TERAPIA GESTALT

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Bruno Bassán  

 

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Liberación. Declaración Universal. Alejandro Spangenberg

La terapia Gestalt

Gestalt y Clínica

Las raíces filosóficas de la terapia Gestalt

Bibliografía

 

Liberación - Declaración Universal

En acto unilateral e inconsulto
declaro hoy la independencia total de mi ser

De aquí en adelante
habitaré en el territorio libre de mi espíritu
y sentaré las bases para la construcción
de la República Separatista de la Existencia Digna

Libre al fin de toda opresión
no importa donde esté ni que nombre lleve
mi lucha y el sentido de mi vida
estarán en la liberación de los niños
la defensa implacable e inflexible de la naturaleza
y todo lo que existe en este mundo maravilloso

Anarquista y amante me declaro
por tanto no obedeceré a nadie
y no pediré ser obedecido

Mi cabeza inclino sólo ante la muerte
y el misterio infinito de la vida

Mi humildad será la del guerrero
nacida del respeto y el asombro ante la creación
ni más ni menos que todo lo que existe

No habrá poder humano que doblegue mis convicciones
y en mi vida no habrá espacio para las concesiones
salvo para aquellas dictadas por el corazón
y escritas con la mano de la ternura

A mis hijos acunaré con mis propios brazos
y cuando estén listos los dejaré partir
libres como pájaros
volando hacia su destino

Sólo ante Dios decreto y reivindico
mi derecho a ocupar un lugar entre los misterios del Universo
y mientras las fuerzas incomprensibles que rigen mi destino
no determinen lo contrario
declaro que viviré mi vida con total intensidad
sin sujetarme al pensamiento ajeno
ni a las condicionantes de la sociedad
y el tiempo en que me haya tocado vivir

Asumiré mi destino cualquiera que éste sea
sin quejas ni renunciamientos
y aunque nunca lo logre
lucharé con todas mis fuerzas
por merecer y no desperdiciar
esta única e irrepetible oportunidad de estar vivo

Como sé que he de morir
cualquiera sea la forma de vida que elija
hoy con plena conciencia
decido vivir una vida con significado
sólo por placer
no porque espere recompensa alguna

Desde hoy en adelante
sólo creeré en los actos de los hombres
y no en sus palabras

Mis enemigos son y serán
los que luchan por la muerte
aprisionan la imaginación
persiguen la belleza
acumulan riqueza
castigan a los niños
humillan a los desposeídos
y pisotean la verdad
Sepan todos ellos que hoy
Ha comenzado la Revolución

Declaro que desde ahora
no me importará estar solo
y que únicamente aceptaré la compañía
de quienes amen la canción y el vino
vivan sin pedir permiso
y estén dispuestos a vivir por sus convicciones.

Por último decreto y asumo
mi derecho irrenunciable a existir
y elegir ser quien soy
libre al fin de las identidades heredadas
digo que mi hogar es el mundo
mi hermana la libertad
y que todas las noches
sin el más mínimo pudor hago el Amor

Así termino esta multitudinaria asamblea unipersonal
porque cada hombre que se libera redime a toda la humanidad
donde con absoluta irrespetuosidad
he decidido desobedecer a todos los poderes y autoridades
para convertirme en el único conductor de mi vida

Con toda la autoridad que emana de este acto
ante mí sello y firmo este compromiso

Alejandro Spangenberg

14 Agosto 1989 Año de la Serpiente

 

La Terapia Gestalt

Es de orientación humanista y está dirigida, sobre todo, al desarrollo personal.

Aquí se muestra una breve descripción de esta forma de trabajo.

La Terapia Gestalt, más que una teoría de la psiquis, es un eficaz abordaje terapéutico y una filosofía de vida que prima la conciencia (awareness, darse cuenta), la propia responsabilidad de los procesos en curso y la fe en la sabiduría intrínseca del organismo (la persona total que somos) para auto-regularse de forma adecuada con un medio cambiante.
Antepone la espontaneidad al control; la vivencia, a la evitación de lo molesto y doloroso; el sentir, a la racionalización; la comprensión global de los procesos, a la dicotomía de los aparentes opuestos...y requiere del terapeuta un uso de sí como instrumento (emocional, corporal, intelectual) que transmita una determinada actitud vital en vez de practicar únicamente una técnica útil contra la neurosis.

