EL PROCESO DE INSTITUCIONALIZACIÓN EN LOS SISTEMAS SOCIALES

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Reproducción electrónica del libro:
FUNDAMENTOS SOCIALES Y CULTURALES DE LA EDUCACION
Tomás R. Austin Millán, Sociólogo y Antropólogo Social.
Editorial Universidad Arturo Prat, Sede Victoria, Chile, 2000

 

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El concepto de Instituciones en los estudios sociales.

Habitualizaciones e instituciones

Instituciones  culturales versus instituciones sociales.

Existencia virtual de las instituciones

Instituciones y conducta.

Instituciones y Estratos/clases sociales.

Las instituciones y la teoría de los Partidos y Movimientos sociales.

Las instituciones y el estructural funcionalismo

NOTAS

 

EL PROCESO DE INSTITUCIONALIZACIÓN

En otra épocas se hablaba de instituir a  los niños (en el sentido de formarlos) y de instituir a un pueblo (en el sentido de darle una constitución política).
René Lourau, EL ANÁLISIS INSTITUCIONAL, Amarrortu, p.10  

 

El concepto de Instituciones en los estudios sociales.

            Este es otro de los procesos internos del Sistema social, el que actualmente ha sido reemplazado por otros conceptos como el de estructuración (Giddens) o simplemente ignorado (Luhmann). 

            El concepto de Instituciones ha perdido mucha de la importancia y la fuerza que tenía en la sociología de la primera mitad del presente siglo y los textos modernos, publicados por primera vez en los últimos quince años, escasamente lo toman en cuenta.  Sin embargo, es necesario incluirlo como un concepto relevante para los procesos sociales, porque en nuestro país todavía es un concepto en uso, principalmente, debido a que el proceso de modernización  acelerada que esta viviendo nuestro país (con todo lo que ello implica) esta llevando a los fenómenos sociales que usualmente llamamos instituciones, a un rápido proceso de cambios en su esencia o en su forma visible.  Esto puede verse en los llamados al “respeto a las instituciones existentes”, “mantención de la institucionalidad vigente”, “reformulación  institucional”, etc. que se lee a menudo en los medios de prensa.

             Por otro lado es un concepto que los estudiantes de la sociedad y la cultura van a encontrar en aquellos textos que, aunque de ediciones recientes, fueran escritos originalmente veinticinco,  treinta, o más años atrás.  Debido a ello, es necesario tener una nueva perspectiva de este popular concepto, tomando sus raíces conceptuales para ver cómo la sociología examina hoy estos mismos procesos.
 

Habitualizaciones e instituciones 

Para el sociólogo Peter Berger, cuando un cierto tipo de acciones se vuelven habituales, reteniendo cierto carácter significativo par los seres humanos, tenemos lo que él llama una habituación.  Dice:

     "Las acciones habitualizadas retienen, por supuesto, su carácter significativo para el individuo, aunque los signifi­ca­dos que entrañan llegan a incrustarse como rutinas en su depósito general de conocimientos que da por establecido y que tiene a su alcance para sus proyectos.  La habituación comporta la gran ventaja psicológica de restringir las opciones.  Si bien en teoría pueden existir tal vez una cien maneras de emprender la construc­ción de una canoa con ramas, la habituación las restringe a una sola, lo que ligera al individuo de la carga de "todas esas decisiones", proporcionando un alivio psicológico basado en la estructura de los instintos no dirigidos al hombre.  (...) De acuerdo con los significados otorgados por el hombre a su actividad, la habituación torna innecesario volver a definir cada situación de nuevo, paso por paso. (...)             La institución aparece cada vez que se da una tipificación recíproca de acciones habi­tua­lizadas por tipos de actores.  Dicho de otra forma, toda tipifica­ción de esa clase es una  institución" [1] 

            En otras pala­bras, una vez que una forma de actuar para satisfacer una necesi­dad social se ha hecho un comportamiento típico, habitualizado, esa forma repetitiva de hacer la cosas frente a la necesidad x, se convierte en una conducta normada, con una carga de significa­do  y de deber moral, ético o estético convirtiéndose en una conducta institucionaliza­da. 

