UTOPÍA Y CONOCIMIENTO
LA ESCUELA DE FRANKFURT: ALGUNOS ASPECTOS FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA CRÍTICA

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María del Pilar Quintero 

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INTRODUCCIÓN

El siglo XX se caracterizó por grandes logros científicos y tecnológicos, brillantes movimientos artísticos y trágicos acontecimientos políticos y militares que desgarraron la conciencia de Occidente.

            En el extraordinario proceso de construcción del pensamiento humano que se produce en el siglo XX, se destaca y brilla con luz propia -por su imaginación, disciplina, rigor, perseverancia, audacia y honestidad- el movimiento filosófico-científico que se denomina Escuela de Frankfurt y su creación colectiva la Teoría Critica.

            La complejidad y riqueza del pensamiento de la Escuela de Frankfurt ha sido objeto de múltiples y amplios estudios. En nuestro medio académico universitario se han estudiado poco sus teorías y menos aún sus propuestas epistemológicas.

            Excepción de ello ha sido la lectura de Marcuse, que estuvo “de moda” en los años setenta, y, más recientemente, la lectura de Adorno y Habermas, que se ha realizado en las escuelas de Comunicación Social, de Filosofía y de Estudios Políticos.

            Esa ausencia constituye un vacío en la discusión y estudio de las ciencias sociales de nuestro medio, pues sus propuestas y sus interrogantes son muy renovadoras y conforman actualmente referencias fundamentales para el estudio de la sociedad contemporánea.

            El presente es un trabajo descriptivo, con intención didáctica, que tiene por objetivo presentar una visión panorámica de algunos aspectos relevantes que ha planteado la Escuela de Frankfurt y que, por ello, puede servir de introducción y motivación a una lectura directa de los representantes más destacados de dicha Escuela.

 

BREVE RESEÑA HISTÓRICA

             La llamada Escuela de Frankfurt ha estado formada por grupos de filósofos, estudiosos de las ciencias sociales, que han aspirado a una transformación social y política de la sociedad, pero que han sido inconformes con los planteamientos convencionales que en el terreno político han propuesto: la social democracia y el marxismo ortodoxo; y, así mismo, en el campo científico han disentido profundamente de los empiristas o positivistas lógicos y del racionalismo.

            Sus representantes se organizaron inicialmente en forma de un Instituto de Investigaciones Sociales, pues aspiraban a desarrollar programas de investigación humanística y social que tuvieran independencia intelectual y financiera. En sus inicios lograron una donación particular, por parte del padre de un intelectual judío alemán, que estaba interesado en los estudios del antisemitismo. Esta donación administrada con rigurosidad y conocimiento, permitió el financiamiento del Instituto, incluso en su periodo del exilio en Estados Unidos de Norteamérica, durante la segunda guerra mundial. El Instituto logró desde sus comienzos el auspicio y el reconocimiento de la Universidad de Frankfurt y durante el exilio, el de la Universidad de Columbia. Finalizada la guerra retornó a Alemania.

            Los miembros de este Instituto, conforman la llamada Escuela de Frankfurt. La investigación actual los organiza en tres generaciones: en la primera destaca Friederich Pollock, Felix Weil, Kurt Albert Gerlach y Carl Grumberg. En la segunda generación están: Max Horkheimer, Theodor Adorno, Heber Marcuse, Erich Fromn, Walter Benjamín y Leo Lowenthal, entre otros, y a la tercera y más reciente generación pertenecen Jurgen Habermas, Alfred Schmidt y Albreacht Wellmen.

            La historia del siglo XX influye de manera fundamental tanto en sus reflexiones teóricas: la denominada Teoría Critica; como en el campo de sus investigaciones aplicadas. Acontecimientos como la primera y la segunda guerra mundial; el fascismo; la revolución rusa, el stalinismo, la guerra civil española, la revolución mexicana y el fortalecimiento del capitalismo, la guerra de Vietnam, y los grandes desarrollos tecnológicos, influyeron de manera decisiva en la orientación filosófica y científica de sus trabajos y los temas del mismo: la razón, la libertad, la subjetividad, la industria cultural, el autoritarismo, el carácter social, la acción política, la comunicación, la estética, el arte y la ética. Así mismo, los graves acontecimientos sociopolíticos que estamos viviendo, al iniciarse el Siglo XXI son un nuevo estimulo para estudiar esta tradición intelectual.

 

BREVE EXPOSICIÓN DE ALGUNOS PLANTEAMIENTOS DE LA TEORÍA CRITICA, DE  IMPORTANCIA FUNDAMENTAL PARA LA EPISTEMOLOGÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES,

EN EL MUNDO ACTUAL.

 

1.-            Necesidad de una relación estrecha entre filosofía y ciencias sociales. Todos los miembros de la Escuela de Frankfurt que de ahora en adelante abreviaremos E. de F, han poseído una sólida formación filosófica. Ello hizo posible la construcción dialéctica de la Teoría Critica, desarrollada en una confrontación abierta con los más conspicuos representantes de la tradición filosófica de los siglos XVIII, XIX y XX, lo que ellos llamaron una dialéctica negativa.

            Los miembros del E. de F. traen al Instituto, una sólida formación filosófica, asumen la teoría marxista como una propuesta filosófica capaz de orientar una práctica transformadora y una nueva sociedad. Pero la asumen desde una postura libertaria que no acepta dogmas, que disiente del modelo soviético por razones teóricas y prácticas y que desde su amplia formación filosófica se permiten reflexionar, discutir y disentir, con libertad, desde su posición heterodoxa.

            Así para citar algunos ejemplos, Horkheimer tuvo mucha influencia de Schopenhauer, Kant y Hegel; Adorno de Max Sheller, Nietzche y “los filósofos de la vida”, en especial Dilthey; Marcuse especialmente de Nietzche, Hegel y Heidegger con quien trabajó directamente para elaborar su tesis para las oposiciones en la Universidad; y Fromm de Aritóteles, Spinoza, Marx y Hegel. En la actual generación Habermas, de Adorno, Heidegger, Whittgenstein y Gadamer.