Hay tres premisas que fundamentan la Gestalt como una terapia con sus aplicaciones en el campo de la Psicología Clínica.
1ª. El darse cuenta: sólo cuando el individuo se da cuenta de lo que hace y de cómo lo hace podrá cambiar su conducta.
2ª. La homeostasis: proceso mediante el cual el organismo interactúa con el ambiente para mantener el equilibrio.
3ª. El contacto: es imprescindible para el crecimiento y el desarrollo del ser humano.

1. Darse cuenta

El darse cuenta es la capacidad que tiene cada ser humano para percibir lo que está sucediendo, aquí y ahora, dentro de sí mismo y del mundo que le rodea.
Dentro de esta experiencia en el aquí y el ahora, se pueden distinguir tres tipos de darse cuenta, que se denominan como "áreas del darse cuenta" o "zonas de contacto".

a) El darse cuenta del mundo o zona externa

Se relaciona con el contacto sensorial. Nos permite ponernos en contacto con los objetos y acontecimientos del mundo que nos rodea, de todo aquello que está fuera y de lo que ocurre más allá de nuestra piel.
Fórmulas: "Yo veo, toco, oigo, huelo,..."; "yo percibo, aquí y ahora,...";...

b) El darse cuenta de sí mismo o zona interna

Comprende todas aquellas sensaciones y sentimientos que ocurren dentro de nosotros. Nos permite ponernos en contacto con nosotros mismos.
Fórmulas: "Yo siento, me siento..."; "yo siento, aquí y ahora,...";...
Para ponerse en contacto con uno mismo es conveniente hacerse las siguientes preguntas: ¿qué estoy sintiendo?, ¿dónde lo estoy sintiendo?, ¿cómo lo estoy sintiendo?.

c) El darse cuenta de la fantasía o zona intermedia

Incluye toda la actividad mental (pensar, imaginar, recordar, planificar,...). Nos permite ponernos en contacto con nuestras fantasías.
Fórmulas: "Yo pienso, imagino, recuerdo, deseo,..."; "yo pienso, aquí y ahora,...";...

2. Homeostasis

Ningún organismo es autosuficiente, sino que en todo momento forma parte de un campo que lo incluye tanto a él como a su ambiente.
Este equilibrio homeostático (o proceso de autorregulación) es sinónimo de salud, puesto que si el organismo permanece en estado de desequilibrio con su entorno durante mucho tiempo enferma, al no poder satisfacer sus necesidades.

3. Contacto

Cada persona tiene su espacio vital dentro del cual, y dependiendo del momento, puede recibir o abrirse a determinadas personas, pero nadie puede invadir su espacio. Si esto ocurre, nos sentimos amenazados en nuestra integridad e individualidad.
Cuando hacemos demasiado hincapié en sostener rígidamente ese espacio vital, corremos el riesgo de reducir el contacto con los demás. Esta reducción del contacto conduce al hombre a la soledad que, sin embargo, elige como opción más segura y menos generadora de angustia. La mayoría de las veces esta reducción del contacto se realiza por temor o miedo y, aunque el deseo de contactar con los demás sea grande, ese temor que sentimos cuando alguien se acerca nos impide retirar nuestros límites y abrirnos.
Cuando sucede lo contrario, es decir, cuando nuestro yo está en continuo contacto con el mundo, mostrando una extraversión compulsiva, se pierde esa intimidad creativa y de concentración, diluyéndose los límites del yo, haciéndose a veces difícil distinguir entre el ambiente y el yo.

El trabajo guestáltico  

El objetivo de un encuentro guestáltico es descubrir e incrementar el darse cuenta; no está diseñado para lograr una catarsis, aunque si la expresión es honesta no se interfiere con ella.
El terapeuta se centra en el "qué" y "cómo". Qué y cómo proceden de la observación exacta, por qué conduce a la especulación.

