son papá y Paul quienes están juntos y que mamá y él están solos.

M.K. interpreta que desea vivamente unir a sus padres, pero que los celos y el temor le obligan una y otra vez a separarlos. Sugiere que las diversas maneras de colocar los barcos de la flota expresan el deseo de pelearse con papá, y de tener relaciones sexuales con mamá o con su hermano; y que todas estas posibilidades, que va indicando con su juego, pasan además por la cabeza cuando se masturba. En este juego, los canarios y Bobby también representan los órganos genitales suyos, los de su papá y los de Paul, tal como lo indicó el día anterior cuando algunos de los barcos simbolizaban los genitales.

Richard escucha esta interpretación, pero se queda en silencio.

M.K. le dice que cuando hace un rato ella le preguntó en qué pensaba al masturbarse, él no le contesto con palabras, pero que se lo mostró durante el juego.

Richard ha dejado de jugar y está muy pensativo. Mira a M.K. en los ojos con mucho afecto y dice cálidamente que hay algo muy lindo en ellos, y que le gustan. Añade que tienen puntitos marrones. Tras una pausa continúa: "Te tengo cariño"... Después vuelve al juego de la flota. El Rodney, el destructor y los navíos pequeños salen a navegar. Indica que la parte de la mesa que queda en sombra es muy diferente de la otra, donde brilla el sol (donde el Rodney y su grupo de barcos están en ese momento). Entonces mueve al Rodney un poco, lo pone fuera del sol, lo toca y lo vuelve a llevar a la parte soleada.

M.K. pregunta por qué ha vuelto otra vez.

Richard contesta que no le sienta demasiado bien estar fuera del sol. Al cabo de un rato el Rodney y su grupo de barcos vuelve otra vez a la sombra. Antes de hacerlo, sin embargo, Richard toca el mástil del Rodney y le pide a M.K. que también lo haga, pues está tan "caliente como un atizador al rojo".

M.K. sugiere que esto significa que alguien ha puesto un atizador al rojo dentro de mamá.

Richard contesta que ha sido el sol.

M.K. interpreta que el sol también puede ser el hijo* y que está expresando la duda que tiene sobre si su pene es peligroso o no. Si lo metiera dentro de mamá o de ella, piensa que quizá le daría algo bueno, pero teme también que sería darles algo tan peligroso como un atizador al rojo. Esto lo expresó también al quemar hierba en la estufa eléctrica . M.K. asocia todo ello con el pene rojo que mencionara antes y le sugiere que teme que se le esté quemando o que esté dañado.

Al irse, Richard pregunta cuánto suele durar el análisis de los demás niños. El suyo sólo va a durar tres meses, ¿no?

M.K. le pregunta por qué cree que van a ser tres meses; pero Richard no contesta . Le dice entonces que todavía no es seguro si va a durar tres o cuatro, pues no puede aún decidir la fecha de su partida, pero tiene la esperanza de poderlo continuar más adelante.

En la calle, Richard camina en silencio, pensando. Pregunta si M.K. se va a quedar en Londres y si va allí cada dos meses.

M.K. le contesta que va a Londres, pero a un suburbio.

Richard se queda muy angustiado, evidentemente preocupado por el peligro al que se expone M.K. y por el fin prematuro de su análisis.

En esta ocasión Richard ha tenido menos angustia y ha colaborado bien en la tarea analítica respondiendo bien y a veces con mucho afecto.

No ha estado nada maníaco. Es significativo, además, que al principio de la hora haya pedido que no se abriera la ventana porque hacía frío, demostrando durante toda la sesión que ha disminuido la angustia que le causaba estar solo con M.K., que para él era como estar encerrado con ella.

 

SESION NUMERO TREINTA Y SIETE (Jueves)

Richard parece estar de humor amistoso y no muy angustiado. Dice que no ha traído la flota, pues quiere que descanse. Ha pasado un día muy feliz con tres soldados polacos que están viviendo en el hotel, con los cuales ha dado por la tarde un largo paseo. Le han invitado a que vaya a visitarlos a Varsovia. Comenta que dos de ellos no saben lo que les ha pasado a sus familias, uno tiene un hijo de cuatro años; todo es muy triste. También le han contado sus experiencias en Varsovia durante los bombardeos. Está muy apenado por ellos y habla largamente del tema. Dos de los soldados se han ido ya de "X", pero el otro se va a quedar y ha prometido enseñarle a jugar al croquet a la manera polaca. Después habla de los planes que tiene para las vacaciones y dice que está deseando que lleguen.

M.K. le dice que esto le parece que es verdad sólo en parte, y le recuerda que al finalizar la sesión anterior se quedó preocupado por que ella se fuera a Londres.

Richard contesta que, en efecto, no le gusta pensar que va a estar en Londres, pero vuelve rápidamente al tema de sus vacaciones y a comentar cuánto desea que lleguen.

M.K. le indica entonces que está tratando de no pensar en lo que él siente, que es una mamá dañada, a la cual no puede salvar (M.K. en Londres), y le recuerda la vez en que jugó a enterrar a la mamá de juguete herida para en seguida resucitarla, llevándole vendas y alimentos en el tren (sesión veinticinco). También le dice que está muy preocupado por tener que suspender el análisis, pues siente que para entonces no estará terminado aún.

Cuando Richard empezó a hablar, comenzó al mismo tiempo un dibujo (número 24) . Lo llama otra vez un imperio y dice que va a introducir otra persona más, queriendo con ello indicar que va a usar un color nuevo al lado de los habituales.

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M.K. le pregunta quién es la otra persona.

Richard contesta que va a ser el color verde, en representación de Bobby, pero finalmente decide no hacerlo. Cuando termina de colorear el dibujo, cuenta a ver cuántos países tiene cada persona, y descubre que es él quien los tiene a casi todos . Por esta razón, dice que le corresponde hacer la línea de debajo en su propio color. Mirando luego su obra, comenta que mamá sólo tiene tres países, pero que son buenos, pues dos de ellos tienen costa. Paul tiene cuatro, papá ocho y él once, e incluye las pequeñas subdivisiones como si fueran países separados. Cuando todavía está dibujando, habla de la guerra, comentando que está contento con la R.A.F., la cual una vez más ha bombardeado Brest, y desearía que atacaran al crucero alemán Prinz Eugen. Tras preguntarse cómo les iría a los aliados en Siria, se dirige al mapa, cosa que no ha hecho desde hace varias sesiones, y marcha por el cuarto de arriba abajo.