            Sin embargo, desde ya hay que dejar clara constancia que a pesar de lo habitual y típico que sea una forma de comportamiento, éste no se repite maquinal e irreflexivamente, siempre hay o una opción o la necesidad --debido a cambios tecnológicos o de conocimiento-- de variar o alterar un poco la costumbre o lo habitual, por lo que se prefiere hablar de un proceso de institucionalización de pautas culturales y no de instituciones a secas, porque esta últimas son usualmente interpretadas como rígidas, estáticas, no cambiantes, fosilizadas. [2]

            Es decir, las instituciones satisfacen necesidades generales y fundamentales de la sociedad, pero lo hacen siguiendo pautas propias de cada grupo humano, expresando la idiosincrasia y la identidad particular de un pueblo: constituyéndose en la forma en que esa cultura parti­cular satisface sus necesidades específicas.  Por ello es preferible hablar más bien de instituciones sociocultura­les que de institu­ciones a secas, como es usual. [3]
 

Instituciones  culturales versus instituciones sociales.

             Muchas de las definiciones corrien­tes de "institución" se parecen muchísimo a las definiciones tradi­ciona­les del concepto de "cultura" y ello no es por casualidad; como por ejemplo en Weber: "...las instituciones están hechas también de otra materia, conviene a saber, están fabrica­das de intereses y valores, sanciones y convicciones [4]

            La íntima relación entre el concepto de cultura y el de instituciones se manifiesta por los valores y normas, acompañados de símbolos y lenguaje propios, presente en toda forma de institucionalización. 

            En el fondo los comportamientos estandarizados que llamamos instituciones no son otra cosa que aspectos particulares, específicos, de la cultura de una sociedad, como sus valores tradicionales (el folklore), su forma de observancia religiosa, la forma en que organiza sus canales de expresiones altruistas y de relaciones sociales (como los Clubes Rotarios o de Leones, por ej.), formas de organizar sus expresiones deportivas, etc. etc.   A ello hay que agregar que la satisfacción de necesidades funda­mentales de la sociedad, da lugar a las instituciones fundamentales, como es el caso de la necesidad de defensa de la sociedad, que da lugar a las Fuerzas Armadas; la necesidad de seguridad y orden social, da lugar a los organismos policiales; la necesidad de salud, da lugar a los sistemas de salud; la necesidad de educación da lugar a su homologa la institución de la educación formal, etc.

     

 

 

            La razón por la que el dibujo anterior es igual al presentado en la primera página del texto se debe a que cultura y sociedad están hechos de instituciones, por eso la tremenda importancia que se le dio en las ciencias sociales de años recientes [5]

              La diferencia entre las instituciones de la cultura y las instituciones de la sociedad se explica a partir de las diferencias esenciales de una y otra: mientras que las instituciones culturales están más bien llenas de significados simbólicos y no tienen los grandes aparatos burocráticos, estamentales y jerárquicos de la sociedad, las instituciones sociales son en sí mismas grandes organizaciones que reúnen justamente esas características de organización masiva presentes en toda sociedad: Salud, FF.AA, ferrocarriles, educación, policía, bomberos, etc., si bien nacen de una habitualización netamente cultural y por ello son también parte de nuestra cultura. 

Las instituciones han sido concebidas para liberar a los individuos de la necesidad de reinventar el mundo y reorientarse diariamente en él.  Las instituciones crean “programas” para el manejo de la interacción social y para la “ejecución” de un curriculum vitae determinado.  Proporcionan modelos probados a los que la gente puede recurrir para orientar su conducta.  Al poner en práctica estos modos de comportamiento “prescritos”, el individuo aprende a cumplir con las expectativas asociadas a ciertos roles; por ejemplo, los de esposo, padre, empleado, contribuyente, conductor de automóvil, consumidor.  Si las instituciones están funcionando en forma razonablemente normal, entonces los individuos cumplen los roles que les son asignados por la sociedad en forma de esquemas de acción institucionalizados y viven su vida de acuerdo con currículos asegurados institucionalmente, moldeados socialmente y que gozan de una aceptación generalizada e incondicional.  En sus repercusiones, las instituciones son sustitutos de los instintos: permiten la acción sin que haya necesidad de considerar todas la alternativas.  Muchas interacciones sociales de importancia societal tienen lugar en forma casi automática (...) 

 

Peter Berger y Thomas Luckmann, Modernidad, Pluralismo y Crisis de Sentido,  EL MERCURIO, Suplemento Artes y Letras, 17.11.1996.