Pasos por los que atraviesa un experimento o trabajo guestáltico:

1º) Preparación del campo de trabajo.

a) Tener la voluntad de explorar la perspectiva de la otra persona.

b) No interrumpir a la persona, sino permitirle que desarrolle los sentimientos e ideas que espontáneamente surjan en él, en ese momento, con el propósito de entender más plenamente que está sucediendo con el paciente.
 

2º) Negociación o consenso entre el terapeuta y el paciente.

a) Hacer saber al paciente que la terapia guestáltica implica experimentación.
b) Que el paciente acceda a llevar a cabo la experimentación.
c) Hacer notar al paciente que no está solo en este proceso, sino que el terapeuta lo acompaña en su aventura.

 

3º) Generación de autoapoyo tanto para el paciente como para el terapeuta.

El terapeuta debe establecer las condiciones tanto en su cuerpo como en el ambiente, que den un apoyo óptimo para él y para el paciente (cuidar su posición, su respiración, así como los distractores potenciales; de tal manera que todo lo que de él emane esté bien fundamentado y plenamente basado en su organismo total).
 

4º) Exploración del nivel del darse cuenta.

Sólo cuando el terapeuta puede atender a la conducta no verbal del paciente y, casi en forma simultánea, a sus propias sensaciones, será capaz de tener una figura clara de lo que está sucediendo con él y con el paciente.
 

5º) Graduación y selección del experimento.

a) Focalización (da el proceso y la dirección de la sesión terapéutica) y Tema (da el contenido de la misma). Un tema traerá a colación otro y otro, de entre los que el terapeuta escogerá el que considere más importante.

b) Graduar el nivel de dificultad del experimento, para alcanzar el nivel óptimo de ejecución para el paciente en ese momento.
 

6º) Localizar y movilizar la energía congelada en el paciente.

Encontrar dónde está activada la energía del paciente o dónde está estancada (por lo general, una persona va a tener la necesidad de sacar a flote áreas de su vida en las que ha invertido grandes cantidades de energía o donde, por el contrario, siente una carencia de esta).

 

7º) Focalización.

Para poder desarrollar un experimento o trabajo terapéutico se necesita encontrar un suceso que necesite seguimiento o ser trabajado. La focalización será la que defina el proceso a llevar a cabo y la dirección que este tendrá durante la sesión terapéutica.
 

8º) Actuación.

Actuar la situación inconclusa que está emergiendo en la conciencia generalmente conlleva un alto grado de ansiedad, que tiene la posibilidad de expresarse libremente dentro de la actuación, lo que favorece que la energía antes bloqueada pueda al fin expresarse.
 

9º) Relajación.

a) En posición cómoda, respirar profunda y lentamente hasta lograr un estado de serenidad interior.

b) Enfocar la atención en cada una de las partes del cuerpo.
 

10º) Asimilación de lo sucedido.

a) Preguntarle al paciente cuál fue su experiencia.

b) Facilitar que integre esa vivencia en su vida diaria.
  

Trabajo con las polaridades

Todo evento se relaciona con un punto cero a partir del cual se realiza una diferenciación de opuestos. Estos opuestos manifiestan, en su concepto específico, una gran afinidad entre sí. Al permanecer atentos al centro, podemos adquirir una capacidad creativa para ver ambas partes de un suceso y completar una mitad incompleta. Al evitar una visión unilateral logramos una comprensión mucho más profunda de la estructura y función del organismo.
En términos de polaridades, los sentimientos negativos suelen coincidir con el opuesto que no logra emerger como figura y desequilibra la percepción de su otra polaridad (la aceptada y aceptable). Las emociones negativas son ciertamente esenciales para la dicotomía de la personalidad. No sólo tenemos el deber de exponerlas, sino también el de transformarlas en energías cooperadoras. Durante este proceso encontramos una fase transitoria: el
disgusto, vía la codicia, se transforma en discriminación; la ansiedad, vía la excitación, en un interés específico como la hostilidad, excitación sexual, entusiasmo, iniciativa, etc.; el miedo, vía la sospecha, se transforma en experimentación, esto es, en una ampliación de las órbitas de la propia vida; y la vergüenza, vía el exhibicionismo, en autoexpresión.