M.K. le interpreta que el imperio ha representado muchas veces el interior de su madre y el órgano sexual de ella y de M.K., y que la marcha, el bombardeo, y los soldados vencedores, representan su genital poderoso que logra controlar al de papá y al de Paul dentro del cuerpo de mamá. Todo esto parece demostrar que tiene la esperanza de que su pene esté en buen estado después de todo, y que podrá crecer y proteger a mamá del papá peligroso y de Paul (nota 1). Le sugiere además que Bobby, al que pensaba al principio incluir en el imperio, representa también su pene, pero el temor de que se hiciera demasiado dominador y después demasiado destructor, le hizo decidir dejarle fuera (nota II).

Mientras M.K. interpreta, Richard se angustia y empieza a bostezar. Aunque al principio se opone vivamente a esta última parte de la interpretación, en seguida se vuelve a poner vivaz y la confirma. Señala, en efecto, que está protegiendo a mamá, ya que uno de sus países, el más grande, está situado entre los de ella. De esta manera puede defenderla del papá malo que está bastante cerca. De repente, mirando directamente a M.K. le dice: "Estás muy linda".

M.K. interpreta que su país, que es el más grande, está situado entre dos secciones de mamá y que tanto él como la línea roja -su propio color- simbolizan a su pene dentro de ella. Ha pensado de pronto que M.K. está linda; y lo ha hecho en este determinado momento, porque siente que ella le está aliviando el miedo de tener el pene dañado. Esto significa que lo está arreglando en la realidad, que le permite tenerlo y que no le castiga por desear tener relaciones sexuales con ella y con mamá. Por eso siente que es la mamá buena.

Richard contesta que tiene cuatro órganos sexuales más en el dibujo, tras lo cual cuenta los de papá y Paul, y dice que en caso de pelea ganaría él.

M.K. interpreta que también teme que si su pene se peleara dentro de mamá con los de Paul y papá, la dañaría a ella -Varsovia bombardeada y destruida, y Siria, que tanto le preocupa. En cambio, cuando se pone tan contento porque la R.A.F. ha bombardeado a Brest con éxito, es porque se alía con el papá malo que ataca los pechos de mamá (sesión siete) y la hiere de esta manera. Francia representa a su madre.

Richard contesta que odiaría hacer eso. Mira la estufa eléctrica, comenta que tiene la barra rota y empieza a encendería y a apagarla repetidas veces.

M.K. le recuerda que el día anterior quemó hierba con esa barra. Se refiere al "atizador al rojo" -el mástil del Rodney puesto al rojo por el sol-, que representaba el temor que tiene de herir el interior de mamá y de M.K. con su pene caliente, y le dice que teme que su pene queme a causa de la orina que contiene. También tiene miedo de que la orina destruya su propio aparato genital, siendo ésta una de las causas por las cuales siempre toma el color rojo en los dibujos.

Richard se ha puesto inquieto; se dirige al mapa para ver cuánta cantidad de Francia está ocupada y cuánta no. Luego vuelve a preguntarse por los aliados que están en Siria y finalmente se va afuera, pidiendo a M.K. que también salga, como suele hacerlo. Mira en derredor suyo y dice que no le gusta ver el cielo cubierto; salta varias veces desde arriba de los escalones, que son bastante altos, mientras dice que es divertido, y comenta que está deseando empezar a jugar al croquet con el soldado polaco.

M.K. interpreta que el soldado representa al papá bueno que le va a ayudar a ser potente, que le enseña (croquet) y que le trata como a un igual, lo cual significa ayudarle a serlo en cuestiones sexuales (poder tener relaciones con mamá y darle hijos). El placer que encuentra al saltar, tiene el mismo sentido.

Richard empieza a correr por el camino del jardín. De pronto pide a M.K. que vuelva rápidamente a entrar con él en el cuarto, pues ha visto una avispa (en realidad no está asustando, sino dramatizando).

M.K. le sigue al interior de la habitación e interpreta que el camino simboliza su interior y su órgano genital, mientras que recorrerlo corriendo y saltar de los escalones quiere decir tener con ella relaciones sexuales. La avispa peligrosa es el papá hostil y Paul, los dos dentro de mamá, o bien el hijo de M.K. o el señor K. dentro de ella.

Richard juega con los banquitos, pone unos encima de otros haciendo una torre. Dice que una vez más ha hecho una gran torre, y la manera como lo expresa indica claramente que se refiere a la torre que debía de ser dinamitada (sesión treinta y cuatro). Luego los arroja todos al suelo, y dice: "¡Pobre papá; su genital se está derrumbando!". En este momento se da cuenta de que un hombre pasa por la calle, y dice que es malo y que puede hacerle daño. Se queda mirándole pasar, escondiéndose tras las cortinas hasta que desaparece de la vista.

M.K. interpreta que, aunque sentiría pena por papá si le atacara el órgano sexual, también teme que papá se convierta en atacante y le dañe el suyo [Mezcla de ansiedad depresiva y persecutoria]. Por eso se ha asustado de pronto del hombre "malo" y ha tenido además tanto miedo de los niños en las sesiones anteriores. Estos no sólo representan a papá, a Paul y a los bebés atacados, sino también al pene atacado de papá.

Richard ha vuelto a la mesa y mira el dibujo; hace recordar a M.K. que le ponga la fecha y dice que la próxima sesión le gustaría mirarlos a todos juntos. Después señala una sección azul que no tiene costa porque se la ha quitado con una línea, y pregunta si sabe M.K. lo que representa. Pero en seguida se contesta él mismo que es el pecho de mamá, y menciona por segunda vez que una señora del hotel le ha dado caramelos de regaliz y que es muy buena. Ahora tiene un aspecto contento y muy amistoso; rodea levemente con el brazo el hombro de M.K., y apoyando la cabeza contra ella, le dice: "Te quiero mucho".