 

2.-            Los miembros de la E. de F. Han asumido la investigación de la sociedad de su tiempo, a partir de una perspectiva optimista de la sociedad humana. presuponiendo en ella las condiciones ontológicas y con ello las potencialidades, para desarrollar una vida colectiva más armoniosa y plena de sentido.

            En ello, han sido herederos de la tradición humanística de Occidente y en particular de la Filosofía de la Ilustración; más lejos aún, de la promesa de redención humana propia de la tradición judeo - cristiana y más recientemente de la teoría de Marx. -

 

3.-            Los miembros de la primera y segunda generación asumieron definitivamente la teoría marxista como orientación filosófica para la realización de un cambio social. Es de importancia señalar aquí, que la meta, el objetivo de cambio social estaba subyacente de forma explícita o no, en todos los esfuerzos teóricos y prácticos de los miembros de E. de F.

            Así también es necesario exponer que para la Teoría Crítica creada  por ella, el cambio social estaba muy distanciado del pragmatismo, así: “al vincular investigaciones y práxis el Instituto trataba de distinguir cuidadosamente su enfoque del de los pragmáticos. Esto fue puntualizado por Horkheimer y Adorno en varias criticas a la tradición pragmática:  “pragmatismo y positivismo escribió, en una carta posterior (Horkheimer), comparten la identificación de filosofía y cientificismo. Aunque los Pragmáticos tuvieran razón al relacionar la verdad con la actividad humana, su comprensión de la relación era demasiado simple poco dialéctica” (Jay 1974:146).

            A este propósito expone Horkheimer:

            “La enseñanza epistemológica de que la verdad aumenta el valor de la vida, o más bien de que todo pensamiento provechoso, también debe ser verdadero, contiene un engaño conciliacionista, si ésta epistemología no pertenece a una totalidad que contenga tendencias realmente conducentes a una condición mejor, que aumente el valor de la vida. Disociada de una teoría definitiva de la sociedad en su conjunto, toda epistemología continua siendo formal y abstracta” (Jay 1974:146).

            Plantea así Horkheimer, que el cambio social tiene sentido dentro de una perspectiva de una teoría y práctica totalizante orientada a mejorar la vida. Marcará así una exigencia ética, que ha sido una constante en la teoría critica.

            Compartían la tesis de Marx sobre la habilidad del hombre, para recrearse permanentemente en lo cultural, lo que algunos autores posteriores han definido como “antropogénesis”.

            Por ello Horkheimer estaba de acuerdo con el planteamiento de que “la sociedad óptima era aquella en la que el hombre estaba libre para actuar como un sujeto antes que para ser actuado como un predicado contingente” (Jay 1974: 107).

            La Teoría Critica le dio una gran importancia al concepto de práxis: un tipo de acción que se crea a sí misma, distinta de la conducta motivada externamente, producida por fuerzas que escapan del control del hombre” (Jay 1974: 26).

            En el uso que le han dado la Escuela de Frankfurt, a este término, se corresponde con la concepción marxista de la relación dialéctica con la teoría.

            Los investigadores de la E. de F. han planteado que la investigación debe estar estrechamente vinculada a la realidad social de su tiempo.

            No han interpretado ellos el concepto de práxis, como se esquematiza en muchas ocasiones, asociándolo a un sentido estrecho de práctica política, a militancia partidista.

            De hecho, ellos no militaron ni en el pasado, y al parecer tampoco ahora, en partidos políticos. Pensamos que la experiencia de George Lucka’s, con su obra “Historia y Conciencia de Clase” y el conflicto vivido por éste filósofo, al interior del partido comunista, que lo llevó a tener que hacer pública, una autocrítica por pensar con libertad, fué bastante alarmante y dolorosa para los intelectuales de su tiempo.

 

4.-            La Teoría Critica ha mantenido una critica muy profunda ante el marxismo ortodoxo, así:

 

4.1.- Los investigadores de la E. de F. trabajaron en la revalorización de los aspectos filosóficos de la obra de Marx. Consideraban que en ella, había una influencia de la dialéctica hegeliana, (fundamentalmente en una primera parte de la obra marxiana: Los Manuscritos de 1844, La Ideología Alemana), que después en una Segunda parte de la obra estos fundamentos filosóficos habían sido sustituidos por el cientificismo y el positivismo.

4.2.- La Teoría Critica, no comparte la tesis de Marx sobre el papel fundamental del trabajo en la formación humana: en la hominización.

            Horkheimer, consideraba al respecto que: “hacer del trabajo una categoría trascendente de la actividad humana es una ideología ascética....” (Horkheimer 1986:120).

            Y a propósito de esta discusión Walter Benjamin, opinará que el énfasis marxista vulgar sobre el trabajo “reconoce únicamente los progresos del dominio de la naturaleza, pero no quiere reconocer los retrocesos de la sociedad. Ostenta ya los rasgos tecnocráticos que encontraremos más tarde en el Fascismo...... El trabajo, tal y como ahora se le entiende desemboca en la explotación de la naturaleza que con satisfacción ingenua se opone a la explotación del proletariado.

            Comparadas con esta concepción positivista demuestran un sentido sorprendentemente sano, las fantasías que tanta materia han dado para ridiculizar a Fourier (Benjamin 1973:185).

            Y según Martín Jay, Adorno también tenia una critica profunda a este planteamiento de Marx, nos dice Jay “cuando hablé con él en Frankfurt en marzo de 1969 dijo que Marx quería convertir el mundo en un gigantesco taller” (Jay 1974: 108).

            Marcuse si aceptó la centralidad ontológica del trabajo en el hombre y trato de rastrear en Hegel la noción de trabajo de Marx. Y sostiene que en Hegel el concepto de trabajo no es periférico sino la noción central a través de la cual concibe el desarrollo de la sociedad.