La filosofía básica de la terapia gestalt es la diferenciación e integración de la naturaleza. La diferenciación conduce por sí misma a polaridades. Como dualidades, estas polaridades se pelearán fácilmente y se paralizarán mutuamente. Al integrar rasgos opuestos, completamos nuevamente a la persona. Por ejemplo: debilidad y bravuconería se integran como una silenciosa firmeza. Tal persona tendrá la posibilidad de ver la situación total (una gestalt) sin perder los detalles. De este modo, obtiene una mejor perspectiva que le permite enfrentar la situación mediante la movilización de sus propios recursos.
   

Trabajo con los sueños.

Los sueños ocupan un lugar especial en la terapia gestalt por la inmediatez con que pueden ser vividos y experimentados por el soñante.

La técnica que se utiliza para trabajar los sueños y llegar a darse cuenta de su significado para la persona que sueña, consiste en (1º) pedirle primeramente al soñante que relate el sueño en primera persona y en presente; es decir, que lo relate como si estuviera pasando en este mismo momento. Mediante este sencillo mecanismo, la persona se compenetra más íntimamente con su sueño que si habla simplemente de él. (2º)A continuación, se trata de localizar el sueño en el espacio, distribuyendo las distintas partes de que se compone como si se estuviera representando en un escenario. Así, el sueño se convierte en una experiencia nueva y viva que hace que la persona adquiera un mayor compromiso con lo que está sucediendo en su sueño.

Se trata de que la persona se dé cuenta de aquellas partes suyas que están proyectadas, ya sea en personas, en objetos o conceptos. La alienación se produce cuando la persona niega la existencia en ella de partes que le pertenecen. "Ese no soy yo" decimos cuando algunos aspectos de nosotros no nos gustan. Esto empobrece al individuo y sus intercambios con el mundo se hacen más reducidos y deformes. Pero los sueños no son simples proyecciones, sino que también podrá verse a través de él, el tipo de contacto que está estableciendo el paciente con los demás, la activación de sus angustias, temores y todas las características que puede asumir el contacto en cada persona y en cada momento.

 

Gestalt y clínica

La psicología de la gestalt se transforma en Psicoterapia cuando F. Perls introduce el concepto de motivación.

Hay tres premisas que fundamentan la Gestalt como una terapia con sus aplicaciones en el campo de la Psicología Clínica.

1) La primera premisa es el darse cuenta, que tiene que ver con el "qué" y el "cómo" de la conducta y no con el "porqué". Sólo cuando el individuo se da cuenta de lo que hace y de cómo lo hace podrá cambiar su conducta. Esto introduce un cambio sustancial en el modo de concebir al paciente, el cual pasa de echar la culpa de lo que le sucede a algo o alguien externo a hacerse responsable de sus conductas y de sus consecuencias.

2) La segunda es la homeostasis, que Perls identificó con autorregulación organísmica y lo definió como el proceso mediante el cual el organismo interactúa con el ambiente para mantener el equilibrio.

3) La tercera es el contacto, que ya va implícito en la anterior premisa de homeostasis. El contacto es imprescindible para el crecimiento y el desarrollo del ser humano.

Salud y enfermedad

La salud y la enfermedad vendrán determinadas, pues, por una alteración en cualquiera de estas tres expresiones del ser humano. A partir de esa concepción, la persona que asiste a terapia ya no es un enfermo irrecuperable y la enfermedad no es una fijación en una etapa infantil -como lo era para el Psicoanálisis- o una mera conducta observable -como lo era para las terapias conductuales-, sino un desajuste en el intercambio con el ambiente.

Los objetivos de la Terapia Gestalt son:

- Pasar del apoyo externo al autoapoyo.

