DELIRIO Y ALUCINACIONES archivo del portal de recursos para estudiantes |
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Mª Belén Arnalich Jiménez
M. Residente de Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de Salud San José, Linares- Jaén- España
Antonio Carrasco Serrano
M. Residente de Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de Salud San José, Linares- Jaén- España
José Ignacio Aznarte López
Psiquiatra. Coordinador del equipo de Salud Mental del Hospital San Agustín de Linares. Hospital San Agustín de Linares (Jaén)
Índice
¿Qué entendemos por delirio y alucinación?
Delirium o síndrome confusional agudo
Diagnostico diferencial de idea delirante
Algoritmo diagnóstico de delirio
Diagnostico diferencial de alucinación
Algoritmo diagnóstico de alucinación
¿Qué entendemos por delirio y alucinación?
El DSM IV define el delirio como "una falsa creencia basada en una inferencia incorrecta relativa a la realidad externa, que es firmemente sostenida, a pesar de que casi todo el mundo cree y a pesar de cuanto constituye una prueba o evidencia incontrovertible y obvia de lo contrario". El delirio no es una enfermedad sino un síntoma. Aunque es característico de las psicosis, no pertenece ni es patognomónico de ninguna en concreto, pudiendo aparecer tanto en enfermedades médicas como mentales, o por efecto fisiológico de algún tóxico o sustancia. Según el contenido del delirio éste puede ser de diferentes tipos:
ALUCINACIÓN: se puede definir como una percepción en ausencia de un objeto o estímulo externo. El individuo está totalmente convencido de la realidad de dicha percepción. Al igual que ocurre con el delirio, la alucinación es un síntoma psicótico característico, aunque puede aparecer en situaciones de estrés, de déficit sensorial o por causas externas en sujetos sin patología mental.
Existen varios tipos de alucinaciones:
ALUCINOSIS: De causa orgánica, cursa sin delirio y el paciente adopta una actitud crítica frente a lo alucinado (sabe que no es real).
ILUSIÓN: Es una alteración de la percepción en la que existe una interpretación errónea de un estímulo externo real. No tiene por qué ser patológico y puede aparecer en situaciones de ansiedad o de miedo, sobre todo en sujetos con algún déficit sensorial así como en el delirium.
¿Cómo diagnosticarlo?
El primer paso en nuestro plan de actuación será asegurarnos de que se trata verdaderamente de un delirio, distinguiéndolo de idea deliroide e idea sobre valorada:
Los trastornos que cursan con delirio y alucinaciones son:
A diferencia del delirio esquizofrénico en donde predominan las características de incomprensibilidad y absurdo, el delirio en el Trastorno Delirante implica situaciones que pueden ocurrir en la vida real como ser engañado por un amante, ser envenenado o ser perseguido por alguien (delirio bien sistematizado). La creencia es posible y lógicamente argumentable a diferencia del delirio esquizofrénico En el Trastorno Delirante pueden existir alucinaciones táctiles u olfatorias si está en relación con el tema delirante. En temas en los que no tengan nada que ver, la idea delirante, el pensamiento y la actividad del individuo es completamente normal.
Delirium o síndrome confusional agudo
El delirium o síndrome confusional agudo no es sólo un síntoma, implica una alteración de la conciencia y por tanto una disminución de la capacidad de identificar y reconocer el entorno, ocasionado siempre por causa orgánica (entendiendo por causa orgánica una enfermedad médica o efectos de alguna sustancia o tóxico). Secundariamente a la alteración de la conciencia puede existir afectación de otras funciones cognoscitivas, como una alteración del pensamiento (delirio), alteración de la percepción, de la memoria, de la afectividad, etc.
Los ancianos tienen mayor riesgo de presentar un delirium por distintos factores (polimedicados, “envejecimiento cerebral”, déficit sensoriales, aislamiento, cambios de entorno habitual). Todos estos factores se combinan entre sí y cualquier desencadenante puede actuar sobre ellos y producir un cuadro de delirium. Algunos estudios revelan que entre el 20-40% de los pacientes ancianos ingresados, presentan en algún momento de su estancia hospitalaria un cuadro confusional transitorio.
Las causas desencadenantes de delirium son:
Un error importante y nada raro en la clínica diaria es la confusión del delirium con el empeoramiento o la exacerbación de una demencia.