            A su vez, estos planteamientos de Marcuse han sido criticados por Habermas, quien dice que Marcuse, dejo de lado a un modo alternativo de auto producción contenido en los escritos de Hegel que trata de “la interacción mediada simbólicamente, vale decir lenguaje y gestos expresivos” (Jay 1974: 135).

4.3.- Leo Lowenthal y Theodor Adorno se van a interesar de manera fundamental en el planteamiento de la teoría marxista, de la división de la sociedad en infraestructura y superestructura. La Teoría Crítica se va a oponer, a la tesis de la sobredeterminación económica. Según algunos autores, en esta posición de la Escuela de Frankfurt  fue determinante la influencia de Hegel y su tesis sobre la importancia predominante de la conciencia social en la sociedad y la cultura.

            Así, nos dice Martín Jay: “El énfasis de Hegel sobre la conciencia como constitutiva del mundo, desafiaba el materialismo pasivo de los teóricos de la Segunda Internacional. Aquí pensadores no marxistas como Croce y Diltley habían preparado el camino, al reavivar el interés filosófico hacia Hegel antes de la guerra.

            Durante el mismo periodo, el énfasis de Sorel sobre la espontaneidad y la subjetividad también jugo un papel al socavar el materialismo mecanicista de los adherentes ortodoxos de la segunda internacional”. (Jay 1974:85).

4.4.-            Según Horkheiner y sus colegas las diferentes y variados expresiones culturales no podrían percibirse, ni interpretarse con criterios reduccionistas y mecanicistas, en su relación con la infraestructura económica y las clases sociales. Por el contrario todos los fenómenos y procesos culturales deben estudiarse e interpretarse como mediados por la totalidad social, y no simple y mecánicamente por los intereses de clase (Adorno T. 1962).

4.5..- Como resultado de amplias y ricas discusiones que se dieron a través de los años, la Escuela de Frankfurt centró sus energías en el estudio de la superestructura cultural de la sociedad moderna. Algo que los marxistas ortodoxos habían dejado de lado.

            Si bien en la primera generación de miembros de la E. de F. algunos miembros como Pollok y Grossman realizaron importantes estudios sobre la infraestructura económica de la sociedad, sin embargo a partir de la incorporación de Horkheimer, Adorno y Marcuse los estudios sobre la cultura contemporánea, tomaron un lugar fundamental.

            Sobre este tema, la Teoría Crítica le dará una gran importancia a una serie muy amplia de aspectos culturales y en particular a la percepción y la imaginación estéticas como expresiones fundamentales de los seres humanos.

            Los estudios de Adorno sobre la Cultura de Masas, provienen de estas reflexiones, y del papel tan importante que atribuyeron a ella, en la formación del conformismo de la clase obrera, y la perdida de sentido crítico en amplios sectores de la población.

4.6.-            En la actual generación, Habermas y Apel, pondrían el acento de la investigación, en la ética, la política, la comunicación y el derecho. 

4.7.-            Los miembros de la E. de F. van a rechazar la tesis de “la conciencia como reflejo de la realidad”, esgrimida por la ortodoxia marxista, y reforzada con los estudios de Pavlov y la llamada reflexología.

            Según la Teoría Critica, en esta tesis se niega el papel activo del sujeto en el proceso de conocimiento. Por el contrario la E. de F. reivindicará el papel fundamental del sujeto en el proceso de conocer. Ello será tarea de muchos ensayos y artículos por parte de los miembros de la Escuela de Frankfurt, y tendrán en su fundamentación influencia de Kant y Dilthey.

4.8.-            En una tesis opuesta al marxismo ortodoxo, la Teoría Crítica, le va a dar mucha importancia al estudio de la subjetividad. Ello explica la gran importancia que su teoría le va a dar al psicoanálisis.

            La teoría psicoanalítica entra a formar parte de la Teoría Crítica a través de Erich Fromm, que se incorporó al Instituto de Investigaciones Sociales en Frankfurt,  desde  sus  inicios tuvo a su cargo el área de Psicología Social del mismo e influyó de manera decisiva en la incorporación de la dimensión psíquica a las investigaciones del Instituto (Funk  1987 ).

4.9.-            Los investigadores de la Escuela  de Frankfurt van a rechazar la aceptación acrítica de la tesis, de que “la religión es el opio de los pueblos”, planteada por Marx. Para ellos, la religión es un fenómeno cultural y psicológico de gran complejidad, que requiere de un estudio e interpretación interdisciplinario, donde deben confluir la historia, la filosofía, la ética y la psicología.

            Así, Horkheimer, en su libro Dammerung, traducido como Ocaso, escribe, que la religión no debe ser entendida simplemente como falsa conciencia, “porque ella contribuía a preservar una esperanza de justicia futura, una promesa que debería ser cumplida, mientras que el ateísmo vulgar negaba tal posibilidad” (Jay 1974: 106). Es decir la religión permitía la construcción de un imaginario simbólico, sobre una vida mejor, lo cual permitía, con el paso del tiempo construir una propuesta alternativa de vida, para transformar ese imaginario en una realidad.

            Así, también E. Fromm, en un trabajo a propósito del Narcismo individual y social expone: 

            “El hombre alcanza su plena madurez cuando sale por completo del narcisismo, tanto del narcisismo individual como del de grupo. Esta meta del desarrollo mental que se expresa asi en términos psicológicos, es esencialmente la misma que expresaron los grandes guías espirituales de la especie humana, en términos religioso - espirituales. Aunque los conceptos son diferentes, el contenido y la experiencia a que se refieren son los mismos”. (Fromm, 1977.103). 

4.10.- Todos los filósofos de la Escuela de Frankfurt van a revalorar al individuo, a la persona, por contraposición al marxismo ortodoxo,  que subsumía al individuo, en la masa, o la clase, lo cual conducía a la cosificación. Criticaban a su vez “la rigidez, creciente de un racionalismo abstracto y la uniformización concomitante de la vida individual en la sociedad industrial avanzada.            A su vez combatían, los planteamientos sobre un individualismo abstracto, así Adorno señalaba el componente social a través del cual la subjetividad era inevitablemente mediada” (Jay 1974:128).