 

Existencia virtual de las instituciones     

            Por otro lado, las instituciones tienen existencia virtual, es decir, existen solo en el momento en que son actuadas por los actores sociales.  Por ello es que no debe confundirse a sus "recursos" (por ejemplo, los edificios y elementos materiales de una escuela, que están siempre presentes) con la institución misma, que es la práctica estruc­turada de enseñar a las nuevas genera­ciones.  Esos recursos, como las instalaciones de la Universidad durante las vacaciones, solo expresan la latencia de la institu­ción educativa.  En este aspecto, hay que precisar que solemos confundir lo “virtual” de las instituciones con la permanencia de la necesidad de cubren.  Por ejemplo, en la policía --que institucionaliza el acto de mantener  el orden social--  el acto de poner o mantener el orden tiene existencia virtual (la policía existe solo en el momento en que alguien socialmente autorizado para hacerlo actúa como tal), pero la acción policial por su naturaleza debe ser permanente y pública, no puede suspenderse ni un instante, de lo contrario los malhechores contarían con tiempo a su disposición.  Es permanencia pública de la acción policial, es decir, de la necesidad que cubren,  es lo que le da la imagen aparente de no-virtual.  Como este mismo fenómeno ocurre con numerosas organizaciones  sociales, públicas y privadas, se crea la imagen de que las “instituciones” tienen una existencia permanente en el tiempo, contradiciendo -en apariencia-- lo que aquí se postula, es decir, que las instituciones tienen existencia virtual.
 

Instituciones y conducta.

            Otro aspecto que es importante considerar se refiere a la forma en que las institucionalizaciones son capaces de grabarse en la mente de las personas para comprometer su conducta de manera que cumplan con el mandato institucionalizado o no.  Al respeto, puede decirse que aquí encontramos una respuesta a una de las dos preguntas fundamentales de la Sociología: ¿Cómo se liga el individuo a la sociedad? [6].  El individuo esta ligado a la sociedad a través de la forma en que ajusta voluntariamente sus comportamientos a los valores, normas, reglas, preceptos o convencionalismos socia­les. Es decir, en el grado de compromiso personal con que esta dispuesto a conformarse a las normas institucionalizadas; teniendo presente que puede: no cumplirlas o ignorarlas por completo; respetar las institucionalizaciones a medias, o sentir que el cumplimiento de los preceptos de una institucionalización cultural son parte del ser mismo de uno, hasta jugarse la vida por ellos si fuera necesario; o sentir que la vida no vale nada por encontrarse incapaz de vivirla de acuerdo a las normas de vida institucionalizadas.   Este es el aspecto que esta presente en el celebre trabajo de E. Durkheim sobre el SUICIDIO y SOLIDARIDAD SOCIAL [7].  Numerosos estudios nos muestra cómo los individuos se autodisciplinan para cumplir las normativas de las instituciones sociales.  De manera a que es bien sabido que cuando una norma  interiorizada el individuo tiende a valorar profundamente a la institución que esa norma junto a otras ponen en marcha. 
 

Instituciones y Estratos/clases sociales. 

            El transcurso de la historia de un grupo humano, con su quehacer cotidiano para la satisfacción de sus necesidades, va creado las instituciones con que dicho grupo humano resuelve su existencia, así es como se convierte en un sistema social; parte de ese sistema esta constituido por las "divisiones" y "sectoria­lizaciones" en que el conjunto humano se agrupa, es lo que llamamos usualmente estratos sociales, siguien­do al tradición norteamericana, o clases sociales, siguiendo la tradición euro­pea.  De manera que dentro de un sistema social, las personas aprenden durante su socialización cuál es el "lugar" que les corresponde en la sociedad, de acuerdo a su posición de estatus, económica o de partido político si seguimos a Max Weber [8]
 

Las instituciones y la teoría de los Partidos y Movimientos sociales. 

            El conjunto de las Institucionalizaciones socioculturales (o instituciones, como son usualmente conocidas), establece el "orden Social" (cuya expresión legal es la "normatividad legal" de la que se habla mucho actualmente).  En los tiempos modernos la creación, mantención y transformación del orden social se desarrolla a través de los Partidos políticos [9] y los Movimientos sociales.  A su vez, ambos son instituciones de la sociedad.  Los últimos son un producto social muy reciente y cortan transversalmente con las divisiones de clases, niveles de educación y religión.  En Chile los movimientos sociales más conocidos son el movimiento por los derechos de la mujer, el movimiento indigenista y el movimiento ecologista o conservacionista. Sobre movimiento sociales en su sentido más actual, no hay bibliografía por el momento.
 