Modificado de Vázquez–Barquero J. L.,1996 |
Delirium |
Demencia |
Psicosis |
Comienzo |
Súbito |
Gradual |
Súbito |
Curso |
Fluctuante con exacerbaciones nocturnas |
Progresivo |
Estable |
Conciencia |
Disminuida |
Normal |
Normal |
Atención |
Afectada globalmente |
Normal, salvo en crisis severas |
Normal |
Cognición |
Alterado globalmente |
Alterado globalmente |
Generalmente normal |
Percepción |
Alucinaciones frecuentes, sobre todo visuales |
Alucinaciones raras |
Alucinaciones frecuentes, sobre todo auditivas |
Delirios |
Poco sistematizadas y fluctuantes |
Generalmente ausentes |
Sistematizadas |
Orientación |
Disminuida |
Disminución gradual |
Buena |
Actividad psicomotriz |
Retardada, agitada o mixta |
Generalmente normal |
Generalmente normal |
Diagnóstico diferencial de idea delirante o delirio
Tres cuestiones fundamentales que nos orientarán al diagnóstico Y que nos plantearemos al realizar la historia clínica en un paciente con una idea delirante serán:
1º.- Confirmar que existe en realidad una idea delirante y que no es una creencia que no es habitual. Por tanto, habrá que hacer un diagnóstico diferencial entre idea delirante e idea sobrevalorada. En un paciente con una idea delirante no hay más explicación que la suya, por tanto dejaremos que el paciente hable y plantearemos hipótesis alternativas para observar el grado de convicción de la creencia.
2º.- Buscar causa médica o efecto de alguna sustancia. Haremos una historia bien detallada y un screening de drogas, sobre todo en gente joven para descartar consumo. En ancianos hay que descartar una enfermedad subyacente o el efecto de cualquier fármaco.
3º.- ¿Cambios de estado de ánimo?:
Si las ideas delirantes aparecen exclusivamente durante episodios de depresión mayor, mixtos o maniaco → Trastorno del estado de ánimo con síntomas psicóticos.
Si las ideas delirantes con o sin otros síntomas psicóticos aparecen antes o después de los síntomas afectivos nos orientará hacia:
4º.- Duración de la idea delirante
Algoritmo diagnóstico de delirio
Diagnóstico diferencial de una alucinación
Lo primero que habrá que hacer ante un paciente con una alucinación será descartar patología médica o consumo de tóxicos a través de la historia clínica. Una vez descartado esto, antes de diagnosticar un trastorno psicótico, deberemos tener en cuenta 4 situaciones que no forman parte de éste :
Por tanto, haremos igual que para el diagnostico diferencial de idea delirante:
1º.- Confirmar que existe en realidad una alucinación y que no se trata de alguna situación anterior.
2º.- Buscar causa médica o efecto de alguna sustancia:
3º. ¿Cambios de estado de ánimo?:
4º. Duración de la alucinación:
Algoritmo diagnóstico de alucinación
¿Cómo tratarlo?
Debemos distinguir entre la atención del episodio agudo en urgencias por un lado y la atención del paciente en la consulta de Atención Primaria. En la consulta de Atención Primaria debemos actuar sobre:
La causa orgánica o enfermedad médica: en el caso de episodio de Delirium o Síndrome confusional agudo hemos de buscar posibles causas que puedan desencadenarlo, ya sea por una sustancia, tóxico ó enfermedad médica
La enfermedad psiquiátrica mediante:
Actuación en urgencias. Tratamiento sintomático:
Desde hace mucho tiempo y según la bibliografía se ha considerado el Haloperidol el fármaco de elección en la crisis psicótica aguda. Es un fármaco relativamente seguro a corto plazo, con su menor efecto anticolinérgico y menor poder sedativo e hipotensor que otros antipsicóticos típicos, especialmente útil por eso en ancianos y personas con enfermedades subyacentes. Además parece que no existen diferencias significativas en los beneficios con los antipsicóticos nuevos en cuanto al tratamiento de los síntomas psicóticos positivos (sí en cuanto a la tolerancia, efectos secundarios -menores con Haloperidol- y síntomas negativos, en los que los antipsicóticos nuevos han demostrado mayor eficacia. En personas sin sintomatología orgánica comenzamos con 2.5-5 mg IM (niveles en plasma entre 2-3 veces superior que en la vía oral) hasta un máximo de 1 vial de 5mg cada 6 horas sin sobrepasar los 2 ó 3 días con esta pauta. Existen comprimidos de 10 mg y presentación en gotas (10 gotas= 1mg). Para los pacientes que requieren las dosis múltiples del bolo de medicaciones antipsicóticas, las infusiones intravenosas continuas de la medicación antipsicótica pueden ser útiles (ej., el bolo del Haloperidol, 10 magnesio i.v., seguido por la infusión intravenosa continua de 5-10 mg/hora; dosis más bajas se pueden requerir para los pacientes mayores). Para los pacientes que requieren un inicio más rápido de la acción, droperidol, solamente o seguido por el Haloperidol, puede ser considerado.