4.11.- Horkheimer, Adorno, Fromm y Marcuse, cada uno en sus trabajos valorarán y reivindicarán, la necesidad del bienestar, el placer y la felicidad personal. Estudiaron críticamente la ética burguesa de la abnegación, la santificación del trabajo y la herencia religiosa de la exaltación del sacrificio personal, el martirologio. Así también rechazarán la continuidad de estas ideologías en los movimientos revolucionarios, que terminaron oponiéndose a la felicidad individual en nombre de algún bien superior. Citaban como expresión de ello a los florentinos de la época de Savonarola, la Revolución Francesa y especialmente al terror que fueron manifestaciones de este problema: Asi:

            “Robespierre, como Rienzi y Savonarola, confundió el amor al pueblo con su represión implacable. La igualdad traída por la revolución, anotó Horkheimer fue la nivelación negativa producida por la guillotina, una igualdad de degradación antes que de dignidad. En el siglo XX había aparecido un fenómeno similar en el fascismo. El Fuhrer, o el Duce expresaban en forma extrema, la típica combinación burguesa de sentimentalidad romántica y crueldad total. (Jay 1974:108). Proceso que se vio también en el Stalinismo y el autoritarismo soviético, y en todas las expresionees del llamado Socialismo Real, URSS, China, Cuba, y en los movimientos marxistas de América Latina, y Africa sobre lo cual escribirán extensamente después de la segunda guerra mundial.

            La ideología del deber y el servicio a la totalidad, al precio de la felicidad individual, alcanzó su expresión final en la retórica fascista” (Jay 1974: 109).

            Con la influencia del Helvetius, Nietzche y Freud, los miembros de la Escuela de Frankfurt estudiaron y valoraron la importancia del derecho a la felicidad personal y la necesidad psicológica del bienestar y la felicidad personal, sin que ello negara la gratificación como expresión de una interacción comunal y un bien colectivo. (Idem).

            Nietzche había expuesto la conexión entre autonegación y resentimiento implícita en la mayor parte de la cultura occidental. Freud, había señalado y expuesto las conexiones entre la frustración de las necesidades personales y el surgimiento de la  violencia y crueldad, que exigían estudiar con lupa, las consecuencias sociales del “sacrificio y la abnegación”

            Horkheimer, Marcuse y Fromm estudiaron estos problemas y desarrollaron sobre ello importantes búsquedas, con fundamentacion psicoanalítica. Marcuse dejara escritas estas reflexiones en sus obras, El Hombre Unidimensional y Eros y Civilización y Erich Fromm, desarrollara ampliamente sus tesis sobre biofilia “el amor a la vida”, versus, la necrofilia “el amor a la muerte” y sus raíces sociales y psicológicas que publica en sus obras: Etica y psicoanálisis, El miedo a la libertad,  El amor a la vida .(Marcuse, 1995) (Fromm: 1986).

            Así nos dice Marcuse:

            “El mismo individuo libre debe provocar la armonía entre la gratificación individual y la universal. En una civilización libre en verdad, todas las leyes son autocompuestas por los individuos: “Dar libertad por la libertad es la ley universal del “estado estético”; en una civilización libre en verdad, la “voluntad de la totalidad” se realiza en si misma solo a través de la naturaleza del individuo”. El orden es libertad solo si está fundado y es mantenido por la libre gratificación de los individuos”. (Marcuse 1995: 180).

4.12.- Horkheimer resaltó el elemento activo del conocimiento, por ello criticaron fuertemente la epistemología materialista monista del marxismo vulgar. Sostenían que el verdadero materialismo es dialéctico, e involucra un proceso dinámico de interacción sujeto - objeto.

            Aquí, Horkheimer, reclamaba las raíces hegelianas del marxismo:

            “Como Marx, pero a diferencia de muchos autodenominados marxistas, se rehusó a hacer de la dialéctica un fetiche, como un proceso objetivo fuera del control del hombre. No la vió como una construcción metodologíca impuesta, como un tipo ideal weberiano ni como un modelo científico social, sobre una realidad múltiple, caótica. La dialéctica indagaba el “campo de fuerza” para usar una expresión de Adorno entre conciencia y ser, sujeto y objeto. No pretendía, y en realidad no habría podido, descubrir principios ontológicos fundamentales.

            Rechazaba los extremos de nominalismo y realismo y permanecía deseosa de operar en un perpetuo estado de juicio en suspenso.

            De aquí la importancia crucial de la mediación (Vermittlung) para una teoría correcta de la sociedad.

            Ninguna faceta de la realidad social podría ser comprendida en si misma. No había “hechos sociales” como creyeron los positivistas, que fueran el sustrato de una teoría social. Había en cambio una interacción constante de lo particular y lo universal del “momento” [¨fase o aspecto de un proceso dialéctico] y la totalidad”. (Jay 1974:103).

            También rechazarían la separación instaurada por Descartes, entre sujeto y objeto, por considerarla subjetivista. Pero también rechazaban la fusión, la identidad, entre sujeto y objeto planteada por Hegel:

            “Desde el principio Horkheimer consistentemente rechazó la disyuntiva entre sistematización metafísica o empirismo antinómico, de una ciencia social dialéctica que evitaría una teoría de la identidad y, sin embargo, preservaría el derecho del observador a ir más allá de los datos de su experiencia. Fue en gran medida esta resistencia a sucumbir a las tentaciones de cualquiera de estas alternativas lo que dio a la Teoría Crítica su eficacia”.  (Jay 1974:93).

 

5.-            La Escuela de Frankfurt, rechazo la tesis de la objetividad y la neutralidad de las ciencias sociales.

            Sus integrantes han expuesto que la ciencia y la producción de conocimientos, no son neutrales, conocimiento es poder, y por ello son una fuente de poder estrechamente relacionada a las contradicciones sociales de su época. Como tales pueden ser fuente de poder para la opresión o la liberación (Horkheimer 1968).