M.K. interpreta que existe una conexión entre ella, que le ayuda y le protege, y el pecho de mamá que le da de comer: los caramelos de regaliz de la señora. Además, al cooperar con ella y pedirle que le cuide los dibujos, está tratando de devolverle las cosas que ella le ha dado. En particular siente que M.K. es buena y le alimenta con su pecho bueno, porque el trabajo que hace con ella le hace temer menos por su genital.

Richard dice que a él le parece lo mismo. Corre entonces a la cocina y abre el grifo; colocando el dedo dentro del mismo larga un chorro de agua y escucha el ruido que éste hace, mientras comenta que es el pene de papá que parece estar muy enfadado. Después, poniendo el dedo de otra manera, lanza un chorro distinto y dice que ahora es él, y que también está enfadado.

M.K. interpreta que está mostrando cómo su genital y el de papá se pelean dentro de ella (el grifo) y que espera que papá o el señor K. se enfaden con él si mete su pene dentro de mamá o de M.K.

Richard se va afuera y pide a M.K. que saque el tapón del lavabo para ver salir el agua. Después encuentra un pedacito de carbón y lo aplasta con el pie.

M.K. interpreta que está destruyendo el pene negro de su padre. Richard busca la escoba, barre el suelo y dice que le gustaría limpiar todo el lugar.

M.K. le sugiere que siente que si destruyera el pene de papá dentro de mamá, también la ensuciaría y dañaría a ella, y desearía entonces arreglarla otra vez.

Richard vuelve a jugar con el grifo, dice que tiene sed y bebe de él. Después le pregunta a M.K. si sabe qué es lo que está bebiendo, y sin esperar su respuesta dice: "lo chico".

M.K. interpreta que está tratando de ver cuánto quema "lo chico" (1a orina) de él o de papá, y si está o no mezclada con "lo grande".

Richard vuelve al cuarto, se sienta a la mesa, mira el reloj de M.K. y lo manipula. Descubre que no está colocado derecho dentro de su marco, y lo arregla. Después lo da vuelta, y como de costumbre al hacer esto, se ríe mientras le mira la parte de atrás y dice: "Es gracioso". Tras esto, con tono un tanto preocupado, pregunta de qué están hechas las manecillas, pues son muy verdes (son luminosas). También descubre que se trata de un reloj extranjero (suizo).

M.K. interpreta que las preguntas que se está haciendo sobre el reloj extranjero y las manecillas verdes, se refieren al interior de ella, el cual supone que contiene al señor K. hostil y al Hitler-papá. Teme que este último posea un pene venenoso con dinamita que pueda dañar a mamá, temor que está asociado al que siente por M.K., quien se va a Londres y a los peligros de esta ciudad.

Richard cierra el reloj con el mismo cuidado con el que cierra siempre la puerta del cuarto de juego.

M.K. interpreta que esto expresa el deseo de mantenerla a ella fuera de peligro, sin que nadie se meta en su interior.

Sólo una vez en toda la sesión ha mirado Richard por la ventana para ver a los transeúntes, y fue cuando vio al hombre "malo" y se sintió perseguido por él. En general, este "estar en guardia" contra posibles enemigos de la calle ha disminuido considerablemente.

 

Notas de la sesión número treinta y siete

I. En las últimas sesiones ha aumentado la esperanza de Richard de poder crecer. Esto constituye un punto importante del análisis de los niños neuróticos y también del de los adultos. Si adquieren la esperanza de poder crecer, en efecto, disminuye la sensación de impotencia que tienen al compararse con los adultos, lo cual les alivia la ansiedad y la sensación de ser inferiores e inútiles. En el adulto neurótico también vemos que el sentimiento inconsciente de seguir siendo un niño en comparación con las demás personas, juega un papel importante en los casos de impotencia, tanto en un sentido más específico como en otro más general, y puede alternar con la sensación de ser muy viejo, como si nada existiera entre los dos extremos.

II. En esta etapa del análisis, el papel desempeñado por los deseos genitales y heterosexuales se puso mucho más en primer plano. No dudo de que tales deseos hayan existido desde la primera infancia, pero el temor a la castración y la desesperanza ante la posibilidad de ser potente, llevaron a Richard a una fuerte represión, que impidió hasta la expresión inconsciente de todo interés por sus genitales y por los deseos heterosexuales. Al aumentar la esperanza, pudieron encontrar expresión los deseos genitales y el deseo de ser potente. Creo, sin embargo, que el análisis de las ansiedades relacionadas con los peligros internos -entre otros el peligro a que el pene peligroso de su padre exponía al interior de su madre y a sí mismo dentro de ella-, contribuyó mucho a que se llevara a cabo esta evolución.

 

SESION NUMERO TREINTA Y OCHO (Viernes)

M.K. no puede abrir la puerta del cuarto de juegos, pues la cerradura se ha roto, de manera que se lleva a Richard a su casa.

Richard está triste por esto. En el camino dice que si John tiene su sesión tras la de él, él quiere irse en cuanto M.K. se lo diga, para no quedarse también con su hora.

M.K. le dice que puede tener su hora completa porque no espera a John inmediatamente después.

Richard habla muy poco en el camino, aunque una o dos veces comenta que las niñas exploradoras deben de haber hecho algo a la puerta.

M.K. dice que lamenta lo que ha ocurrido, pero que mañana todo estará arreglado.

Richard dice con énfasis que es una pena y que sería bueno si mañana estuviera, en efecto, todo arreglado. Cuando llegan a los cuartos de M.K., Richard coloca la flota sobre la mesa.

No parece muy angustiado, sino más bien triste y pensativo. Cuando M.K. le pregunta en qué está pensando, contesta que le preocupa que se vaya a Londres, pues teme que la bombardeen.

M.K. contesta que la parte de Londres donde va a estar no es particularmente peligrosa (pero evidentemente este reaseguramiento no se produce ningún efecto). Sigue interpretando que también teme que su mamá sea bombardeada por el papá-Hitler y le sugiere que el temor a este bombardeo puede haber tenido su origen mucho antes de que empezara la guerra, cuando él era pequeño.