- Aprender a darse cuenta de lo que hace y cómo lo hace (auto-responsabilidad).

- Lograr la mayor integración posible, ya que esto facilita el crecimiento y desarrollo del individuo.

- Fomentar en el paciente una actitud activa y responsable que le permita aprender a observar sus conductas y a experimentar otras nuevas.

Lo novedoso de la terapia Gestalt

 Hay mucho de novedoso en la Terapia Gestalt y en su abordaje desde la práctica clínica. A saber:

1. Concepto de "paciente" como persona que viene a terapia en contraposición con el "enfermo incurable".

2. La cualidad del terapeuta como el que "enseña a aprender".

3. El proceso terapéutico como experiencia de contacto esencialmente fenomenológico.

En cuanto al primer punto, la persona es tratada como una totalidad y es co- responsable del proceso terapéutico; es por eso que ha de ser particularmente activo y capaz de descubrir y lograr sus objetivos a través de sus propios esfuerzos.

Un terapeuta gestáltico:

No interpreta, no condiciona ni descondiciona: acompaña. Atiende a la conducta, no a los mentalismos. Atiende al darse cuenta y no a preguntas especulativas; al aquí y ahora en lugar del allá y entonces.

Tiene un estilo directo y activo en el trabajo terapéutico y una preocupación por crear una relación horizontal. Paciente y terapeuta son dos personas embarcadas en una tarea en la que el foco de atención es el paciente; no se fomenta la dualidad de que el sano es el terapeuta y el enfermo el paciente.

El uso del terapeuta como herramienta de cambio, el que apoya lo genuino y confronta lo neurótico del paciente. Sus devoluciones oscilan entre el apoyo y la frustración.

Por último, un terapeuta gestáltico no le dice al paciente lo que ha descubierto acerca de él, sino que le enseña a aprender acerca de sí mismo.

En lo que se refiere al proceso terapéutico, éste no es un producto terminado sino que ha generado una persona que ha aprendido a desarrollar el "darse cuenta" que necesita para solucionar sus propios problemas. El criterio de éxito no es la aceptación social, sino el incremento de la capacidad de darse cuenta del paciente, que se ve reflejado en un aumento y recuperación de su vitalidad y en una conducta más integrada de acuerdo a sus necesidades esenciales y a sus posibilidades.

La última aportación a la que quiero referirme está contenida en una frase de Perls: "La Terapia Gestalt es algo demasiado bueno como para acotarlo exclusivamente a los neuróticos”.

 

Las raíces filosóficas de la terapia Gestalt

Si la Terapia Gestalt es ante todo, en palabras de Claudio Naranjo, la forma de hacer terapia originada por Fritz Perls, la pregunta acerca de las bases filosóficas de este tipo de terapia necesariamente nos remite a aquéllas en que pudo beber o inspirarse el propio Perls (1893-1970).

Los intereses del Fritz adolescente no se orientaban precisamente a lo teórico. Rebelde, enfrentado a la tradición religiosa judía familiar -que consideraba hipócrita-, y fascinado por su temprana experiencia teatral con Max Reinhardt, ve interrumpidos sus estudios de medicina , iniciados como compromiso social frente a la presión paterna, para pasar por la terrible experiencia de las trincheras en la Primera Guerra Mundial. Graduado como neuropsiquiatra una vez terminada ésta, su espíritu inconformista, desencantado, y a la vez vitalista, le pone en contacto con la vanguardia del movimiento de la Bauhaus en Berlín. Aquí, entre una pléyade de artistas, poetas, arquitectos y pensadores disidentes, encuentra al filósofo neokantiano Solomon Friedlaender, en cuya teoría sobre la "indiferencia creativa" -basada en la afinidad de los contrarios y la existencia entre ellos de un "punto cero" de equilibrio- iba a encontrar Fritz, en sus propias palabras, "un antídoto contra mi confusión y extravío existenciales". Por esta época, no obstante, iba a acudir también en busca de solución a la que habría de ser su primera psicoanalista, y a la vez la primera introductora crítica al mundo del psicoanálisis: Karen Horney.