 

6.-            Para los investigadores de la E. de F. las ciencias sociales no están separadas de la historia, y de la sociedad. No están conformadas solo por un discurso intracientífico, sino que están estrechamente relacionadas con los procesos histórico - sociales, económicos y culturales.

            La Teoría Crítica, va a colocar el conocimiento histórico, en su orientación marxista y sus raíces hegelianas, como eje central de las investigaciones sociales (Horkheimer 1968) (Jay 1974).

 

7.-            La  Escuela de Frankfurt, postuló que la investigación social no podía ser avalorativa, debía expresar valores, una ética y juicios de valor en sus estudios (Marcuse 1998: 20, 21).

 

8.-            La Teoría Crítica cuestionó la lógica formal y propuso una lógica sustantiva. El énfasis de Horkheimer sobre la dialéctica lo llevo a profundas reflexiones sobre la lógica. En Ocaso, Horkheimer escribió:

            “La lógica no es independiente del contenido........ La verdadera lógica, al igual que el verdadero racionalismo, debía ir más allá de la forma para incluir también elementos sustantivos”. (Jay 1974:105).

 

9.-            La Teoría Crítica, también confrontó la tesis de la fenomenología, así Adorno exponía que: “Husserl revelaba un anhelo fundamental de certidumbre ontológica. Al atacar su método reductivo, que buscaba esencias eternas, Adorno como Horkheimer, sostenían la importancia de la mediación.......

            Husserl, escribió Adorno fue “el más estático pensador de su periodo”. (Jay 1974: 125).

 

10.-            La Teoría Crítica, le dio un gran valor a la imaginación estética:

            “La investigación social dialéctica se mostraba receptiva ante enfoques surgidos de la experiencia pre - científica del hombre; como se observó antes, reconocerá la validez de la imaginación estética, de la fantasía, como un almacén de aspiraciones humanas genuinas. Toda experiencia valida para el teórico social, sostenía, no debiera reducirse a la observación controlada del laboratorio (Jay 1974: 145).

 

11.-            La Teoría Crítica ha promovido siempre la interdisciplinariedad.- Ello se hizo patente desde la exposición del programa de la investigacón del Instituto que se encuentra en dos documentos un tanto distantes en el tiempo, uno en 1930 y otro en 1932. El primero es el discurso de toma de posesión por parte de Horkheimer, de la cátedra de filosofía y de la dirección del Instituto y el otro el prólogo al primer número de la Revista de Investigación Social, fundada por Horkheimer como publicación del Instituto (Horkheimer 1986: 7: 16).

 

12.-            El fundamento de la metodología de investigación derivada de la Teoría Crítica, ha sido la dialéctica y el eje el análisis histórico, como centro de la investigación y la relación comprometida con la sociedad.

            Así dice Horkheimer en su trabajo Teoría Tradicional y Teoría Crítica:

            “Si bien las victorias y derrotas presentan una vaga analogía con la verificación e invalidación de hipótesis en el dominio de la ciencia, el teórico crítico no puede apoyarse  en ellas para cumplir sus fases. Le sería imposible alabar, como Poincaré, un avance enriquecedor logrado a costa de desechar hipótesis. Su oficio es la lucha de la cual es parte su pensamiento, no el pensar como algo independiente que debiera ser separado de ella. En su comportamiento tienen cabida, ciertamente muchos elementos teóricos en el sentido habitual: el conocimiento y pronostico de hechos relativamente aislados, juicios científicos, plantea problemas que, por sus intereses específicos difieren de las corrientes, pero presentan la misma forma lógica.... (Horkheimer 1968: 248).

 

13.-            En cuanto a los usos de algunos instrumentos, para la investigación social la Teoría Crítica, parece no haber planteado especificaciones. Ello dependía de las preferencias de los investigadores. Asi Adorno y Fromm en sus estudios sobre el autoritarismo, utilizaron encuestas y cuestionarios, así dice Fromm:

            “Como nota al margen vale la pena recordar que en 1932 estábamos muy interesados por la forma en que reaccionarían los obreros y empleados frente a Hitler, si llegaba al poder y cuando lo hiciera. Por lo que conocía de sus opiniones, estaban casi un ciento por ciento en contra del nazismo, pero nosotros nos hallábamos convencidos de que dependía de la fuerza relativa del campo autoritario, frente al antiautoritarismo..... (Fromm 1970: 56).

            Y en otra de sus obras:

            “Existe sobre esto una investigación que lamentablemente no ha sido publicada hasta ahora realizada por algunos colegas y yo mismo en 1931, en el Instituto de Investigaciones Sociales de Frankfurt, tratábamos de indagar la siguiente cuestión: ¿Cual es la disposición caracterológica dominante del obrero y el empleado alemán?. Enviamos a dos mil personas un cuestionario, con un gran número de preguntas detalladas.....

            Nuestros cuestionarios no contenían como es habitual una pregunta y luego una respuesta pautada “si” o “no”, o “mucho” o “algo” o “nada”, sino que las respuestas eran anotadas individualmente por el interrogado o por el entrevistador, y luego las analizábamos,a la manera en que lo hace un psiquiatra  o un psicoanalista al dialogar con un paciente: ¿ Cual es realmente la significación inconsciente, por oposición a lo que el interrogado piensa conscientemente?. (Fromm 199!:204: 205).

            Como expusimos al principio el uso o no, de determinados instrumentos, al parecer no estuvo pautado por la Escuela de Frankfurt pero su diseño e interpretación, cuando se los usaba, correspondía al marco de la Teoría Crítica.

            Algunos de los miembros de la E. de F. eran reacios a este tipo de instrumentos, y basaban su trabajo más en la observación e interpretación, tal es el caso de Marcuse. (Jay 1974).