Richard, que evidentemente se siente incómodo, pregunta susurrando si alguien les puede oír. Quiere saber dónde está el "señor viejo gruñón" (se refiere al otro pensionista de quien le ha hablado John).

M.K. le dice que no está en casa y le interpreta que para él representa a papá. y que teme y sospecha que descubra que él le quiere atacar. Le recuerda que también el día anterior temió que el hombre "malo" de la calle le atacara, justamente tras haber roto él la gran torre-pene de papá.

Richard pregunta si M.K. ha ido a la peluquería y si le han puesto en la cabeza esa horrible cosa con forma de sombrero (se refiere al secador).

M.K. interpreta que esa cosa horrible es también el pene-Hitler peligroso que bombardea.

Richard pregunta entonces dónde está su dormitorio, pues quiere verlo.

M.K. le lleva arriba y se lo enseña (nota 1). El niño lo recorre, dice que es lindo, echa una mirada a una o dos fotografías que hay en él y también mira el cuarto de baño. Dos veces pregunta si le importa que desee ver esta parte de su alojamiento.

M.K. interpreta que teme estarse entrometiendo en su habitación privada, lo cual también significa averiguar cosas del señor K. y de sus relaciones sexuales (ahora el inquilino "gruñón"), así como también mirar en su interior; y que todo esto está relacionado con la curiosidad que tiene por saber lo que sus padres hacen juntos.

De vuelta en el cuarto de estar, Richard se pone a jugar con la flota. Arregla, formando dos grupos, los destructores y los submarinos, de manera tal que el barco de guerra pueda pasar a través de ellos. Primero sale el Nelson a inspeccionar los barcos y Richard admira la manera inteligente como el Nelson da la vuelta: después aparece el Rodney, el cual hace lo mismo.

M.K. interpreta que papá (el señor viejo y el señor K.), está inspeccionando a sus hijos para ver si son buenos y no demasiado agresivos, celosos, o exigentes con mamá. La planchada que ha hecho representa el órgano genital de ésta, por el cual puede entrar y salir el genital inteligente, es decir, potente, de papá. Dentro de él, los hijos, que son Richard, Paul y el hijo de M.K., deben de estar tranquilos y no pelearse con él. Le recuerda entonces las peleas entre los distintos órganos sexuales que organizó ayer, tras las cuales se sintió apenado por papá y deseó arreglarle el pene roto.

Richard coloca dos lápices juntos con las puntas una contra otra para formar la entrada del puerto. Después coloca un destructor pequeño a lo largo de uno de los lápices, muy cerca de éste, pero pronto decide que no debe de estar allí y lo vuelve a poner en el grupo de los destructores.

M.K. interpreta que, a pesar de desear mantener la paz familiar, va corriendo hacia mamá porque quiere hacer el amor, mas siente luego que no debe hacerlo para no tener que pelearse después con papá y Paul y no terminar en un "desastre".

Richard mueve entonces un destructor grande y lo coloca al lado del Nelson, tras lo cual los dos se van de patrulla.

M.K. interpreta que en vez de estar haciendo el amor a mamá ahora se lo está haciendo a papá, pues el destructor le representa a él yéndose hacia su padre, el Nelson. Ha puesto sus órganos sexuales juntos, en parte porque tiene miedo y se siente culpable si hace el amor a mamá. [Huida de la heterosexualidad hacia la homosexualidad.]

Richard sigue haciendo operaciones con la flota y pregunta a M.K. si conoce a un niño imbécil que apenas puede andar y que hace ruidos como si fuera un animal. Piensa que es espantoso, pero siente pena por él.

M.K. interpreta que cuando se masturba y se excita, teme hacerse daño en el pene y volverse tonto como este niño.

Richard cambia rápidamente la distribución de los barcos. Ahora pone al Nelson en un extremo de la mesa, diciendo que el almirante ha subido al Prince of Wales para inspeccionar la flota. Mueve al Rodney hasta colocarlo en el lado opuesto, pues todavía no lo necesita, y el Nelson, que ahora es el Prince of Wales, como es el barco del almirante, pasa a través de los grupos de destructores y submarinos que están colocados como antes alrededor de la mesa, y luego se aleja. Después, el Rodney, que ahora está dirigido por otro almirante, viene y hace los mismos movimientos.

M.K. interpreta que él es uno de los dos almirantes y su padre el otro, lo cual significa que los dos poseen por turno el pene potente y a mamá, evitando de esta manera toda pelea, daño o destrucción.

Richard dice que el segundo almirante es el hermano de Wavell, pero luego decide que no puede ser pues no tienen el mismo apellido, a pesar de ser los dos escoceses.

M.K. interpreta que su error significa que también Paul debería repartirse el comando con él, y asi todo el mundo estaría satisfecho (nota II).

Richard se refiere una vez más al viaje de M.K. a Londres. Todo el tiempo ha estado muy serio y pensativo, pero no demasiado tenso, y con M.K. se muestra muy amistoso y afectuoso. Le dice que no le gusta nada que se vaya y le pide que le prometa una cosa: que si oye las sirenas de alarma se meta inmediatamente en un refugio.

M.K. le promete que así lo hará.

Con esto Richard parece contentarse y le pregunta si va a vivir con su hijo y si le puede dar la dirección de su casa, pues le quiere escribir.

M.K. está de acuerdo con esto y le dice que también ella le mandará una tarjeta.

Richard entonces dice que si ella se muriera él iría al entierro; tras esto le pide, muy serio y como si hubiera tomado una decisión importante, que le diga a su madre quién podría seguir con él el trabajo en caso de morirse ella.

M.K. contesta que le dejará el nombre de otro psicoanalista y le interpreta que ir a su entierro también significa seguir con el trabajo. (En este momento Richard la interrumpe para decir que le parece que éste es bueno y que le está ayudando.) Significa además incorporarla a ella dentro de sí, en representación de mamá muerta, y mantenerla viva dentro de él. El deseo de continuar el análisis, el cual piensa que le ayuda, es lo mismo que tener dentro a la mamá buena y celeste. Le recuerda a este respecto cuánto se alegra cada vez que ve en sus dibujos que la mamá-celeste es la que tiene más países, pues esto significa que la mamá buena y su pecho se extienden dentro de él.