El Haloperidol y el droperidol se consideran los antipsicóticos más seguros y más eficaces para el delirium. El Haloperidol se asocia a pocos efectos secundarios anticolinérgicos, a efectos secundarios cardiovasculares mínimos y a ningún metabolito activo. Droperidol se asocia a mayor sedación y efectos hipotensos que el Haloperidol, tiene mayor rapidez de acción y un período más corto de actividad que Haloperidol.
A los pacientes que reciben medicaciones antipsicóticas para el delirium debe hacérseles un ECG de control [A]. Un intervalo de QTc mayor de 450 milisegundos o línea de fondo excesiva (más del 25%) puede indicar una consulta a cardiología y una reducción o una discontinuación de la medicación antipsicótica.
Como hemos dicho, el Haloperidol, puede ser considerado actualmente de elección en las crisis psicóticas agudas (por lo conocido y seguro de su uso).
Los antipsicóticos atípicos como Risperidona y Olanzapina han demostrado efectos similares al Haloperidol en cuanto a tratamiento de los síntomas positivos de la esquizofrenia, demostrando además su superioridad ante los síntomas negativos. Tienen menor tendencia a producir síndrome extrapiramidal y no suelen inducir elevaciones en los valores de prolactina. Las dosis requieren ser manejadas de forma empírica según la intensidad de los síntomas, y teniendo también en cuenta la tolerancia al fármaco y los efectos secundarios.
Criterios para la utilización de los antipsicóticos atípicos:
a.- Presencia con carácter persistente de síntomas positivos o negativos
b.- Aparición de síndrome extrapiramidal o de síntomas neuroendocrinos (p. ej. amenorrea) al utilizar otros antipsicóticos
c.- Tendencia a presentar recidivas.
Criterios para no sustituir el fármaco serían:
a.- Que el paciente haya respondido al tratamiento que se esté utilizando (incluidos los antipsicóticos tradicionales)
b.- Que el paciente esté bajo tratamiento con medicación depot
c.- Que tenga un bajo nivel de apoyo social, ya que una de las desventajas de las medicaciones orales frente a las depot es la dificultad para mantener el cumplimiento del tratamiento.
Otros fármacos: Clorpromazina (100-300 mg IM) y Levopromacina (25 mg cada 4horas, dosis máxima diaria 300 mg). Son más sedantes pero menos seguros por sus mayores efectos anticolinérgicos e hipotensores.
En cuadros de agitación leves: el uso de las Benzodiacepinas puede sernos útil (mala absorción vía IM). El tratamiento de Benzodiacepinas como monoterapia es generalmente reservado para el delirium causado por la abstinencia de alcohol o de hipnóticos sedantes [A]. Los pacientes con delirium que pueden tolerar dosis más bajas de medicaciones antipsicóticas pueden beneficiarse de la combinación de una benzodiacepina y de una medicación antipsicótica [C]. De todas formas, las Benzodiacepinas en ancianos pueden causar desorientación.
En cuadros de agitación prolongada (más de 24 horas): Zuclopentixol depot 50-150 mg cada 48 horas según la intensidad del cuadro es un fármaco eficaz.
Efectos secundarios más frecuentes de los antipsicóticos: |
|
Síntomas extrapiramidales |
· Distonías: 1-2 mg de Biperideno im ó v.oral |
Síntomas anticolinérgicos (sequedad de boca, estreñimiento...) |
· Sintomático. Risperidona y sertindol carecen de estos efectos secundarios. |
Hipotensión ortostática |
· Evitar cambios bruscos a bipedestación |
Otros: agranulocitosis (Clozapina),elevaciones transitorias poco importantes de transaminasas, hepatitis colostática (Clorpromazina), disminución de la libido. |
Cambiar antipsicótico. Los antipsicóticos atípicos tienen menos efectos secundarios. |
Aviso a pacientes o familiares:
Esta información está dirigida a profesionales de atención primaria. Su contenido no debe usarse para diagnosticar o tratar problema alguno. Si tiene o sospecha la existencia de un problema de salud, imprima este documento y consulte a su médico de cabecera.
Bibliografía