 

14.-            Para los miembros de la Escuela de Frankfrurt, la Teoría Crítica tenia sus propios métodos de verificación en la historia. Los acontecimientos históricos, prácticos, serian los que otorgarían validez o no a sus análisis (Jay 1974: 147).

            Así Horkheimer, exponía: “El materialismo dialéctico, tenia también una teoría de la verificación basada en un ensayo histórico práctico: “La verdad es un momento en la práxis correcta; quien la identifica con el éxito salta sobre la historia y se convierte en un apologista de la realidad dominante” (Jay 1974:147).

            Estas aseveraciones de Horkheimer, nos llevan a plantear lo siguiente; las tesis centrales de la Escuela de Frankfurt, fueron sometidas al juicio de la historia, tal como plantearon sus miembros  de la segunda generación y actualmente Habermas.

 

  TEORÍA, HISTORIA Y SOCIEDAD: LA “VERIFICACIÓN” DE LAS TEORÍAS DE LA ESCUELA DE FRANKFURT Y SU REVISIÓN CRÍTICA.

 

            La segunda Guerra Mundial, el nazismo, el holocausto, y fundamentalmente el proceso de la degeneración del uso de la teoría marxista en el  socialismo real, que derivó hacia el fenómeno histórico de la dictadura stalinista, puso en evidencia, el fracaso de la aplicación de la filosofía marxista. Todos estos acontecimientos afectaron profundamente la confianza de los investigadores de la segunda generación de la E. de F., en la razón y el poder del conocimiento. Esto a pesar de que ellos marcaron siempre una distancia y una crítica teórica profunda al marxismo ortodoxo, que al final había sido confrontado con la realidad en Europa, Asia, África y América Latina, ahora bién, como se ha sostenido que el marxismo es una filosofía de la praxis,  ello no debería permitir otro camino que la sinceridad, la honestidad, la reflexión y la revisión profunda de la Teoría práctica  y marxista y su expresión en el socialismo real. (Quintero, 2001).

            Ello es de particular importancia, para las sociedades llamadas “periféricas”, donde se le ha dado poca importancia a este crucial debate, y se continúan reivindicando utopías autoritarias desde la política y desde las Ciencias Sociales.

            Por ello la lectura e interpretación de esta Teoría Critica, debe comprender dialécticamente, los documentos, producidos por los miembros de la Escuela de Frankfurt en los diversos periodos, incluyendo los producidos después de la Segunda Guerra Mundial. (Horkheimer: 1968) (Fromm: 1985) (Habermas: 1996)

            Así: el estudio e interpretación del trabajo de Horkheimer: Teoría Tradicional y Teoría Critica* , debe incluir también la lectura del Prefacio  para la nueva publicación,  escrito en 1968 y donde dice lo siguiente:

            “He vacilado en volver a publicar mis ensayos aparecidos en la Revista de Investigación Social. Mis dudas se debieron en buena parte a que, según pienso, un autor sólo debe publicar ideas sobre las que no abrigue reservas. Esos primeros ensayos filosóficos requerirían una formulación más exacta; pero no solo eso: están dictados por ideas económicas y políticas hoy discutibles; su correcta relación con el presente exigiría una reflexión especial. A ella, precisamente, he consagrado mis trabajos posteriores. Si a pesar de todos esos escrúpulos autoricé por fin la reimpresión fue con esta esperanza: las personas interesadas por cuestiones teóricas, y que desde hace tiempo vienen reclamando esta reimpresión, quizá puedan contribuir a que se evite algún mal en cuanto se hagan conscientes de las deficiencias de aquellos ensayos.

            Quienes toman en serio la acción política anhelan extraer para ella enseñanzas de la Teoría Crítica; sin embargo no hay una receta universal, como no sea que es necesario conocer profundamente la propia responsabilidad. La aplicación irreflexiva y dogmática de la Teoría Crítica a la praxis, dentro de una realidad histórica transformada, solo podrían acelerar el proceso que debiera denunciar+. Quienes formalmente participan de las ideas de la teoría crítica están de acuerdo con esto, especialmente Adorno, quien la desarrolló junto conmigo” (Horkheimer 1968:9).

            Así también Marcuse, y Fromm, orientarán sus trabajos posteriores a la guerra, a cuestionar la Sociedad industrial en su conjunto,  no solo la sociedad capitalista, sino también la “socialista”, así dice Marcuse: “La sociedad de movilización total, que se configura en las áreas mas avanzadas de la civilización industrial combina en una unión productiva elementos del Estado de Bienestar y el Estado de Guerra. Comparada con sus predecesoras es en verdad una “Nueva Sociedad”.

            En el Este, la reducción gradual de los controles políticos directos prueba la confianza cada vez mayor en la efectividad de los controles tecnológicos como instrumentos de dominación.” (Marcuse 1998: 49:50).

            Como consecuencia de todas estas reflexiones Marcuse profundizará en sus estudios sobre los aspectos irracionales del comportamiento social humano, con gran influencia de Freud, y propondrá la tesis de la necesidad de una “sublimación no represiva”, en su obra Eros y Civilización”.  (Marcuse, 1995).

            En cuanto a Fromm+ , dejó constancias en todas sus obras posteriores a la guerra, de su honda preocupación por el contenido de violencia y destrucción, presente en la Sociedad Industrial Contemporánea en su conjunto: Capitalista y socialista, como en particular en la sociedad socialista construida por Stalin en la Unión Soviética; así expone Fromm:

            “Stalin explotó los conceptos de socialismo y marxismo para su propaganda.

            Actualmente, el sistema stalinista, no obstante la propiedad por el estado de los medios de producción, está quizás más próximo a las formas primeras y puramente explotadoras del capitalismo occidental, que a cualquier idea concebible de una sociedad socialista. Sus principales resortes son la obsesión por el progreso industrial, la desconsideración despiadada hacia el individuo y el ansia de poder personal”. (Fromm 1998: 207).