Richard pide todos sus dibujos y los empieza a mirar. Señalando a uno de ellos comenta que hace ya un mes entero que lo ha hecho.

M.K. le interpreta que desea que dentro de otro mes todavía estén juntos, lo cual significa que ella estará viva aún.

Richard mira el dibujo 8, el cual, según dice, no está terminado (no tiene color). Decide terminarlo ahora y pide a M.K. que escriba del revés que fue terminado hoy. Le dicta entonces la fecha, pero al hacerlo se equivoca, y dice que es dos días más tarde de lo que realmente es.

M.K. interpreta que desearía que estuviera con él dentro de dos días, pues ahora ya sólo falta uno antes del fin de semana.

Richard está ansioso por terminar de colorear el dibujo, pues falta poco para la terminación de la hora, de modo que sigue trabajando. Empieza con las estrellas de mar y dice que tres de los bebés han cobrado ya vida, mientras que las demás aún son de gelatina. Repetidas veces pregunta si aún tiene tiempo para seguir. Al pintar el cielo comenta que tiene un color azul bonito.

M.K. interpreta que desea que tanto ella como él tengan buen tiempo mientras ella está ausente (con esto se muestra de acuerdo), pues el mal tiempo, y en particular la lluvia, representa el genital malo de papá, mientras que el sol y el cielo azul simbolizan a la mamá cálida, viva y feliz.

Richard pregunta ahora si aún puede hacer otro dibujo, pero entonces se da cuenta de que se ha terminado la hora. Pregunta a M.K. si le va a acompañar hasta la puerta del jardín, y echando un vistazo a su alrededor comenta que el campo está hoy precioso .

 

Notas de la sesión número treinta y ocho

I. El haber accedido al pedido de Richard de ver mi dormitorio, constituye un punto discutible desde el punto de vista técnico. Sin embargo, a menudo me he dado cuenta de que cuando los niños vienen a casa y desean conocer otras habitaciones, a veces resulta de utilidad permitírselo por una vez. No les permito sin embargo una mayor inspección de la casa. En este punto, me parece que el análisis de los niños difiere del de los adultos. Lo mismo ocurre, como ya dije antes, en cuanto a contestar, hasta cierto punto, algunas de las preguntas a las cuales no se respondería tratándose de pacientes adultos. Tenemos que tener en cuenta que la curiosidad del niño se expresa de una manera mucho más impetuosa, y que también esperan que se les diga de una manera mucho más natural, si, por ejemplo, el analista tiene marido o hijos y que se les permita conocer su casa.

II. Yo me atrevería a sugerir que estos distintos detalles del juego de Richard, como el de hacer el amor a mamá, ser atacado por papá y después compartir todo con él y con su hermano, constituyen los contenidos de sus fantasías masturbatorias. Lo demuestra el pensar inmediatamente después en el niño imbécil y en el miedo a perder su salud mental a causa de la masturbación. El miedo a enloquecerse constituye un temor muy generalizado en el varón, particularmente durante la adolescencia.

 

SESION NUMERO TREINTA Y NUEVE (Sábado)

Richard está serio y callado, pero amistoso. Muy aliviado al ver que la cerradura del cuarto de juego ha sido arreglada, dice con mucho sentimiento: "Me alegro mucho de que estemos aquí de vuelta". Resulta evidente que ha echado mucho de menos la habitación durante la sesión anterior. (La tarde anterior, tal como se lo había prometido, M.K. le telefoneó al hotel para decirle que otra vez se podían volver a encontrar delante del cuarto de juegos, pues la cerradura estaba ya arreglada. Richard le pidió entonces sus señas de Londres y el número de teléfono, ante lo cual M.K. prometió traérselos diciéndole además que se había olvidado uno de sus destructores y que también se lo llevaría.)

Richard pregunta en seguida si M.K. le ha traído las señas y su destructor. Cuando M.K. se las da, las lee y las vuelve a leer con mucho interés. Dice que no ha traído la flota por estar ya guardada, pero mirando el destructor mientras lo mueve lentamente, dice con voz baja y triste: "Es el único destructor británico que nos queda; el resto de la flota ha sido hundido".

M. K. le pregunta dónde ha sido hundida.

Richard contesta que cerca de Creta.

M.K. interpreta que acaba de expresar en forma más abierta la pena que siente por las pérdidas aliadas en Creta, cosa que antes trataba de evitar por resultarle demasiado doloroso. Ahora, a pesar de su tristeza, tiene mayor esperanza de que M.K. sobreviva, y esto, sobre todo, porque siente dentro de sí con mayor seguridad a la mamá celeste. Ayer pensó que habían perdido el cuarto de juegos, pero hoy lo han vuelto a recobrar y además tiene otra vez la flota completa.

Richard se queda silencioso y triste. Mueve el destructor de arriba abajo y dice que éste tiene que salir solo a pesar de que se acercan unos destructores alemanes. Quizá le venzan, pero tiene que tratar de salir.

M.K. interpreta que el destructor pequeño le representa a él que tiene que enfrentar solo a sus enemigos, porque ella, que representa a la madre buena, le deja solo. Al mismo tiempo, el haber olvidado ayer el barco en su cuarto, significa que una parte de si, incluyendo su órgano sexual, se quedará con ella, dentro de ella, para protegerla en Londres contra Hitler. El apremio que tiene por salvar a mamá del vagabundo-papá, aun corriendo el peligro de ser matado al hacerlo, es algo que demostró ya desde el principio (primer sesión) (nota I).

Richard ha empezado a dibujar (dibujo 25) en forma desatenta y mucho más lentamente que de costumbre. Mientras lo hace mira de frente a M.K. (cosa que en general ha evitado en toda esta sesión) y le dice muy suplicante: "¿Debes realmente irte? ¿Por qué?".

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M.K. le contesta que quiere ver a sus hijos y además hacer algún trabajo con otros pacientes.