Las instituciones y el estructural funcionalismo

            Finalmente habría que agregar que la teoría de las instituciones fue central para la corriente sociológica llamada "funcional estructuralismo" popularizada por Talcott Parsons hasta fines de la década de los años 60, más conocida hoy día como "la teoría de la Acción".  También la corriente fenomenológica, especialmente en Berger y Luckmann, le dan importancia.  Por otro lado, entre las corrientes sociológicas que surgen con fuerza en los 70s y 80s se destaca la sociología sistémica (basada en las teorías de sistemas, entre otras) y entre ellas lo sociología propuesta por Nicklas Luhmann.  "La teoría de Luhmann no hace depender la constitución de sistemas a la existencia de estructuras previas (necesidades básicas o derivadas, normas, valores, instituciones, etc.), sino que más bien observa e interpreta a estas últimas como consecuencia de la puesta en marcha y operación selectiva de los sistemas sociales", y, "Los elementos básicos de los sistemas sociales son,..., comunicaciones", que se constituyen en uno de los elementos centrales de la teoría de sistemas [10]



Leer la parte correspondiente a Instituciones en cualquier Introducción a la Sociología de los últimos 30 años.  Cuando se escribieron estos apuntes entre 1992 y 1994 mis recomendaciones eran:

Horton y Hunt, SOCIOLOGÍA, Cap. 9, “Instituciones Sociales”, Pág. 221 y ss.  

Light, Keller y Calhoun, SOCIOLOGÍA.

Peter Berger y Thomas Luckmann, 1968, LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL DE LA REALIDAD,  Amarrortu, Bs.As. Sección Parte Dos, “Institucionalización

G.N. Fischer, CAMPOS DE INTERVENCIÓN EN PSICOLOGÍA SOCIAL, Narcea 1992.

Rene Lourau,  EL ANÁLISIS INSTITUCIONAL, Amarrortu, Bs. As. 1988.  


NOTAS


[1] Ver Peter Berger y Thomas Luckmann, 1968, LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL DE LA REALIDAD, Amarrotu, Bs.As. Sección b): Orígenes de la institucionalización Pág. 74 y ss.  (En bibl. UT.)

[2] Según John Rex (PROBLEMAS FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA SOCIOLÓGICA, 1971[1961], Amarrotu) "En realidad hasta podría sostenerse que el término 'instituciones' es engañoso porque parece sugerir un grado mayor de estabili­dad de organización de la que existe de hecho. Por ello, quizás sea mejor no hablar de estudios institucionales sino más bien de 'ámbitos de problemas' de la institución social (el subrayado es mío); ver también Stephen P. Robbins, 1991, COMPORTAMIENTO ORGANIZACIONAL, Pretice Hall, Cap. 17 sobre la institucionalización en las organizaciones.

[3] Sobre <insituciones e institucionalización, ver Horton y Hunt, SOCIOLOGÍA, pág. 222 y ss.

[4] Citado por J. Habermas en "LA NECESIDAD DE REVISIÓN DE LA IZQUIERDA, Tecnos, 1991, pág. 97.

[5] Ver, por ejemplo, la visión del hombre como principalmente cultural en la ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA de Arnold Gehlen,Editoral Paidos, 1993.

[6] Este punto puede leerse en Light, Keller y Calhoun, SOCIOLOGÍA, citado, pág. 72: "Integración social: perspectiva funcional y de poder". La otra pregunta fundamental dice "¿Cómo se mantiene unida la sociedad?"

[7] Sobre las Instituciones en Durkheim, ver René Lourau, AL ANALISIS INSTITUCIONAL, 1988, pág.107 y ss. Note que el libro fue publicado por primera vez en 1970 por lo que su concepción sociológica de Institución es un tanto obsoleta.

[8]. La celebre división de la sociedad en grupos de estatus, económicos o de partidos fue expresada por Max Weber en su libro ECONOMÍA Y SOCIEDAD, F.C.E. Mexico, como respuesta a la división de Marx en dos clases: Propieta­rias de los medios de produc­ción (capitalistas) y clase obrera. Ver también P. Berger y T. Luckmann, LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL DE LA REALIDAD, pp.74 en adelan­te (en biblioteca).

[9] Los partidos políticos son un subproducto de la combinación de la racionalidad técnica del pensamiento científico, la sociedad industrial y su producto la democracia. Ver LOS PARTIDOS POLÍTICOS, Biblioteca Salvat de Grandes Temas, 1973; Cantolla B. Enrique, LA CRUZ DE NUESTRA MODERNIDAD, Esmérida, 1994; Horton y Hunt, SOCIOLOGÍA, consultar el Indice Analítico bajo "Poder" y "Movimientos sociales". Ver también la abundante bibliografía en ciencias políticas en biblioteca.

[10] Ver Darío Rodriguez y Marcelo Arnold, SOCIEDAD Y TEORÍA DE SISTEMAS, Ed. Universitaria, "Teoría de los Sistemas Sociales" pág. 130, y especialmente 133-4.

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