            Fromm, continuó profundizando sus investigaciones sobre psicoanálisis, cultura y sociedad, profundizando en el papel de la ética y la religión y sus grandes potencialidades en la formación y fortalecimiento de la conciencia social, como posibilidad de orientación y canalización de las fuerzas psíquicas y sociales de la humanidad. Ello lo llevó también a una investigación y acercamiento hacia el conocimiento del psiquismo y la conciencia humana que poseen las filosofías y disciplinas orientales como el budismo, y así produjo con Suzuki, su obra: Psicoanálisis y Budismo Zen (Suzuki, Fromm 1976).

            Este concepto de la verificación y la historia de la Teoría Critica, nos parece de la mayor importancia para las ciencias sociales, en Venezuela, donde frecuentemente se presenta un consumo acrítico,  de las teorías sociales y políticas. (Quintero 2001), (Vásquez, 2001) y en particular del marxismo.

            El más conocido representante de la tercera generación de la Escuela de Frankfurt , Jurgen Habermas ha orientado su trabajo hacia la ETICA y la comunicación profundizando la actitud crítica hacia la Teoría Marxista (Habermas: 1996).

            La reflexión filosófica, sobre el fenómeno del autoritarismo, que tanto preocupo a los miembros de la Escuela de Frankfurt, fue consolidada por una filósofa contemporánea de ellos:

             Hanna Arendt, cuya obra y en especial La condición humana, la consideramos de gran importancia y puede leerse a contrapunto con los documentos de la Escuela de Frankfurt como complemento dialéctico, del estudio de la sociedad moderna que la Teoría Crítica, aspiro a realizar.

            En la actual generación de teorías de la E. de F. destaca el trabajo de Jurgen Habermas quien ha desarrollado en su obra  Teoría de la acción comunicativa,  una, nueva apuesta por las posibilidades de la razón humana, el valor de la conciencia social, afincadas en la posibilidad que ofrecen el dialogo, la acción comunicativa y la ética. (Gimbernat, 1997).

            Habermas introduce, nuevas elaboraciones en la Teoría Crítica:  “ Su intercambio con representantes de la filosofía analítica de la ciencia le obligó a reformular algunos temas, y otro tanto sucedió con su debate con los exponentes de la filosofía hermenéutica. Mas recientemente, el, bosquejo preliminar de una teoría de la comunicación, la asimilación de la teoría contemporánea de sistemas y el bosquejo programático de una teoría de la evolución social, han puesto importantes desarrollos en sus puntos de vista metodológicos”. (Mc. Carthy 1998: 154).

            Sin embargo, el desarrollo teórico de Habermas conserva aspectos fundamentales de la concepción original de la Teoría Crítica, entre ellas, las siguientes:  

a.-       La teoría crítica de la sociedad es empírica sin ser reducible a ciencia empírica – analítica.

b.-       Es filosófica, pero en el sentido de crítica filosófica, y no de lo que se denomina “filosofía primera”

c.-        Es práctica, “no en el sentido de poseer un potencial tecnológico, sino en el sentido de estar orientada a la ilustración y la emancipación” (Mc. Carthy 1998:155)

            Habermas, revaloriza el papel de la hermenéutica, como método en las ciencias sociales y humanas . En el contexto de su pensamiento, la hermenéutica debe ir asociada al análisis de los sistemas sociales.

            Así: “La estructura objetiva de la acción social no se consume en el significado intersubjetivamente representado por el lenguaje, sino que es un momento de mediación simbólica dentro de un sistema constituido por las coacciones de la naturaleza, por el poder que conceden los procedimientos de control técnico y por las represiones derivadas del conjunto de las relaciones sociales de poder. En consecuencia, según Habermas, si la hermenéutica, se ocupa de estudiar modelos de interpretación y acción cambiantes en el tiempo, su investigación tendrá que complementarse con una filosofía de la historia”. (Cuesta Abad 1991: 6162).

            Habermas, formado inicialmente en la teoría de Gadamer sobre la hermenéutica, desarrollará, posteriormente una serie de críticas a la propuesta de Gadamer, que han dado lugar al desarrollo de una polémica en el campo de la hermenéutica que se conoce con el nombre de “Crítica de la razón comprensiva: la controversia Gadamer            - Habermas”.

            Esta discusión es de gran importancia para el campo de la epistemología en las ciencias humanas,+ (Cuesta Abad 1991) (Mendoza 2000).

 

Algunas reflexiones finales:

 

            Como es comprensible, este no es un estudio exhaustivo, ni mucho menos, múltiples temas de gran importancia quedan fuera de este trabajo. Sin embargo quisimos destacar algunos aspectos que son muy importantes en la Escuela de Frankfurt, y que no podemos exponer aquí, sino solo mencionarlos. Para los miembros de la Escuela de Frankfurt la filosofía no debería ser solo un discurso especulativo intrafilosófico sino debería estar en relación permanente con la sociedad, en sentido de contribución al cambio social, pero ello no significa que la filosofía debería ser una ciencia. Así también las ciencias sociales no deberían separarse y distanciarse de la filosofía.

            También les preocupará el tipo de relación con la naturaleza que se ha establecido en la sociedad moderna, y el desarrollo acrítico de la técnica. En ello se percibe la influencia de Heidegger, con especial fuerza en Marcuse y Benjamín.

            Para la Escuela de Frankfurt la razón moderna se ha escindido, hacia la instrumentalización y la formalización produciendo una escisión entre ciencia y ética, conduciendo a un privilegio de los medios sobre los fines, y derivando así la sociedad humana al irracionalismo y la deshumanización.

            Entre los miembros actuales de la tercera generación, Habermas intenta una reconciliación del problema de la racionalidad escindida, estableciendo una conexión con la ética la discursividad y el significado, en el ámbito de su relación con el mundo de la vida, la praxis interpersonal y la acción comunicativa. (Habermas 1987; 1996)

            Les interesará también de manera fundamental el tema de la libertad, así dice Martín Jay:

            “Como pensadores en la tradición de la libertad positiva que incluía a Platón, Rousseau, Hegel y Marx fueron atrapados en el dilema básico que ha acosado la tradición desde sus orígenes. Como ha señalado Hanna Arendt, la noción de libertad positiva contenía un conflicto inherente, simbolizado por la tensión entre la experiencia política griega y los intentos subsiguientes de los filósofos griegos para hallarle una explicación.