Richard contesta que sabe que no debería ser tan egoísta, pero que desearía que no se fuera. Después pregunta si hay muchos analistas, y cuánta gente se psicoanaliza. ¿Millones? ¿Es su hijo psicoanalista también? El piensa que se debería analizar mucha gente, pues es algo muy útil.

M.K. interpreta que le gustaría ser él analista para poder reemplazarla a ella en caso de que muriera, y de esa manera, además, mantenerla viva a través de su trabajo.

Richard pregunta si le ha dicho a su madre quién podría continuar trabajando con él en caso de morir ella.

M.K. le contesta que sí.

Richard vuelve a repetir que el trabajo le ayuda mucho y que ya no tiene miedo de salir solo. Hoy venía una niña andando justo detrás de él y también se encontró con un niño, y no le importó nada. Le sorprendió ver qué poco le importaba. Mientras dice esto coge una muñequita muy pequeña (una de las que representaba a los niños en sus juegos), y la hace andar. Después coge el lápiz rojo y lo mueve alrededor de la muñeca haciéndole también caminar. El lápiz se acerca a la niña, la pincha, y la arroja de la mesa.

M.K. interpreta que esto es lo que querría hacer con la niña, y que pincharía es tener con ella una relación sexual agresiva.

Richard recoge la figurita y repite lo de antes, pero en forma más violenta. También la pisa, pero al hacerlo cuida de que se quede en el hueco formado por el tacón, de manera que no la daña. Dice sin embargo que acaba de poner sobre ella su gran bota negra, y que está aplastada.

M.K. repite que la gran bota negra es la bota de Hitler, y le recuerda que ya otras veces ha marchado por la habitación haciendo el paso de ganso. Esto demuestra que siente que los deseos sexuales que tiene hacía las niñas son como si fueran de Hitler, y que el papá-Hitler de sus dibujos, en el que piensa, le representa también a él. Pero si sus deseos sexuales son peligrosos, teme que también lo sean para M.K. y para mamá, ya que la niña representa a las dos y a los órganos genitales de ambas (nota II).

Richard enciende el fuego a pesar de que es un día muy caluroso, y mira los barrotes mientras se ponen al rojo. Una vez más quema en ellos unos pedacitos de hierba y unas hojas.

M.K. interpreta que acaba de mostrar que piensa que su órgano sexual se pondría al rojo, se haría peligroso y quemaría, si diera rienda suelta a sus deseos sexuales. Le recuerda que también lo ha vivido como si fuera devorador.

Richard contesta que antes había llamado Vampire al destructor que dejó en casa de M.K.

M.K. interpreta que la flota británica ha tenido recientemente muchas pérdidas y que si él ha dejado la suya en casa es para protegerla. Aunque dejó un destructor en los cuartos de M.K., lo cual significa quedarse con ella para protegerla cuando fuera a Londres, también ha expresado con ello el deseo que tiene de ser un vampiro, y esto es porque su ida le hace revivir lo que sentía de bebé cuando mamá le quitaba el pecho, aumentando entonces su deseo de chupárselo hasta dejarlo seco y de comérselo. Todo esto contribuye al miedo de que M.K. se muera y a que se sienta culpable por ello.

Richard contesta entonces que Vampire es el nombre verdadero de un destructor.

M.K. le indica que ha usado este nombre para su destructor porque teme perderla a causa de su avidez.

Richard pregunta entonces si los vampiros se parecen a los murciélagos. Después corre a la cocina, abre el grifo y forma con el dedo un chorro de agua que dirige a veces en dirección a M.K., cosa por la cual se disculpa. Encuentra una araña muy pequeña en la pila de lavar, la coge cuando está casi ahogada y la vuelve a tirar a la pila. Se ve claramente que goza al hacer esto y que se está burlando de la araña, pero cuando ve que ésta finalmente ha muerto, la recoge y parece deprimirse. Dice: "Pequeña tonta", y la deja en la pila otra vez.

M.K. interpreta que el grifo que echa el chorro es su pene que ahoga a los bebés de M.K. y de mamá (la arañita). Quiere atacar a los hijos y a los demás pacientes a quienes ella va a ver, porque está celoso de ellos.

Richard vuelve a la habitación y hace un dibujo, colocando el destructor sobre el papel y marcando su contorno vanas veces. Cuando lo termina y pone un nombre a cada barco, al lado de tres de ellos escribe: "Hundido cerca de Creta", de modo que sólo dos de ellos, entre los cuales está el Vampire, quedan sin hundir.

M.K. interpreta que quiere ahogar a sus hijos, dejándole sólo uno y a sí mismo, de manera que quede como su mamá, con dos.

Richard dice que los dos destructores van en direcciones contrarias.

M.K. le pregunta por qué es esto así. ¿Acaso se han peleado?

Richard vuelve a preguntar si realmente tiene M.K. que irse.

M.K. interpreta que los dos destructores que van en direcciones opuestas son ella y él que se separan.

Richard mira otra vez el dibujo 25 y declara, algo sorprendido, que mamá ha dejado un poco de ella dentro de él.

M.K. interpreta que está atribuyéndole a su madre un pene -el pedacito que ha metido dentro de él-, y que M.K. en Londres y atacada por Hitler se convierte en la mamá que tiene el pene-Hitler y lo usa convirtiéndose así en una figura dañada y al mismo tiempo mala (nota III).

Richard señala entonces que mamá tiene bastantes países, aunque él tiene más.

M.K. interpreta que desea que su mamá (y ella) quede viva dentro de él, y se extienda allí. Esto implica que entonces no la va a chupar hasta secarla, no la va a devorar ni va a convertirse él en el destructor vampiro para esta mamá interna. También es ésta una de las causas por las que ha guardado la flota y no la ha traído: la flota representa también a M.K.

Richard se pone más silencioso hacia el final de la hora y muy triste. Antes de marcharse, cierra cuidadosamente todas las puertas, mira a ver si las ventanas están bien cerradas y exclama con gran sentimiento: "Adiós, cuarto viejo; descansa, ten una buena vacación, te veré dentro de diez días". Desde la calle se da vuelta para mirarlo. Antes le había ya preguntado a M.K. si iba al pueblo. Ahora, afuera, dice que en realidad va a estar afuera diez días, y no nueve.