Los influjos se superponen. Por un lado, el de su tratamiento y ulterior formación psicoanalítica en Frankfurt, Berlín y Viena, de la mano de otros famosos analistas que le llevan a establecerse él mismo como psicoanalista ortodoxo por más de diez años, primero en Berlín y luego, huyendo de los nazis, en Sudáfrica, donde irá fraguándose su propia síntesis terapeútica. Particular importancia ejerció en él como terapeuta Wilheim Reich, que habría de agudizar su consciencia de la importancia del cuerpo como factor de anclaje y expresión de los conflictos neuróticos.

Por otra parte, aún en Alemania, coincidiendo con sus inicios psicoanalíticos, resultará decisivo su contacto -sobre todo a través de Laura, su futura mujer- con la escuela de la "Psicología de la Gestalt" de Frankfurt ( Köhler, Wertheimer, Kurt Lewin...) y sus conclusiones en el estudio de los mecanismos de la percepción: organismo y medio concebidos como un "todo" donde el organismo percibe el medio como conjunto significativo (Gestalt), estructurado en términos de "figura" y "fondo", en función de su interés o necesidad en cada momento dado. Cuando el organismo satisface su necesidad, vuelve a un punto cero de equilibrio (coincidencia con Friedlaender), hasta que la tensión surgida de una nueva necesidad vuelve a reestructurar la percepción del medio en orden a satisfacerla y alcanzar así un nuevo equilibrio dentro del ciclo permanente de "autorregulación organísmica" que caracteriza la vida.

Estos gestaltistas no tenían propósito alguno de utilizar sus invetigaciones para fines terapéuticos, pero Perls, guiado por su agudo instinto práctico, rescataría más adelante como eje de su futuro sistema terapeútico una fe inquebrantable en la capacidad humana individual y social de autorregulación organísmica, y el concepto dinámico operativo de "gestalt inconclusa", orientando la terapia a la detección y resolución en el presente de "situaciones inacabadas" en la vida del individuo, origen del estancamiento de su energía y, por tanto de su neurosis. De aquí también el adoptar tardíamente para su específica forma de terapia el nombre de "Terapia Gestalt" (hacia 1950).

A estos influjos hay que añadir, todavía en la etapa alemana, algún contacto más episódico que sistemático con el movimiento existencial ( Buber, Tillich, Scheler...) y con la fenomenología de Husserl. "Al menos me había compenetrado de una cosa: la filosofía existencial exige que uno tome la responsabilidad de su propia existencia ", dice en su autobiografía, donde también califica a su terapia de "existencial", al lado de la Logoterapia de Frankl y la terapia del Dasein de Binswanger. Rasgos existenciales de la terapia Gestalt son también concebir la relación terapeútica como una relación "Yo-Tú" (Buber), y el énfasis en el aquí y ahora . La raigambre fenomenológica , presente ya en la misma escuela de la "Psicología de la Gestalt", se hace más patente aún en Perls con su insistencia en el desarrollo de la conciencia de lo obvio ("awareness"), sin interpretaciones, como vía de captación de la realidad, y en su alejamiento de todo interés por el inconsciente. Por cierto, Perls, que siempre admiró mucho a Freud, comenta en su autobiografía: "Estoy profundamente agradecido de lo mucho que me desarrollé oponiéndome a él".

De esta forma, Perls, poseedor de una mente poderosa, dotada de una fuerza lógica, crítica e integradora de primer orden , pese a no ser ante todo un teórico, iba a adscribirse -más por olfato e instinto vital derivados de su propia personalidad y experiencia que como fruto de una trabajosa decantación intelectual- a las nuevas corrientes filosóficas de su tiempo (fenomenología y existencialismo, sobre todo), separándose así de las corrientes asociacionistas , mecanicistas y positivistas que dominaban la filosofía y la ciencia en el cambio de siglo y que estaban en la base de toda la concepción psicoanalítica freudiana.