            De lo primero vino la identificación de la libertad con los actos humanos y el discurso humano – en síntesis, con la praxis. De lo segundo, su equiparación con ese ser autentico que era la razón. Desde entonces se han llevado a cabo muchos intentos de integración. La sutileza y riqueza del Instituto lo marca como uno de los más fructíferos, aunque también él desembocara en el fracaso”. (Jay 1974:120)

 

CONCLUSIONES

 

            La experiencia teórica y aplicada de los miembros de la Escuela de Frankfurt ha dado y está dando lugar a valiosísimos estudios sobre la sociedad contemporánea, que son de gran valor para las ciencias sociales y humanas. Ello ha contribuido con sus éxitos y fracasos a alimentar dos fuertes tendencias filosóficas presentes hoy en día, el resurgimiento de los estudios sobre la ética y la conciencia social, y los estudios de los filósofos autodenominados post modernos, con una fuerte corriente nihilista.

            En las ciencias sociales, han influido de manera fundamental en las tesis que sustentan el compromiso del investigador y la critica a la neutralidad valorativa del conocimiento social, y a la estimulación de los estudios críticos sobre la cultura, la política y la sociedad contemporánea en todas sus manifestaciones

 

LECTURAS COMPLEMENTARIAS

Como este trabajo tiene una intención didáctica hemos considerado conveniente recomendar una serie de lecturas, para profundizar o discutir críticamente este trabajo.

Ellas son las siguientes:
Martín Jay (1974): La génesis de la Teoría Crítica. (Capitulo II) de la obra Imaginación Dialéctica. Madrid, Taurus

Adorno T. (1975): Dialéctica Negativa. Definiciones y Categorías. (Capitulo III) de su obra Dialéctica Negativa. Madrid, Taurus

Horkheimer (198: Prólogo de su obra Ocaso.  Barcelona Anthropos

Horkheimer (1968): Prólogo de la nueva edición a Teoría Crítica.  Buenos aires. Amorrortu

Horkheimer M. (1968): Teoría Tradicional y Teoría Crítica en: Teoría Crítica. Buenos Aires. Amorrortu

Fromm E. (1986): Ética absoluta Vs. Ética relativa; ética universal Vs. Ética socialmente inmanente. En: Ética y Psicoanálisis. México. F de C.E.

Fromm E. (1985): Soluciones Diversas. Idolatría autoritaria. Supercapitalismo. Socialismo. En: Psicoanálisis de la Sociedad Contemporánea. México F.C.E.

Mc. Carthy T. (1998): Sobre teoría y práctica en nuestra civilización científica. En: La Teoría Crítica de Jurgen Habermas.  Madrid. Tecnos

Marcuse H. (1998):Introducción. En: El Hombre Unidimensional. Barcelona Ariel             Marcuse H. (1981): Eros y Tánatos. En: Eros y Civilización. Barcelona. Ariel

Habermas J. (1996) entrevista con Hans Peter Kruger. En: La necesidad de revisión de la izquierda.  Madrid. Tecnos

Habermas J. (1996): La revolución recuperadora En: La necesidad de revisión de la                izquierda.  Madrid. Tecnos

Anexo 1:

El concepto de crítica en la disputa Gadamer – Habermas

Autora: Julieta Mendoza . En: Sentido.  Revista de Filosofía

Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Agosto 2000 Nº. 7 p. 24 – 33

Anexo 2:

Critica de la razón comprensiva:  la controversia Gadamer/Habermas

Autor: José Manuel Cuesta Abad

En:Teoría, hermenéutica y literatura. Madrid. VISOR. P. 57 a 70

 

BIBLIOGRAFÍA

Adorno Theodor. (1975):   Dialéctica Negativa.  Madrid, Taurus

Adorno T. (1962): Dialéctica del Iluminismo.  Madrid. Taurus

Benjamín W. (1973). Iluminaciones IV.  Madrid. Taurus

Cuesta Abad J. M. (1991): Teoría Hermenéutica y Literatura. Madrid. Visor

Fromm E. (1970):  La crisis del psicoanálisis.  Buenos Aires. Paidos

Fromm E. (1986): Psicoanálisis de la sociedad Contemporánea. Oléxico F.C.E.

Funk R. (1987): Fromm. Vida y Obra.  Buenos Aires. Paidos

Gimbernat J. A. (Ed.) (1997) La filosofía moral y política.  De Jurgen Habermas. Madrid,     Biblioteca Nueva

Habermas J. (1999):  Ciencia y Técnica como ideología. Madrid –tecnos

Habermas J. (1996):  La necesidad de revisión de la izquierda.  Madrid Tecnus          Horkheimer M. (1968) :  Teoría Crítica.  Buenos Aires Amorrortu

Horkheimer M. (1986): Ocaso.  Barcelona Anthopos

Jay, M. (1974):  La Teoría Crítica de Jurgen Habermas. Madrid Tecnos

Mc. Carthy T. (1998): La Teoría Crítica de Jurgen Habermas. Madrid. Tecnos

Marcuse H. (1981):  Eros y civilización.  Barcelona Ariel

Marcuse H. (1998):  El hombre Unidimensional.  Barcelona Ariel

Mendoza J. (2000): El concepto de critica en la disputa Gadamer – Habermas en: Sentido

Revista de la facultad de Filosofía. Universidad de Michoacán de San Incolas de Hicolego. 2000 Nº. 07. p. 24-33

Quintero M. P. (2001) Brevísima revisión crítica del concepto de alucuación. en: Filosofía . Revista del Posgrado de filosofía. Facultad de Humanidades, Universidad de Los andes. Mérida. Venezuela N 12

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