M.K. le contesta que hoy se han visto y que se verán otra vez dentro de diez días más, de modo que sólo quedan nueve en medio.

Richard ha tenido todo el tiempo en la mano las señas de M.K.; ahora le dice que se sabe de memoria el número de teléfono y que no lo va a olvidar. Al despedirse agrega: "Deseo que lo pases bien". Al irse no la mira como suele hacerlo, ni le dice adiós con la mano desde el otro lado de la calle, marchándose sin darse vuelta.

 

Notas de la sesión número treinta y nueve

I. Forma parte de mi técnica el no interpretar un acto sintomático hecho al finalizar la sesión anterior o al principio de la actual, sin esperar antes a ver el sentido completo que tiene dentro del contexto del material presentado en la sesión actual o quizás en una posterior.

II. He mencionado ya que la represión de los deseos genitales de Richard y del interés por su órgano sexual, había sido ya levantada hasta cierto punto en las sesiones más recientes. Este levantamiento de la represión también incluye una mayor expresión de las relaciones con los objetos parciales y en particular con el pecho. Junto con una fuerte curiosidad antes reprimida sobre las relaciones sexuales de sus padres, pasan ahora a ocupar un primer plano las fantasías relacionadas con éstas, lo cual implica que también han quedado menos inhibidas las fantasías masturbatorias ligadas a los deseos genitales y el acto de la masturbación en sí. Aunque esto constituye en cierta medida una regresión a. un estadío de desarrollo más temprano, en el cual los objetos parciales -los genitales masculinos o femeninos y el pecho- tienen un papel importante. Pero para el niño es esencial poder vivir plenamente esa relación con los objetos parciales, así como también las fantasías y deseos sexuales que implica, para poder alcanzar después una relación satisfactoria con el objeto total. Es un hecho ya conocido que en el análisis se debe de conseguir que el paciente reviva sus relaciones y emociones más tempranas, pero aquí quiero subrayar que la experiencia total de las relaciones con los objetos parciales (vividas en estadíos en que estas relaciones son normalmente parciales) constituyen el fundamento necesario para que se pueda llevar a cabo el desarrollo gradual de las relaciones con los objetos totales.

III. En esta sesión he interpretado que Richard sentía que ponía dentro de mí una parte de sí mismo (el destructor Vampire), pero que esta parte no sólo era mala, sino también buena, pues me iba a proteger en Londres. De la misma manera diría que la sección de mamá que tiene forma de pene en el dibujo 25, quiere además de ser un pene (posiblemente el de Hitler) ser también un pecho bueno y protector. Esto se hizo bien claro en la siguiente asociación del niño.

 

SESION NUMERO CUARENTA (Martes)

Richard llega quince minutos tarde, sintiéndose muy tímido y angustiado y no comenta nada sobre su tardanza. Dice que se ha dejado la flota en casa. Tras una pausa, pregunta a M.K. cómo está, pero no la mira y ni siquiera mira el cuarto. Le da las gracias por la tarjeta que le mandó y le pregunta si se rió al leer en la que él le mandó a ella, que no tenía ganas de volver a "X" Tras esto se hace un largo silencio...

M.K. interpreta que este comentario y toda su actitud demuestran que tanto ella como "X" y el cuarto de juego se han convertido en su imaginación en algo malo, porque a ella la han bombardeado en Londres.

Richard empieza ahora a hacer preguntas: ¿Ha visto mucho del Londres "destruido"? ¿Ha habido algún bombardeo mientras ella estaba allí?

M.K. contesta: "Sí".

Richard parece por un momento contento con esta contestación, sin duda porque dudó de que M.K. le dijera la verdad, y replica al punto: "Ya lo sabía". Después pregunta si también hubo alguna tormenta y dice que a él le asustan mucho (cosa que M.K. ya sabe). Comenta que le gustaron sus vacaciones y que no quería volver. Pensó que "X" era "la pocilga X" y también una pesadilla (nota 1).

M.K. interpreta que el temor que tiene a la mamá sucia y dañada con un papá-Hitler adentro, está ahora centrado en "X" y en ella, y que el deseo de mantenerse alejado de ambos significa alejarse corriendo de sus temores. Esta es también la razón por la que ha llegado tarde.

Richard explica ahora que al llegar fue primero con su madre al hotel y pregunta si M.K. está enfadada con él por haber llegado tarde; tras esto vuelve a repetir que se ha dejado la flota en casa.

M.K. interpreta que no desea volver a trabajar con ella, porque ella se ha convertido en una "pocilga", en la mamá sucia, mientras que dentro de sí, en un sitio seguro, guarda el trabajo bueno y a la M.K. buena, representados por la flota que se ha dejado en casa.

Richard pregunta si M.K. le ha traído los dibujos y por un momento parece contento de que así sea.

M.K. interpreta que los dibujos -y la flota- representan el análisis útil y la buena relación con la M.K. buena y con la mamá buena.

Richard mira descuidadamente los dibujos, los deja y se queda un rato en silencio... Después va a la cocina y dice que la pila está limpia pero que le desagrada el olor de una botella de tinta que hay allí. Parece triste y angustiado. Cuando va afuera se queja por las ortigas que han crecido en las rendijas de los escalones y muestra a M.K., con un leve estremecimiento, algunos hongos que dice son peligrosos. Pisotea tanto los hongos como las ortigas, comentando que ahora le van a oler los zapatos a esas cosas sucias y venenosas. Entonces vuelve al cuarto de juegos, se dirige al armario, saca un libro de dentro de él y comentando que es el que quiere mirar se pone a leer y a mirar las ilustraciones. Al cabo de un rato le enseña a M.K. una lámina que dice que es "horrible", la cual representa a un hombrecito luchando contra un "horrible monstruo".

M.K. interpreta que sus silencios y su lectura expresan el deseo que tiene de escapar al miedo que le producen el genital-papá venenoso y peligroso y los bebés muertos que hay dentro de mamá (los hongos y las ortigas que ha aplastado con el pie). El cuarto de juego, el jardín y ella misma, se han convertido para él en malos y venenosos. Quiere también averiguar cosas sobre el interior de ella en el libro, lo cual le parece menos asustador que mirar el cuarto de juegos.