La síntesis personal de Perls, que empezó a tomar cuerpo tardíamente (con casi 50 años), no dejaría de enriquecerse con nuevos aportes hasta en sus últimos años, lo que de por sí pone de relieve, además de su admirable vitalidad, la estrecha coherencia con su propia vida que presidió desde siempre su particular forma de trabajo terapeútico. Entre esos nuevos elementos, aparte el psicodrama de Moreno o los trabajos de Ida Rolf y Eric Berne, cabe destacar como más importantes, en el orden filosófico, la concepción holística de Jan Smuts (con quien trabó amistad en Sudáfrica) y, sobre todo, el contacto directo que tuvo con la filosofía oriental a lo largo de su estancia de dos meses en un "dojo" japonés. En los principios taoístas de integración de opuestos -Ying y Yang-, y la atención centrada en el presente y el valor del vacío, propios del Zen, encontraría una confirmación amplificadora de posiciones ya anteriormente establecidas por él en la misma dirección.

De esta forma, su enfoque terapeútico, firmemente encuadrado dentro del Movimiento de la Psicología Humanista o de Desarrollo del Potencial Humano surgido en California en los años 60 de la mano de Abraham Maslow, Alan Watts y Carl Rogers, entre otros, acaba asomándose así a la dimensión espiritual transpersonal, que estaba en germen en ese movimiento, transcendiendo con ello los estrechos plantemientos psicologizantes en que había estado inmerso el mundo de la psicoterapia freudiana hasta el momento.

 

Bibliografía

 

Bibliografía recomendada comentada

Perls, F.; Hefferline, R.F. y Goodman, P. (1951): Gestalt Therapy, excitement and growth in the Human Personality, Ed. Julian Press, New York, 1994 (Versión española inédita del Centro de Terapia y Psicología, Madrid, 1997)

Es el libro "fundador" de la Terapia Gestalt. Es un libro difícil de leer y de comprender ya que sus autores no querían que las ideas contenidas en él se "introyectaran" sin más, sino que se "rumiaran" y se asimilaran o se descartaran de una manera madura. Consta de dos partes, la primera es la teoría mientras que la segunda son ejercicios (muy elementales y sin demasiada consonancia con la primera parte) como una manera de fomentar el awareness (darse cuenta).  

Robine, J.-M.: Terapia Gestalt; Ed. Gaia, Madrid, 1998.

Un librito de tan solo noventa páginas pero, en mi opinión, una de las mejores muestras, traducidas al español, de lo que es la Terapia Gestalt. Tiene un fallo: la traducción es muy mala e inexacta.  

Moreau, A.: Ejercicios y técnicas creativas de Gestalterapia; Ed. Sirio, Málaga, 1999.

Aborda la Terapia Gestalt en su conjunto, con muchas explicaciones, ameno, fácil de leer y con propuestas de ejercicios sobre cada uno de los puntos teóricos que expone.

 

Bibliografía  

BLOOM, Daniel: Estructura y funcionamiento del self, Documento del CTP, Centro de Terapia y Psicología, Madrid, España.

BLOOM, Daniel: La canción del self, Documento del CTP, Centro de Terapia y Psicología, Madrid, España.

HODGES, Carl: Teoría del campo, Documento del CTP, Centro de Terapia y Psicología, Madrid, España.

KLEPNER, Perry: Interrupciones del contacto, Documento del CTP, Centro de Terapia y Psicología, Madrid, España.

MEYER, Kenneth: Self & Egotismo, Documento del CTP, Centro de Terapia y Psicología, Madrid, España.

PERLS, F., HEFFERLINE, R. y GOODMAN, P.: Terapia Gestalt: Excitación y crecimiento de la personalidad humana; Ed. Sociedad de Cultura Valle-Inclán, Ferrol, 2002.

SPAGNUOLO LOBB, Margherita: La teoría del self en Terapia Gestalt, Documento del CTP, Centro de Terapia y Psicología de Madrid, España.

ZEVY, Lee: Resumen del Proceso de Contacto, Documento del CTP, Centro de Terapia y Psicología, Madrid, España.

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