Richard hace entonces el dibujo 26. Al dibujar las secciones rojas dice: "Estos son los rusos, pues son rojos; -no, soy yo".

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M.K. interpreta que sospecha de los rusos como ya ha dicho a menudo, a pesar de que ahora se han convertido en aliados, de manera que como al principio habló de ellos y ahora dice que es él el rojo, esto quiere decir que también sospecha de sí mismo...

Richard pregunta si le dejará quedarse un poco más ya que ha llegado tarde, y queda desilusionado cuando M.K. le contesta que no puede.

Durante toda la sesión está desatento, y no mira ni a M.K. ni al cuarto. Parece la representación de la infelicidad. Es evidente que le es muy difícil escuchar las interpretaciones y que está muy contento de irse al finalizar la hora, aunque un poco antes haya expresado desilusión porque M.K. no le dé más tiempo (nota II). Está contento, sin embargo, de acompañarla hasta el pueblo, cosa de la que se ha asegurado ya antes.

 

Notas de la sesión número cuarenta

I. Llegados a este punto, la resistencia de Richard alcanza un nivel culminante. Puede verse cómo la interpretación de las ansiedades profundas que se habían movilizado por el hecho de que la analista le hubiera dejado en un momento en que los sentimientos de pérdida y de desconfianza eran muy fuertes, trajo como resultado que se operara una disminución de los mismos en unas cuantas sesiones, y que se posibilitara la plena cooperación del niño en la tarea. Creo que esto constituye una parte fundamental del procedimiento analítico. Con ello no quiero decir que en todas las sesiones en las que se interpretan situaciones de profunda ansiedad y sentimientos dolorosos se consiga necesariamente reducir la resistencia; aunque el material y las interpretaciones a las que nos referimos en este libro muestran que esto ocurre repetidas veces, hay algunas sesiones, sin embargo, en las que la acumulación de ansiedades internas y externas lo hacen imposible. A pesar de esto, aun en estos casos las interpretaciones de las ansiedades profundas facilitan la tarea de las sesiones posteriores.

El analista no suele sorprenderse al ver como una y otra vez surge la resistencia ante algunas interpretaciones, a pesar de que en sesiones anteriores ésta haya disminuido considerablemente. Sabemos que el proceso de elaboración -que Freud consideró de tan fundamental importancia para el análisis-, hace que sea necesario volver a tomar repetidas veces el mismo material, tomando en consideración los detalles nuevos que se van dando y que llevan a la posibilidad de analizar más plenamente toda la situación emocional. Llama la atención ver cómo las interpretaciones que provocan más dolor, tales como las que se refieren a impulsos destructivos dirigidos contra el objeto amado, aun -como se verá en las próximas sesiones- las referidas a ansiedades derivadas de peligros internos y de persecuciones por parte de objetos muertos o dañados, logran, sin embargo, producir un gran alivio. En el caso de Richard, este tipo de sesión terminaba siempre en el establecimiento de un mayor sentimiento de esperanza y de seguridad.

Como resultado del procedimiento analítico, al enfrentarse con estas ansiedades internas y externas, el yo puede ya no sólo considerarlas, sino también lograr una mayor esperanza de manejarse con ellas. Uno de los factores que producen esta manifestación es el surgimiento del amor, el cual antes había sido disociado con los impulsos destructivos y las ansiedades persecutorias, no pudiendo por lo tanto hacerse sentir.

Quiero llamar la atención sobre el hecho de que el método antes descrito permite que el paciente vaya vivenciando al mismo tiempo resistencias y cierta cooperación. Esta doble actitud es el resultado de los procesos de disociación, que hacen que en la misma sesión operen diferentes partes del yo y emociones opuestas. Si bien Richard en ciertas ocasiones en que se sentía vencido por la ansiedad y en que la resistencia alcanzaba un punto máximo quería abandonar el cuarto, nunca llegó en realidad a irse más temprano de lo que le correspondía; de igual manera mencionó muchas veces que no había querido venir a la sesión, pero vino siempre. Lo que sí hizo una cantidad de veces fue no traer su flota, lo cual expresaba, por lo general, que sentía que había dejado una buena parte de sí y de sus objetos en casa. El análisis de esta disociación daba como resultado que en la próxima sesión volviera a traer la flota, y que diera un paso más adelante en el camino hacia la integración. Cuanto más autoconocimiento se tiene de las capas más profundas de la mente, más aumenta la confianza en el analista y en el proceder psicoanalítico, cosa que se manifiesta a menudo en que el paciente transforma inmediatamente la transferencia negativa en positiva.

Esto me lleva a considerar otro punto. En la época en que constituía un principio establecido del psicoanálisis que las ansiedades psicóticas no debían de ser interpretadas para no caer en el peligro de producir una psicosis, yo descubrí que el progreso del análisis consistía justamente en interpretar la ansiedad que fuera más aguda, tuviera ésta o no un carácter psicótico. De esta manera pude ir penetrando en las capas más profundas de la psique y disminuir las ansiedades de raíz, y en relación con los objetos primarios. Este método, que desarrollé en primer lugar al psicoanalizar a los niños, ha influido también fundamentalmente en mi técnica para con los adultos. Además ha llevado a derivaciones importantes, particularmente respecto al análisis de pacientes psicóticos, tarea ésta que algunos colegas están llevando a cabo con resultados promisorios.

II. No suelo, por regla general, alargar las sesiones de los niños ni las de los adultos más que en los casos en que éstas no hayan comenzado a tiempo por culpa mía. Pueden naturalmente darse razones por las cuales, en circunstancias muy excepcionales, prolongue yo una sesión, pero en general mantengo un horario fijo para evitar cualquier perturbación del análisis, ya que los pacientes tratan de sacar ventajas del analista que les permite quedarse más tiempo. Otra de las razones que me impulsan a mantenerme firme en este punto, es la desorganización de los horarios a que llevaría cualquier modificación, y las dificultades que ésta produciría en los demás pacientes.   

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